• Fecha: 31 de Março de 2004 / 31 de marzo de 2004
• Lugar: Centro Cultural de Belém (CCB), Lisboa
  
• Componentes:
  Gebhard Ullmann, clarinete baixo
  Juergen Kupke, clarinete
  Michael Thieke, clarinete alto
  

Resenha - Reseña 

Portugués: Eduardo Chagas

Español: Eduardo Chagas - traducción: Diego Sánchez Cascado

• Resenha: Apagam-se as luzes da sala. Pelo espaço acústico do Pequeno Auditório ecoam sons distantes. Pressente-se uma lenta, muito lenta aproximação do palco. Giram cabeças a toda a volta, à procura das fontes sonoras. De onde virão estes suspiros e murmúrios? Serão vozes? Há três figuras humanas que os olhos, entretanto habituados à escuridão, conseguem divisar. Cresce a tensão em lamentos soturnos que cortam o silêncio e envolvem o público num abraço largo, tomando-o pelas coxias do auditório. Aperta-se o cerco. As figuras sobem ao palco. Decorrido o longo prelúdio mágico, metáfora da criação do seu mundo, eis que o Clarinet Trio ataca o primeiro tema. Gebhard Ullmann, clarinete baixo, à esquerda; Juergen Kupke, clarinete, ao centro; Michael Thieke, clarinete alto, ao centro. E fez-se luz.

  Durante perto de hora e meia, o público presente no Centro Cultural de Belém foi convidado a embarcar numa extraordinária aventura sonora em tudo especial; do estilo ao repertório, passando pela bem humorada performance e pela oportunidade de presenciar ao vivo a criação e o desenvolvimento de um género essencialmente tributário do jazz moderno e da música de câmara contemporânea.

  O Clarinet Trio foi fundado em Berlim por Gebhard Ullmann, em 1998, com o propósito expresso de, através duma formação de reduzidas dimensões, mais flexível que os habituais grupos em que participa, orquestrar as suas próprias composições e temas de compositores da música contemporânea. Era intento originário de Ullmann partir de um conceito de “jazz” mais aberto e dedicar-se à investigação das possibilidades do clarinete baixo, isoladamente e em conjunto com outros instrumentos da mesma família, pondo de lado, momentaneamente, o trabalho como multi?instrumentista e líder de uma variedade de formações do jazz de vanguarda, actividade que lhe é conhecida desde há cerca de 20 anos.

  Deste empreendimento nasceu uma nova estética, caracterizada pela bem sucedida interpenetração daquelas duas formas principais, por uma escrita sólida e arrebatadora execução contrapontística, enriquecida pelas combinações tímbricas dos três clarinetes. Daqui resultou um produto sonoro homogéneo, tocado numa atmosfera informal, tranquila e relaxada.

  Foi neste contexto descontraído que Ullmann, Kupke e Thieke se apresentaram perante o público lisboeta, expondo uma música envolvente, servida por complexos arranjos sobre originais do primeiro e temas de compositores tão diferentes como Claude Debussy e Nino Rota, tocados com uma fluência e um vigor impressionantes. O tipo de estruturas adequadas à exibição das notáveis capacidades instrumentais dos músicos, que asseguraram, em partes iguais, as responsabilidades rítmicas, harmónicas e melódicas.

  Revelando perfeita empatia entre si, Gebhard Ullmann e o Clarinet Trio encantaram e conduziram o Pequeno Auditório numa jornada fascinante, atravessada por alguns dos aspectos mais interessantes das vanguardas da música ocidental do Séc. XX, clássica e popular. À saída viam-se muitos sorrisos de contentamento.
  
  Eduardo Chagas

• Comentario: Se apagan las luces de la sala. Por el espacio acústico del Pequeño Auditorio se oye el eco de sonidos distantes. Se presenta una lenta, muy lenta aproximación al escenario. Las cabezas giran buscando el origen de las fuentes sonoras. ¿De dónde llegan estos suspiros y murmullos? ¿Serán voces? Hay tres figuras que los ojos, ya habituados a la oscuridad, consiguen divisar. Crece la tensión en lamentos taciturnos que cortan el silencio y envuelven al público en un abrazo largo, avanzando por entre los pasillos del auditorio. El cerco se cierra cada vez más. Las figuras suben al escenario. Terminado el largo preludio mágico, metáfora de la creación de su mundo, el Clarinet Trio ataca el primer tema. Gebhard Ullmann, clarinete bajo, está a la izquierda; Juergen Kupke, clarinete, en el centro; Michael Thieke, clarinete alto, en la derecha. Y se hizo la luz.
  
  Durante cerca de hora y media, el público presente en el Centro Cultural de Belem fue invitado a embarcarse en una extraordinaria aventura sonora totalmente especial; desde el estilo al repertorio, pasando por la actuación llena de buen humor y la oportunidad de presenciar en vivo la creación y desarrollo de un género esencialmente tributario del jazz moderno y de la música de cámara contemporánea.
  
  El Clarinet Trio fue fundado en Berlín por Gebhard Ullmann en 1998, con el propósito expreso de orquestar, a través de una formación de dimensiones reducidas, más flexible que los grupos en los que suele participar, sus propias composiciones y temas de compositores de música contemporánea. El intento originario de Ullmann fue partir de un concepto de “jazz” más abierto y dedicarse a la investigación de las posibilidades del clarinete bajo, aisladamente o en conjunto con otros instrumentos de la misma familia, dejando de lado, momentáneamente el trabajo como multi-instrumentista y líder de una variedad de formaciones de jazz de vanguardia, actividad que realiza desde hace casi 20 años.
  
  De esta empresa nació una nueva estética, caracterizada por la bien lograda interpretación de las dos formas principales, con una escritura sólida y una arrebatadora ejecución contrapuntística enriquecida con las combinaciones tímbricas de los tres clarinetes. De ello, resultó un producto sonoro homogéneo, tocado en una atmósfera informal, tranquila y relajada.
  
  En este contexto distendido fue en el que Ullmann, Kupke y Thieke se presentaron ante el público lisboeta, exponiendo una música envolvente, servida con complejos arreglos sobre temas originales del líder y obras de compositores tan diferentes como Claude Debussy o Nino Rota, interpretadas con una fluidez y un vigor impresionantes. El tipo de estructuras adecuadas para la exhibición de las notables capacidades instrumentales de los músicos, que se encargaron en partes iguales las responsabilidades rítmicas, armónicas y melódicas.
  
  Revelando una perfecta empatía entre sí, Gebhard Ullmann y el Clarinet Trio encantaron y condujeron al Pequeño Auditorio a un viaje fascinante, recorrido por algunos de los aspectos más interesantes de las vanguardias de la música occidental del Siglo XX, clásica y popular. A la salida se vieron muchas sonrisas de felicidad.
  
  Eduardo Chagas traducción por Diego Sánchez Cascado