Spring
Heel Jack - The Sweetness of the Water
Thirsty Ear. http://www.thirstyear.com/
Comentario: Probablemente decepcionado
con el callejón sin salida al que el drum’n’bass lo había
conducido, impulsado por el soplo del nuevo siglo, el dúo británico
Spring Heel Jack (John Coxon/Ashley Wales),
coincidiendo con su cambio al sello Thirsty Ear, se planteó emprender
un cambio radical en sus composiciones estéticas y encaminarse,
para sorpresa de mucha gente, hacia la improvisación electroacústica
subsidiaria de la “british improv” y del free jazz, con una actualización
simultánea de sus procedimientos y estrategias.
Tras la publicación de dos más que interesantes discos
de estudio, Masses y Amassed,
y un tercer Live que demuestra que nada de
lo que se pudo escuchar antes eran simples trucos, sampleados engañosos
o trabajo de maquinaria funcionando en régimen de autogestión,
surge el anunciado cuarto capítulo de la segunda vida del dúo
británico que, a semejanza de las ediciones anteriores, se hace
acompañar de nombres que forman parte de la flor y nata de la
libre improvisación actual.
Además de Coxon (guitarra, órgano, armónica,
vibráfono, sampler y electrónica) y de Wales
(guitarra acústica, trompeta, congas, sampler y electrónica),
esta vez sus acompañantes son el brillante trompetista norteamericano
Wadada Leo Smith, hombre de muchas vanguardias, Evan
Parker, saxofonista reincidente (atención, aficionados
a la improvisación: ¡Wadada y Parker
juntos!) y otro novedad relativa a los episodios anteriores, la “sección
rítmica” más solicitada de las islas británicas:
John Edwards y Mark Sanders.
Musicalmente, The Sweetness of the Water es
el más depurado y el menos denso y saturado de los cuatro discos.
Quiero decir con esto que la música de Coxon
y Wales, permaneciendo fiel a la improvisación
electro-acústica y haciendo uso de idénticos procesos
creativos, ha cambiado su rumbo en el sentido de que gana más
espacio, orientada ahora hacia ambientes nocturnos, melancólicos
y meditativos.
Las guitarras y la electrónica se funden con saxofones, trompeta,
contrabajo y batería en una suite minimalista de progresión
lenta, casi susurrante, alegoría de paisajes urbanos en horas
tardías. Una ventana que se abre sobre una calle desierta después
del regreso a casa; el reencuentro con la quietud de las cosas que nos
rodean.
Admirablemente, The Sweetness of the Water,
el más romántico de todos los discos de Spring
Heel Jack, es un magnífico ejemplo de lo mejor que se
hace actualmente en el campo de la improvisación electroacústica,
capaz de romper con las convenciones del género. Simplemente
fascinante.
Eduardo Chagas
<trio X 3> | New Jazz Meeting
| Baden Baden 2002
Músicos:
Steve Lacy (saxo soprano), Peter Herbert (contrabajo), Wolfgang Reisinger
(batería)
Marcus Weiss (saxos tenor y soprano), Philippe Racine (flauta), Paulo
Alvares (piano)
Bernhard Lang (electrónica), Christof Kurzmann (electrónica),
Philip Jeck (giradiscos)
Composiciones:
CD1 - directo
Differenz/Wierderholung 1.2.1 5:38
dw 1.2 remix karlsruhe 3.2 13:43 trio Jeck Herbert Reisinger
dw 1.2 remix tübingen 1.3 6:39 solo Kurzmann
dw 1.2 remix karlsruhe 3.11 8:11 Noneto
Differenz/Wiederholung 1.2.2 7:13
dw 1.2 remix freiburg 2.2 9:16 Trio Lang Kurzmann Reisinger
dw 1.2 remix freiburg 2.9 und 2.10 22:57 solo Jeck y Cuarteto Jeck Lacy
Herbert Reisinger
Duración 1:13:40
CD2 - estudio
Differenz/Wiederholung 1.2.3 5:15
dw 1.2 remix 11.1 7:51 Trio Lang Kurzmann Reisinger
dw 1.2 remix 7.7 9:36 duo Jeck Lacy
dw 1.2 remix 8.3 6:43 cuarteto Jeck Herbert Alvares Weiss
Differenz/Wiederholung 1.2.4 6:53
dw 1.2 remix 7.4 6:22 trio Jeck Lang Lacy
dw 1.2 remix 9.1 17:17 cuarteto Jeck Kurzmann Herbert Weiss
dw 1.2 remix 11.4 5:00 trio Lang Kurzmann Reisinger
Duración 1:05:00
Differenz/Wierderholung 1.2.1, 1.2.2, 1.2.3, 1.2.4 compuestas y arregladas
por Bernhard Lang
Fechas de Grabación:
Estudio: SWR Studio 1, Günter-Eich-Haus, 2 al 5 de diciembre de
2002
Directo:
Tübingen, Sudhaus, 6 de diciembre de 2002
Freiburg, E-Week, 7 de diciembre de 2002
Karlsruhe, Tolhaus, 8 de diciembre de 2002
Mezclas y remezclas: Bernhard Lang, Christof Kurzmann, Alfred Habelitz.
