ENRIQUE FARELO: ¿Por qué has tardado tanto tiempo en grabar como líder?
ANTONIO BRAVO: Realmente lo importante es estar activo musicalmente y haciendo música que nos gusta. El jazz y la música improvisada son estilos que permiten al intérprete expresarse independientemente de que sea líder o no. En los últimos años he grabado y tocado con bastante gente. En este caso se dieron las circunstancias para que éste disco lo coordinase yo. Esas circunstancias son básicamente dos: la implicación en el proyecto de los músicos Santiago Rapallo, David Herrington y Cristian Pérez, y por otra parte la oferta de “Producciones Efímeras”, el sello discográfico. Para mí es un proyecto compartido.
Antonio Bravo
ENRIQUE FARELO: ¿Cómo surge la idea de este trabajo? ¿Por qué Tangentes?
ANTONIO BRAVO: Hace tiempo que Santiago Rapallo y yo queríamos tocar y grabar juntos. Conozco a David Herrington desde hace años y hemos trabajado mucho juntos, coincidiendo en formaciones como el quinteto de Baldo Martínez. Cuando Cristian Pérez llegó a Madrid (antes vivía en Washington), el grupo empezó a sonar y decidimos que merecía la pena intentar grabarlo. Tangentes es tanto el título del disco como del proyecto. Es un disco de jazz pero con apertura de miras. Puede sonar como jazz clásico y abrirse hacia el free jazz o la música improvisada, un intento de convivencia de distintas visiones de la improvisación que no se mezclan tantas veces como yo quisiera. Líneas que se tocan en un punto pero sin cruzarse.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué ideas querías desarrollar en él?
ANTONIO BRAVO: Precisamente esa libertad de expresión de la que estábamos hablando. Siempre he estado a caballo entre proyectos cercanos al jazz de raíz norteamericana, al jazz europeo, el free jazz o la música improvisada. En cierto modo, debido a la actitud de los músicos, cuando tocamos en uno de estos estilos, se excluyen los otros. Sin embargo conviven bien y se enriquecen mutuamente. Como músico es interesante abarcar la improvisación desde distintos ángulos en un mismo proyecto. Desarrollar un lenguaje diverso y sin prejuicios es para mí un objetivo. Quiero trabajar eso.
ENRIQUE FARELO: “África”, es un tema dedicado a los condenados por haber nacido en ese continente. ¿Qué grado de implicación tiene un músico con respecto a lo que está aconteciendo a nivel mundial?
ANTONIO BRAVO: La misma implicación que cualquier otra persona, pero supongo que somos un poco más “públicos” en algunos momentos, como ahora. Esta entrevista la leerán unas cuantas personas. Los africanos sufren una condena en sus lugares de origen y cuando vienen aquí es porque no les queda otra opción, son tratados como delincuentes. El efecto llamada es el hambrey la pobreza. Lo mismo que hizo que mi padre emigrase a Holanda en otros tiempos. La situación podría cambiar si la hipocresía de los políticos, especialmente de la derecha europea, no se transmitiera a la gente con dos dedos de frente.
ENRIQUE FARELO: “Malabarista”, cierra el disco y, está dedicado a los solistas de jazz. ¿Además de malabaristas, los músicos de jazz sois héroes románticos?
ANTONIO BRAVO: El apelativo de héroe ha sido totalmente degradado. Normalmente se asigna a militares a los que se les da una medalla después de matar a un montón de gente. No puedo usar esa palabra. Románticos, sí. Hace falta mucho cariño para tocar una de las músicas más difíciles y con peor infraestructura comercial. Hace falta ser romántico y poco ambicioso económicamente.
Christian Pérez
ENRIQUE FARELO: ¿Cómo reuniste a los músicos participantes y por qué los elegiste?
ANTONIO BRAVO: Tengo la sensación de que me eligieron ellos a mí. No concibo un proyecto en el que no estén implicados de verdad todos los miembros. En este caso ha sucedido. Esta situación no se da todos los días y por eso hemos decidido grabar. Sobre todo me gusta el amplio registro sonoro de cada uno de ellos,y la suave convivencia, claro. Eso es imprescindible.
ENRIQUE FARELO: ¿Cuánto tiempo has invertido en componer los temas?
ANTONIO BRAVO: Hay de todo. Desde un tema de hace 5 o 6 años, hasta uno de la semana anterior. Pero en general son bastante recientes, como de cinco meses antes de la grabación. Lo más trabajoso en estos casos es conseguir un repertorio equilibrado donde puedas decir lo que te has planteado y que el disco tenga una coherencia estética en su conjunto, como si fuese un libro o una película.
ENRIQUE FARELO: …y ¿cuánto en grabarlo? ¿En cuántas sesiones?
ANTONIO BRAVO: En este caso la grabación fue muy rápida. El disco quedó grabado, mezclado y masterizado en tres días. Hemos querido mantener un sentido estético de concierto en directo. En su gran mayoría son primeras tomas. No es que me plantee así las grabaciones normalmente, pero en este caso la música no requiere más producción. Queríamos que se escuchase lo que hemos tocado, sin más.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué anécdotas puedes contarnos de la grabación?
