19 de diciembre de 2009

Sigüenza: reflexiones sin un orden preciso. El Festival de Jazz de Sigüenza por Chema García Martínez


Hablemos de música

Un festival de momentos. Pequeños, medianos, incluso Grandes Momentos. Los que protagonizaron Daniel Humair y Ramón López en su concierto a dúo absolutamente memorable. La reunión de los distintos. Grestch (López) contra Yamaha (Humair). López, nobleza obliga, se doblega ante el mayor grado del suizo. Humair, movimientos aéreos y autoritarios: la autoridad de un Paul Bocuse ante los fogones. Humair-López persiguen un sueño imposible que es el mismo que llevó a Max Roach a reunirse con 9 percusionistas en “M´Boom Re: Percussion”.
 
A alguna distancia se movieron las propuestas naif de Digital Primitives y Brigada Bravo y Díaz, por donde quiere decirse, Antonio Bravo, guitarra, loops y cachivaches, y Germán Díaz, zanfona, caja de música y cachivaches. Interpretar el repertorio cancioneril de la Guerra Civil entraña sus peligros y tienen que ver con el continente, el contenido y el difícil equilibrio entre una cosa y otra (para más información escúchese a Chema Saiz jazzeando a Manolo Escobar). La cosa funciona por el lado perverso: una “Internacional” al estilo Stephane Grappelli; un “Arrión(“arrión, tira del cordón, cordón de la Italia, dónde irás amor mío, que yo no vaya”…) que es un “Take Fivede aquella manera…

La música de Digital Primitives (Cooper-Moore-Tsahar-Taylor) apela a un latido primitivo, básico, fundamental, puede que algo tosco. Lo que empieza en una noche de estrellas y multikutis (Don Cherry) termina en el buenismo viva la gente de Pharoah Sanders: estamos tan felices de vivir en este mundo que no cabemos en nosotros mismos. Cooper-Moore, puesto que de él se trata, trabaja sobre formas, instrumentos y técnicas con denominación de origen –el khöömii mongol- convenientemente descontextualizado/as. La música de Digital Primitives tiene su parte bucólica “easy listening y su lado free que la audiencia seguntina disfrutó tanto o más que la primera. Para tomar nota. 

Vanguardia estilo West Coast, la de Larry Ochs Sax & Drumming Core. Música fronteriza al margen de cualquier corriente. El proceso de organización de la misma resulta tan interesante como el resultante. Secuencias acordadas sobre la marcha brotando de un lenguaje de signos que toma la forma a un extraño ballet. De Count Basie a Larry Ochs; de Duke Ellington a Natsuki Tamura convertido en un Arthur Whetsol desquiciado: el camino es el mismo. Sonidos sin un origen preciso que nacen y mueren sin darnos tiempo a reaccionar: nos rendimos a la apariencia de esta música desarraigada y desconcertanteAlgo a lo que llaman jazz.

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18 de diciembre de 2009

El Festival de Jazz de Sigüenza por Javier de Cambra (La Razón)


La verdad sobre el caso Sigüenza

La V edición del Festival de Jazz de Sigüenza se cerró con toda satisfacción el pasado lunes a ermita llena en cada una de sus veladas. Una población de 5.000 habitantes y un conjunto histórico excepcional abriga este certamen que ha encontrado su lugar en el panorama con propuestas arriesgadas. Y tiene un público que lo sigue año tras año, residentes y también visitantes ex profeso para el festival. Pero un muy leve incidente del que se dio un relato abracadabrante ha dado la vuelta al mundo en la red. En la Ermita de San Roque, no habilitada para el culto, dio la señal de partida Digital Primitives, un trío comandado por Cooper-Moore, que en esta banda se aplica a instrumentos de cuerda y viento de fabricación propia. Junto a los vientos de Assif Tsahar y el baterista Chad Taylor levantó música de precisa originalidad hasta acabar cantando con el público. La siguiente jornada presentó dos dúos: la Brigada Bravo & Díaz en la que la guitarra de futuro de Antonio Bravo se une a la zan- fona (medieval) para el siglo XXI de Germán Díaz, con temario del cancionero de la guerra civil y una fiesta de la percusión con dos bateristas, el francés Daniel Humair y el español Ramón López, habitual colaborador de grandes músicos internacionales. Dos estilos bien distintos y el mismo sentido de los sustantivo, el control del tiempo que impide el fárrago. Para la clausura, el saxofonista californiano Larry Ochs con su última formación, Sax & Drumming Core, con trompeta, piano/teclados y dos baterías. Una potente maquinaria de improvisación abierta, música de la sorpresa, también, pues no se encallan en los momentos de intensidad arrebatada, a los que sucede la calma.

