Comentario: En medio de la vorágine del Festival de Jazz de Madrid siempre hay tiempo para disfrutar de la música en directo en un ambiente cálido y recogido. Los clubes también existen y, de hecho, una vez acaba el Festival, son lo único que queda. En este caso le tocaba el turno a Clamores, una sala que con el tiempo ha ido programando menos jazz, pero siempre de mucha calidad.
Los que conocían a Wolfgang Haffner por su trabajo junto a Chuck Loeb y Mitchel Forman en la banda de jazz fusión contemporáneo Metro a buen seguro se llevaron una enorme sorpresa al encontrarle en un entorno acústico e intimista. Los que ya tuvimos el placer de escuchar su Acoustic Shapes para el sello ACT pudimos confirmar las buenas sensaciones ampliadas por la frescura del directo. El programa, en doble pase, se centró en su mayor parte en las composiciones del CD, originales del batería alemán. El comienzo, con “Silent Way”, mostró a un trío detallista como pocos, una banda donde no se desperdicia ni una nota. Más aún, todas ellas destacan en contraste con ese recurso tan potente como infravalorado llamado silencio. Haffner se mostró como un excelente percusionista, capaz de sacar el máximo partido al golpeo más sutil, y siempre acertado en la elección de platos y baquetas. Utilizando sus propias manos como elemento percusivo (en “Faithless”), demostró cómo, al trabajar con dinámicas sumamente bajas, los crescendos pueden cobrar especial dramatismo. “Shapes”, brillante composición inspirada, como la mayor parte de la música del trío, en los extintos e.s.t. (Esbjörn Svensson Trio), descubrió ritmos cercanos al concepto de drum’n’bass, con mucha subdivisión del tiempo y un uso tan frenético como preciso del hi-hat y la caja. El pequeño tamaño del bombo lo integró como elemento activo en el discurso del batería.
En Hubert Nuss encontramos a un pianista más que solvente, de sonido clásico e inspirado concepto solista. Supo cargar con el peso melódico y armónico de la banda sin restar protagonismo al líder, destacando y aceptando su papel de gregario. En “Star” (dedicado a los recientemente fallecidos Joe Zawinul y Hiram Bullock) se mostró imaginativo sobre un ritmo de swing rápido. Christian Diener, con el contrabajo de media caja fabricado por David Gage que tan popular se está haciendo últimamente, hizo un muy buen trabajo tanto en sus acompañamientos como en las numerosas melodías que debió afrontar, si bien dejó entrever cierta diferencia de nivel con Lars Danielsson, integrante del trío en la grabación de Acoustic Shapes. Su uso del arco en “Some Other Time” aportó colores distintos al paisaje sonoro del grupo. Un inspirado solo de percusión donde Haffner llegó a utilizar, no sin una buena dosis de sentido del humor, martillos de juguete, sirvió de preámbulo a una interpretación cercana a la música de baile, y perteneciente a su trabajo Zooming. El primer pase había finalizado.
El segundo fue más corto, con tan solo cuatro temas: el animado “New Life” en métrica de seis por ocho, el espacio generado por los tres acordes prominentes en “Shape Of Piece” (de Zooming), la nueva “Night Song”, también en seis por ocho y con melodía ejecutada por el contrabajo en pizzicato, y el punto final con “24 Hours” (tema que también cierra Acoustic Shapes).
En Haffner encontramos a un batería rocoso y lleno de gusto e imaginación, y en su trío a una formación bien ensamblada con un repertorio variado y con clase. Todo fue música, sin efectismos ni pirotecnias. La pregunta obligada es si e.s.t., más que ser influencia de grupos contemporáneos, ha creado un estilo propio. Formaciones como la de Wolfgang Haffner o el Tingvall Trio garantizan la continuidad de un concepto moderno, europeo y a la vez globalizado de entender el jazz. La respuesta, en los próximos años.