Comentario:
El pasado 22 de septiembre el Ayuntamiento de Madrid situó la cultura a la altura de la casquería, distribuyéndola por arrobas en ese esperpento de iniciativa llamada "La noche en blanco", que ocasionó más borracheras y disturbios que promoción del arte. En el polo opuesto se encontraba la actuación del guitarrista Bruce Saunders en el club Bogui Jazz. Saunders es un músico de larga y exitosa trayectoria, su técnica es envidiable y entre la nómina de artistas con los que ha grabado o colaborado en directo se encuentran figuras como Jack DeJohnette, Dave Holland, Donny McCaslin, Peter Erskine, Bill Stewart o George Garzone.
En su cita madrileña, que cerraba nueve noches por Europa, se hizo acompañar por su contrabajista habitual, el japonés Masa Kamaguchi, y por el batería catalán Xavi Maureta. Ya desde el blues menor que abrió el concierto, el trío demostró un gran nivel de interacción en base a un lenguaje claro y sugerente. Saunders elaboraba sus solos de forma pausada, mezclando líneas, arpegios y acordes y sacando lo mejor de su Gibson 335. En contraste, Kamaguchi no paraba de moverse, apoyando su buen hacer contrabajístico con un frenético baile que no le impidió afinar con precisión, acompañar con destreza e incluso lanzar líneas contrapuntísticas al discurso del líder (concretamente en "Very Early", vals de Bill Evans). El término medio se encontraba en el efectivo Xavi Maureta. El batería escuchaba con atención las evoluciones de sus compañeros, encontrando el momento adecuado para acentuar o dejar espacio. El buen gusto de los tres intérpretes hizo caminar con soltura dos temas arreglados en la inusual métrica de 5/4, como el "In Your Own Sweet Way" de Dave Brubeck o el nuevo original "Science". Otras dos composiciones propias ("Another Happy Drinking Song" y el modal "Squib"), un medley de "Crepuscule With Nellie" y "Good Morning Heartache" y el blues parkeriano "Visa" cerraron el primer pase. En el segundo, aparte de los mencionados "Science" y "Very Early", "Fragment" y el ambiente latino de "Bye-Ya" dieron paso al siempre complejo "26-2" de John Coltrane, que Saunders, Kamaguchi y Maureta abordaron con solvencia. "Este es el último tema de la gira europea", dijo el guitarrista. Error. La insistencia del público obtuvo premio en un nuevo blues que, esta vez sí, puso el punto y final.
La actuación de Bruce Saunders supuso un nuevo evento jazzístico de altura englobado en las iniciativas privadas de la Villa y Corte. Por desgracia la aportación pública se inclinó hacia el populismo cacareado de forma propagandista en medios de prensa. A la salida del Bogui, Madrid era una ciudad sin ley, con escasez de transporte público pero, eso sí, con cultura desparramada por cualquier sitio. Espero que, a la mañana siguiente, los barrenderos contaran con ello.