De charanga y pandereta 



Vayamos a los hechos. La ermita cuenta con una pequeña  estancia donde está el control de entradas. Luego, otra gran puerta, la ermita. Pues a este ese vestíbulo se dirigió un asistente, reclamando el importe de su entrada, afirmando que lo que se oía no era jazz sino música contemporánea, lo que tenía desaconsejado psicológicamente. Al no ser satisfecho de inmediato, llamó a la Guardia Civil, compareciendo dos agentes del cuerpo. En un momento y urgidos por el reclamante entraron a la ermita, donde al cabo de un minuto salieron con el alcalde, que se levantó al verlos. Preguntado al respecto por el reclamante, uno de los agentes expresó:  «Esto no es jazz». El concierto no fue interrumpido, los músicos se enteraron del leve asunto al término de su actuación y apenas en las últimas filas pudo verse algo de este movimiento.

Un diario madrileño publicaba una crónica con escaso relato puntual de los hechos y vocabulario de grueso calibre y en nada ajustado a realidad: «Larry Ochs despertó tras una noche de pesadilla», «(el concierto)... a punto estuvo de ser cancelado manu militari por la autoridad competente», «La que se formó fue de órdago», «uno de los uniformados (...) sometió la música de Ochs a una suerte de juicio sumarísimo...» . Chascarrillos que aquí han dado a todo tipo de malentendidos que vienen de mal explicados y que el diario británico «The Guardian» reproducía al día siguiente. De allí a la red y la rechifla universal del Guardia Civil que acude para dar juicios sobre jazz. En fin, tricornio para acabar con tanta charanga y  pandereta. Eso podía desprenderse de una crónica que ha conducido a todo equívoco. Vi a Ochs a la mañana siguiente, excelente aspecto y humor: el triunfo ante  un público receptivo y entusiasta. Y en Sigüenza, donde da gusto pasear, parar en cantinas y en templos y acudir al festival.

Javier de Cambra.© La Razón, 2009  

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Una entrada... con una entrada


Entrada del concierto de Larry Ochs Sax & Drumming Core. V Festival de Jazz. 7 de diciembre de 2009. 20,00. Ermita de San Roque. Sigüenza, Guadalajara.
Próximamente una nueva serie de camisetas de Tomajazz con la entrada y la leyenda: "Yo estuve viendo a Larry Ochs Sax & Drumming Core en Sigüenza".

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15 de diciembre de 2009

El Festival de Jazz de Sigüenza por Pablo Sanz (El Mundo)


El Festival de Jazz de Sigüenza acaba de cumplir su primer lustro de vida, un tiempo de firme y orgulloso compromiso con la cultura de la vanguardia. A pesar de su corta y solitaria edad, de la apuesta casi en exclusiva por las músicas libres y creativas, la ciudad monumental se ha reafirmado en lo que un día quiso ser: fortaleza y morada de aquellas mentes privilegiadas del jazz que una vez al año nos cuentan las músicas y lenguajes que nos habrán de visitar mañana. Buena nota debieran tomar otras citas capitalinas, Madrid y Barcelona, principalmente.


En su quinta y recién concluida edición, el Jazz Sigüenza estuvo acotado entre dos propuestas dispares que tenían un mismo pulmón: la reelaboración de la música negra avanzada. El trío Digital Primitives, liderado por el pianista y multiinstrumentista Cooper-Moore, y el quinteto Sax & Drumming Core, del saxofonista Larry Ochs, muestran un blues deconstruido y de muy difícil diagnóstico, ya que la mayoría de sus formulaciones llegan al oído como si fueran nuevas. En el caso de Cooper-Moore, además, su respiración se produce a través de extraños instrumentos, que van desde el diddley-bo al mouth bow y el hoe-handle harp (incluso al final, a pie de escenario, montó un pequeño museo con todas sus piezas raras).


