Comentario: Fractal continúa su camino
ascendente hacia la consolidación en el panorama jazzístico
madrileño. En esta ocasión el reto consistía
en cerrar la temporada de domingos de El Berlín, habitualmente
reservados a la Talento Jazz Orchestra, junto al director
de la misma, el guitarrista Santiago de la Muela.
La expectación creada ante el presumible duelo de guitarras
entre De la Muela y su ex-alumno Héctor García
Roel quedó totalmente disipada desde el principio,
ya que ambos intérpretes tan sólo se dedicaron
a hablar por boca propia, utilizando su lenguaje personal
al margen de comparaciones estilísticas, hasta el punto
de sonar como instrumentos distintos. De la Muela abordaba
con sabiduría las versiones de estándares ("Lament"
de J.J.Johnson en 6/8, "Marmaduke" de Charlie Parker
con aire latino), improvisando con rapidez, precisión
y un idioma muy ligado a la tradición, mientras García
Roel construía sus solos desde una dinámica
bajísima para dotar, poco a poco, de estructura a sus
improvisaciones de jerga más moderna, con excelentes
resultados en su original "Alfanumérico"
y la sutil versión del "Enjoy the Silence"
de Depeche Mode, que demuestra hasta dónde es capaz
de llegar el cuarteto madrileño.
Sobre una fértil sección rítmica donde
el batería Diego Gutiérrez impresionó
a propios y extraños, y el contrabajista Jesús
Rodero (que sustituía en esta ocasión al habitual
Gerardo Ramos) se adaptó a la perfección, ofreciendo
originales líneas de bajo y buenas improvisaciones,
mientras el saxo tenor de Javier Bruna sacaba lo mejor de
las melodías, convirtiéndose en el balance ideal
del grupo. El navarro hizo gala de su sonido poderoso, mezclando
lirismo y rapidez en sus intervenciones solistas y arrancando
aplausos en cada una de sus apariciones.
"Gary's Notebook" (de Lee Morgan) cerró la
primera vuelta del espectáculo ante un Berlín
prácticamente lleno que veía colmadas sus ansias
de buen jazz. El segundo pase consistió en una divertida
jam session rebosante de calidad, en la que se pudo disfrutar
de las evoluciones del mismísimo Scott Dubois, y donde
el calor escénico atrapó al público hasta
el último momento. Perfecto fin de fiesta y favorables
augurios para la próxima temporada.