No
deja de ser paradójico aplicarle el término cool a una música tan cálida y
acogedora como la que brota de las mentes lúcidas de este quinteto all-stars. Lo
que no es de extrañar es que la nouvelle vague francesa adoptara su sonido para
engrasar una nueva estética rompedora de arquetipos y telas de araña, pues ambas
tendencias artísticas comparten un sudor asfáltico en exquisito blanco y negro.
Éste, el primer largo de Miles Davis para el sello Columbia, señala el inicio de
una impresionante producción para la casa cuya culminación tuvo lugar en 1959
con Kind Of Blue, grabación que efectivamente apuntaló las bases de un jazz
desconocido hasta la fecha.
John Coltrane (saxo tenor), Red Garland (piano), Paul Chambers (bajo) y
Philly Joe Jones (batería) son los cómplices de este acto creativo irrepetible.
Comenzando con ‘Round Midnight, la rebautizada balada bebop escrita por
Thelonius Monk junto a Cootie Williams y Bernie Hanighen. El tono característico
de Miles tan suave y limado, tan brillante e íntimo acaricia la melodía original
dándole pequeñas vueltas como un amante gentil, lúcido y templado. Coltrane
divaga melancólico por bosques más tupidos en respuesta al susurro de la
trompeta. Le sigue Ah-Leu-Che, una pieza neoyorquina del gran Charlie Parker que
el quinteto recupera para darle un nuevo matiz Costa Oeste. Inagotables Chambers
y Jones llevando la rítmica sin titubeos y en perfecta comunión. En All Of You
el grupo suelta el acelerador y se pone en plan reflexivo, atrapando mariposas
con cada compás. Red Garland mueve los dedos inquieto en un solo optimista a
caballo entre las escapadas fugaces de Coltrane y la ensoñación de Miles. Y es
el propio Garland quien introduce Bye Bye Blackbird con esos vaivenes típicos de
Erroll Garner hasta que, tras la presentación del tema, entra un solo de Miles
(con su habitual proximidad al micrófono) soplando unas frases sembradas de
ingenio y colorido.
El tema de Tadd Dameron Tadd’s Delight es otra muestra de la cohesión de la
banda y de su alto grado de compenetración. John Coltrane, especialmente
inspirado, nos cuenta algo en su hermoso lenguaje con un tono agridulce y
blusero. La última pieza Dear Old Stockholm –tema tradicional con arreglos de
Stan Getz- cierra con un tempo desenfadado y relajado de casi ocho minutos
durante los cuales Paul Chambers tiene la oportunidad de lucir su buen hacer con
las cuerdas en un solo memorable tras el que Coltrane y Miles expulsan
auténticas declaraciones de amor por el jazz, sellando así su obra maestra.
La reedición se completa con Two Bass Hit, de corte bebop tradicional; Little
Melonae, un medio tiempo compuesto por Jackie McLean en el que destaca el solo
de piano de marcado acento Tristano; Budo (Miles-Bud Powell) un tema ya
interpretado desde los tiempos de Birth of The Cool ahora más veloz y espacioso;
y para finalizar con los regalitos, Sweet Sue, Just You, que recrea (en un
acercamiento semi-tradicional) el tema ofrecido en un show televisivo de Leonard
Bernstein como ejemplo de lo que era el jazz moderno que, según palabras del
propio Bernstein, bien podría decirse es el verdadero comienzo de la música
americana respetable y seria. Desde luego, lo que ocurre en este disco no ocurre
todos los días.
José Alberto Valverde
http://www.interferencias21.tk
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