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..: LAWRENCE D. "BUTCH" MORRIS: ENCUENTRO CON CHEMA CHACÓN

   
 


Lawrence D. "Butch" Morris
actuará en el 8º festival internacional de improvisación “Hurta Cordel”  (26 de enero al 1 de febrero de 2004 - Madrid; Casa Encendida. C/ Ronda de Valencia, 2 - http://musicalibre.org/hurtacordel/2004.html).
Morris presentará una conducción con más de veinte músicos improvisadores residentes en Madrid y llegados desde otros lugares del país, para reunirse bajo el nombre de Orquesta Foco.

Chema Chacón
(Fanzine Oro Molido -http://www.oromolido.com/- y Música Difícil
-Onda Latina 87,6 FM- Madrid www.iespana.es/musica-dificil / Radio Rivas 95,4 FM -Rivas Vaciamadrid / www.radiorivas.tk, puede escucharse en tiempo real a través de internet, los lunes de 18 a 20 horas – horario España peninsular) presenta la figura del director y compositor. Así mismo recupera la entrevista que realizó al creador americano y publicó en el fanzine Oro Molido (número 1, febrero 2001).


   

LAWRENCE D. “BUTCH” MORRIS: “Cuando no investigas el significado de algo te limitas a ti mismo”


© Lucía Degonda, 2004

Butch Morris no ha dudado en deshacerse de su corneta, para entregarse y dedicarse, casi de manera exclusiva, a lo que le lleva a estar considerado como pionero: el desarrollo de la “conduction” (improvisación/ interpretación dirigida) en los últimos veinte años. Su experiencia es tan abrumadora que obliga a redefinir los papeles del compositor, director, arreglista e intérprete, y salva la distancia entre compositor-improvisador y el músico de contexto más clásico.

Denominado “compositor del año” y “músico creativo del año” en 1999 por el Bell Atlantic Corporation All Awards, ha colaborado con coreógrafos como Min Tanaka, Fred Holland, Dianne McIntyre, Sally Rivers y Donna Uchizono; artistas visuales: A.R. Penck, Markus Luperts y Allison Saar; escritores: Allan Graubard, Jessica Hagedorn, Nitozake Shage y Sekou Sundiata; y artistas de teatro: Avery Brooks, Harold Scott y The Wooster Group. Entre la interminable lista de músicos con los que ha trabajado: Alice Coltrane, Gil Evans, Philly Joe Jones, Cecil Taylor, William Parker, Steve Lacy, David Murray, Don Pullen, Henry Threadgil, Frank Lowe, John Zorn, Anthony Davis, Peter Kowald, Hans Reichel, Myra Melford, Cassandra Wilson y Reggie Workman.

Butch Morris en nuestro país.

Invitado por Agustí Fernández, el músico californiano ha trabajado con profesionales de la improvisación libre, música electroacústica, jazz y experimental de la capital catalana, amigos residentes y del entorno del Taller de Musics e IBA, hasta un total de quince: Conducción nº 92, enero de 1998-Sala Metrònom. En ambos colectivos Agustí tiene, en aquellos años, una principal actividad dinamizadora.

Una nueva visita de Morris para la realización de un workshop, bajo el auspicio de los mismos colectivos, logra, por la tremenda calidad y aceptación de sus conducciones cada vez más valoradas por los improvisadores, que acudan músicos desde otros puntos del país. El taller culmina con la actuación en el Centro de Cultura Contemporània de Barcelona: Conducción nº 105, en setiembre del mismo año. Con dieciséis músicos, entre ellos Mat Maneri y Assif Tsahar.

Una nueva ciudad. Dentro de las actividades organizadas en el Teatro Principal de Sevilla, el 24 de enero de 1999 se lleva a cabo, con participación de Agustí Fernández y Lê Quan Ninh, como músicos improvisadores y veintiséis músicos de la Orquesta Joven de Andalucía, la Conducción nº 106, con dirección de Butch Morris.

El 31 de junio de 2000 también se reúne con miembros de IBA en Casa de les Aigües (distrito Horta-Guinardó), en Barcelona.

Su primer concierto en Madrid fue el día 1 de Octubre de 2000, días antes de la clausura de la exposición “Global Fax Festival” de su amigo y artista visual David Hammon, en el Palacio de Cristal de El Retiro. Este edificio singular, con una amplia superficie poligonal, prácticamente diáfana, en el enclave del famoso parque madrileño, sirvió a Butch Morris y músicos invitados (Agustí Fernández -piano; Joan Saura -sampler y sintetizadores, Graham Haynes -corneta y sampler, y J.A. Deane –sampler, drum machine, dirección técnica y grabación) para realizar un concierto. Con una estratégica colocación de los músicos -a cierta distancia unos de otros-, y un público variable y variopinto -que podía escuchar y moverse desde cualquier sitio-, se desarrolló la Conduction 113- Interflight en parámetros de electrónica-ambient, desde la media tarde hasta prácticamente agotar la luz natural filtrada a través de los cristales que recubren casi todo el recinto. Esta muestra en pequeña formación fue emitida vía internet en la dirección www.terra.es/conduccion113.

