Cecil Taylor: The Ensemble - Almeda - The Light Of Corona / Cecil Taylor Unit - One Too Many Salty Swift And Not Goodbye Cecil Taylor Unit - One Too Many Salty Swift And Not Goodbye Músicos: Jimmy Lyons (saxo alto), Raphé Malik (trompeta), Ramsey Ameen (violín), Cecil Taylor (piano), Sirone (contrabajo), Ronald Shannon Jackson (batería) Composiciones: Grabado en directo el 14 de junio de 1978 en Liederhalle/Mozarsaal,
Stuttgart, Alemania. Remasterizado en marzo de 2003 por Peter Pfister.
Reeditado en ed. limitada de 3000 ejemplares en 2004. Cecil Taylor: The Ensemble - Almeda - The Light Of Corona Músicos: Cecil Taylor (piano), Chris Matthay (trompeta), Chris Jonas (saxo alto y soprano), Harri Sjöström (saxo soprano), Elliott Levin (saxo tenor, flauta), Jeff Hoyer (trombón), Trintan Honsinger (chelo), Dominic Duval (contrabajo) Jackson Krall (batería) Composiciones: Comentario: Escribir sobre la música de Cecil Taylor no es sólo escribir sobre uno de los pianistas más importantes de la historia del Jazz, que a partir del trabajo de otros pianistas como Thelonious Monk o Duke Ellington, continúa a día de hoy (y ya van más de cuartenta años) inmerso en una revolución contínua. Hablar de la música de Cecil Taylor es hablar de un universo musical y estético sumamente personal. Al contrario de lo que sucede con Anthony Braxton, su música no aparece tan crípticamente parapetada en sistemas musicales y composiciones alfanuméricas, a pesar de que un vistazo a los temas de estas tres obras refleje de algún modo los caminos por los que sigue este gigante de la música. Musicalmente se podrían señalar multitud de elementos a la hora de realizar una aproximación a su obra. Sin embargo el factor que prima es la creación de tensiones. La escucha de una obra de Cecil Taylor no es una escucha tranquila. Es una escucha en la que uno presencia la contraposición del trabajo de los músicos en base a las composiciones de mister Taylor. En la reedición del magnífico One Too Many Salty Swifts And Not Goodbye, podemos escuchar en su integridad el último concierto de la gira de la Cecil Taylor Unit en Europa en 1978. Dejando aparte las diferentes condiciones y condicionantes que precedieron y condicionaron la realización de esta actuación, destaca el hecho de que aunque la formación del concierto fuera un sexteto, los participantes fundamentales en la grabación son el cuarteto formado por el propio Taylor, Ramsey Ameen al violín, Sirone en contrabajo y Ronald Shannon Jackson a la batería, para un diálogo constante y lleno de tensión. Este último músico es el protagonista de algunos de los más dulces momentos del concierto con sus cabalgadas a la batería nada habituales en este tipo de situaciones improvisatorias y que sin embargo cuadran perfectamente en el discurso Tayloriano. En cuanto a sus otros dos compañeros, el trompetista Raphé Malik y el clásico en las formaciones de Taylor el saxofonista alto Jimmy Lyons, indicar que se puede disfrutar con ellos (especialmente con Lyons) en uno de los tres duetos-solos que dan paso a la actuación de la Unit y en sendos movimientos en la parte final del concierto. Un concierto que ya en las apreciaciones personales y tras sus casi dos horas y media de atenta escucha deja una sensación de cansancio y extenuación totales: no por la duración o la música en sí (que por otra parte es una propuesta magnífica ejecutada por unas primeras figuras, disfrutable plenamente de principio a fin en su rica variedad), sino por la tensión constante que son capaces de transmitir los músicos a lo largo de todo el concierto. Pasando a las dos grabaciones para el sello FMP, indicar en primer lugar que Almeda, editada en 2005, podría ser indistintamente la continuación o el prefacio de The Light Of Corona, editada en 2003: ambas están grabadas con un día de diferencia en el fantástico festival Total Music Meeting berlinés, del que el sello FMP deja constancia documental una vez más para deleite de los aficionados a sus propuestas. A la tensión musical que rodea habitualmente a las grabaciones de Cecil Taylor se añaden unos ciertos elementos teatrales, poéticos y escénicos que se pueden observar a lo largo de estas grabaciones. A pesar de su importante función en el directo, su ausencia (o más bien su apreciación de un modo parcial y unidireccional) no supone un obstáculo para poder disfrutar de dos magníficos conciertos/grabaciones. Otro elemento diferenciador con la grabación de la Cecil Taylor Unit es el uso que se hace de los músicos. Aquí el pianista, salvo en la pieza que cierra The Light Of Corona, hace una utilización del potencial de todos los músicos a su disposición, entre los que se encuentran Jackson Krall y Dominic Duval, la rítmica habitual en las formaciones de Taylor en esa época. La música allí expuesta es el desarrollo de un discurso dispuesto en varios planos en donde se maneja perfectamente la tensión musical, pasando por momentos de diferente intensidad, en un diálogo construído por un grupo de magníficos músicos siguiendo la lógica interna que marca el pianista con su libre mano de hierro. Para quienes no conozcan la obra de esta figura indiscutible del Jazz, señalar que en estos tiempos actuales de inmediatez, bombardeos mediáticos y obras “maestras” de consumo inmediato que se prolongan y duran apenas tres minutos, no está de más tomarse un poco de tiempo para poder disfrutar de la construcción y desarrollo de un discurso creativo por fortuna, fuera de las normas de la ortodoxia académica a la orden del día. A quienes sean conocedores de la obra de este gigante, simplemente recomendárselas fervientemente: son tres obras más a añadir a un legado titánico. José Francisco Tapiz Anthony Braxton & Milo Fine - Shadow Company (2004)
