Comentario: Tras una master
class donde David Fiuczynski explicó a los asistentes
conceptos de improvisación, composición e investigación
sobre motivos orientales, y tras la brillante actuación
del grupo local Monkfish, pasadas las once de la noche aparecieron
en el escenario del siempre agobiante Ritmo & Compás
los Screaming Headless Torsos, banda de larga trayectoria
que estrenaba formación y que nos dejó una actuación
memorable, explosiva y técnicamente destacable.
Recién llegados de Austria y Suiza,
y sin concesiones, los americanos comenzaron con algunos de
sus temas más incendiarios como "Vinnie",
"Word for Herb" y "Faith in the Free",
con guiño al coltraniano "Giant Steps"
incluído. Ya en los primeros compases del concierto
la sección rítmica demostró una precisión
y una pegada fundamentales para el estilo funk-rock del grupo,
con un soberbio Steve Jenkins cuya técnica de bajo
rozaba la perfección, llegando a utilizar cuatro dedos
de su mano derecha a la vez (del pulgar al anular) para los
pasajes más rápidos. Skoota Warner, pura rabia,
rompió la caja de su batería al comienzo del
cuarto tema y, mientras Borja Barrueta (batería de
Monkfish) le dejaba la suya, Fiuczynski se arrancó
con la versión del "La Fiesta" de Chick Corea
que ya grabara en su día para su CD Punk Jazz.
La entrega del público en las palmas flamencas de acompañamiento,
dada la ausencia de batería, fue tal, que el concierto
se convirtió en una fiesta de verdad. Como
comentaba el cantante Ahmed Best, "we couldn't do
this shit in Switzerland!", suavemente traducible
en "esto no podría haber pasado en Suiza".
Tanto Best como su compañero Freedom
Bremner (el rey del disfraz) afrontan en esta gira la difícil
tarea de sustituir al gran Dean Bowman, histórico cantante
de los Torsos, y han optado por la mejor opción: llevarse
la música del grupo a su terreno. Los Torsos han adquirido
un claro componente bailable que, si bien siempre tuvo algo
de presencia, en la actualidad es un valor añadido
de la banda neoyorquina. Bremner es el "poli bueno",
en su glamouroso papel de cantante soul, mientras
Best se acerca al hip-hop más radical, tanto en actitud
musical como en su forma de vestir. Los dos hicieron las delicias
del público, imitando con sus voces cajas de ritmos,
el scratch de un DJ o incluso un solo de trombón.
Con "Just for Now" y "Mind
Is a River" el respetable seguía disfrutando y
el quinteto hacía subir el termómetro del local.
Un buen solo de Steve Jenkins (¡cómo se puede
tocar tan rápido con tanta claridad de sonido!) permitió
un respiro a los vocalistas, y el trío base atacó
una variación del tema de "Los Simpson" donde
Fiuczynksi hizo gala de su lenguaje personal, y de cómo
ha conseguido asimilar sonoridades y motivos de distintas
localizaciones orientales en su propia música. Curioso
caso el de este superguitarrista cuyo compromiso con su conjunto
es comparable al de un simple guitarra rítmico. Sus
apariciones solistas fueron formidables, pero no le importa
sacrificarse en pro del bien del grupo. Admirable.
"Free Man", un devaneo punk, la adaptación
del "Blue in Green" de Bill Evans, ... Material
bien escogido para dosificar cada uno de los elementos expresivos
de los Torsos, ofrecer música de calidad y diversión
a raudales para un público encantado. El bis final
con "Smile in a Wave" fue el broche de oro a una
velada divertida y salvaje que demuestra el buen estado de
salud de los Torsos y de un David Fiuczynksi que, como siempre,
viene cargadito de proyectos a medio plazo. Estaremos al tanto.