Abe Rábade acaba de publicar Open Doors (Karonte),
segundo trabajo de su GHU! Project, en este caso en septeto,
acompañado entre otros por Perico Sambeat, Jesús
Santandreu o Alan Ferber. El pianista gallego mantuvo una
charla distendida con Sergio Cabanillas en su programa radiofónico
Universos Paralelos (Onda Verde Madrid, 107.9 FM) el pasado
5 de junio de 2008. Enrique Farelo y Carlos Lara se unieron
a la conversación.
SERGIO CABANILLAS: En estos cinco años
de lapso, ¿qué cambios ha habido en el concepto
de lo que iba a ser inicialmente GHU! Project, aparte de las
nuevas incorporaciones a la formación, tanto en la
sección rítmica como en los metales?
ABE RÁBADE: GHU! Project básicamente
es la misma idea que en el primer volumen: el trío
de base, que es el motor de mi forma de trabajar desde siempre,
en este caso con Nelson [Cascais] y con Bruno [Pedroso], que
es el trío estable que tengo ahora mismo y que espero
dé varios frutos en el futuro, porque creo que he encontrado
en él un cierto equilibrio después de un trío
que duró tres discos y cinco años de intenso
trabajo con Paco Charlín y Ramón Ángel.
El concepto sigue siendo el mismo: depositar confianza en
solistas, que en este caso son cuatro, en el otro disco eran
dos ampliables a tres con la guitarra de Michel González;
al ser septeto y tener todo ese poderío en el metal,
la manera de componer también cambia, es decir, abres
más los temas.
SERGIO CABANILLAS: Además, la formación
ha crecido.
ABE RÁBADE: Es un formato que a veces
está lindando con la big band, porque puedes
escribir contrapunto y puedes hacer desarrollos con los vientos
divididos en dos planos, con los saxos haciendo una melodía,
la trompeta y el trombón contestando, la sección
con otra línea... es una banda más grande. Y
desde luego, lo que prima aquí –y es algo que
me encanta que suceda– es que si uno escucha el disco
y no sabe que es mío, no hay un líder nato en
lo que a instrumentos se refiere. A nivel de composición
y arreglo creo que sí, pero yo no he querido hacer
un disco en el que el piano estuviese encima de todos los
instrumentos porque no es esa la idea, la idea del GHU! Project
consiste en compartir amablemente tu música con gente
que se reparte el protagonismo a partes iguales.
SERGIO CABANILLAS: En cuanto a contenidos, casi
se puede calificar de “sinfónico”...
ABE RÁBADE: Sí, es una diferencia
importante. El disco está concebido como una pieza
de principio a final con interludios que enlazan cada uno
de los temas. Es un poco arriesgado hacer eso, porque no hay
pausa, pero creí que quedaba lo suficientemente contenido
y equilibrado por el hecho de que es un solo instrumento el
que se queda entre tema y tema, y es una textura lo suficientemente
relajada como para que no sea cansino, aunque no haya espacio
por medio.
SERGIO CABANILLAS: En relación al primer
volumen, también me resulta algo más introspectivo,
más maduro, más reposado, aparte del gran trabajo
de arreglo invertido.
ABE RÁBADE: Sí, tiene otro tipo
de nervio, tal vez menos inmediato, menos visceral, y eso
es totalmente voluntario. Quise hacer este disco.
SERGIO CABANILLAS: Tal vez haya menos que demostrar...
ABE RÁBADE: Puede ser eso, supongo que
es una lectura normal que hacer. Yo no lo pienso tanto así
como que realmente es demostrar otras cosas. Uno tampoco hace
las cosas para demostrar, hace música porque la siente...
SERGIO CABANILLAS: Evidentemente, me refiero
al comienzo de la carrera discográfica, inicio de la
relación con Karonte...
ABE RÁBADE: Lo sé, casi lo haces
inconscientemente. Supongo que será la edad [risas],
no sé... o la evolución de uno con la música.
