Comentario: Jamie Davis venía a Madrid con la vitola de mejor cantante de big band de la actualidad. Sin entrar en comparaciones, el de Ohio ofreció una proyección de voz extraordinariamente potente, buen conocimiento del lenguaje del jazz y el blues y el carisma propio de esas figuras que en Estados Unidos conocen como entertainers.
Davis no quiso venir al Bogui a pasearse, organizando hasta cinco ensayos con la, por otra parte, siempre bien ensamblada Bob Sands Big Band. De ese modo los dieciocho músicos conformaron un repertorio variado que incluía algunos temas del reciente proyecto discográfico del cantante, It's A Good Thing. Entre ellos hubo sitio para los "artistas contemporáneos", como comentaba el propio Davis, ni más ni menos que Stevie Wonder, los Beatles, Lionel Richie y Sly and the Family Stone. El espectáculo combinó una imagen desenfadada (los músicos vestían con simples camisas, sin la indumentaria habitual en algunas big bands) con un trabajo preciso. Davis proyectaba su profunda voz de barítono mientras cuidaba la empatía con el público y con sus compañeros de escenario. "Come Fly With Me", "How High the Moon", "The Very Thought Of You", "My Kinda Love" o "Bésame mucho" (con letra en inglés) redondearon el primer pase. El segundo contó con "Nature Boy", "I've Got The World On A String", "Every Day I Have The Blues" y un precioso arreglo del "Night And Day" de Cole Porter. El arranque de "Straight, No Chaser" consistió en un divertido dúo entre voz y contrabajo. Entre los solistas, los más destacados fueron Álvaro Pérez y Norman Hogue, quien encontró mucha complicidad con el cantante. El público que abarrotaba el Bogui hasta los topes agradeció la entrega y calidad del concierto.
Jamie Davis |
Bob Sands |
Mención especial merece Bob Sands y el excelente nivel de su big band, toda una realidad de las noches madrileñas. Quien quiera disfrutar de ella, todos los lunes en el Bogui.