Emanem 4113 Comentario: Dentro de la extensísima producción discográfica de Anthony Braxton, los dúos han sido una de sus actividades más prolíficas; no han llamado quizás tanto la atención como su carrera en solitario o sus espectaculares cuartetos o ensembles. Hay encuentros a dúo con gran cantidad de personajes, muy conocidos como Max Roach, o muy desconocidos como Abraham Adzinyah. Pero la principal distinción, de todas formas, estaría en aquellos dúos que se basan en sus composiciones, como los grabados con George Lewis o Mario Pavone, y aquellos que son encuentros con improvisadores. El encuentro con Milo Fine, se basa en este segundo parámetro. Milo Fine, es un músico relativamente desconocido dentro de la escena del free jazz, pero que tiene un largo bagaje tras de sí. Sus primeros discos se remontan a mediados de los setenta, en compañía de Steve Gnitka, como miembro del Milo Fine Free Jazz Ensemble, que solía ser un dúo al que se le añadían diversos invitados, Joe McPhee entre ellos. Bajo el nombre de McPhee grabó el muy interesante “Old Eyes and Mysteries”. Después de la primera regulación de hathut, paso a grabar en distintos sellos de manera más o menos esporádica. Más o menos en esas fechas empieza a colaborar con Cadence, siendo una de las firmas más afiladas de esa revista emblemática. Luego de unos años de relativo silencio, ha empezado a salir unos cuantas nuevas grabaciones en Emanem, como este nuevo dúo con Braxton. Musicalmente el disco está muy bien conseguido, Fine aparece en tres instrumentos como son el piano, percusión y clarinetes, mientras que Braxton aparece con su habitual arsenal de vientos. La variedad de ambientes está muy bien conseguida porque mientras en los clarinetes y pianos tienen lugar los pasajes más enérgicos, es a la percusión donde aparecen las texturas más suaves. Como siempre ocurre con los discos de Braxton no pueden dejar indiferentes a nadie. Muy recomendable. Joaquín Villaverde Varios Artistas - The Sound Of New York Jazz Underground Músicos: Orquesta conducida por Pablo Ablanedo, Frank Carlberg, Magali Souriau, Jason Lindner, Avi Lebovich, Andrew Rathbun, Taylor Haskins y Guillermo Klein. Con más de 40 músicos del sello. Composiciones: CD2: Arreglos: Duración: 1h 53min 14seg Grabado por Mike Marciano y David Baker en System Two,
Brooklyn, NY. Editado por Fresh Sound New Talent http://www.freshsoundrecords.com Comentario: Cuando un sello del calibre de Fresh Sound Records decide mirarse el ombligo y pegarse un homenaje editando un CD doble para reflejar la actualidad del mismo, a uno se le vuelven los ojos chiribitas. Pero si además el título del homenaje es “The Sound Of New York Underground”, entonces la gala, aunque con big band de por medio, ni se viste de seda ni huele a Channel nº5. Al homenaje hay que ir rebosante de energía, de juventud, de potencia, y vestido de pantalones vaqueros y chaqueta sport. La idea del disco es, cuanto menos, original: poner en la mano de ocho directores toda una orquesta para que interpreten un tema original y una versión. Así, el primer CD se compone de 8 pistas originales dirigidas y compuestas por Jason Lindner, Frank Carlberg, Magali Souriau, Andrew Rathbun, Guillermo Klein, Taylor Haskins, Pablo Ablanedo y Avi Lebovich; mientras que el segundo CD incluye versiones de Gustavo Leguizamón, Aphex Twin, Dwayne Burno, Wayne Shorter (un par de éllas) George & Ira Gershwin y John Coltrane, más Ahmad Ravel-Au Clair de la Lune (trad), arregladas por los anteriormente citados, y presentadas en la grabación en orden casi estrictamente inverso al del primer CD. Así, el primer disco abre con “A Meditation on Two Chords”, de Jason Lindner, mientras el segundo disco cierra con “Giant Steps”, arreglada para la ocasión por este mismo director. Del resultado final podemos hacer dos escuchas bien diferenciadas: la más obvia (y pretendida) es la audición de cada CD por separado. De esta forma, del primer CD nos van llegando a los oídos “A Meditation on Two Chords”, con unos arreglos vocales deliciosos; esos aires a la Lester Bowie’s Brass Fantasy de “Heaven”; las delicadas notas de guitarra de Ben Monder en “Nine”; los aires a desierto y persecución de “El Acecho”… La escucha del segundo CD es más sencilla: Witch Hunt, Nefertiti, I Got Rhythm, Giant Steps… Aunque de gran valor, los arreglos de los temas no pretenden retorcerlos hasta hacerlos irreconocibles. El trabajo sobre los mismos recae en el uso perfectamente balanceado de todos los elementos de la big band. El sonido y el trabajo de todo un elenco de músicos que sacrifican su individualidad. La segunda de las escuchas (si cabe, más interesante que la primera) pasa por ordenar los temas por pares, en función de la dirección de los mismos. Esto nos permite tomar bien el pulso a cada director de orquesta por separado, como arreglistas de las versiones incluidas (melodías ya bien asimiladas nos dan la libertad para centrar la atención en los detalles más sutiles), y una vez madurada esta escucha, pasar a la composición original del mismo director. Con este minúsculo estudio podremos apreciar en mayor medida el material de la presente grabación. Sergio Masferrer John Scofield Trio – Live En Route Músicos: John Scofield (guitarra eléctrica), Steve Swallow (bajo eléctrico), Bill Stewart (batería). Composiciones: Wee (Denzil Best); Toogs;
Name That Tune (Steve Swallow); Hammock Soliloquy; Bag; It Is Written;
Alfie (Burt Bacharach); Travel John; Over Big Top. Grabado en directo en The Blue Note