Lo que sí es verdad es que puede que sea –hablabas
antes del disco introspectivo– el disco más personal
que tengo, seguido de cerca por el anterior, el disco a trío,
el disco de las fotos. Y eso se refleja mucho en los títulos:
el primer tema [Campo Da Estrela] está dedicado a mi
ciudad, hay un tema dedicado a mi pareja [Iria], un tema dedicado
a mi hermana [Cebreiro], un tema dedicado a la catástrofe
del Prestige en Galicia en 2003 [Prestige]... es decir, una
serie de cosas que equivalen un poco a desnudarse, son cosas
importantes en mi vida y es un ejercicio de sinceridad también,
por eso y por el propio contenido de los temas, creo que no
hay ni una concesión a lo pirotécnico, y si
lo he logrado, estoy contento.
SERGIO CABANILLAS: Paradójicamente, hablamos
de un disco introspectivo... ¡a septeto!
ABE RÁBADE: [risas] Claro. También
piensas mucho con quién puedes contar para hacer algo
así, y habiendo buenísimos músicos, este
disco podría estar grabado con muchísima otra
gente, pero también es importante esa suma de personalidades
a quienes tengo que agradecer que se hayan introducido tan
bien en el concepto del disco, que no es fácil. Eso
es química, y para mí es un orgullo y un honor
tener a Alan Ferber en el trombón, a Perico Sambeat
en el saxo alto, a Jesús [Santandreu] y a Chris [Kase]
que repiten experiencia, y una sección rítmica
imprescindible para poder hacer este disco. Aprovecho también
para decir respecto a esto último que el anterior [Playing
On Light] lo considero un disco de transición
en la búsqueda. En éste último hay mucho
menos swing, por ejemplo, y en el otro disco creo
que se apunta a ciertos colores y ciertos tintes que tiene
el nuevo, pero el trío no está equilibrado.
Es una crítica fuerte que estoy haciendo a mi propio
disco, pero lo creo así, y en este último trabajo
por fin creo que, por Bruno, por Nelson y por el trabajo en
esta nueva estética que intento llevar, se ha conseguido,
y por eso también me siento feliz de la vida.
SERGIO CABANILLAS: La base rítmica se
ha asentado y podemos decir que los dos nuevos solistas son
la guinda del pastel: Alan Ferber –tal vez no tan conocido
aquí, sólo decir que es el hermano del batería
Mark Ferber–, y qué decir de Perico [Sambeat],
una colaboración largo tiempo esperada.
ABE RÁBADE: Sí, como decimos en
gallego “non foi sem tempo”, no fue sin tiempo,
porque en 2004, cuando yo hice un experimento con las Cantigas
de Alfonso X El Sabio y otras cantigas medievales, yo ya quería
que Perico hubiese presentado aquel proyecto, y no pudo ser
por cuestiones de fechas. Tardó, lo bueno siempre se
hace esperar. Ha sido un verdadero placer, y espero conseguir
cuantos más directos mejor precisamente para disfrutar
de esa creatividad a raudales que tiene esta gente en las
manos, es increíble, y eso siempre trae beneficios
futuros.
CARLOS LARA: Determinados músicos gallegos
como Baldo Martínez han querido enfatizar su unión
con Portugal. Por tu relación con los músicos
portugueses y lo que te aporta –además de haber
grabado varios discos allí–, podemos considerarte
divulgador del trabajo de los grandes músicos de jazz
que hay en el país vecino, un aspecto sobre el que
hay gran desconocimiento.
ABE RÁBADE: En este tema tienes toda
la razón. Fijate que desde Galicia, llegar al estudio
de grabación –anteriormente M.B. [de Mario Barreiros]
Estudios, que ahora se llama Boom Estudios– me lleva
dos horas. Parece imposible que no se sepa nada de un país
que está a tan poca distancia, cuando además
en Lisboa, que es donde más se mueve el jazz, hay músicos
alucinantes, de primerísima fila como Bernardo Moreira,
Alex Frazao, Mario Laginha, Bernardo Sassetti, Andrés
Fernandes, Nuno Ferreira, Carlos Vica... muchísima
gente y de todo tipo de instrumentos, incluso hay algo muy
curioso que sucede en el jazz portugués, y es que la
crítica en general es muy abierta y prácticamente
lo que más demanda es free jazz, algo muy
curioso porque no suele pasar. En este país, desde
luego no pasa. Si editas un disco como éste y no tiene
un par de ribetes flamencos, te preguntan qué haces
grabando jazz en en España, y yo les digo ”soy
de Santiago de Compostela”... No tiene mucho sentido
y es un terreno algo farragoso, pero lo que no tiene perdón
es que tengamos ese desconocimiento del país vecino
cuando realmente está haciendo un jazz de primerísima
y tiene sellos excelentes como Clean Feed, por ejemplo, y
otras muchas apuestas discográficas. A este respecto,
por parte del Seminario Permanente de Jazz de Pontevedra que,
junto a Paco Charlín y Luis Carballo, dirijo, hay un
interés en ese intercambio y me consta que Carlos Barretto
estuvo viviendo en Madrid hasta hace poco y luego volvió
a Portugal, y que Mario Barreiros, batería y productor
de primera, está viviendo en Madrid ahora.