Editado en 2004.
hatOLOGY 2-607 http://www.hathut.com
Comentario: <trio X 3> es
el encuentro entre distintas formas de expresión musical para
trabajar sobre un repertorio común de base. En la génesis
del proyecto está Southwest German Radio (SWR). En el año
2002, dentro del festival New Jazz Meeting en Baden-Baden (Alemania),
se provocó el encuentro entre músicos provenientes de
estilos aparentemente tan diversos como son la Música Electrónica,
el Jazz y la llamada Nueva Música.
El compositor Bernhard Langer, Christof Kurzmann
(Berlín) y Philip Jeck (Liverpool) recibieron
unas grabaciones de Differenz/Wiederholung 1.2. Los dos primeros
trabajaron con ellas, seleccionando unos samples para utilizar con sus
ordenadores en directo. Philip Jeck seleccionó
una serie de muestras sonoras que prensó en unos vinilos de cara
a realizar su trabajo como dj.
Igualmente las partituras con las composiciones de Langer
se hicieron llegar al pianista brasileño Paulo Alvares,
al flautista Philippe Racine y al saxofonista suizo
Marcus Weiss para que procedieran a su estudio.
Del mismo modo se hizo llegar el material al saxo soprano norteamericano
recientemente fallecido Steve Lacy,
al contrabajista residente en New York Peter Herbert
y al batería vienés Wolfgang Reisinger
para que se familiarizasen con él.
Como se puede apreciar, un fuerte trabajo previo precedió al
encuentro de los nueve músicos. Este tuvo lugar durante una semana.
Los cuatro primeros días los nueve músicos trabajaron
en un estudio, dedicando los tres últimos a tocar en unos conciertos
en Tübingen, Freiburg y Karlsruhe.
En estos encuentros en directo existieron tres restricciones, en vistas
a provocar el encuentro y la interacción entre los músicos:
en cada concierto el trio de Jazz debería tocar alternativamente
con cada uno de los músicos provinientes de la electrónica,
el noneto debería tocar conjuntamente y la composición
DW 1.2 tenía que ser interpretada en las cuatro partes
en que estaba planteada su versión original, para llamar la atención
sobre las diferencias entre el original y las improvisaciones.
El resto es ya historia. Una historia escrita a lo largo de las más
de dos horas y cuarto presentes en este doble compacto. Una música
que establecida fuera de los límites preestablecidos, lo que
hace es precisamente es ampliarlos. Algo así como una aproximación
a la música total.
José Francisco "diyeipetea"
Tapiz
Uri Caine Trio - Live at
the Village Vanguard
Winter & Winter. http://www.winterandwinter.com/
Comentario: Uri Caine. El trío
de piano. Un disco grabado en directo en el mítico club neoyorquino,
el Village Vanguard, en mayo de 2003. No hay que pasar por alto este
acontecimiento editorial que tiene su origen en esta feliz asociación
de ideas.
Desde luego, porque Uri Caine, a pesar de la numerosas
oportunidades que ha tenido para desarrollar su inmenso talento como
pianista a través de los más diversos formatos y repertorios,
en el jazz y fuera de él (abundan interpretaciones suyas de obras
de Bach, Schumann, Beethoven,
Wagner y Mahler), en disco rara vez
se ha dedicado a abordar el trío de piano. Desde 1997, fecha
en que grabó Blue Wail, con James
Genus y Ralph Peterson, no conocía
ninguna aventura suya por los ámbitos ahora revisitados en compañía
de Drew Gress y Ben Perowsky.