(Nueva York), Diciembre de 2003. Comentario: Muchos de los que tuvimos la suerte de asistir a varios de los conciertos que ofreció este trío entre 2001 y 2003 vimos clara la posibilidad (casi necesidad) de editar un disco en directo. Afortunadamente no fuimos los únicos que así pensamos, y dicha idea se hizo realidad por medio de este En Route que, si bien no es capaz de capturar la intensidad del propio directo, es buena muestra del disfrute que supusieron aquellas presentaciones en vivo. Se echa de menos ver al bueno de Sco contoneándose según lo hace su improvisación, se echa de menos la boca abierta de Steve Swallow, se echa de menos el sonido crudo de la Ibanez directamente al aire, pero en la grabación encontramos ese fraseo, las siempre interesantes líneas de Swallow con su bajo eléctrico con caja acústica (así como el curioso sonido redondo que obtiene con la púa) y la tremenda interacción que Bill Stewart aporta a la formación. Stewart es uno de esos baterías que no sólo tiene un tiempo impecable, ideas y conocimiento, sino que escucha a sus compañeros como nadie. Swing a raudales y espacio para soñar. Los temas, como siempre, fabulosas composiciones de armonías poco evidentes a simple vista, sutiles mezclas de estilos donde lo importante es el todo que conforman. Al Scofield más lírico lo encontramos en las baladas (Toogs y el clásico de Burt Bacharach Alfie), mientras la velocidad con control inunda el espacio sonoro en el primer corte Wee, el Name That Tune de Swallow y Travel John. Ni en un terreno ni en otro encontramos los temas marca de la casa: Hammock Soliloquy suena a Sco por los cuatro costados, siendo además el marco ideal para que Bill Stewart despliegue sus recursos más personales. El medio tiempo de Bag nos lleva a, quizás, la más bonita de todas las composiciones originales: It Is Written, con melodía 100% Scofield y curiosa línea de bajo de Swallow. Finalmente, el largo Over Big Top cierra el disco con aire de jam. Un excelente trabajo este En Route, pequeña muestra de lo que este trío es capaz de hacer y nueva evidencia de la calidad que destilan estos tres músicos, tanto por separado como juntos. Arturo Mora Rioja, 2005 Michael Riessler – Ahí Vita / Stefano Bollami - Concertone Michael Riessler – Ahí Vita Músicos: Michael Riessler (clarinete
y clarinete bajo), Vincent Curtois (violonchelo) Composiciones: 1 O dolorosa gioia 2 Ahi lingua, ai baci 3 Amor 4 Amor - Lamento della Ninfa 5 Nasce la pena mia - Introduktion 6 Nasce la pena mia 7 Pleurez mes yeux 8 Pleurez mes yeux 9 Planxit 10 Cursum 11 Si chio vorrei morire 12 Lugebat 13 Moro lasso 14 Far mi deggio Grabado entre el 22 y el 27 de abril de 2003 en Proptstei,
St. Gerold, Austria. Editado en 2004 por ACT. Stefano Bollami - Concertone Músicos: Stefano Bollani (pianoforte),
Ares Tavolazzi (contrabajo), Walter Paoli (batería) Composiciones: Grabado en el teatro Verdi de Florencia los días
3, 4 y 5 de septiembre de 2003. Editado en 2005 por Label Bleu. Comentario: Históricamente los encuentros entre la música clásica y el Jazz vienen de lejos. Esta no es una idea ni nueva ni revolucionaria, que ha dado lugar a algunos encuentros notables y otros no tanto. Unos extremos que son lo que ocurre con las dos obras aquí comentadas. Comenzando con la obra de Stefano Bollani, señalar que este es uno de los jóvenes pianistas italianos y europeos más interesantes de la actualidad dentro de la tradición del Jazz. Prueba de ello es su complicado encuentro a dúo y en directo con el trompetista italiano Enrico Rava en Montreal Diary A (Label Bleu) en dónde ambos se enfrentaban a un repertorio compuesto fundamentalmente por baladas y medios tiempos. En Concertone, su propuesta varía fundamentalmente pues de la sobriedad del dúo citado pasa a la formación de trio de jazz por antonomasia, la unidad piano-bajo-batería, más el acompañamiento de la Orquesta de la Toscana. Sin dejar de tener un cierto interés conjunto en algunos momentos (en concreto en los movimientos primero y segundo de Concertone), el resultado es una música que no va mucho más allá de lo puramente amable, lastrada por un excesivo formalismo tanto por parte de la orquesta (quizás inherente a la propia educación estético-musical de su director, ya que a parte de los músicos los podemos escuchar bajo la dirección de Lawrence “Butch” Morris en tres de sus conducciones editadas en Splas(ch)), así como en algunos momentos por el trio de Bollani. Un factor que quizás influya también en esta falta de interés puede ser la excesiva dispersión estilística de esta obra: además de sus referencias al jazz (con alguna salida de tono estilística sin demasiada justificación), aparecen ejercicios puramente formales en composición de música clásica y momentos que más parecieran actuar exclusivamente como colchón sonoro más que como un elemento dramático en una película imaginaria. Diferente es el resultado de la grabación de Michael Riessler. Acompañado por el interesante músico francés Vincent Courtois (chelista acompañante de Louis Sclavis en su proyecto Napoli’s Walls) y el coro SingerPur, especialista en transgredir las formas de la música clásica en diferentes entornos creativos, propone una obra en dónde sus composiciones e improvisaciones se complementan a la perfección con las de un músico clásico como es Monteverdi. El resultado que obtienen es de tal categoría que ante su escucha a ciegas por parte de un aficionado a la música clásica sus conclusiones fueron en primer lugar que era una música muy hermosa y en segundo lugar que esto no era un disco de Jazz. Y realmente no lo parece.. y es algo que en realidad no importa. Al fin y al cabo la belleza (por que esta es una música muy bella) es un concepto quer por fortuna trasciende todas las etiquetas que le queramos adjudicar. José Francisco Tapiz Músicos: Guillermo McGill (batería, percusión, composición), Dave Liebman (saxos, ocarina, piano interior), Julian Argüelles (saxo tenor), Bernardo Sassetti (piano, fender rhodes), Tjitze Voguel (contrabajo), Paloma Alfonsell (palmas), Pablo Martín (palmas, percusión) Composiciones: Ignacio, Entre las piedras, Arnulfo, Jon, Don Pedro, Leonardo, Tu palabra de amor, 11 de Septiembre, Nana de patricia Grabado en estudios Trak (Madrid) 2004 Comentario: Oración habla de religión, devoción, pero Guillermo busca la “no adhesión” a ninguna creencia; busca la filosofía, el amor a la sabiduría;” no me interesa la doctrina sino la actitud” Oración se emparenta con A Love Supreme de J.Coltrane por su espiritualidad, McGill se entrega en su apoyo a los teólogos de la liberación. Musicalmente, Oración es una obra de Jazz de muy sutiles insinuaciones flamencas. Comunión entre los saxos de Dave y Julián, la poesía e intensidad de Sassetti y la profundidad de T.Vogel, los sonidos de atmósfera de Pablo y Paloma, firmemente