CARLOS LARA: La incorporación de los
portugueses Bruno Pedroso y Nelson Cascais, ¿fue intencionada?
ABE RÁBADE: No, no fue algo forzado en
mi caso, fue bastante casual. De hecho yo conocí a
Bruno en Finlandia, ni siquiera le conocí en Lisboa
o en Galicia. Le conocí en Finlandia, me gustó
mucho cómo tocaba y por casualidades de la vida vino
a hacer alguna sustitución con el trío, y cuando
el primer trío se empezó a disgregar fue la
primera persona en la que pensé. De repente, aquello
cambia, va cogiendo un empaque específico, empeza a
haber dudas por el tipo de temas que uno está planteando,
y al final se llega a este entente con Nelson Cascais, que
además lleva tocando con Bruno muchísimos años,
y eso también garantiza algo que para mí es
muy importante: que la gente que toca se conozca, para que
puedas invitar a cuatro solistas encima y que el disco suene
compacto, si no es imposible.
SERGIO CABANILLAS: Además, esa experiencia
conjunta de Bruno y Nelson viene de su trabajo continuado
como base rítmica de la casa del Hot Clube de Lisboa.
ABE RÁBADE: Claro. No sé si sabéis
además que Perico acaba de grabar con ellos un disco
con André Fernandes a la guitarra y en algunos temas
Jesse Chandler al órgano, y es un discazo, estad muy
atentos cuando se edite. Nelson acaba de editar un disco a
quinteto, Perico está con un disco de big band...
ENRIQUE FARELO: Hablando del panorama en Galicia,
quería preguntarte por un grupo gallego llamado Sumrrá
y su pianista, Manuel Gutiérrez.
ABE RÁBADE: Somos muy amigos, Manolo
y yo, desde hace mucho tiempo. Hablamos de gente que conozco
muchísimo, hablamos de Luis Alberto Rodríguez,
que estuvo en mi trío cuatro o cinco meses, antes de
que viniese Ramón Ángel Rey de Boston. Desde
que llegué de Estados Unidos en el año 2000
hasta que Ramón volvió para ir al concurso de
Getxo yo estuve tocando con Luis Alberto. A Xacobe le dí
clases durante tres años en Estudio Escola de Música
en Santiago y vino al Seminario Permanente de Jazz de Pontevedra
durante un año. El grupo va por su tercer disco, y
es una gente con la que yo tengo una especial relación
en el ámbito personal, gente con la que hablo mucho
de piano y de jazz. Es un grupo cuyo sonido –es difícil
ponerle adjetivos al sonido– yo definiría por
eliminación; no tienen las miradas puestas en el jazz
americano para nada...
ENRIQUE FARELO: Podríamos definirlo como
más cercano a Esbjörn Svensson...
ABE RÁBADE: Por ahí van los tiros.
Además, me consta que hacen profunda investigación
sonora, ensayan mucho, y se lo plantean como una búsqueda
conceptual. Desde mi punto de vista como oyente, a veces me
falta un poco de contraste, y esto es una manía mía,
casi podemos calificarlo como un defecto. Incluso en este
disco, en Open Doors, sucede que, aunque priman los
tempos medios hay contraste, está ”Get Off My
Back”, el quinto tema, que es muy rápido, y un
“Inner Urge” al final... yo a veces echo de menos
ciertos ingredientes que equilibren los discos de Sumrrá,
pero esto es muy opinable, es mi impresión personal,
y nada malo puedo decir, porque además es gente a la
que tengo muchísimo aprecio en lo personal y en lo
profesional.
ENRIQUE FARELO: ¿Puede suponer este disco
de cara al futuro un paso previo a formar una big band
sobre el trío de base?
ABE RÁBADE: Lo tengo pensado desde hace
tiempo, y de hecho tengo los temas prácticamente terminados.
