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CHRISTIAN SCOTT QUINTET
XXIII Jazz en la Costa
- Fecha: 19 de julio de 2010.
- Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar (Granada).
- Componentes:
Christian Scott: trompeta
Matthew Stevens: guitarra
Milton Fletcher: piano
Kristopher Funn: bajo
Jamire Williams, batería
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Comentario:
Tras un comienzo de festival que rindió tributo a la veteranía y el saber hacer y estar de los clásicos, el veinteañero Christian Scott trajo la noche del lunes a la muestra sexitana el fulgor ardiente de las muy jóvenes generaciones del jazz. Scott ha sido considerado por la revista People como uno de los personajes menores de treinta años más influyentes del mundo. Ahí es nada.
El concierto de Christian Scott fue breve, una hora larga pero con el impacto de un puñetazo. Sin fisuras, lleno de electricidad, conceptos urbanos, potencia, riffs diabólicos y velocidad de vértigo. Ochenta minutos concentrados que a semejante velocidad de crucero supieron a muy poco a la audiencia de Jazz en la Costa, ya que fueron tan enjundiosos que costaba su metabolización.
Amigo de raperos y hiphoperos (en el Festival de San Sebastián tenía un mano a mano con un improvisador), admirado y colaborador de artistas como Prince, en cierta forma ha inventado algo así como el indie-jazz, una mezcla de indie-rock, neo-soul, hip-hop, cool y jazz que resulta asequible tanto para un seguidor de Miles Davis, su maestro en conceptos, sonido y hasta filosofía, como de un aficionado al punk-rock. Así, si hay que buscar antecedentes serían los discos más blaxpoitation de Miles en la década de los setenta.
El concierto se centró en el disco Yesterday You Said Tomorrow, la grabación que le ha llevado a los Grammys, le abrió la puerta del cine y le ha catapultado de los clubes a los grandes festivales. El titulo hace referencia a una frase que su abuelo le decía del pequeño, y él ha hecho suya. Así como también ha adoptado el interés de aquella generación por ser portavoces del momento que le ha tocado vivir, que en temas como el atropellado “Ku Klux Police Department” hace referencia verbal a las malas relaciones entre la población afroamericana de Nueva Orleáns, su ciudad, y la policía estatal, una presentación que tuvo la respuesta lde público con un sonoro “fuck police”.
Si Scott es un llamativo líder que pisa fuerte y toca temporalmente, sus compañeros, todos por debajo de los treinta, no le andan a la zaga. El apoyo solista lo tuvo en el guitarrista Matthew Stevens, y un enterrado entre tanto volumen Milton Fletcher al piano, mientras que un imaginativo bajista apostaba un anómalo lirismo a la traca polirítmica de Jamire Williams, apodado, y con eso está todo dicho, el ‘destruyebaterías’.
Texto © 2010 Diego Ortega Alonso
Fotos © 2010 Ricardo Carrillo de Albornoz
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