cohesionados por la sutil batería de McGill. La frescura de la ocarina (Liebman), la fina percusión (McGill), sugiere lluvia sobre un fondo de melancólico piano (B.Sassetti), jazz de suave brisa flamenca. Dialoga el tenor (Julián), baila el piano, zapatea la batería Entre las piedras de los jardines Maria Luisa. La quietud, la poesía de Sassetti, la elegancia de McGill, el quejumbroso y amable soprano de Dave, definen Arnulfo. Disonancias,” recuerdos de futuro”, homenaje a Miles, fender de los 70; el jazz-rock de Sweetnighter (Weather Report), suenan en Leonardo. El piano sereno y poético me da Tu palabra de amor, el bajo marca el ritmo de mi corazón, los platillos réplica metálica que transita al tierno y, punzante soprano de tu amor. “11 de septiembre”, es una pieza dedicada al asesinato del presidente Salvador Allende por golpista y dictador Pinochet. Diálogo de locura pasional entre los saxos, intensidad en el piano y hasta un solo de batería de McGill. Impactante. Nana de Patricia Nana fúnebre de profundo dolor, a Patricia, a su muerte, a su reciente llegada a la Vida. Con apenas unos meses encontrada aún con vida entre los amasijos de 11 Marzo. Cada obra musical, cada pintura, cada libro son una ventana a otras dimensiones. ¡Abre la tuya a la espiritualidad musical de Oración! Enrique Farelo John O'gallagher's Axiom - Line Of Sight Músicos: John O'Gallagher (as, ss), Tony Malaby (ts, ss), John Hebert (b), Jeff Williams (d) Composiciones: Cubist (7:57); Unmode (6:36); Leona (5:51); Effluence (8:41); Revolving Doors (4:16); DNA (6:08); Cascade (7:35); Rare Views (3:19) Duración: 50:42 Todas los temas compuestos por by John O'Gallagher. Grabado
el 30 de enero del 2004 en Charlestown Studios, Warren, NJ. Comentario: John O’Gallagher repite la misma formación con la que ya en el 2002 obtuvo una muy buena aceptación entre la crítica con su anterior (y único) trabajo “John O’Gallagher’s Axiom” (CIMP Records, 2002). La formación de por sí ya resulta curiosa: base rítmica de contrabajo y batería, y dos saxofones (en los que, además de alto y soprano, se repite el tenor). La producción del disco es estupenda. Si mal no recuerdo, fue Miles Davis quien comentó que la presencia del contrabajo debía pasar desapercibida. No estoy en absoluto de acuerdo con este axioma, y lo cierto es que no es frecuente encontrar discos en los que la presencia del contrabajo es indiscutible. John Hebert va marcando constantemente el contrarritmo de los temas, seguido tan de cerca por los golpes desmembrados de la batería de Jeff Williams que ésta parece el eco metálico de la resonancia del contrabajo. El desarrollo de los temas es tonal en su mayor parte, recayendo la importancia de los mismos en el contraste entre ritmos y la búsqueda del diálogo (melódico) y la discusión (en forma de disonancia) entre los vientos. Algunos temas juegan a contrastar el tempo lento de la sección rítmica con cambios dinámicos en los saxos; otros, como “Effluence”, dejan espacios abiertos para la evolución del contrabajo; y no faltan los tempos rápidos, como “Revolving Doors”, con un vigoroso entrelazado de notas de alto y tenor; o el cierre estridente y rugoso del disco con el acertado nombre “Rare Views”. El referente de actualidad más fácil de encontrar para esta grabación es el “Boom Boom” de Atomic. Con bastante menos potencial explosivo que el grupo nórdico, pero con la misma delicadeza y simultaneada estridencia del conjunto. Todas las melodías son sencillas, y el desarrollo de las mismas, bastante simple. Pero por encima de todo esto nos queda la impresión de estar escuchando a una banda de jazz tremendamente conjuntada y con un diálogo perfectamente sincronizado. Sergio Masferrer
Composiciones: Virgil (8:13); Down by the Glenside (5:42); Koan (6:39); Phrase 6 (7:45); Spider's Web (5:13); Silent Knowledge (8:41); ZeroUno (8:43); Canto 1 (11:36); Dexterity (4:14) Duración: 50:42 Grabado el 9 de febrero del 2004 por Paul Wickliffe en Charlestown Road Studios, New Jersey. FSNT-205 http://www.freshsoundrecords.com/ Comentario: La presente grabación guarda un fuerte paralelismo con el último trabajo de John O’Gallagher’s Axiom “Line Of Sight”: las fechas de grabación están muy próximas (separadas escasos 10 días a comienzos del 2004); los dos editados por Fresh Sound New Talent, con lo que el hecho de que el lugar de grabación sea el mismo no resulta extraño; y la formación pasa de cuarteto (dos saxos, contrabajo y batería) a trío con la misma sección rítmica, cambiando el elemento protagonista (saxos) por el piano. Y si bien la apreciación de este disco de forma aislada nos basta para destacar suficientes matices, la fortuna de poder contrastarlo con el trabajo citado de John O’Gallagher nos permite exprimir aún más el resultado del presente. La aportación de la sección rítmica es muy parecida a la encontrada en “Line Of Sight”: la batería despliega un continuado pero asíncrono golpeo de los elementos del instrumento, generando una atmósfera pesada, descolocada; el contrabajo busca puntualizar los compases casi al mismo tiempo que la batería, buscando ese mínimo desfase temporal capaz de generar una sólida pantalla sonora. Con la anterior descripción, quedan contextualizados los desarrollos melódicos de Russ Lossing: la grabación queda por completo cubierta por una densa y oscura niebla sonora crecida desde el piano. Y es aquí donde cabe de nuevo el contraste con “Line Of Sight”: es sencillo imaginar “Spider’s Web” con dos saxofones como instrumentos solistas, con lo que el tema resultaría retorcido pero claro, tenso pero resulto, y potente a gritos, extrovertido. Y sin embargo, el resultado es enmarañado y oscuro, con una tensión acumulada que no llega a liberarse, y de una potencia visceral, introvertida. “Phrase 6” es un trabajo en el que pesan por igual contrabajo, batería y piano. Con una atmósfera opresiva, intrigante. Un CD con el que se termina por añadir tres nombres desconocidos (o ignorados) hasta el momento a la lista de personajes buscados entre los créditos discográficos (seguro que nos llevamos más de alguna sorpresa al revisar nuestras colecciones). Sergio Masferrer Yusef Lateef – The Golden Flute Impulse! 