ANTONIO BRAVO: Había unambiente muy relajado. Hubo un único momento de tensión cuando tuvimos que repetir un tema tres veces, pues no nos convencían las tomas. El equipo técnico y de producción estaba sorprendido, ya que, en ocasiones, invierten una semana en grabar solo tema. En nuestro caso lo repetimos tres veces, empleando en ello media hora entre discusiones y agobios. ¡Cosas de la vida! Afortunadamente a la tercera fue la vencida y otra vez todos contentos.
Antonio Bravo
ENRIQUE FARELO: En una reciente entrevista, Elvis Costello afirmabaque el tiempo en que los álbumes tenían algún sentido como objeto había terminado. ¿Qué opinas al respecto? ¿Cómo ves el futuro discográfico?
ANTONIO BRAVO: Lo que si es posible es que estén dejando de tener sentido pero no como objeto, sino como “objeto comercial”. Para cualquier buen aficionado a la música sigue siendo interesante escuchar los trabajos de sus músicos favoritos. Pero eso no implica que tengan que estar dispuestos a gastarse 40 euros cada semana en un par de discos si los pueden conseguir de otra manera. Por lo tanto el formato de CD puede cambiar, de igual manera que se ha cambiado del vinilo al CD, pero el álbum es más que eso. Es la muestra de lo que el músico hace y el oyente va a tener eso de una u otra manera.
Lo que si está cambiando y, en gran medida hundiendo, es la industria discográfica a gran escala tal como estaba concebida. Sinceramente no puedo, en términos generales, sentir lástima por algunas grandes discográficas. Han ganado suficiente para disfrutar de una feliz jubilación.
Como sabes, la venta de discos no es una importante fuente de ingresos para los intérpretes de músicas no comerciales. Para nosotros el disco es una especie de tarjeta de presentación que nos permite conseguir conciertos, que es de lo que vivimos.
En resumen: para mí el álbum tiene un enorme valor artístico, pero no necesariamente económico o comercial. Teniendo en cuenta que la mayor parte del dinero de un disco no se lo lleva el músico, los afectados por estos cambios no deberíamos ser nosotros.
Santiago Rapallo
© 2007, Fernando Fuentes
ENRIQUE FARELO: Por cierto, ¿puedes hablarnos de la discográfica con la que has grabado el disco?
ANTONIO BRAVO: Producciones Efímeras es un sello que posiblemente sobrevivirá a estos problemas citados anteriormente por una simple razón: no tienen un afán desproporcionado de lucro. Los trabajos que producen no son seleccionados por su valor comercial. Evidentemente es un sello perfecto para Tangentes, ya que no está concebido en absoluto como producto comercial a gran escala. Estoy encantado de haber trabajado con ellos.
ENRIQUE FARELO: Cambiando de tema, ¿cuáles son tus fuentes de inspiración guitarrística?
ANTONIO BRAVO: En principio citaría a algunos clásicos como Jim Hall, Wes Montgomery o Tal Farlow. De la siguiente generación hay grandes como John Abercrombie o John Scofieldy, de lo que está sonando en Europa, me interesan Mark Ducret o Frank Möbus. Ya fuera del jazz, con un carácter más experimental, he escuchado a Fred Frith o Derek Bailey. También me gusta mucho el sonido acústico, brasileños como Gismonti o Yamandú Costa; en ámbitos más folclóricos especialmente este último.
ENRIQUE FARELO: ¿Cuál de ellos te ha marcado decisivamente?
ANTONIO BRAVO: Hubo una época que me identificaba mucho con Abercrombie y Fred Frith. No tienen nada que ver estilísticamente entre sí, pero una mezcla de los dos sería interesante. Ahora mismo estoy un poco más perdido en ese sentido. Sigo buscando.
Antonio Bravo
ENRIQUE FARELO: ¿Qué ha supuesto la figura de Baldo Martínez en tu carrera?
ANTONIO BRAVO: Tocamos juntos desde hace unos diez años. Hemos grabado seis discos y hecho cientos de conciertos. Es uno de los músicos de jazz españoles con más claridad de ideas y con más energía para defenderlas. Cuando empecé con el, yo tenia como 26 años y estaba recién llegado a Madrid. Hemos tocado en festivales como San Sebastián, Madrid, Munich, Colonia, México DF, Luxemburgo… Para mí fue una época de desarrollo en mucho sentido.
ENRIQUE FARELO: En cuanto a discos, ¿cuáles son tus favoritos en jazz? ¿Y en otros estilos?