Corte a corte, Live at the Village Vanguard,
publicado por Winter & Winter, se revela como una grabación
de creciente interés musical, pese a su larga duración
(76 minutos), gracias al interesante repertorio que abarca viejos estándars
(Cheek to Cheek de Irving Berlin y la curiosa
elección de tres páginas del “song book” de Jimmy
van Heusen), un clásico moderno (Nefertiti,
de Wayne Shorter) y un tema inspirado en Verdi
(Otello) de un total de seis originales del líder. Otro
aspecto que contribuye a la frescura de la sesión es la alternancia
entre tempos lentos, medios y rápidos, así como las sutiles
variaciones de tonalidad, que van de los sombrío, casi melancólico,
a lo luminoso.
A nivel estilístico, en el piano de Uri Caine
son notorias las influencias de los maestros de las generaciones anteriores,
en especial Bill Evans, McCoy Tyner
y Herbie Hancock, pasando por Keith Jarrett.
Sin embargo, no hay que creer que el pianista de Filadelfia se pasó
las tres noches neoyorquinas mimetizando un estilo ajeno. De un modo
eficaz, lo que hace el pianista, y muy bien, es integrar las diferentes
huellas de los maestros en su propio discurso, reformulándolo
todo en una corriente discursiva de destacada fluidez, libertad formal
y sugestiva variación rítmica, cualidades realzadas por
las notables contribuciones del contrabajista Drew Gress
y del batería Ben Perowsky.
Más que meros acompañantes, Gress e Perowsky
subrayan el ritmo que nace del teclado, le dan color y agilidad, puliendo
todos los pormenores formales que brotan de las pistas lanzadas por
el pianista. Juntos crean una música que, al mismo tiempo, sintetiza
varias décadas del arte del trío de piano y compendia
ante el público 10 años de actividad de Caine
como improvisador. Pero dentro del jazz, como quedó demostrado
durante las noches del 23 al 25 de mayo de 2003 en el Village Vanguard.
Evidencia de que Uri Caine regresa al formato clásico,
en el más clásico de los escenarios y en una gran forma
creativa.
Eduardo Chagas
482 Music: Matt Bauder - Weary
Already of the Way / Grey Ghost - How to Create
Words
Matt Bauder - Weary Already of the Way
Músico: Matt Bauder (saxo tenor,
clarinete), Aram Shelton (saxo alto, clarinete), Jeb Bishop (trombón),
Todd Margasak (corneta), Rob Mazurek (corneta), Fred Lonberg-Holm (chelo),
Jason Roebke (contrabajo)
Composiciones: 1 20:05, 2 7:58, 3 8:21, 4 16:08
Composiciones por Matt Bauder.
482 Music. 482-1025 http://www.482music.com/home/index.html
Grey Ghost - How to Create Words
Composiciones: Spitzacolli, Splendor,
Horns and Organ, Hand Down, When You Say Go Leave, Command Control,
Unheard Other Bands Practice, Spool, Keep On
Músicos: Johnathan Crawford (sintetizador, percusión,
melódica), Aram Shelton (saxos, clarinete, trompeta, ordenador)
482 Music. 482-1022 http://www.482music.com/home/index.html
Comentario: Desde el sello de Chicago 482 Music llegan
dos propuestas que coinciden en la forma de desarrollar el trabajo,
en su propuesta musical y en el origen de sus intérpretes.
Musicalmente ambas trabajan en terrenos que bordean el Free Jazz y la
libre improvisación. Ambas son obras también creadas a
partir del trabajo en estudio. Y como sucede habitualmente en este sello,
ambas muestran el trabajo de las jóvenes generaciones de Chicago,
mostrando una escena que va bastante más allá de las propuestas
de AACM (la mítica Asociación para el Avance de la Música
Creativa).
Weary already of the way del saxofonista y
clarinetista Matt Bauder es el resultado de la recreación
de los sonidos surgidos en la mente del músico a partir del trabajo
en estudio. Para tal tarea contó con la participación
de algunos de los músicos más interesantes y activos de
Chicago: Rob Mazurek, Fred Lonberg-Holm
o Jeb Bishop entre ellos. Partiendo del trabajo individual
de cada uno de los integrantes del septeto en el estudio (en una grabación
en la que no hubo apenas ocasión alguna en la que todos los músicos
tocaran juntos), más la labor en el estudio de Bauder
(consistente en seleccionar, tratar y juntar los sonidos grabados por
el grupo, más la adición de algún que otro sonido
no procedente de la grabación base), resulta agradablemente sorprendente
la escucha del resultado final. Un sonido a grupo, más allá
de lo que se pudiera prever con todos estos antecedentes.
