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ANDRÉS OLAEGUI: RENACER DE LAS CENIZAS
Entrevista por SERGIO CABANILLAS y ENRIQUE FARELO

Andrés Olaegui acaba de publicar Ave Fénix (Manantial de Músicas), grabación en la que su cuarteto se ve ampliado por numerosas colaboraciones, y donde la música fluye en un jazz de fusión con otros estilos, preferentemente el flamenco. El guitarrista mantuvo una charla distendida con Sergio Cabanillas y Enrique Farelo en su programa radiofónico Universos Paralelos (Onda Verde Madrid, 107.9 FM) el pasado 18 de diciembre de 2008.


SERGIO CABANILLAS: Como niños (Luna Negra Records) se publicó en 2005. ¿Cuáles han sido tus actividades desde esta grabación hasta el presente?

ANDRÉS OLAEGUI: El vacío discográfico podría ser desde Guadalquivir hasta aquí, por la dificultad de desarrollar proyectos en solitario. El renacer es continuo, es la superación permanente. Uno vive siempre en esas cenizas, esos rescoldos que están calentitos, renaciendo continuamente. Desde el disco anterior han pasado tres años.

SERGIO CABANILLAS: ¿Qué novedades trae Ave Fénix?

ANDRÉS OLAEGUI: Como niños está grabado a trío y Ave Fénix a cuarteto, y seguimos evolucionando. Yo sigo investigando siempre, aunque vuelva al mismo sitio, porque es lo que sé hacer, las raíces, esa forma, ese lenguaje de partida. Sigo investigando dentro del flamenco y dentro del jazz... más bien la palabra es estudiando, aprendiendo de todo. Ahora me atrae mucho la música étnica, y todo lo nuevo que voy aprendiendo lo incorporo a lo que ya tengo. A través de muchos años de prepararte, estudiando, aprendiendo, vas creando tu manera de expresarte, tu lenguaje, que en mi caso está dentro del fraseo jazzero, un sonido un poco bluesero, y hablo de flamenco.

ENRIQUE FARELO: Incidiendo algo más en el nombre del disco, que no parece casual en absoluto, y al haber pertenecido a uno de los grupos míticos dentro del jazz rock progresivo andalusí como fue Guadalquivir, no sé si tiene que ver este título con un renacer de aquella música.

ANDRÉS OLAEGUI: Claro, es que uno explica su vida por fascículos (risas). Siempre hablas de lo mismo, pero lo vas explicando poco a poco. En un disco expones algo, y en el siguiente hablas un poco más de lo mismo, sigues explicando tu vida, lo que haces, tus sueños.

ENRIQUE FARELO: Sin embargo, en el disco anterior había algunos standards de jazz, cosa que no encontramos en este segundo trabajo...

ANDRÉS OLAEGUI: El hecho de incluir standards era algo intencionado en el sentido de que yo estaba dando un curso de flamenco fusión, y tenía esa segunda perspectiva de ofrecer esos standards desde el flamenco. Para mí eso es interesante, pero me gusta más componer, como es el caso de este nuevo disco. Cuando haces una versión es porque, de alguna manera, tienes algo especial con ese tema o simplemente te gusta y te apetece hacerlo, por ejemplo, por bulerías. Obedece más a un capricho, pero lo que busco más profundamente es componer, crear mi propia música, el camino a largo plazo.

ENRIQUE FARELO: En cuanto al disco en sí, son casi todas composiciones propias, salvo “Los campanilleros”, que es de carácter más folclórico o tradicional. Los músicos del cuarteto y los colaboradores, ¿en qué medida han aportado ideas o frescura a estas composiciones?

ANDRÉS OLAEGUI: En el caso del cuarteto de cuerda, a mí me apetecía la idea de incorporarlo, y es algo que quiero desarrollar en el futuro. En realidad, ese cuarteto es una sola persona [Javier Alejano] gracias a la grabación por pistas. Quiero seguir adelante con ello en un próximo disco.

ENRIQUE FARELO: ¿Algo similar a lo que hizo Chick Corea en My Spanish Heart?

ANDRÉS OLAEGUI: Algo así. El cuarteto de base más el cuarteto de cuerda. Eso me apetece mucho, y en ese caso ya contaría con un auténtico cuarteto de cuerda para poder reproducir el formato en directo. Estoy componiendo para eso, pero no estoy seguro si finalmente será para ese proyecto o para otro, pero está madurando.