Yo quiero hacer un disco de big band, pero no será
el próximo. El siguiente será de nuevo un disco
a trío –acabé los temas ayer, en casa
de mi manager hasta las cinco de la mañana–
y me apetece muchísimo hacerlo, después de una
experiencia como ésta, con banda grande, con dificultades
a la hora de poder sacarle el máximo jugo en directo.
Es muy difícil de mover, aunque esos obstáculos
te hacen crecer y enfrentarte a una realidad cruda: ¿dónde
meto yo un septeto? Lo vas consiguiendo, pero lleva mucho
trabajo. El hecho de volver al formato en trío no es
sólo por estas razones logísticas, sino porque
también me lo pide el cuerpo, un disco donde el piano
sea más protagonista, donde haya un sonido más
centrado, más dirigido, ese esquema clásico
pero tan efectivo, creo que nunca me cansaré de él.
Respecto al proyecto de big band, lo tenemos en mente
Jesús y yo al cincuenta por ciento de colaboración
en cuanto a las composiciones a aportar, producirlo entre
los dos, montar la banda entre los dos entre Valencia y Galicia,
hacer algo especial con invitados, y muchas ganas... pero
eso sí que va a ser un trabajo muy difícil.
CARLOS LARA: Otro aspecto que quería
tocar es tu experiencia como arreglista, compositor, productor,
pianista... eres el hombre orquesta (risas) .
ABE RÁBADE: Yo creo que está todo
relacionado. Precisamente este sábado me voy a producir
el segundo disco de Jesús Santandreu –y no toco
en él–, y estoy muy orgulloso de que él
haya contado conmigo para hacer este trabajo. Respeto muchísimo
la labor como compositor y como instrumentista de Jesús,
lo admiro un montón. La verdad es que va a ser un trabajo
intenso pero del que daremos buena cuenta, porque los temas
son increíbles. Jesús quedó bastante
impactado por la forma en que hicimos este Open Doors
por los recursos técnicos, el estudio de Oporto, la
manera en que mezclamos con Mario Barreiros, la masterización
con Álvaro [Balaña]... es algo que llega a contagiar
y él vio las posibilidades en la técnica y le
agradezco profundamente que haya contado conmigo en el plano
musical en una producción artística con todas
las consecuencias, entrando en los temas y opinando de forma
seria, lo que es delicado. Es algo que me va a sentar estupendamente
hacer y una experiencia nueva. Respecto a eso, y relacionado
con la pregunta, siempre tengo un dedo en algo nuevo que no
sé hacer para aprender. Por ejemplo, ahora estoy tocando
el saxo, y es horrible escucharme, pero sigo ahí...
en la batería creo que ya no es tan horrible escucharme.
Creo que el aprendizaje es fundamental, y no solamente en
la música, en la vida también. Aprender a hacer
algo nuevo y verse limitado, incapaz de hacer algo, es bueno,
porque llegas a hacerlo con el trabajo, la voluntad y un poco
de práctica, te sientes vivo. Sería muy aburrido
que supieses que tus habilidades son como un teleférico
que te va a llevar hasta el final de tus días, sería
aburridísimo, yo no querría vivir en esas condiciones.
Uno quiere vivir para sentirse bien, mal, frustrado, enrabietado,
jubiloso... y el título del disco viene por ahí,
que las puertas deben de estar abiertas a todo lo que venga,
y uno debería poner la mejor cara posible, y a veces
lo que viene son desgracias, pero la vida es eso: cosas buenas,
buenísimas, malas, malísimas, desdeñosas,
regulares... pero uno lo que no puede es utilizar la técnica
del avestruz ni la del altivo más altivo, estar un
poco en el medio, capeando el temporal cuando hay que hacerlo
y sintiéndose bien cuando llega el momento.
ENRIQUE FARELO: Esa es una idea muy budista,
y leyendo las frases del libreto del disco saco la conclusión
de que entiendes este proyecto como un viaje iniciático.
ABE RÁBADE: Sí, algo así.
