Comentario: Concierto muy esperado el que llevó a cabo Ornette Coleman en Barcelona. Después de una larga ausencia del padre del free jazz en los escenarios de la ciudad condal, Coleman se presentó con su cuarteto para demostrarnos varias cosas: la primera, que sigue en la brecha interpretativa (evidentemente ya no con la misma intensidad que antaño, la interpretación con el saxo alto es más que meritoria, pero por el contrario, tanto la trompeta como el violín son testimoniales), y segundo, que su faceta creativa, por el contrario, no ha menguado un ápice, aunque es diferente.
El concierto, sin ser excesivamente largo, si fue intenso, al presentar temas de su último disco Sound Grammar, temas tan conocidos como “Turnaround” (del trabajo de 1959 Tomorrow is the Question), y por supuesto, un increíble, corto pero memorable “Lonely Woman”, con el que cerró el concierto.
Lo asombroso del concierto fue comprobar la extraordinaria creación sonora que desplegó la presencia de dos contrabajistas (espectacular la pareja Falanga-Moffett), junto a la presencia de un contrabajista eléctrico. Esta sonoridad, acompañada de un más que comedido Denardo Coleman, permitió construir un edificio tanto sonoro como musical donde tiene cabida el saxo alto de Coleman, y que le permitió aportar sus ideas y desarrollos en pos de ese concepto musical creado en su momento, los harmolodics, que le sirve para aunar a través de un hilo conductor tanto las ideas armónicas, rítmicas como improvisatorias, para formar así parte de un todo.
Si hay que poner algún pero al concierto, fue la falta de continuidad en algunos temas, debido a la escasa duración de los mismos, que hizo que determinados pasajes se tuvieran en cuenta más bien como pequeñas “perlas” dentro del discurso musical. A pesar de ello este fue un gran concierto que se recordará durante muchos años.