ENRIQUE FARELO: En cuanto a la elección de músicos del cuarteto, cuentas con el batería del grupo Tándem.

ANDRÉS OLAEGUI: Claro, Luis Abela. Somos amigos desde hace treinta años o más y siempre andamos cerca en muchos proyectos, aparte de vivir muy cerca el uno del otro. Para trabajar, uno siempre busca a sus amigos, siempre que coincidan la amistad y que te guste cómo tocan.

SERGIO CABANILLAS: De ese mismo colectivo procede el contrabajista Jorge Lafuente.

ANDRÉS OLAEGUI: Exactamente, en un tema [“Los campanilleros”] quería un contrabajo y le llamé.

ENRIQUE FARELO: Con tantos colaboradores, ¿cómo ha sido el proceso de grabación?

ANDRÉS OLAEGUI: De uno en uno, hecho en mi casa. Fue muy divertido grabar la batería, porque tuve que apartar la mesa del salón a un lado para montar la batería en medio.

ENRIQUE FARELO: ¿Y cómo es posible grabar un trabajo de esta entidad en una casa?

ANDRÉS OLAEGUI: En plan artesano, el caso es hacerlo. Después se modela el sonido con el ordenador y en casa de un amigo que dispone de buenos equipos en su casa hacemos la mezcla y la masterización, para que tenga buen sonido y buena presencia. Cuando tú haces música dentro de estos ámbitos ajenos a lo comercial, no tienes mucha ayuda, y grabar en un buen estudio cuesta mucho dinero. No es como antes, cuando se grababa con las multinacionales y ellos se encargaban de toda la producción disponiendo además del tiempo necesario.

SERGIO CABANILLAS: ¿Cómo has visto la evolución de las producciones con el paso de los años, desde que Guadalquivir grabó con EMI?

ANDRÉS OLAEGUI: El aspecto que ha tomado el panorama musical en este país tiene sus ventajas y sus desventajas. Lo que acabo de comentar es la desventaja, la falta de esa ayuda que recibe gente como la de Operación Triunfo que tienen ventas masivas, y lógicamente invierten mucho dinero, pero como no es nuestro caso, la cultura y el arte interesantes de verdad no son apoyadas salvo por gente como vosotros. La ventaja es que gracias a la tecnología y a la posibilidad de montar un estudio en tu propia casa, uno puede hacer su propia producción y vender su música directamente al consumidor sin intermediarios, y en ese aspecto hemos ganado. Se puede organizar una actuación y el público te compra el disco en mano de forma que tú ganas más y el comprador lo obtiene más barato sin más intermediaciones.

ENRIQUE FARELO: En la presentación del disco en Madrid contaste con la presencia como invitado de [Luis Cobo] “el Manglis”, otro miembro legendario de Guadalquivir. ¿Por qué no has contado hasta la fecha con ninguno de ellos en tus discos?

ANDRÉS OLAEGUI: Pues probablemente no han aparecido por pura casualidad, pero saldrán en próximas ocasiones, porque en el caso del Manglis se lo debo; siempre que hace algo en solitario me llama y colaboro con él. La próxima que haga, Manglis estará invitado.

SERGIO CABANILLAS: ¿Hay algún proyecto de resucitar Guadalquivir?

ANDRÉS OLAEGUI: Sí, estamos en ello, incluso hemos hecho algunos conciertos. Con motivo de nuestro treinta aniversario tenemos la idea de hacer un disco con temas antiguos renovados, incluso algunos de aquella época que no se llegaron a editar, y temas nuevos. Cabe la posibilidad de que fuera un disco doble o una caja con vídeos incluidos. De todos modos, estamos en las mismas circunstancias que antes comentaba: Guadalquivir no tiene a EMI detrás en estos momentos, pero lo hacemos con mucha ilusión.


Luis Cobo "el Manglis"

SERGIO CABANILLAS: Hablando de tiempos pasados, tienes un tema dedicado a [José Antonio Galicia] “Gali”. ¿Qué recuerdos tienes de él?