Grey Ghost es el dúo formado por Johnathan
Crawford y el saxofonista presente en el anteriormente comentado
Weary Already Of The Way. How
to Create Words es el trabajo de estos dos músicos
en estudio, incorporando todo tipo de técnicas en una obra que
flirtea con el Free Jazz, la libre improvisación y la electrónica.
Si en el anterior trabajo el uso de las técnicas de estudio eran
más discretas, en este caso se hacen más evidentes, como
sucede con el uso de grabaciones sonando de atrás hacia adelante,
además de algo tan obvio como es la cantidad de instrumentos
tan diversos que llegan a sonar en el trabajo de este dúo. De
cualquier modo y quizás precisamente por esto, resulta una propuesta
más que interesante.
En definitiva, la escena de Chicago sigue mostrando propuestas que van
mucho más allá que AACM o figuras como
Vandermark, con unos jóvenes músicos
empeñados en seguir ampliando los caminos de investigación
y ampliación del Jazz (hablando en un sentido muy amplio) del
Siglo XXI.
José Francisco "diyeipetea"
Tapiz
Peggy Lee Band
- Worlds Apart
Spool. http://www.spoolmusic.com/
Comentario: El trabajo más reciente de la Peggy
Lee Band, grabado en abril pasado y publicado hace poco por
el sello canadiense Spool (Line 24, Improv
Series) es un disco fantástico. Worlds Apart
es su título. Escucharlo tres veces seguidas fue suficiente para
quedar francamente impresionado con el trabajo de la señora de
Vancouver y de sus muchachos.
En la música de Peggy Lee las melodías,
de una belleza extraordinaria, son normalmente uno de los puntos fuertes.
En materia de composición, Lee funde con gran acierto las vanguardias
del jazz, el folk y la música contemporánea y le añade
un toque de rock que confiere a los temas un irresistible punto picante.
La improvisación nace allí mismo en el meollo del desarrollo
de los temas, justamente en el dibujo de los recovecos en que se cruzan,
se alejan y se vuelven a cruzar las líneas melódicas.
Se desarrollan en varias direcciones simultáneamente, lo que
recuerda al mejor Kenny Wheeler.
En cuanto a las melodías, además de las estructuras complejas
muy bien urdidas, hay otras que se asemejan más a simples esbozos
inacabados que la compositora/violonchelista parece haber querido dejar
a propósito al libre albedrío creativo de los músicos
para que hiciesen con ellas lo que les apeteciese.
Y el resultado es un trabajo exuberante, hecho con colores suaves y
ritmos ligeros, con preponderancia en el trazo fino, casi plano en la
superficie, sin accidentes geográficos de importancia. Pero de
una profundidad tal que su dimensión apenas se puede sospechar
en las primeras escuchas.
Nota máxima para el contrapunto del trombón (Jeremy
Berkman) con la trompeta (Brad Turner), apoyados
en la guitarra eléctrica y en el violonchelo, instrumento que
en las manos de la señora Lee adquiere un sonido pleno e innovador,
situando a la violonchelista canadiense al nivel de algunos de los mejores
compositores e intérpretes de la actualidad, como Tristan
Honsinger, Ernst Reijsiger y Eric
Friedlander.
Merece destacarse a Dylan van der Schyff. Percusionista
superior, tiene un pulsar y una noción del tiempo que impresionan.
Lo mismo que cuando no toca. A veces basta un golpe ocasional en el
bombo, dado en el tiempo justo que sólo él conoce, para
crear todo un efecto dramático, un estremecimiento contagioso
que entusiasma a los músicos y al oyente, permaneciendo todos,
ellos allá y nosotros aquí, en total empatía.
Como se va a poder ver en el Jazz em Agosto de 2004, no es casualidad
que, de unos años a esta parte, Canadá esté considerado
como una gran potencia de la música improvisada moderna, una
entre las más importantes líneas de avanzadilla por dónde
rompe, vigorosa, la improvisación actual. Y en ese contexto prolongado
es dónde se encuadra la música de Peggy Lee Band.
Y este disco apunta caminos para un futuro lleno de nuevas y excitantes
aventuras.
Eduardo Chagas
Dave Holland
Quartet - Conference Of The Birds
Músicos: Dave Holland (contrabajo),
Sam Rivers y Anthony Braxton (saxos, clarinetes, flautas), Barry Altschul
(percusión, marimba)
Composiciones: Four Winds, Q & A, Conference Of
The Birds, Interception, Now Here (Nowhere), See Saw
Compuestas por Dave Holland
Grabado en noviembre de 1972. Editato en 1972. ECM 1027
http://www.ecmrecords.com/
Comentario: A veces es difícil escribir
sobre lo qué sucede en la escucha un disco. Más cuando
uno se encuenttra ante una de esas grabaciones tan especiales, al menos
para quien esto escribe, como es esta conferencia de los
pájaros. Pero no es difícil ni mucho menos.