Sin embargo, la jornada de mayor gloria tuvo lugar en la noche del sábado, con sendas propuestas de duetos. En primer lugar salieron a escena los dos integrantes de la Brigada Bravo & Díaz, la formada por el guitarrista Antonio Bravo y el zanfonista Germán Díaz, al que ya debiera quitársele el latiguillo de "sobrino de Joaquín Díaz". Lo de este chico es talento en estado puro y por pulir. La pareja colocó sobre la tarima de la ermita seguntina de San Roque un inventario jazzístico y audaz de canciones populares de la Guerra Civil, y resultó gracioso escuchar "La Internacional" encima del altar de aquel templo sagrado.


De otro mundo fueron las improvisaciones a dos manos que nos regalaron, en segundo lugar, los bateristas Daniel Humair y Ramón López. Durante poco más de una hora, la audiencia quedó fascinada ante el diálogo desnudo de dos baterías con mucha música, porque lo suyo va más allá del ritmo y el virtuosismo. Lo de esta pareja es la explotación sin límites de todas las sonoridades que habitan en sus instrumentos, tocando los parches con los platillos y los platillos con las manos. Se insiste: no hay virtuosismo en su exposición, sino una capacidad expresiva que no conoce ningún margen.


Mientras Humair improvisa, López le pone notas a pie de página, hasta que los papeles se invierten y es aquel el encargado de traducirnos los sueños rítmicos del otro. Ambos son dos leyendas de las baquetas y en su visita al Jazz Sigüenza todos se convencían y no dejaban de preguntarse: ¿cómo es posible hacer tanta música con dos palos y dos tambores? La verdad, al contrario de lo que se piensa, está mucho más cerca. Sólo hay que tener buena disposición para escucharla, porque, a partir de ahí, la felicidad llega por sí sola.


© Pablo Sanz, 2009


Versión ampliada de lo publicado el pasado viernes 11 de diciembre en la edición impresa del diario El Mundo. Reproducido con permiso de su autor.
Fotografía: Germán Díaz © Sera Martín, 2009 


Más sobre el tema en Tomajazz: 



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11 de diciembre de 2009

Pero... ¿qué pasó en Sigüenza?


Al hilo de la anécdota sucedida el pasado lunes en el concierto de Larry Ochs Sax & Drumming Core en el V Festival Internacional de Jazz de Sigüenza y su transformación en una noticia que incluso ha traspasado nuestras fronteras, quizás no estaría de más centrar el tema. A pesar de lo que se ha hablado y escrito, de los advenedizos (porque, hasta el pasado miércoles, ¿cuántos de los que han hablado sobre él habían escuchado a Larry Ochs y su grupo?), y de los errores de bulto que se han podido leer y escuchar, lo cierto es que en Sigüenza hubo un concierto. Un espectáculo magnífico, de gran nivel, que transcurrió con total normalidad, y en el que ni los músicos, ni los 195 espectadores allí presentes fuimos conscientes de nada de lo que sucedía en la puerta de la ermita de San Roque mientras la música sonaba en el escenario.