ANDRÉS OLAEGUI: “Gali” ha sido un compañero nuestro desde que vivo en Madrid, el mismo tiempo que conozco a Luis Abela. Recién llegado a Madrid conocí a Luis Abela, a “Gali”, a Jorge Pardo, a su hermano Jesús, que también está en Tándem, a Jorge [Lafuente] e Isabela [Aranzadi]... somos todos amigos desde hace treinta años. Yo tenía mucho cariño a “Gali”, era una persona entrañable; trabajé con él en su grupo –y él en el mío– y recorrimos muchos kilómetros peleando por lo nuestro. Siempre fue un gran luchador, con sus propios espectáculos, y un pionero. Fue uno de los pocos que empezaron haciendo flamenco con espectáculo de fusión en el escenario, baile incluido. Le tengo mucho cariño, siempre lo recordaré.

ENRIQUE FARELO: ¿Quién es el autor de la portada del disco?

ANDRÉS OLAEGUI: Lógicamente si titulaba el disco Ave Fénix, quería que el protagonista de la portada fuera el pájaro, pero algo diferente de lo que he visto otras veces. Tengo una amiga donde vivo, en Becerril [de la Sierra, Madrid], Sandra Nussbaum, que es una gran artista y pintora de origen alsaciano, además de profesora de pintura, y le encargué a ella la confección de la portada, lo que hizo con mucho cariño. Jorge Lafuente me ayudó en el montaje del diseño de portada y yo terminé el libreto.

ENRIQUE FARELO: ¿Por qué has elegido “Los campanilleros” en esa doble vertiente vocal e instrumental?

ANDRÉS OLAEGUI: Tiene que ver con mi atracción por lo sinfónico, la orquesta. Me gusta la música clásica de todas las épocas, pero prefiero el siglo XX, y me gustó darle una pincelada al tema. También está presente el jazz, con el contrabajo y la batería tocando en forma de jazz waltz, y hay un solo de armónica de Luis Abela [el batería].

ENRIQUE FARELO: Hablando de la música clásica, ¿cuáles son los compositores que más te interesan?

ANDRÉS OLAEGUI: Tendría una larga lista. Me atrae todo aquello que tiene algo que ver con la música española, con el flamenco y la música española antigua. Me gusta la época que llaman nacionalismo con Falla, Albéniz… y también los rusos, que también tienen mucho que ver, contemporáneos como Stravinsky, Rimski-Korsakov... todo ese estilo me atrae mucho… Béla Bartók… me gustan todos los “raros” [risas].

ENRIQUE FARELO: … la “música de locos”…

ANDRÉS OLAEGUI: Sí, exactamente... me encanta Frank Zappa, que es otro loco que se mete en esos terrenos desde el jazz-rock

ENRIQUE FARELO: Como el famoso “The Yellow Shark”...

ANDRÉS OLAEGUI: …claro. Cuanto más dentro te metes en la música, más te absorbe, es como un agujero negro… la música tiene ese poder. Cuando empiezas a investigar, a estudiar, te metes más dentro y hay momentos en que ya casi no sabes hacia dónde vas, pero sigues avanzando.

ENRIQUE FARELO: De cara al futuro, ¿cómo plasmarías todas estas influencias en un próximo proyecto sin escorar demasiado al lado andalusí?

ANDRÉS OLAEGUI: [Risas] Como se pueda. La parte andalusí o flamenca es que está ahí, va con el paquete, de modo que cualquier cosa que me atrae la llevo ahí. Es como tu forma de hablar, tu acento, ese deje que procede de donde vives. Como siempre he estado detrás del flamenco, del jazz y del rock, he ido confeccionando poco a poco mi idioma, mi forma de expresarme, la que mejor sé utilizar.

ENRIQUE FARELO: ¿Crees que ese lado flamenco podría destacar en el futuro en el repertorio étnico de Tándem?

ANDRÉS OLAEGUI: Cuando toco con Tándem, me mentalizo para ese grupo, como un actor se pone al servicio del personaje. Ellos no son muy flamencos en ese sentido; les gusta, pero no es su lenguaje, de modo que podría quedar pintoresco pero no pertenece a ese estilo, por eso no ha surgido la ocasión.

SERGIO CABANILLAS: A corto plazo, ¿hay conciertos planificados de cara a presentar Ave Fénix?

ANDRÉS OLAEGUI: Tengo la idea de hacer otra presentación del disco en Madrid en otra sala, hay esa posibilidad, aparte de los conciertos que vayan saliendo.

SERGIO CABANILLAS: ¿Estás trabajando en una próxima grabación a tu nombre?

