MAL
WALDRON & STEVE LACY
CD1
CD2
CD3
CD4
Duración total: 4h21’42” Musicos:
Grabado en Dreher, París. 10(a), 13(b), 14 (c) y
15(d) de agosto de 1981. Comentario: El cuádruple compacto "Live At Dreher Paris 1981" recoge parte de las actuaciones en directo que Steve Lacy y Mal Waldron llevaron a cabo en París en agosto de 1981. El sello hatOLOGY recupera un material descatalogado que estuvo editado en su día en forma de sendos compactos dobles a nombre de Steve Lacy ("Live At Dreher, Paris 1981: Round Midnight, Vol. 1") y de Mal Waldron ("Live at Dreher, Paris 1981: The Peak, Vol. 2") Los puntos de contacto de ambos músicos vienen de lejos.
Discográficamente hablando comienzan en 1958 con la grabación de "Reflections"
(Prestige) a nombre del saxofonista y donde se enfrentaban en formato de
cuarteto a un repertorio enteramente compuesto por Thelonious Monk.
Este genial pianista es otro de los puntos de contacto de ambos músicos.
Su modo de entender la interpretación al piano es una clara influencia en
Mal Waldron. Por otra parte su legado tiene en Steve
Lacy a uno de los más geniales recreadores. El saxofonista ha
sabido crear un universo propio a partir de la obra de esta gran figura
del jazz (1) No debiera extrañar por tanto que en el directo aquí
comentado casi la mitad de las composiciones pertenezcan a Thelonious
Monk. El exilio en Europa en los años 60 es también una
coincidencia en sus carreras, aunque no fue hasta 1971 cuando coincidieron
nuevamente en un estudio para grabar "Journey Without End"
en formato de cuarteto. A partir de aquí comienza un período de
colaboración entre ambos en discos tanto a nombre del pianista ("Hard
Talk"
1974, "One-Upsmanship"
1977, "Moods"
1978 todos ellos en Enja) como del saxofonista ("Steve Lacy"
America, 1972). Estos precedentes debieran poner sobre aviso acerca de la música que a lo largo de casi cuatro horas y media atesoran estas 23 composiciones/recreaciones. Compuestas a trío, a las citadas composiciones de Monk (9) se añaden 8 de Steve Lacy y 6 más a nombre de Mal Waldron. Partiendo del entendimiento total y complementación que se produce entre ambos músicos a lo largo de toda la grabación, el directo sirve para constatar de forma práctica que un grupo (y este dúo lo es) es mucho más que la suma de sus individualidades. Sin duda se puede afirmar que esta es una joya discográfica. En otros lugares, aficionados a repartir premios según categorías, esta grabación sería una apuesta clara a ganador de la reedición del año 2003. Ambos músicos demuestran un gran conocimiento del lenguaje jazzístico. Usualmente alineado en la corriente post-bop, pudiera sorprender que Mal Waldron no tuviera problema alguno para trabajar con un saxofonista entroncado en el free y la improvisación. No es sin embargo una sorpresa sino el fruto de la perfecta complementación, entendimiento y disfrute en el directo de ambos músicos. A lo largo de la grabación el pianista trabaja con elementos que traen a la memoria del escuchante ecos de la música clásica europea (principios del Siglo XX), del blues o de clásicos como Bill Evans o Scott Joplin, así como de Thelonious Monk, obviamente. Musicalmente es una maravilla observar la evolución de ambos maestros a través del repertorio de Thelonious Monk. Apenas dos esbozos de la melodía original abriendo y cerrando el tema sirven para que ambos se lancen a improvisar magníficamente en la recreación de "Well You Needn’t" (por señalar un tema en concreto). En la tercera de las versiones de "Round Midnight" el perfecto entendimiento entre ambos toma cuerpo a través de un paulatino y simultáneo cambio de ritmo conjunto: ¡sincronización!. Las dos primeras versiones de este tema sirven para plantear la forma de entender y de sugerir este clásico por parte de ambos músicos (Steve Lacy en la primera versión, Mal Waldron en la segunda) a un compañero/colega de directo. Un último apunte: la versión de "Let’s Call This" muestra una magnífica forma de la adaptación de ambos músicos al trabajo conjunto. Con una interacción mayúscula, que trabaja a partir de estilos supuestamente contrapuestos. Del repertorio propio, "Snake Out" (Waldron), "Bone" (Lacy) o la extensa "Hooray For Herbie" resultan magníficos ejemplos. Se recomienda la escucha atenta y repetida del trabajo de estos dos maestros: sucesivamente surgen nuevos y fascinantes detalles que enriquecen su contenido. Para finalizar señalaré un aspecto tan prosaico como el económico, el cual no es ajeno a la realidad musical. Si a pesar de lo reseñado anteriormente alguien dudase acerca de su adquisición, indicarle que la, al parecer, nueva política de precios del sello hatOLOGY, poniendo esta grabación a precio de disco doble, no debiera sino despejar las duda definitivamente. Esperemos que sigan por este camino con la próxima reedición (finales de 2004) de las grabaciones de Anthony Braxton en Cuarteto en Willisau de 1991. Otra obra maestra que merece estar a disposición de los aficionados a la improvisación.
José
Francisco Tapiz
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