Larry Ochs presentó tres de las cuatro composiciones de Stone Shift, la tercera grabación de Larry Ochs Sax & Drumming Core, que fue grabada en 2007 y editada este mismo año en el sello francés Rogue Art. Precisamente el tema que da título a este CD fue el primero de los cinco que sonaron. Esta pieza está dedicada al director de cine japonés Akira Kurosawa y está concebida por Ochs como la banda sonora de un film imaginario. Su carácter tranquilo y pausado por momentos provocó que el saxofonista pidiese antes del concierto a los fotógrafos allí presentes que no realizasen fotografía alguna durante su interpretación, algo que por fortuna se respetó a rajatabla. El tema comenzó a dúo por los baterías Scott Amendola y Donald Robinson. Posteriormente se unieron el trompetista Natsuki Tamura y Larry Ochs al sopranino, y finalmente Satoko Fujii en su labor de teclista con un Roland A90 que por momentos nos trasladó a la década de los 80. En cuanto a la anécdota, es de suponer que este tema fue el responsable de que tuviera lugar, puesto que a continuación el quinteto interpretó "Abstraction Rising", tema también incluido en Stone Shift, de aromas coltranianos y que permitió disfrutar del trabajo de Fujii al piano. La siguiente pieza fue "Across From Over", el tema que abre Stone Shift, y que se puede interpretar como poseedor de una fuerte carga simbólica. La composición comenzó con un tour de force de Ochs al tenor frente a los dos baterías (la formación inicial de Larry Ochs Sax & Drumming Core). Tras su magnífico solo entraron en juego Tamura y Fujii (los nuevos componentes del grupo) y el carácter del tema cambió radicalmente, tornándose más abstracto y abriendo espacios para los solos de los músicos. La penúltima pieza fue una nueva composición totalmente distinta a las demás y que abre unas enormes posibilidades a este grupo. Concebida para la improvisación sin red del quinteto, los músicos fueron cogiendo y cediendo la dirección del tema, eligiendo a la vez a sus compañeros en esos pequeños viajes. Como estrategia creativa este tipo de piezas resultan muy arriesgadas, pero en las manos adecuadas sus resultados resultan fascinantes, con sus cambios sin previo aviso, contínuos y casi aleatorios de su centro de gravedad musical. Para finalizar Larry Ochs bromeó sobre el último tema, una nueva banda sonora imaginaria que en este caso estaba dedicada / inspirada por  David Cronenberg, y que según el saxofonista era la balada del concierto. Como bien supondrá quien haya visto algunas de las películas del canadiense la música tuvo momentos calmados y tensos, junto a otros crispados y nerviosos que reflejan los universos torturados que el director refleja en sus películas. Ese fue casi el final. Únicamente faltó una aparición del grupo en el escenario para saludar al respetable (no hubo bis aunque se reclamó aplausos mediante), que disfrutó de la mejor de las clausuras posibles para un festival que en la edición de 2009 ha permitido disfrutar de cuatro conciertos fantásticos y de primer nivel, al alcance de muy pocos festivales.

El resto de la velada es esa anécdota tan traida y tan llevada, algo por lo que posiblemente acabará por ser conocida la edición de este festival. Y es que una vez los asistentes desalojaron la sala, imagínense ustedes la siguiente situación...

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10 de diciembre de 2009

La anécdota del V Festival de Jazz de Sigüenza: el punto de vista del Ayuntamiento


Continuando con el tema de la polémica por la reclamación y denuncia de tres espectadores en el concierto de Larry Ochs Sax & Drumming Core en la V Edición del Festival de Jazz de Sigüenza, publicamos la nota de prensa emitida por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza.

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El festival internacional de Sigüenza volverá a apostar en el año 2010 por el jazz innovador

• La Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza, Paloma García Atance, ha reiterado esta mañana el balance “absolutamente positivo que el Ayuntamiento hace del festival”, y que “nos parece profundamente injusto que la anécdota de tres espectadores insatisfechos ensombrezca la trayectoria impecable de un festival que a los patrocinadores y a la ciudad nos ha costado mucho sacar adelante”.


• La Concejala seguntina ha declarado también que “el concierto que Larry Ochs Sax & Drumming Core interpretó en la Ermita de San Roque, ha sido, probablemente, uno de los mejores que se han podido escuchar hasta la fecha en nuestro festival”.


Sigüenza. 9 de diciembre de 2009. El Ayuntamiento de Sigüenza, desde la Concejalía de Cultura, reitera, al término de la V Edición del Festival Internacional de Jazz de Sigüenza, su balance “absolutamente positivo del evento”, declaraba hoy la responsable de esta área municipal, Paloma García Atance. Las tres propuestas jazzísticas (5, 6 y 7 de diciembre) han llenado de nuevo la Ermita de San Roque seguntina “de música y de músicos en un excelentísimo estado creativo, como así ha reconocido el público con su aplauso día tras día”.


A este respecto, García Atance ha querido destacar la “impecable trayectoria hasta la fecha del festival, que ha traído a nuestra ciudad a artistas clásicos del jazz, como Dave Burrell, a genios como Texier, Michael Moore o Uri Caine, a músicos distinguidos como Caballeros de las Artes y las Letras por el gobierno francés como Daniel Humair o Ramón López, o al propio Larry Ochs en la edición del año 2009, a quien por supuesto reconocemos, admiramos y agradecemos su genial interpretación del pasado día 7 de diciembre, por citar sólo algunos ejemplos”. La Concejala ha destacado que la ciudad y los patrocinadores han hecho un esfuerzo enorme por dotar de contenido esta propuesta cultural, buscando sorprender e interesar al público durante cinco años. “Así lo ha reconocido la prensa regional y la especializada a lo largo de estos años en una labor que también agradecemos mucho”, decía hoy García Atance. Por esta misma razón la responsable municipal ha querido solicitarles a los medios de comunicación que “nos apoyen para que la anécdota de la reclamación de tres espectadores nos ayude a llenar de nuevo las futuras ediciones de Jazz Sigüenza, reivindicando a los 5000 que han presenciado el festival hasta ahora, muchos de ellos visitando nuestra ciudad sólo por este motivo”.