Por tanto, vaya desde aquí mi doble agradecimiento al contrabajista
David Holland. En primer lugar (especialmente) por
permitirme disfrutar de su música tanto en sus grabaciones como
en sus directos. En segundo lugar por expresar de una forma tan acertada
una aproximación a la magia contenida en este disco. Decía
este músico en las notas que acompañan al disco: "Cuando
vivía en Londres tenía un apartamento con un pequeño
jardín. En el verano, a las cuatro o cinco de la mañana,
justo cuanto empezaba el día, los pájaros se iban juntando
uno a uno y cantaban juntos, cada uno declarando su libertad con su
canción. Mi deseo es compartir el mismo espíritu con otros
músicos y comunicárselo a la gente." Si el propio
autor lo expresa de esa manera, ¿para qué añadir
nada más?
José Francisco Tapiz
John Heward Trio - Let
Them Pass (laisser-passer)
Drimala Records. http://www.drimala.com
Comentario: La más reciente publicación del sello norteamericana
Drimala Records, fundada y dirigida por Philip
Egert y con sede en Hampton, Virginia, es también una
de las mejores de todo su catálogo. Egert, ¿qué
nos traes esta vez? Un disco soberbio, sin duda.
En Let Them Pass hay dos elementos que recorren
toda la obra y que inmediatamente impresionan al oyente: la cohesión
orgánica del trío, que da al conjunto la riqueza de las
respectivas experiencias individuales, acentuando la intuición
y la respuesta instintiva a los estímulos interactivos; y, a
contracorriente de la primera, el excepcional acabado de las composiciones
colectivas creadas espontáneamente en el momento en que fueron
ejecutadas, sin cualquier retoque de postproducción.
La idea subyacente en la realización de este disco nos es dada
por el propio productor. En las notas se lee que, en los días
inmediatamente anteriores a la grabación, los músicos,
todos ellos descendientes de inmigrantes, hablaron largamente sobre
el coraje, la angustia y el sufrimiento en la época en que sus
antepasados cruzaron el mar hacia el Nuevo Mundo, sabiendo que no había
regreso posible, desconociendo todo lo que los esperaba al otro lado,
llevando consigo nada más que un “Laissez-passer”, un documento
que les garantizaría su desembarco. Aparte de eso, tenían
como única perspectiva un encuentro con lo desconocido y lo inesperado,
un mundo de preguntas sin respuesta, la vida en un hilo.
A partir de esta serie de reflexiones, sintonizados en una misma onda
emocional e intelectual, John Heward, Joe Giardullo
y Mike Bisio entraron en el estudio y ejecutaron siete
variaciones sobre el tema Let Them Pass, una especie de banda
sonora de lo que saben fue la gran aventura de la vida de quienes los
precedieron.
Así pues, estamos en presencia de tres corrientes creativas paralelas
que convergen en una multitud de puntos de intersección. John
Heward, músico y artista plástico canadiense,
el líder que no lo es, explora la batería como materia
plástica, elemento primario a partir del cual compone las intrincadas
sutilezas de sus esculturas sonoras, abriendo caminos para Joe
Giardullo (saxo tenor, clarinete, flauta) y Mike Bisio
(contrabajo), veteranos de la free music/free jazz. Ambos ilustres comunicadores
de los estados del alma y de los sentimientos a través de la
música, ofrecen en este disco unas prestaciones que están
al nivel de lo mejor que se conoce de su trabajo, tanto en grupos como
en proyectos individuales.
En todos los vastos dominios de la música improvisada, incluyendo
el jazz a secas, es difícil encontrarse con talentos con una
empatía musical tan elevada, gente capaz de lograr el milagro
de provocarnos por enésima vez experiencias musicales que se
presentan siempre como innovadores, emocional e intelectualmente estimulantes,
capaces de desafiar nuestras concepciones sobre la vida y sobre la música.
Dicho esto, sólo resta sugerir a quien tenga un interés
serio por el jazz en general y la música improvisada en particular,
sea un conocedor experimentado o primerizo a la hora de descubrir estas
formas, que escuche este disco y que le dé tiempo y espacio para
echar raíces. Verá que no dará por mal empleada
la vivencia de esta notoria celebración de la vida y de la memoria
individual y colectiva.