1966 Comentario: Lo primero que me atrajo de la música de Yusef Lateef, fue el interés que mostraba este en la incorporación al jazz de instrumentos que no habían sido utilizados hasta el momento o no se habían desarrollado lo suficiente. Me entusiasmaba la idea de toparme, en mi camino por el jazz, con músicos arriesgados que buscaban nuevas vías de expresión en culturas distantes como la africana o la asiática. Lateef incorpora instrumentos como la flauta, a la vez que otros como el argol, el oboe, la flauta de bambú, el shanai o el shofar entre una bien diversa gama de instrumentos de viento de otras culturas. A su vez, ha tocado con artistas de la talla de Charles Mingus, Cannonball Adderley, Miles Davis, Dizzy Gillespie y Babatunde Olatunji en los 60s. El sonido que caracteriza a Lateef, especialmente en el saxo tenor, está lleno de intensidad, de alma a la vez que de bravura. Yusef Lateef sabe transmitir como pocos el sentir de una raza a través de su música, lo que le dota de una fuerza expresiva arrolladora. Lateef y los suyos consiguen crear un nexo de unión entre el jazz, el blues y las músicas de países africanos y asiáticos, aportando una riqueza extraordinaria a la vez que nutriendo al jazz con nuevos campos de exploración. Lateef junto a un grupo de valientes pre-coltrane, entre los que se encontraban él mismo , Ahmed Abdul-Malik, Archie Shepp, Andrew Cyrille, Johnny Griffin, Al Harewood o A.K. Salim, entre otros, inician una andadura que los llevaría a crear lo que hoy conocemos como World Music y que en cierta manera supuso un paso adelante hacia el llamado free jazz desarrollado por Coltrane o Coleman a posteriori. Por lo tanto, hablamos de músicos en un momento de cierta tensión social y artística , que llevarían a una transformación en el jazz y en gran parte de una sociedad. Yusef Lateef ha editado más de cien discos en los más importantes sellos independientes de jazz. Inició su carrera en Savoy, en el año 1957 y este 2005 acaba de editar un nuevo disco en directo desde Londres a la vez que sigue desarrollando sus trabajos desde su propio sello discográfico YAL. Ha grabado también para Prestige, Contemporary, Impulse!, Atlantic, Meta y Collectables. En el disco en cuestión, “the golden flute”, grabado para impulse! en el año 1966, nos encontramos a él y los suyos (Hugh Lawson-p, Herman Wright-b y Roy Brooks Jr.-b) alcanzando unos niveles de madurez y cohesión en su sonido fascinantes. “The golden Flute” es el último de una serie de grabaciones para dicho sello, que en opinión de este humilde colaborador, es la más rica e interesante, dentro del limitado conocimiento que poseo de su obra más reciente. Prometo no dejarlo. A pesar de que hay momentos en que se hecha en falta un mayor grado de atrevimiento, lo que hace que otros discos de esa época como los directos en el Pep´s de San Francisco a eso de 1964, 1965, sean más recomendables, Yusef Lateef y su cuarteto hacen una grabación estupenda para los sentidos. Soy de ese tipo de fans que no tiene demasiados ídolos entre los músicos que escucho, me interesan mientras su obra sea buena o no. No poseo grandes colecciones de un determinado artista o banda, pero eso sí, tengo preferencias y la amplia gama desplegada por Yusef Lateef hasta el momento, han hecho que para mí sea una artista a seguir. En “the golden Flute” el cuarteto nos acerca a sonidos latinoamericanos, pasándolos por la coctelera del funk, sin dejar de explorar en el terreno más desconocido y enigmático de áfrica y asia. Yusef Lateef suena excepcional tanto en el saxo tenor como en la flauta, y el oboe, haciéndonos viajar de chicago o NY a los desiertos africanos, lanzando un mensaje universal de lenguaje común y unidad. Los diálogos desarrollados durante la grabación por el cuarteto son fantásticos, suenan a un nivel muy elevado, se les nota una banda cohesionada tras un período de agradables sobresaltos. El pianista Hugh Lawson, maravilla con su aportación al disco, llena de matices funk que podrían estar firmados por Horace Silver. El baterista Roy Brooks Jr. y el contrabajista, Herman Wright, imprimen un cálido equilibrio en todos los tempos, a la vez que desarrollan respectivos solos en los que denotan su calidad como personalidades propias en un proyecto común. Todos parecen comprender el discurso a la perfección. Los estándares en el disco, quizás demasiados, son tocados con maestría y creatividad por el cuarteto, haciéndolos suyos como casi todas sus aportaciones desde el exterior. Tras su paso por Impulse!, Lateef siguió sus andaduras por Atlantic, con los que desarrolló otro interesante trabajo, quizás más expeditivo, pero con menor calidad. Pero bueno de ellos ya hablaremos otro día si se tercia. Buen disco para aquel que guste del jazz época bebop, hard bop, pero que no se quede sólo en esos dos conceptos. Perfecto para encontrar nuevas posibilidades y campos de “investigación sonora”. Para los más aventajados en materia de jazz, también podría ser un buen disco para conocer “sus raíces”. De dónde vienen. Si llega a vuestras manos, espero que os guste. Un saludo. Angel Palacio Ballarín Músicos: Gerry Niewood (saxos alto, tenor y barítono, flauta y flauta alta), Gene Bertoncini (guitarras acústicas y eléctricas), Steve Gilmore (contrabajo), Bill Goodwin (batería), Adam Niewood (saxo tenor). Composiciones: Ruby; I Hear a Rhapsody; Cheek to Cheek; I Concentrate on You; Dedication (to Diz); All Too Soon; Just One of Those Things; The Song Is You; Doxy; Zingaro Grabado en Charlestown Road Studios (Clinton, NJ), 10