Es la primera vez que me lo dicen, y lo cierto es que me gusta
esa definición. Un viaje iniciático a renunciar
a cosas, a renunciar al dogmatismo, por ejemplo, en lo que
se refiere a estilos y a propuestas de parte de los músicos,
de tu propia experiencia, poder captar ideas de otras grabaciones,
de otras épocas, de otros estilos musicales incluso,
¿por qué no experimentar con esto? Quitar las
barreras del ”esto es jazz, y tiene que ser la cosa
más sacrosantamente ortodoxa del mundo”. Yo creo
que a estas alturas de mi vida estoy convencido de que eso
no es lo que me pide el cuerpo, me pide que, estando asentado
sobre unas bases –creo que hay que saber tocar un blues
en fa, saberlo swingar, saber lo que es el jazz,
aunque suene a lo que estoy intentando renunciar– avanzar,
no retoceder, y en eso influen muchas cosas, como la experiencia
que tuve con Nordestinas con dos cantantes y piano solo, dos
mujeres que conocen el repertorio tradicional de Galicia –que
es la música de mi tierra– y que lo dejen en
tus manos para arreglarlo y ver cómo es a nivel vocal
e instrumental, eso te empapa, sacas muchas lecciones de ello
e impregna tu jazz instrumental. Eso es lo bonito, renunciar
al dogma y reciclar muchas cosas: composiciones del pasado
–en este disco hay temas del ’97 y del ‘98–
arreglados para septeto. Sí, viaje iniciático,
y desde el punto de vista del compromiso personal con lo que
uno hace también. Yo creo que hay que ser sincero,
no se puede mentir. No puedes aspirar a no mentir al público
si al primero que te mientes es a ti mismo. Tienes que hacer
la música que sientes, la música que crees que
en ese momento es la más sincera para contigo mismo,
porque creo que le llegará a la gente de esa misma
forma.
ENRIQUE FARELO: Esa parte del camino también
se recorre con artistas como Deli Sánchez, autor de
las pinturas que ilustran el libreto y la portada, algo digno
de conocerse.
ABE RÁBADE: Y eso que las acuarelas no
son la faceta más fuerte de Deli. Se comprometió
a ilustrar el disco entero a partir de haber hecho la portada,
vino a la sesión, hizo fotos... en el MySpace
hay un vídeo de Perico boca abajo en una escalera que
está reproducido en el disco... cada foto tiene su
pequeña anécdota. Deli Sánchez es un
pintor autodidacta de Santiago que se formó en Madrid
y volvió a Compostela hace cinco o seis años.
Sobre todo es expresionista, y en los conciertos estará
pintando en el escenario, algo que quiero mantener en los
directos del grupo. Yo quería que el libreto fuera
colorista porque los propios vientos aportan timbres y colores
diferentes, y quería que la propia carpeta del disco
tuviese también eso, que tuviese vida, y también
para escapar del disco anterior que era todo fotografía
y hacer una especie de cómic diferente, algo que también
entre por los ojos, y creo que está gustando bastante.
ENRIQUE FARELO: Explícanos el criterio
empleado para ordenar los temas del disco.
ABE RÁBADE: Creo cada vez más
en que, cada vez que haces un disco, especialmente si es con
cuatro vientos, como en este caso, no se debe dejar al azar.
En líneas generales, en cualquier disco que hago, tiene
que haber un contraste, un balance entre un tema y el siguiente,
es pura lógica. “Campo Da Estrela”, “Inner
Urge” y “Get Off My Back” son los tres temas
rápidos, y están colocados estratégicamente:
uno abre el disco, otro cierra el disco y otro es el quinto,
sería el esqueleto en lo que se refiere a la parte
más acelerada, y el resto de temas tuve dudas respecto
a la colocación de alguno de ellos. Una de las dudas
que llegó hasta el final fue si colocar “Iria”,
el séptimo, en primer lugar o no, porque quizás
es el tema del disco que más me gusta junto con “Campo
Da Estrela”, y por el duelo de saxos, porque el piano
también se queda solo, es un tema con muchos contrastes...
pero al final la introducción de piano de éste
último me decidió a abrirlo así, aunque
es arriesgado abrir un disco a septeto con una introducción
de piano de un minuto y medio largo. Otro factor importante
aparte del tempo es el tono; el primer tema está en
mi menor, el segundo, “Cebreiro”, en do menor.