Eduardo Chagas
Jordi Bonell – Agua Madre
Composiciones:
Te llenaré de luz (Jordi Bonell & Juan Gómez “Chicuelo”);
Rumba, rhythm & blues (Jordi Bonell); Sobran las palabras (Jordi
Bonell); Preludio en re (Johann Sebastian Bach); Strangers in Paradise
(Borodin, Wright & Gorest); ¡Niño...estate quieto!
(Jordi Bonell); Cati (Jordi Bonell); A mí me andan siguiendo
(Jordi Bonell & Juan Gómez “Chicuelo”); El guapo (Jordi Bonell);
Caminando sobre el agua (Jordi Bonell); J.S.B. (Jordi Bonell)
Músicos: Jordi Bonell (guitarras, citern-midi,
mandolina, palmas), Carmen Canela (voz), Miguel Poveda, Duquende (cante),
Antonio Serrano (armónica), Antonio Marínez “Ñoño”,
Juan Gómez “Chicuelo” (guitarras flamencas), Luis Salinas (guitarra
eléctrica), Chano Domínguez (piano), Antoni Olaf Sabater
(piano y teclado), Rai Ferrer (contrabajo), Carles Benavent (bajos eléctrico
y midi, mandola, palmas), Ferrán Cubedo (baby bass, ultracontrabajo),
Roger Blavia, Rafaelito Salazar, Andreu Simón (batería,
percusión y palmas)
Grabado en Estudios B&B y Zanfonia (Barcelona), y en el estudio
casero de Carles Benavent (Barcelona), 2002 y 2003.
World Village 498005
Comentario: De todos es conocida la enorme calidad, experiencia y adaptabilidad
de Jordi Bonell. En este Agua Madre
de reciente aparición, pero que el guitarrista grabó entre
2002 y 2003, da buena cuenta de todo ello, hasta tal punto que llega
a parecer fácil.
Sin embargo Agua Madre es un disco de detalles.
Detalles de mucha clase tanto en las guitarras solistas como en las
rítmicas, detalles en la instrumentación (ningún
instrumento de viento, a excepción del buen solo de Antonio
Serrano en A mí me andan siguiendo),
detalles que hacen de este un CD no especialmente espectacular ni definitivo,
pero muy interesante de escuchar. Bonell se mueve entre
la rumba, el bolero y el rock, adaptando los temas a su gusto con soltura,
y espacio suficiente para improvisaciones. La presunta linealidad provocada
por la instrumentación ya comentada queda totalmente de lado
gracias a las enormes colaboraciones de Chano Domínguez
y, sobre todo, de Carles Benavent, cuya aportación
es clave para el éxito del disco. Especialmente reseñable
es el sexto corte, ¡Niño...estate quieto! donde
guitarrista y bajista se enzarzan en un divertido duelo a bordo de sendos
instrumentos MIDI. En Cati Bonell demuestra
su claridad de sonido a guitarra sola, y en el Preludio en Re
de Johann Sebastian Bach su libertad a la hora de arreglar.
La producción del CD, con libreto de Santiago Auserón,
también corre a cargo del propio Bonell. La
bonita edición incluye una etiqueta de “Jazz fusión” que
quizás se quede algo corta (o más bien imprecisa) para
definir el amplio rango estilístico que cubre el disco. Como
todas las etiquetas, por otro lado.
Arturo Mora Rioja, 2004
Rodrigues-Uebele-Rodrigue-Oliveira
- contre-plongée
Músicos: Ernesto Rodrigues (violín,
viola), Gerhard Uebele (violín), Guilherme Rodrigues (cello),
Jose Oliveira (guitarra, inside piano)
Grabado en Lisboa 2003
Creative Sources
Comentario: El cuarteto de cuerdas representa una de
las cumbres de la expresión musical en la tradición musical
europea (la “música clasica”). Ese mismo formato, en la libreimprovisación
electroacustica, poco tiene que ver.
La nueva entrega del clan Rodrigues pone de nuevo de
manifiesto que la onda portuguesa va más acelerada que la minimalista
berlinesa que es la que ha marcado estilo e indicado la dirección.
Para entendernos, lo de los lusos sería algo asi como el minimal
barroco.
Carente de discurso lineal, los temas-improvisaciones toman cuerpo de
la yuxtaposición-interacción-superposición-encadenado…
de los frotamientos-roces (accidentales o deliverados)-deslizamientos…
que sufren las cuerdas y los soportes de estas (ya que se trata de un
cuarteto de cuerdas).