y 11 de Junio de 2002. Comentario: Gerry Niewood es un veterano saxofonista no muy conocido, excepto por su trabajo con Chuck Mangione a finales de los sesenta. En este Facets, editado en 2004, presenta un repertorio de standards (con excepción del original Dedication) interpretados con sencillez y corrección. El formato más o menos moderno de cuarteto con guitarra en vez de piano cobra unos tintes muy personales, debido al buen trabajo de Gene Bertoncini, quien, en la mayoría de los casos a la guitarra acústica, se encarga de llenar espacios con acordes de forma casi continua. Especialmente reseñable es el tema que interpretan saxofonista y guitarrista a dúo (I Concentrate in You). El toque pseudo-brasileño a que Bertoncini nos tiene acostumbrados da un aire muy cálido al disco (Ruby, Dedication, Zingaro), si bien en otras ocasiones las propuestas son claramente enmarcables dentro del be-bop más académico (I Hear a Rhapsody). Cheek to Cheek y Doxy sirven para que Niewood juegue melódicamente con su hijo Adam, la única colaboración del disco, al tenor. La sección rítmica camina con solvencia y dedicación (hasta se puede escuchar en la grabación la respiración acelerada de Steve Gilmore en sus solos de contrabajo). En cuanto al líder, Gerry Niewood ofrece lirismo y oficio, mucho oficio. No en vano en sus entradas y fraseos se nota determinación y pleno conocimiento de lo que está haciendo. Facets es un disco con muy pocas sorpresas y menos aportaciones, si bien de excelente concepto y ejecución. Música tranquila, sosegada, relajante y de fácil escucha. Arturo Mora Rioja, 2005 Músicos: Jay Beckenstein (saxos),
Tom Schuman (teclados), Julio Fernández (guitarra, voz), Scott
Ambush (bajo), Joel Rosenblatt (batería). Composiciones: Summer Fling; Eastlake Shuffle; Monsoon; As You Wish; Joburg Sam; The Crossing; Wiggle Room; Wind Warriors; In Your Arms; Chippewa Street; Beyond the Rain Grabado en Bear Track Recording Studio (Suffern, Nueva
York), 2003. Comentario: La casa Heads Up sigue ampliando su catálogo fusionero, centrándose en, como ellos mismos lo llaman, el “jazz contemporáneo”. Etiquetas aparte, algunos agradecemos enormemente el intento, si bien, con los pies en el suelo, la propuesta actual de Spyro Gyra, a pesar de su enorme calidad, suena bastante pasada de moda. Aún así hay elementos interesantes en este The Deep End, como el aire oriental que rodea al tercer corte, Monsoon, y que se funde literalmente con la casi rockera base rítmica binaria. Antes de eso, el disco comienza con un leve guiño al Concierto de Aranjuez en Summer Fling, tema compuesto por el legendario miembro de la banda Jeremy Wall, quien, en cambio, no interpreta ningún corte del disco. Quien sí aparece, pero por última vez, es Joel Rosenblatt. Ludwig Afonso será su recambio a partir de esta grabación, completando de momento la lista de enormes baterías que siempre ha tenido la banda. En el cóctel sonoro podemos encontrar los típicos ritmos funky con continuos obligados rítmicos, el sonido brasileño de As You Wish o el tema de Fusión por excelencia, The Crossing, bonita melodía ternaria bien arreglada y muy bien interpretada por la banda, generando espacios y llenándolos progresivamente, ofreciendo variedad y contraste. En Wiggle Room su compositor, el bajista Scott Ambush, crea una sonoridad a medio camino entre Steps Ahead (en el solo de vibráfono de Dave Samuels) y Marcus Miller (en su solo y la propia interpretación de la melodía). El final del CD, con Beyond the Rain, es la típica secuencia de acordes sencilla pero muy colorista, bonita e intensa. Lo ideal para que uno extraiga el disco del reproductor con una sonrisa en los labios. El grupo, como viene siendo habitual, interpreta con una perfección casi insultante. Jay Beckenstein se ganó hace tiempo la categoría de histórico, y continúa derrochando calidad y pasión a partes iguales, además de ese cierto descaro que siempre es necesario en este estilo. Julio Fernández evidencia un background más orientado al rock, mostrando también solvencia a la guitarra acústica. Tom Schuman, tan impecable como siempre, algo comedido en esta ocasión, y las diversas secciones rítmicas que se originan de los múltiples colaboradores, rocosas en todo caso. Aunque ya suene antiguo, Beckenstein y sus muchachos están bien de forma, y a los que nos gusta la Fusión, de enhorabuena. Aún podemos seguir disfrutando de material poco novedoso, pero nuevo en todo caso. Arturo Mora Rioja, 2005 Roberto Somoza Trio – regra de tres Músicos: Roberto Somoza (saxos), Alfonso Morán, (contrabajo), Andrés Rivas (batería) Composiciones: Experimento 05:28 Seminola 05:35 Very Metal 06:08 Mar de fondo 06:29 Coktail, cottontail 04:35 Doble tempo 04:33 NPI 05:07 Regra de tres 07:43 Parada 12 06:03 Para un neno 03:10 Editado en 2004 por Xingra. http://www.xingra.com Comentario: Álbum de debut de este saxofonista gallego definido por su propia compañía, para la que graba como el saxofonista gallego por excelencia. El también gallego Baldo Martínez ha comentado lo siguiente sobre este Regra de tres:”Es un trabajo muy digno”. Un trío que funciona como tal, como un combo, y no como una suma de individualidades; una regla de tres con resultado correcto. Un trío que recuerda a los americanos Matt Renzi, Jimmy Weinstein y Masa Kamaguchi, en instrumentación y formación e incluso en filosofía a la hora de componer y tocar. Ambos tríos son de moderno jazz-cool; si bien es verdad que ambos con una personalidad sobrada. Roberto Somoza, es un saxo seco, áspero, repetitivo, sincopado y de excelente técnica a la hora de tocar, componiendo la gran mayoría de los temas que forman este disco a excepción hecha de “Seminola”y “Parada”, del Batería Andrés Rivas. Mar de Fondo recuerda (posiblemente de manera inconsciente) a Ámenábar con su Mar Profundo, precisamente un tema en el que el saxo se muestra quejumbroso y lastimero. Regra de Tres comienza con la introducción del contrabajo de Alfonso Morán, de buena técnica individual y contundente pegada que va dando paso a la sutil batería y al soprano de Somoza constituyendo uno de los temas mas agradecidos del disco. Desde aquí animo a R.Somoza a seguir en esta línea de honestidad y creatividad. Enrique Farelo Músicos: Marcelino Galán
(guitarra), Raynald Colom (trompeta y fliscornio), Raynald Colom Temas: 1.-Pombo 06:12 2.-Bolas, pa!