ANDRÉS OLAEGUI: Sí. Ya estoy componiendo. Me siento en el ordenador y abro carpetas, y cada una de ellas va a ser un proyecto para un futuro disco. Siempre hay una carpeta que tira más que las demás y va ganando preferencia, pero desarrollo varias a la vez. Está pendiente el disco con este cuarteto y el cuarteto de cuerda para después llevarlo al directo. También hay otra carpeta abierta para el próximo disco del cuarteto como tal. La parte sinfónica también tiene su carpeta, y así voy trabajando en la medida de las posibilidades.

ENRIQUE FARELO: ¿Tienes algún ritual a la hora de componer?

ANDRÉS OLAEGUI: No tengo una fórmula. Compongo de muchas maneras, pero sobre todo me pongo manos a la obra delante de la guitarra o el ordenador...

SERGIO CABANILLAS: ...que la inspiración te coja trabajando…

ANDRÉS OLAEGUI: Exactamente. No espero que me llegue, simplemente trabajo todo el día.

ENRIQUE FARELO: ¿Influyen los sueños en tu forma de componer?

ANDRÉS OLAEGUI: Sí. Yo me baso en muchas cosas, y muchas son cotidianas. A veces un tema me viene andando por la calle y se te mete una melodía en la cabeza, ese tipo de melodía que desde que te levantas no te deja en paz en todo el día. Cuando esa música me está dando la lata, llego a casa, cojo la guitarra, la busco, la escribo y pienso “ya no te escapas” [risas]. De todos modos, no tengo un sistema. Para mí, componer es un placer, es algo que llena mi vida, lo que más me gusta hacer, de alguna forma voy desarrollando esa habilidad, encontrando recursos, y cada vez te resulta más fácil porque lo has trabajado.

ENRIQUE FARELO: De modo que la clave es el trabajo.

ANDRÉS OLAEGUI: Claro, yo ahora dispongo de más recursos que antes. Llevo tiempo estudiando armonía, haciendo talleres de jazz, seminarios como el de Barry Harris… y a medida que estudias tienes más herramientas para desarrollar la creatividad y te resulta más fácil. Ahí hay un punto más interesante, porque cuando no se tienen los conocimientos, te guías por otros impulsos y el resultado es más fresco; después uno se vuelve más técnico. Ahora yo trato de darle la vuelta, buscando la naturalidad de cuando no sabía, procurando que el primer impulso sea espontáneo y empleo después la técnica para ayudar, para corregir.

ENRIQUE FARELO: Como guitarrista, ¿qué influencias son más acusadas en tí?

ANDRÉS OLAEGUI: Los modelos han ido cambiando, aunque los antiguos siguen estando. Yo empecé en los sesenta, fui fan de Eric Clapton, de Jimi Hendrix y otros del estilo. De repente apareció [John] McLaughlin y entré por otros caminos muy distintos. Después aparece Pat Metheny, Mike Stern, John Scofield... todos ellos me encantan y me influencian. Últimamente procuro no escucharlos mucho porque, como todo músico, voy buscando mi propio lenguaje, y al final te vuelves muy influenciable [risas]. Hay un guitarrista que he descubierto últimamente y me gusta mucho: Nguyen Lê. Es muy original, muy interesante. Y hay muchos más...

ENRIQUE FARELO: Supongo que también [John] Abercrombie, [Bill] Frisell...

ANDRÉS OLAEGUI:... por supuesto, todos ellos, incluso los clásicos: Joe Pass, [Wes] Montgomery... a cada uno le he dedicado un momento...

ENRIQUE FARELO: Incluso Pat Martino, que tal vez sea menos conocido por el gran público.

ANDRÉS OLAEGUI: También. Lo que ocurre es que siempre he tirado más hacia la fusión, porque vengo del rock. Escuchaba a Clapton, Cream, Traffic con Steve Winwood... era lo que escuchaba con dieciocho o veinte años, era lo que me gustaba. Después fui por otros derroteros, y al llegar a la fusión pensé: “aquí hay que estudiar” [risas], porque el jazz es mucho más rico. Entré en esa dinámica y ahí sigo. Al final, uno hace su propio lenguaje a base de todo eso. Yo me considero básicamente un guitarrista de fusión, ni soy un rockero ni un jazzero...

ENRIQUE FARELO: ...ni un flamenco...

ANDRÉS OLAEGUI: ...ni soy flamenco, exactamente, aunque hay gente de ese círculo que me ha dicho que es muy flamenco.

Texto © 2008 Sergio Cabanillas
Fotos © 2008 Sergio Cabanillas