De lo anecdótico al caos pasando por momentos dignos de documental.
Otra experiencia de los Rodrigues.
jesusmoreno
Jeff Gburek - Energariums
Nurnichtnur/Metal Box Series 2004
http://www.nurnichtnur.de
Comentario: Coja una guitarra en los brazos. Electroacústica
si puede ser. Colóquela sobre una superficie plana, una mesa
por ejemplo. Siéntese a la mesa. Disponga un surtido de objetos
sobre la guitarra: clavos, cubiertos, espátulas y otros elementos
metálicos. Mézclelo todo bien con las cuerdas de acero.
A continuación, añada cascabeles, motores eléctricos
en miniatura y todo lo que se le ocurra que pueda ser restregado y percutido
sobre el cuerpo de la guitarra. Conecte la salida de la guitarra a una
mesa de mezclas donde previamente preparó una buena cantidad
de efectos sonoros sugeridos, no por el sonido producido en la fuente,
sino por la imaginación, anticipando lo que de saldrá
de allí. Por último, disponga el cableado de tal forma
que produzca feed-back y dosis generosas de ruidos de fondo. Mézclese
con las altas frecuencias producidas después de conectarlo todo
a la corriente eléctrica.
La receta no es original. Todo guitarrista experimental que se precie
ya la ha probado o tiene ganas de hacerlo. Al final, lo que distingue
el trabajo de unos y otros, más que la naturaleza de los materiales
utilizados, es el resultado sonoro producido. Evitar los lugares comunes
que abundan en este tipo de proyectos de “plug and play” no es tarea
fácil. Pero hay quien consigue eludir las tentaciones más
obvias y desvía su camino buscando nuevas combinaciones y recombinaciones
sonoras electroacústicas.
Ese es el caso de Jeff Gburek, guitarrista autodidacta
experimental norteamericano (Alburquerque, Nuevo México), nacido
en 1963. Artista precoz, hace casi tres décadas que se dedica
a la investigación sonora en los ámbitos citados, realizando
incursiones ocasionales en los territorios del rock (colaborando por
ejemplo con Tom Carter y Charalambides).
Optando por devaluar la técnica de ejecución con la guitarra
(“simples recuerdos de viejos sistemas”), Gburek apuesta
por revitalizar, remover y reconstruir materiales, las tres “R” que
profesa y aplica en la creación del sonido. Para su fabricación,
convoca un amplio espectro sonoro, basado en conceptos heterodoxos de
la pintura, el collage y la escultura, con interesantes resultados a
nivel de organización musical. Una de las palabras clave en este
proyecto de Jeff Gburek titulado Energariums
es precisamente la “organización”, idea que explica, al mismo
tiempo, la cualidad de los resultados obtenidos y la diferenciación
respecto a otros productos de concepción similar basados en la
tríada sujeto–guitarra-objetos.
Pero no sólo de trabajo en solitario ha vivido la carrera de
Jeff Gburek. Nómada, hace años que lidera
el proyecto Djalma Primordial Science con la bailarina
Ephia; forma parte del trío electroacústico
alemán ZYGOMA (con Michael Vorfeld
y Michael Walz) y trabaja con el multiinstrumentista
de Chicago Kyle Bruckmann, con el trombonista alemán
Conrad Bauer y el guitarrista británico Keith
Rowe (AMM). Con ellos, comparte gustos, estrategias,
influencias estéticas y, sobre todo, el mismo interés
en la vertiente europea de la música improvisada y experimental
moderna con base tecnológica.
Satisfactorio y sorprendente (los seguidores del género tienen
mucho que aprovechar de ello) es este reciente lanzamiento del sello
alemán Nurnichnur (http://www.nurnichtnur.de),
en la serie “Experimental Sound Productions”,
que merece una escucha atenta y repetida que facilite la asimilación
de los más ínfimos pormenores acústicos de este
aventurado viaje a través de la niebla cerrada que envuelve al
oyente y lo transporta a las profundidades de su ser.
Eduardo Chagas
Alfredo Costa
Monteiro - Rumeur (for solo accordion)
Músico: Alfredo Costa Monteiro
acordeón
Grabado en Marzo del 2003 en Barcelona
Creative Sources
Comentario: Costa Monteiro,
guitarrista, electrónico o acordeonista, improvisador de origen
portugues afincado en Barcelona (donde forma parte del triunvirato IBA
–Improvisadores de Barcelona Asociados- junto a Ferran
Fages –guitarra, electrónica y responsable del sonido
de esta grabación- y Ruth Barberan –trompeta-).