Si, por ejemplo, hubiera puesto como segundo tema “Open
Doors”, que también está en mi, sabiendo
música o no estás escuchando las mismas vibraciones
constantemente, y ése es un factor de letanía,
por muy buenos que sean ambos temas sería un error
ponerlos juntos. Luego está lo que tu intuición
te dicte, se trata de hacerte una lista sólo con finales
y principios y jugar colocándolos. A veces no sabes
decir por qué no funciona una combinación, en
ocasiones es un misterio. Este próximo fin de semana
con el disco de Jesús es una de las cosas que tenemos
que empezar a perfilar, porque no puedes ir al estudio sabiéndolo,
a no ser que hayas grabado una maqueta o mucho directo con
ese repertorio.
ENRIQUE FARELO: ¿Cómo crees que
quedaría esa introducción de piano del primer
tema con órgano Hammond?
ABE RÁBADE: Creo que lo dices por una
razón, y también viene al caso una anécdota
sobre las casualidades bienvenidas –de ahí también
lo de Open Doors– para que veáis cómo
funcionan éstas cosas. La introducción de piano
fue grabada el último día de estudio. Yo estaba
en el hotel de Oporto viendo la tele la segunda noche, y de
repente me encuentro a Mark Turner dando una master class
y un concierto a saxo solo en Francia, explicando una técnica
que es una de las especialidades de Mark Turner. De repente
ves a Mark Turner diciendo: ”yo mantengo esta nota en
el registro soprano del tenor y lo que hago es armonizarla
de muchas formas diferentes de abajo arriba”, buscando
ese registro extremo que tiene Mark Turner, que son armónicos
por allá arriba y notas honk abajo del todo
del saxo, siempre buscándole un contexto diferente
a aquella nota que mantiene arriba, y pensé: “¿por
qué no hago yo una intro de piano que tenga eso para
el disco?”. Y es ésa intro. Si os fijáis
en ella, lo que hay es ése mismo concepto [canta las
notas]. Yo creo que quizá lo que te ha llamado la atención
es que es que hay una nota que se sostiene, y el piano no
tiene un sustain exagerado, es limitado, pero el
órgano sí lo tiene, y creo que te lo ha evocado
el hecho de mantener esa nota arriba.
ENRIQUE FARELO: También es por esa grandiosidad
que insinúa...
ABE RÁBADE: Sí, si te fijas, cuando
entra la sección rítmica y los vientos, la parte
B del tema intenta ser esplendorosa, porque es ese homenaje
a la ciudad. Ayer estaba pensando para el próximo disco
a trío... no sé si haré otra vez la aventura
del Fender Rhodes, hacer todo el disco acústico,
hacer una concesión eléctrica... no lo tengo
claro aún, y es algo que me estoy planteando.
ENRIQUE FARELO: Hay un pianista alemán
que lo ha hecho, o va a editar disco, se llama Frank Woeste.
ABE RÁBADE: Sí, lo conozco. El
primero fue Bill Evans... The Bill Evans Album...
eso es impresionante, tenía temas en los que acompañaba
la mano izquierda con el piano y haciendo el solo con el Fender
y viceversa, cosas muy arriesgadas para los años
’60... el maestro.
CARLOS LARA: Yo no quiero dejar de mencionar
uno de los temas que incluyes, “Inner Urge”, de
Joe Henderson, uno de mis saxofonistas favoritos, siguiendo
la idea de anteriores discos de introducir una mención
a un clásico.
ABE RÁBADE: Sí, en este caso es
Henderson. Éste es otro de esos arreglos que estaba
hecho desde 1998. Tengo una versión de este tema grabado
en los estudios de Berklee con Santandreu al alto –ni
siquiera al tenor–, con Raynald Colom a la trompeta,
Kendrick Scott a la batería –quien es hoy el
batería de Terence Blanchard– y [Paco] Charlín
al contrabajo. El arreglo es parecido –éste está
más evolucionado–, pero tiene esos acordes aumentados
en la intro, esa exposición del tema en cinco por cuatro
en lugar de cuatro por cuatro... Henderson fue un grandísimo
músico de jazz, infravalorado durante mucho tiempo,
en cierto modo uno se queda con la sensación de que
se le hizo justicia al final de su vida. No hay más
que escuchar producciones como Lush Life, el homenaje
a Billy Strayhorn, uno de mis discos de jazz favoritos, magistral
desde todos los puntos de vista, una obra maestra con un tema
a saxo solo, uno a dueto con el batería [Gregory Hutchinson]
que es “Take The ‘A’ Train”, una introducción
de contrabajo y saxo, otro a quinteto con Wynton Marsalis,
temas a cuarteto... es genial en su variedad, y al mismo tiempo
el disco no pierde unidad. Y Henderson como compositor...