05:37 3.-Amapolas 05:20 4.-Roho 04:51 5.-Singulino mascular 04:05 6.-Chaval
(A.K.A levas ole) 06:17 7.-Inés Ruge 5:18 8.-Bi 03:53 9.-Mókina
06:06 10.-El Zorro 05:38 11.-Tabasco 05:13 Comentario: No cabe duda que desde que surgiera el jazz hace ya más de un siglo, a nadie se le pudiera pasar por la cabeza que éste se internacionalizara de la manera que lo está hoy día; tal es así que hasta Galicia tiene su propio sello con mayoría de integrantes autóctonos. Y este es el caso del guitarrista Marcelino Galán, que con este primer disco nos muestra que el jazz no es una música de negros americanos, sino que es un arte universal. Músico de corte clásico actualizado, ha estudiado en el Taller de Music de Barcelona, I.C.N.P. y en Berklee Collage of Boston. Para la ocasión M.Galán ha seleccionado
al trompetista de origen francés afincado en Cataluña
Raynald Colom y al también catalán Marc Ayza (Deejah-Satchmo.-jazz-2004),
cerrando el grupo con el también gallego X. M. Antelo el bajo. Un disco sencillo que no se adentra en caminos sinuosos, sincero y directo a primera escucha, bello en sí mismo, sobre todo en Chaval (A.K.A levas ole): una balada con mucho “feeling” que personalmente me recuerda al disco de Paul Gonsalves.-Cleopatra del 63. Un disco, Roho, que termina con una pequeña sorpresa en forma de tema no reflejado en el disco de apenas unos segundos a ritmo de bolero. Enrique Farelo Thelonious Monk - Monk In Paris: Live At The Olympia & Monk In Oslo (DVD) / Monk 'Round The World & Monk In London (DVD)
Monk In Paris: Rhythm-A-Ning, Body And
Soul, I Mean You, April In Paris, Well You Needn't, Bright Mississippi,
Epistrophy Monk 'Round The World: Epistrophy, Blue
Monk, Ruby My Dear, Rhythm A Ning, Bemsha Swing, Hackensack, Epistrophy
(closing theme) Distribuídos por Hyena Records http://www.hyenarecords.com Comentario: No hay duda alguna sobre la categoría de Thelonious Monk como uno de los pianistas fundamentales en la historia del jazz. Con una carrera que discurrió paralela a varias revoluciones en la historia del jazz, su discografía oficial se encuentra muy bien documentada fundamentalmente en los sellos Blue Note (a pesar de estar resumida en un par de compactos), Riverside, Prestige y Columbia, siendo estos tres sellos en donde grabó el grueso de sus obras. Estas grabaciones oficiales han sido acompañado a lo largo del tiempo por la edición de diversas grabaciones piratas, que con mayor o menor calidad tanto sonora como artístico-musical, resultan el complemento ideal para incrementar las discotecas particulares y satisfacer el interés de los aficionados (que los hay y muchos) a la obra de este pianista. Por tanto no es de extrañar que así como sucede en otros casos (Sue Mingus, Alice Coltrane o Celia Powell por ejemplo) los herederos de su legado tomen cartas en este asunto y que de su mano unas grabaciones en principio privadas pasen a ser editadas oficialmente. En el caso de Monk, su hijo T.S.Monk Jr. creó hace unos años Thelonious Records para publicar todo este tipo de material. Y la pregunta que puede surgir ante la legalización de este material es: ¿realmente merecen la pena a estas alturas estas reediciones? A tenor de lo escuchado y sobre todo por lo visto en estas dos grabaciones, la respuesta es un sí rotundo y claro para propuestas de este gran nivel. El directo en el Olympia parisino es un gran concierto, con un grupo perfectamente engrasado y que funciona a la perfección trabajando sobre los clásicos del músico. Como curiosidades incorpora como interludios entre los temas propios unas breves lecturas por parte del pianista de sendos standards (April In Paris, Body & Soul). La grabación es notable, a pesar de algún despiste momentáneo y los problemas que aparecen en el inicio de Well You Needn't con el contrabajo que hacen escuchar a Monk trabajando rítmicamente en apoyo de Charlie Rouse en su solo. En Monk 'Round The World a pesar de que las grabaciones pertenecen a un periodo amplio (tres años) y en su ejecución participan tres rítmicas diferentes (el saxofonista Charlie Rouse aparece en todas las selecciones) su nivel creativo y calidad sonora vuelven a ser sobresalientes (las ventajas de poder hacer una selección, obviamente). Si a lo comentado (que ya tiene el suficiente atractivo "per se") se añade que los compactos vienen acompañados por sendos dvds que permiten disfrutar de la visión de los músicos en acción en grabaciones de una calidad notable y en glorioso blanco y negro, documentando una actuación en directo para una televisión noruega y otra en el mítico Marquee londinense, y que están disponibles a un buen precio, permiten concluir esta reseña afirmando que hay motivos más que sobrados para que estas obras tengan un atractivo no sólo para los fans de Monk sino para cualquier aficionado al jazz. José Francisco Tapiz Dexter Gordon - The Complete Prestige Recordings
Temas: Músicos: Dexter Gordon (saxo
tenor) Comentario: El sello Prestige continúa explotando su basto legado con la edición de integrales dedicadas a algunos de los grandes del jazz que allí grabaron. En esta ocasión el maestro del saxo tenor Dexter Gordon (una figura fundamental en la historia del jazz) es el elegido con una integral que a lo largo de 85 temas repartidos en once compactos recoge catorce grabaciones a nombre de este músico, así como algunos temas aparecidos en otras grabaciones. Discográficamente la carrera de Dexter Gordon se encuentra dividida en cuatro grandes bloques: se inicia en los años 60 en el mítico Blue Note, siendo esta quizás la parte más famosa y conocida. Prestige recoge las grabaciones desde finales de los 60 hasta principios de los años 70. A continuación hay un espacio en el sello europeo Steeplechase y mediada esta década su trabajo se encuentra documentado en el sello CBS/Columbia. En cuanto a esta integral, el primer tema corresponde
a una grabación de 1950, aparecida en un directo editado a nombre
del saxofonista Wardell Grey, en dónde podemos escuchar una versión