Además de en diversas combinaciones con estos y otros improvisadores
ya se nos había presentado (discograficamente) a solo, improvisando/creando
con gomas elásticas o papel. Ahora le toca el turno “con su instrumento”.
Tocar, lo que se dice tocar, no es que toque mucho el acordeón,
o por lo menos según el modelo de la famosísima Maria
Jesus (la del) ya que lo suyo es la manipulación (¿no
ha pensado dedicarse a ala política con semejantes maneras?).
De lo que no hay duda es de que lo que ofrece es lo que anuncia en el
titulo, ya que lo que podemos escuchar son cinco “rumores” (que no cotilleos).
De lo que no cabe la menor duda es que más de uno no tendrá
muy claro el explicativo entre paréntesis del “for solo accordion”.
Pero eso, tal cual, es lo que hay. Un (cinco de hecho) “Rumor” creado
con-sobre-desde… un acordeón (uno solo).
jesusmoreno
Matt Shulman - While we
Sleep
Músicos: Matt shulman (trompeta),
Aeri Hoening (batería), Matt Penman (contrabajo)
www.shulmansystem.com
Comentario: Aunque la originalidad sea difícil
de encontrar en las propuestas musicales más abundantes y, por
desgracia, más conocidas, siempre es de agradecer un disco en
el cual se asuman riesgos.
While we Sleep es el primer disco del trompetista
americano Matt Shulman, músico de gran nivel que ha colaborado
con Ethan Iverson, John Medeski, Brad
Mehldau o Seamus Blake, pero que, sin embargo,
aun no se ha dado a conocer al gran (o no tan gran) público europeo.
Por supuesto esto viene provocado, en gran parte, por no disponer de
grabación con ninguno de los grandes sellos discográficos
actuales. Supongo que tanto músicos como aficionados tendremos
que acostumbrarnos a prescindir de los grandes sellos en el futuro,
teniendo en cuenta como están las cosas a ese nivel.
Se presenta aquí un disco atípico, en formato de trío,
junto al baterista Aeri Hoenig y el bajista Matt
Penman (muy activo en la escena de músicos jóvenes
de Nueva York), en el cual Matt a partir de, en su
mayoría, composiciones originales y, con el añadido de
dos standards tan conocidos como Mack the Knife o Bye Bye
Blackbird, explora nuevas posibilidades musicales dentro de este
siempre difícil formato.
En los últimos años hemos tenido posibilidad de escuchar
tríos de trompetistas tales como Dave Douglas,
Paolo Fresu o Tim Hagans, sin embargo
la música aquí presente resulta tremendamente original,
desmarcándose claramente de otro tipo de propuestas. Sin duda
estamos ante un músico de gran personalidad, lo cual provoca
una música sin concesiones.
El disco comienza con el tema Midnight bugle call, composición
propia que resulta toda una declaración de intenciones con respecto
a lo que al oyente le espera. A pesar de ser un disco variado en cuanto
a tempos y ritmos, existe una característica constante a lo largo
de todo él; estamos ante una música eminentemente reflexiva.
El formato de grupo elegido obliga al solista a asumir el papel protagonista
de forma más evidente de la que sería necesario en otro
tipo de formación. Sin embargo, gracias a su técnica fuera
de lo común, pero siempre al servicio de la música (algo
que no siempre ocurre y siempre es de agradecer), supera la prueba con
brillantez.
También hay que hacer notar el dominio que Matt
tiene de la técnica llamada multiphonics, la cual le permite
hacer sonar varias notas a la vez a través del instrumento, en
su caso perfectamente afinadas, lo que le posibilita acompañarse
a sí mismo y crear modos alternativos de rellenar los grandes
espacios que este tipo de grupo provoca.
Quizá el único “pero” que se le pueda poner sea la monotonía
que, para algunos, puede provocar la escucha completa ininterrumpida
de un disco de este tipo, que, además, tiene una duración
de 75 minutos. Sin embargo tras varias escuchas será muy difícil
no valorar en gran medida la calidad de éste.
Músico a tener en cuenta en los próximos años,
podemos descargar y oír de forma gratuita un par de temas de
su disco en su página web, www.shulmansystem.com
así como ver online una actuación de su trio en el Kennedy
Center of permormings arts.
Javier Manzanares Hernández