Comentario: Tras diversos
eventos de presentación (Círculo Catalán,
Café Central) y sus fructíferas actuaciones dominicales
en su refugio de El Berlín Jazz Café, por fin
llegaba la oportunidad de presentarse en un festival para la
Talento Jazz Orchestra, buque insignia del grupo empresarial
Talento Jazz. Dieciséis músicos al servicio del
veterano Santiago de la Muela, recuperando el clásico
formato de big band e interpretando un compendio de standards
y temas originales.
Tres originales del guitarrista, precisamente, abrieron el
recital. "Otras noches vividas" se encargó
de comenzar a engrasar la maquinaria de la banda, abriendo
su compositor la rueda de solos y dejando paso a una bonita
improvisación a modo de interludio en la que Christian
Pérez y Jonathan Badichi se enfrentaron al vacío
más absoluto con el objetivo de dar paso al sonido
poderoso del resto de sus compañeros. El "Samba
para Pepita", que De la Muela dedica a su madre, evocaba
paisajes cálidos sutilmente descritos por la sección
rítmica, mientras que "Líneas paralelas" aportaba
un brusco cambio de contexto, ofreciendo desplazamientos rítmicos
y hasta una parte algo rockera. Buena improvisación
de Alejandro Pérez sobre una fresca y variada línea
de bajo a cargo de otro Pérez, Christian, que empastaba
a la perfección con la batería de Sir Charles,
quien, nuevamente, demostró un swing inigualable.
El paisajismo volvía a hacer su aparición,
en esta ocasión trayendo consigo reminiscencias del
cine estadounidense de los años 40. La revisión
del "Chelsea Bridge" de Billy Strayhorn fue tan
deliciosa como intenso el solo de Marcelo Peralta, uno de
los músicos que más aplausos recibió
durante la noche. "Bill, Not Gil", composición
de Don Sebesky, dispuso una rica combinación de sonoridades
(trompetas con y sin sordina, fiscorno, saxos alto, tenor
y barítono, clarinete, trombones y trombón bajo),
colchón ideal para la reseñable improvisación
de Cheryl Walters. El ambiente ya estaba caldeado y la big
band a su mejor nivel. Momento para las dos joyas de su repertorio:
el complejo "Abd-El-Krim" de Santiago de la Muela
donde el compositor improvisó sobre distintos tipos
de acompañamiento, aprovechando el aire exótico
de la pieza y los continuos cambios de registro. Grandes actuaciones
solistas de Marcelo Peralta y Sir Charles. Y "Quiet Flight",
creación de Jonathan Badichi cuyo efecto visual fue
similar al de "Chelsea Bridge", pero tres décadas
más adelante en el tiempo y cambiando el paisaje americano
por el de la Costa Azul. Gran respuesta del público.
El final de concierto, de la mano del tema de "Los Picapiedra",
interpretado a toda velocidad y con vertiginosa improvisación
de De la Muela incluida. Divertido duelo de vientos entre
Rafa Serrano y Alejandro Pérez, fomentado incluso por
su líder, que les permitió llevar dicho duelo
algo más allá de lo acordado. El blues de despedida,
donde cada cuerda de instrumentos hacía su pequeña
improvisación a medida que el director les iba presentando,
fue el punto final a un buen concierto, con una más
que digna acogida popular y donde la Talento Jazz Orchestra
aprobó la asignatura de su presentación en festival,
lejos de su hogar en El Berlín.