ANTONIO BRAVO: Es difícil responder a eso. Valoro mucho dos cosas: originalidad (sonido personal) e imaginación. Dejando al margen a los clásicos del jazz como Miles Davis, Wayne Shorter, Bill Evans, etc. , que se han convertido en clásicos precisamente por tener ese sonido personal del que hablábamos, tenemos ahora un montón de músicos que han hecho incluso que el lenguaje jazzístico haya evolucionado, como Dave Holland oDave Douglas y, gran cantidad de músicos europeos como Michael Rissler, Michel Portal, Joachim Khün o Daniel Humair. Me interesan los trabajos discográficos de esta gente porque siguen buscando cosas nuevas además de poseer ya un lenguaje heredado de la tradición, sea jazzística, clásica o contemporánea (porque paradójicamente ya podemos hablar de una “Tradición contemporánea”).
De lo que huyo es del virtuosismo que a veces convierte a la música en una especie de deporte, del aplauso fácil y de las cabezas duras que dicen que está mal todo lo que ellos no hacen.
ENRIQUE FARELO: ¿Con qué músicos te gustaría tocar que no lo hayas hecho todavía?
ANTONIO BRAVO: Con cualquiera de los citados en la pregunta anterior y algún imposible porque ya está muerto, como Lester Bowie. En este momento creo que encajaría mejor con los europeos por la forma de abordar la improvisación. Pero lo que realmente me apetece es tocar con músicos de mi entorno que estén dispuestos a trabajar y arriesgar un poco. Que entre todos diversifiquemos el panorama musical en España, de igual manera que está pasando en países vecinos como Francia, Alemania o Italia.
ENRIQUE FARELO: ¿Que escenarios consideras idóneos para interpretar tu música?
ANTONIO BRAVO: Encaja bien en ambientes de jazz, pero con apertura de miras. Para gente que no se asuste si en un momento dado los músicos manipulan los instrumentos de forma no convencional. Esta actitud hacia la música no es nada nuevo. Ni siquiera podría ya relacionarse con la vanguardia ya que, gente como Art Ensemble Of Chicago hacían cosas mucho más duras hace medio siglo. Creo que los programadores son los primeros que deben asumir su papel en este sentido. En los centros culturales españoles sigue habiendo programaciones culturales parecidas a las del franquismo: certamen de canción española, baile, sevillanas, etc. , y de ahí no se sale. Un programador o concejal de cultura debería ser un experto en la materia. No es suficiente con que tenga la carrera de derecho.
En fin. Todo llegará. Hay muchos músicos jóvenes que no se conforman con tocar lo que le mandan sus profesores.
David Herrington
ENRIQUE FARELO: ¿Cuándo no te dedicas a la música, en que inviertes el tiempo libre?
ANTONIO BRAVO: Nada fuera de lo normal. Cine, leer, la naturaleza, viajar… la verdad es que, a veces, lo que hago en las épocas tranquilas es seguir tocando, pero otras cosas, como guitarra clásica o brasileña. Soy un poco obsesivo con la música. Es mi trabajo y mi afición al mismo tiempo.
ENRIQUE FARELO: Por cierto has sido miembro de la junta directiva de Músicalibre (asociación para la difusión de la música improvisada) y Co-organizador del Festivalinternacional de música improvisada Hurta Cordel durante 2000, 2005 y 2006 en La Casa Encendida (Obra social de Cajamadrid). ¿Qué puedes comentarnos al respecto? ¿Y cómo definirías la “Música Libre”?
ANTONIO BRAVO: Sí, formo parte del colectivo Músicalibre desde su formación hace unos 11 años y he participado en la organización de cuatro o cinco festivales. Como te decía, me interesan especialmente los estilos musicales donde la improvisación forma parte activa. La llamada improvisación libre es uno de ellos. Aunque no me dedico a practicarla con continuidad, nunca he perdido el contacto con improvisadores de este estilo. Es enriquecedor explorar los límites, te da la oportunidad de ampliar lenguaje, de sorprenderte a ti mismo. Entiendo que haya músicos de jazz que no quieran saber nada de esta música y viceversa, pero para mí es vital estar entre el jazz, el free jazz y la música improvisada.
Las dos grandes formas de crear música son la composición y la improvisación. En el caso de la improvisación libre se prescinde de la composición, pero eso no quiere decir que se esté inventando lenguaje o dando notas al azar. Los buenos improvisadores, al igual que en el jazz, se expresan en un lenguaje que conocen a la perfección. No estoy de acuerdo en definir la improvisación como composición en el momento, eso es una simplificación. Lo que me interesa es la capacidad del intérprete para tomar decisiones continuamente y reaccionar a los sonidos que le rodean. En estos casos, las definiciones siempre pinchan por algún lado. Mejor no mojarse. Lo que si es cierto es que para disfrutar de la improvisación libre y de otras músicas de vanguardia, hace falta también una escucha libre.
ENRIQUE FARELO: Y por último, ¿cuáles son tus proyectos de cara al futuro?
ANTONIO BRAVO: Lo primero hacer muchos conciertos con Tangentes y luego, al margen de los grupos donde ya estoy, está en gestación un dúo con el zanfoñista Germán Díaz y un proyecto para guitarra sola. También hay alguna colaboración con orquesta de cámara. ¡Veremos qué pasa!
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