“Shade Of Jade”... tiene temazos, como el propio
“Recorda Me”. Es uno de mis compositores favoritos
y quise incluir este arreglo porque es un tema extraordinario,
un tema que toco mucho tal cuál es el arreglo original
y ahí tiene ciertas incorporaciones que lo hacen vertiginoso
por momentos y creí que además era un buen tema
para finalizar el disco. Una pequeña anécdota:
el grito de GHU! en el disco anterior está al principio,
y en éste está en la última nota de Inner
Urge.
SERGIO CABANILLAS: ¿Seguirá habiendo
menciones ajenas en próximos trabajos?
ABE RÁBADE: Pues os avanzo que en el
próximo disco a trío el tema ajeno a mi autoría
es la canción nº6 de Federico Mompou. Ya la he
tocado en directo dos o tres veces con el trío, y funciona.
SERGIO CABANILLAS: ¿Continuará
la alternancia con GHU! Project?
ABE RÁBADE: Sí, de hecho casi
podría confirmar que habrá un volumen 3, no
sé muy bien con qué formación, pero lo
habrá. También tengo un proyecto experimental
que empecé hace seis o siete meses, pero es algo que
tardaré en desarrollar dos o tres años más.
Es una grabación “cajón de sastre”
donde quiero que participe muchísima gente que me gusta
mucho como tocan. No específicamente solistas de jazz,
hay un amigo que toca el didjeridoo y quiero que
esté en la grabación, o un grupo de cantantes
caboverdianas que viven en Burela, en Galicia, que hacen canto
tradicinal de Cabo Verde, se llaman Batuco Tabanca, hacen
percusión y voz y son alucinantes. La idea es grabar
cosas que me gusten mucho y trabajarlas de una forma completamente
diferente, con muchísimo tiempo –dos o tres años–
en estudio, arreglar, transcribir, meter tres o cuatro vientos...
una forma completamente experimental de trabajar, muy poco
jazzística en el sentido acústico de la palabra,
pero es algo que el cuerpo me pide, aprovechar la tecnología
actual para que en un disco se pueda ver reflejada mucha gente
que tiene mucho talento y ser el catalizador de ese talento.
SERGIO CABANILLAS: Mención aparte merece
también el proyecto Rosalía XXI.
ABE RÁBADE: Es un trabajo que se editó
hace cuatro o cinco meses y se presentó en la feria
del libro de La Habana en Febrero. En él estoy a cuarteto
con Santandreu al saxo, Bruno y Nelson, está Guadi
Galego de Nordestinas a la voz cantada y Anxo Angueira a la
voz recitada. El disco remueve un poco los corazones galaicos,
porque es una visión de nuestra poeta nacional, Rosalía
de Castro, e intenta darle aires diferentes a los de Amancio
Prada y los de otros intérpretes de los años
’70 y ’80 que habían hecho lecturas no
jazzísticas, y esta es una visión que viene
a renovar un poco el panorama. Para alguna gente, críticos
literarios muy reaccionarios –pero con eso hay que contar,
no hay por qué silenciarlo–, pone patas arriba
a Rosalía de Castro.
SERGIO CABANILLAS: Y para terminar, cuéntanos
tus planes de futuro inmediato.
ABE RÁBADE: Bien, ya está cerrada
la fecha de presentación en Santiago el 3 de Julio
en el Teatro Principal, en Madrid hay rumores cada vez más
ciertos de que en Octubre hay presentación del disco,
y hay dos o tres lugares pendientes de cerrar para el septeto.
Es costoso desde el punto de vista humano –es mucha
gente la que tiene que disponer de la fecha libre– y
también, evidentemente, desde el punto de vista numérico,
es un grupo grande, especialmente si quieres llevar la pintura
a los conciertos, algo que a mí me apetece hacer en
todos los que se pueda. Aparte de eso, difundir el disco al
máximo, intentar que el disco se conozca, que la gente
lo disfrute, que la gente lo critique para bien y para mal
–espero que más para bien que para mal–,
aunque cuando uno da un trocito de sí se expone a todo,
en eso consiste también la política de puertas
abiertas.