Comentario: En la esencia
del músico de jazz debería estar la capacidad
de sorprender, de llamar la atención y conseguir lo inesperado.
Parece que los integrantes del cuarteto Fractal son capaces
de elevar dicha capacidad a territorios suprajazzísticos.
De otra forma es difícil explicar la más que aceptable
entrada que ofrecía El Berlín Jazz Café
el mismo día que la selección nacional caía
eliminada del Campeonato Mundial de Fútbol.
Metidos en faena, en esta ocasión pudimos disfrutar
de sensibles evoluciones en lo que al sonido de grupo se refiere.
Cada día el proyecto es más compacto, y eso
se nota en la sección rítmica, en la interacción
con los solistas y en el repertorio, decididamente moderno
(pero siempre con guiños a los maestros del bop), con
más originales de lo habitual y combinación
de métricas binarias y ternarias. Fue, precisamente,
el 6/4 del arreglo de "Lament" (J.J. Johnson) el
encargado de abrir la noche, con un buen solo de dinámica
creciente a cargo de Javier Bruna y un empaste perfecto entre
contrabajo y batería. En el parkeriano "Marmaduke",
la improvisación del saxofonista fue decididamente
embellecida por sus compañeros, gracias al uso de pedales
por parte de Gerardo Ramos, a la inmediatez con que Diego
Gutiérrez respondía a los reclamos del solista
y a la intensidad del acompañamiento de Héctor
García Roel, donde siempre había lugar para
las citas ("Salt Peanuts"). La precisión
rítmica se dejó ver en el "Gary's Notebook"
de Lee Morgan, donde García Roel no utilizaba la técnica
como fin, sino como medio por el que dejar discurrir ideas
hechas música. Bruna y Ramos ofrecieron un bonito fragmento
a dúo en "Chi-Chi" (también de Parker),
y el "Limbo" de Wayne Shorter fue el encargado de
poner el punto y seguido. A destacar los divertidísimos
cuatros de Diego Gutiérrez, donde las citas iban desde
el tema de "Los Picapiedra" a la "Macarena"
de Los del Río. Sin complejos.
El ambiente era propicio, y en el segundo pase Fractal salió
a matar. La preciosa versión del "Enjoy the Silence"
de Depeche Mode sonó más compacta que nunca.
Las mazas de Gutiérrez daban un aire hipnótico
al devenir del tema, que caminó hacia territorios más
intensos (sin perder embrujo) cuando las mazas fueron sustituídas
por escobillas. Héctor concibió su improvisación
desde un alto nivel de abstracción, llegando a improvisar
por acordes al estilo clásico sobre una base modernista,
y consiguiendo que el resultado empastara. Tiempo para las
composiciones propias con el "Hybrid Blues" de Bruna
y un tema compuesto durante la prueba de sonido donde los
cuatro músicos demostraron lo bien que funcionan en
tempos rápidos. El complejo "Alfanumérico",
obra del guitarrista, fue el preludio a la excelente adaptación
de "The More I See You", que echó el cierre
a la actuación y dejó un muy buen sabor de boca.
España no ganará el Mundial de Fútbol,
pero en lo que a formaciones jazzísticas se refiere,
el futuro es más que halagüeño.