del famosísimo Move, tema habitual en las jam sessions. Tras estas tres primeras referencias, se entra en la parte fundamental de esta obra, que ocupa casi por completo diez de los once compactos y está ubicada temporalmente en grabaciones pertenecientes al período 1969-1973. Aquí el músico aparece en plena madurez, buscando en algún momento nuevas formas de expresión musical, inmerso en una época especialmente convulsa históricamente dentro del desarrollo del Jazz. Las dos primeras grabaciones son Tower of power y More power! del año 1969, en formato de cuarteto y quinteto, acompañado para esta formación a los saxos por el a su vez flautista James Moody. Estas son dos grabaciones muy interesantes en las que destacan Montmartre, tema hard-bop con bases funkies, la versión de ese precioso tema histórico de Tadd Dameron de título Lady Bird (despacito, con esa suavidad marca de la casa), Boston Bernie (basado en el clásico All The Things You Are), un acercamiento a A.C.Jobim en forma de Meditation o el animado hard-bop de Fried Bananas. Apenas un mes después de esta sesión y grabados en directo en mayo de 1969 están los dos directos de subtítulo Live at the Left Bank, en cuarteto y acompañado por Bobby Timmons al piano, Victor Gaskin y Percy Brice. A pesar de que el sonido del piano en estos discos en directo no es todo lo perfecto que pudiera llegar a ser, resulta un placer escuchar a Bobby Timmons (conocido por ser pianista de los Jazz Messengers de Art Blakey y autor de un himno como Moanin') y sus raíces en el blues y el rhythm'n'blues en temas com Blues Up And Down , Broadway, Boston Bernie (de nuevo) o una versión de más de veinte minutos del monkiano Rhythm-A-Ning. Un complemento perfecto para el sonido de Gordon. La siguiente grabación nos lleva a un directo a su nombre y el del pianista Junior Mance en el festival de Montreaux en junio de 1970. Allí nos encontramos con el tema que dará título a su siguiente disco interpretado en directo y que de algún modo no cuadra con el resto del repertorio. Allí aparece de nuevo Rhythn-A-Ning (a toda velocidad y en dónde todos los músicos hacen una más que notable versión) y el tema de Thelonious Blue Monk con un toque bluesy y un precioso solo de contrabajo. Como no podía faltar en todo disco de Gordon se puede disfrutar con la correspondiente balada: en este caso es el turno de Body And Soul. También hay lugar para otra versión: Sophisticated Lady en dónde el piano suena más que ellingtoniano, monkiano. Completando el repertorio un tema propio de Gordon: Fried Bananas, bonito tema como se ha comentado con anterioridad. The Panther, grabado en estudio el 7 de julio de 1970 nos trae nuevamente a Gordon en cuarteto acompañado por Tommy Flanagan. Aquí retoma parte del repertorio aparecido en su directo en Montreaux. The Panther aquí abre la sesión y adquiere un carácter elegante y animado. Body And Soul vuelve a aparecer como el vehículo perfecto para el lucimiento del saxofonista. Valse Robin es un precioso tema ¿adivinan a ritmo de qué? The Chase, está grabado en directo en un solo día con dos formaciones diferentes, en una de las cuales aparece Steve McCall (componente del grupo Air en dónde también participaba el saxofonista, flautista y compositor Henry Threadgill). En ambas grabaciones su partenaire es el saxofonista Gene Ammons. En el repertorio hay temas perfectos para el lucimiento de Gordon y compañía: desde una medley de baladas o Polka Dots And Moonbeans, a temas animados como The Chase o Wee Dot perfectos para disfrutar de las evoluciones de ambos saxofonistas. También un tema como Lonesome Lover Blues, con la voz de Vi Redd reclamando soplar a los dossaxofonistas... y a fe que lo hacen y de que modo. Seis temas componían The Jumpin' Blues, grabado en estudio en agosto de 1970, en cuarteto y en dónde Gordon está acompañado al piano por Wynton Kelly, Sam Jones y Roy Brooks. Algún tema propio (Evergreenish), Monk Nuevamente (Rhythn-A-Ning), una versión de For Sentimental Reasons y de nuevo Tadd Dameron, en este caso con If You Could See Me Now (que no falten las baladas y medios tiempos) y otros clásicos como son Raye-De Paul con Star Eyes. Un disco nuevamente a la medida de las capacidades de mister Gordon. Las siguientes grabaciones (Generation, Tangerine y Ça Purange) quizás reunía todos los requisitos para unos grandes discos. Un repertorio consistente en el que sobresalen Days Of Wine And Roses de Mancini, We See (Monk de nuevo), Milestones (el tema de Miles que interpretó en su momento Bird), Airegin (de Sonny Rollins), o The First Time Ever I Saw Your Face. Entre sus compañeros unas formaciones de lujo: Freddie Hubbard a la trompeta y fliscornio, Billy Higgins a la batería y completando el quinteto el pianista Cedar Walton y Buster Williams al contrabajo en una de ellas. En la otra los hermanos Thad y Hank Jones (trompeta y piano) con Stanley Clarke al contrabajo y Louis Hayes a la batería. Como lugar de grabación Englewood Cliffs, NJ y como no podría ser de otro modo todo ello bajo la supervisión de Rudy Van Gelder. Sin embargo y a pesar de estos condicionantes y de no ser unos malos discos el resultado final no termina de tener el brillo que se le podría suponer a priori tanto por el repertorio como por los músicos. Y para finalizar unas grabaciones hechas en 1973, en directo en el Festival de Montreaux. En cuarteto con Hampton Hawes (que toca además del piano el piano eléctrico), Bob Cranshaw y Kenny Clarke se editó Blues à la Suisse. Como en la mayoría de sus discos hay temas animados (Blues A La Suisse, Gingerbread Boy, Secret Love) y las correspondientes baladas (Some Other Spring, Tivoli). El recopilatorio finaliza con `Treux Bleu en 17 minutos y para un formación ex-profeso para el festival: Gene Ammons, Cannonball Adderley, NAt Adderley, Hampton Hawes, Bob Cranshaw, Kenny Clarke y Kenneth Nash. Si todo ello se completa con una magnífica presentación (la foto de portada de Jan Persson es magnífica cuando menos), el correspondiente material inédito (atractivo para los fans del saxofonista) y un magnífico libreto con un análisis pormenorizado de las distintas sesiones, el resultado final es más que notable. Una integral, en definitiva, recomendable no sólo para los fans de Dexter Gordon. José Francisco Tapiz |