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MEDESKI,
MARTIN & WOOD
23 FESTIVAL JAZZ TERRASSA
- Fecha: 19 de Março de 2004
- Lugar: Nova Jazz Cava (Terrassa)
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Componentes:
John Medeski (piano y teclados)
Billy Martin (batería y pequeña percusión)
Chris Wood (bajo y contrabajo)
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Comentario: Parece
que las constantes giras en las que Medeski, Martin and Wood
llevan embarcados desde sus inicios hace más de una década
comienzan a hacer escalas en nuestro país con cierta
asiduidad. En esta ocasión, el Festival de Jazz de Terrassa
nos presentó al trío en un ámbito intimista en lo que se
auguraba como un concierto sin demasiadas sorpresas. Pero,
para deleite del público, las hubo, vaya si las hubo.
No es que MM&W nos ofreciera una propuesta distinta a su
habitual amalgama de groove, funk, jazz, hip-hop y música
electrónica que han plasmado en su notable discografía. Sin
embargo, sus discos en estudio han mostrado una creciente
tendencia a la sobreproducción, con arreglos cada vez más
complejos y una atractiva nómina de invitados en muchos de
ellos. Por lo tanto, se respiraba la duda razonable sobre cómo
volcarían todo aquello sobre las tablas y sin ayudas
externas.
En el escenario, un kit de batería maximalista, bajo eléctrico
y contrabajo, wurtlitzer, moog, hammond y piano acústico.
Prometedor. El trío abrió el concierto con una improvisación
con Medeski al piano, un Chris Wood relativamente discreto y
Martin haciendo uso de mil y un gadgets de percusión.
A partir de ese momento de calma inicial, un delirio de dos
horas y diez minutos prácticamente sin pausas. MM&W
encadenaron alguna de sus composiciones más memorables, que
abarcaron desde los inicios de “Friday Afternoon in the
Universe” a sus discos más recientes para Blue Note, “The
Dropper” y “Uninvisible”, además de presentar temas del
que será su noveno disco oficial, todo ello aderezado por
interludios improvisados y unos solos en los que hicieron gala
de una maestría técnica envidiable. Particularmente
espectaculares los de Billy Martin, un baterista imaginativo y
mucho más versátil de lo que pudiera parecer en las
grabaciones de estudio. Sin embargo, también será difícil
olvidar a Medeski saltando de un teclado a otro, mascando cada
una de sus notas, sacándose de la manga líneas de Hammond de
pura antología; o el extenso bis iniciado por Chris Wood, uno
de los solos de contrabajo más hermosos y mejor construidos
que un servidor ha presenciado.
Sus
dotes a título individual sirvieron para trenzar una
interacción mágica, un sonido de gran solidez que no sólo
buscó la revisión de sus “pequeños grandes éxitos”,
sino que los elevó a la enésima potencia, aireándolos, dotándolos
de una corriente de energía que se contagió minuto a minuto
entre el público. El pasado viernes, Medeski Martin and Wood
dieron lo mejor de sí mismos. Supieron combinar virtuosismo y
diversión humildad, sorpresa y emoción; lograron hacernos
sonreír, bailar y, después de ciento treinta minutos,
dejarnos boquiabiertos y con ganas de más. Les esperamos con
los brazos abiertos.
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