Sobre de la polémica suscitada por la reclamación citada de tres espectadores en el concierto de Ochs, la Concejala decía hoy que “no es más que una anécdota que no es justo que ensombrezca la trayectoria impecable del festival hasta la fecha”. No en vano, el disco grabado en el Festival Internacional de Jazz de Sigüenza por Agustí Fernández en el año 2007 y editado en 2009 ha sido nominado como uno de los cuatro mejores discos del año 2009 por la web estadounidense www.allaboutjazz.com. “Creemos que desde luego, esto también es noticia. Fernández nos ha autorizado además a desvelarlo públicamente en un gesto por el que le estamos muy agradecidos”, decía Atance.


La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza desea dejar claro que el público es soberano para presentar las reclamaciones que estime pertinentes, siempre que lo haga dentro de los cauces establecidos por la legalidad, y en los límites de la educación. “Lo que está clarísimo son dos cosas, una, el currículum impecable de este músico norteamericano de jazz y de su grupo, que han interpretado en Sigüenza lo que siempre han interpretado sin llamar a engaño a nadie, y otra el cariño y el respeto que mostró hacia él el resto de los 197 espectadores que llenaban la sala y que escucharon atentamente el concierto hasta el final, para ovacionarlo a su término largamente”, ha subrayado García Atance.


Por otro lado, la Concejala de Cultura ha querido subrayar que la línea musical del Festival Internacional Jazz Sigüenza será esta misma en el futuro, puesto que “nos posiciona en la vanguardia de la cultura, y no deja, como ha quedado claro, indiferente a nadie. Creemos firmemente que mantener este criterio conseguirá que nuestro festival sea un activo importante para el turismo y la hostelería de nuestra ciudad”. Paloma García Atance terminaba asegurando que “Ochs, si él quiere, volverá a actuar en Sigüenza”.
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9 de diciembre de 2009

Berlanga y el Guardia Civil que sabía de jazz


Imagínense la siguiente situación: un concierto de jazz por un quinteto de músicos norteamericanos y japoneses. Un concierto programado para la clausura de la quinta edición de un festival de jazz. En plena actuación se presentan dos miembros de la Guardia Civil debido a la denuncia de uno de los asistentes al concierto. El motivo, que el grupo no está tocando jazz, sino música clásica contemporánea, la cual le estaba contraindicada. Pero imaginemos más. Ante la situación el señor alcalde acude a conversar con los agentes del orden y la ley, y en medio del diálogo uno de los guardias civiles sentencia que, efectivamente, el denunciante tenía razón, que lo que los músicos estaban interpretando no era jazz.

Tal situación, propia de un film de Berlanga, no está extraida de ninguna película, novela o guión. Todo esto tuvo lugar el pasado lunes 7 de diciembre, en plena actuación de Larry Ochs Sax & Drumming Core, programada dentro de la V Edición del Festival de Jazz de Sigüenza. Afortunadamente todo quedó en la denuncia y la correspondiente reclamación, unido al asombro de los músicos, organizadores y asistentes, ya que el concierto se pudo celebrar sin ningún tipo de problema. Así que, señores programadores, aquí va un aviso a navegantes: mucho ojo con lo que vayan a programar en los próximos festivales, no sea que algún espectador indignado les envíe a la BPMOJ (Brigada Para el Mantenimiento de la Ortodoxia Jazzística).
Pachi Tapiz
Fotografía: Larry Ochs. © Sera Martín, 2009

Agradecimientos a Arturo Mora y a Fernando Ortiz de Urbina

Más sobre Larry Ochs Sax & Drumming Core: http://www.tomajazz.com/bun/2009/12/larry-ochs-sax-drumming-core-stone.html (Reseña de Stone Shift)

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