Corresponde la conducción siguiente a la titulada “The Catalan Project” o Barcelona Skyscraper: Taller con veinte músicos en torno al colectivo IBA, organizador de la visita, del 16 a 21 de Octubre, cinco ensayos y un concierto realizado en la Sala Polivalente del Auditori el 21 de octubre de 2000, dentro del 7º Festival de Musiques Contemporànies de Barcelona.
El término Skyscraper (rascacielos) –en homenaje a la cultura y arquitectura de determinado lugar o ciudad- y sus workshops y conducciones reúnen a músicos locales dispuestos a dejarse conducir por Butch Morris en talleres de varios días: Berlín, Venecia, Zurich, Roma, Estambul, Nueva York, Ámsterdam, Vancouver, Alburquerque, Eindhoven... hasta una cifra aproximada de cien ensembles/orquestas con otros tantos instrumentos y más de una docena de países.

En Londres, Butch no funcionó. Es conocida la anécdota de un siempre irascible Derek Bailey que cerró su instrumento y no duró cinco minutos, rechazando el método en la convocatoria abierta a los músicos londinenses. En esta ciudad -con diferencia la comunidad con más experiencia y diversidad de improvisadores-, realizaron varios conciertos y correspondientes conducciones auspiciadas por London Musicians´Collective. Pero también le plantaron cara directamente a su proceder y a su continuo papel de conductor del ensemble, con las (aproximadamente) veintiséis señales. En la actualidad, la mayoría de los participantes, músicos que aprecian sus enseñanzas y métodos trabajan muchas de sus piezas, según las pautas de Morris, en el seno de London Improvisers Orchestra... pero sin Morris.

También se localizan los métodos de trabajo de Morris y de John Zorn (conducción a través de señales), y otras formas libres de interpretación para orquesta (partituras gráficas, box-technique, time notation- Cardew, Earle Brown, Cage, etc.), en las clases llevadas a cabo por músicos improvisadores (MovableDo - 
http://perso.wanadoo.es/janerigler/mov.html
) quienes ofrecen la posibilidad de acercarse a la práctica de la improvisación a través de estos y otros músicos de la clásica contemporánea e improvisación libre a alumnos de escuelas de música de otros lugares.

Destacamos de manera sobresaliente la presencia, nuevamente, de este extraordinario músico en nuestro país. Será el próximo 8º festival internacional de improvisación “Hurta Cordel” (del 26 de enero a 1 de febrero de 2004. Madrid en La Casa Encendida. C/ Ronda de Valencia, 2) donde Butch Morris presentará una conducción con más de quince músicos improvisadores residentes en Madrid y otros llegados desde otros lugares del país, para reunirse bajo el nombre de Orquesta Foco. Serán socios de Musicalibre, entidad asociativa organizadora del festival.

Desde casi veinte años atrás, Morris ha reunido alrededor de cien ensambles/orquestas para actuar en más de una docena de países.


© Lucía Degonda, 2004

La entrevista que viene a continuación realizada el 1 de octubre de 2000, se centra en las particularidades, intenciones, historia y resultados de su trabajo.

CHEMA CHACÓN.- Butch, ¿qué te llevó a la decisión de dirigir improvisadores?

BUTCH MORRIS.- Te voy a leer algo sobre eso... (Abre el cuaderno, y entona...): “La Conducción es una teoría, un método, un formulario de signos idiográficos y gestos que se usan para modificar o construir una composición musical o arreglo en tiempo real. Cada signo o señal contiene información general para la transmisión y la interpretación, que ofrece posibilidades instantáneas de alterar o iniciar ritmo, melodía, armonía, articulación o fraseo, y el diseño de la forma y la estructura”. Así pues, ¿dónde se habla aquí de improvisación? (Pausa). Aclaro que es para improvisadores pero, básicamente, para intérpretes de formación simbólica.

CH. CH.- ¿Qué necesita un improvisador para participar en alguna de tus “conductions”?

B. M.- No tiene nada que ver que sean o no improvisadores. La mayoría de la gente con la que he trabajado en las “conductions” no lo son. Un buen ejemplo de esto es la grabación con la Orquesta de Toscana. Ninguno de estos músicos se consideraban improvisadores, pero sabían interpretar cada una de mis indicaciones.

CH. CH.- ¿Se obtiene el mismo resultado con músicos que improvisan y con no-improvisadores?

B. M.- Es completamente diferente. De todas maneras, tanto para unos como para otros, o la mezcla de ambos, al principio de los trabajos para la dirección siempre hay un gran malentendido sobre lo que se espera que quiero de ellos. Normalmente trabajo dos-tres, cinco-diez días, depende, con cada grupo de trabajo. Cuánto más tiempo, mejor se entiende el vocabulario que utilizo, como cualquier otro proceso: hacer un café, conducir un vehículo, aprender a caminar, etc., es un método que se ha de comprender perfectamente. Y cuando más entiende de ello, más se puede hacer.

CH. CH.- Una frase tuya es: “Yo desafío a los músicos y los músicos me desafían a mí”. ¿Qué tanto por ciento del resultado final se debe al director, y qué tanto por ciento a los músicos?.

B. M.- Por supuesto. Cuando yo pongo la mano y doy la señal no sé que voy a escuchar. En el momento que escucho el sonido puedo empezar a esculpirlo. Cómo los músicos interpretan mi información determinará el resultado de este gesto.

CH. CH.- ¿Te interesa actualmente la composición?

B. M.- Tengo mucho, muchísimo interés. Todas las ideas que existen detrás de la conducción son para volver a la composición. Estoy escribiendo todo el tiempo.

CH. CH.- ¿Has tomado algún elemento de la dirección orquestal de otros: del jazz, de la música contemporánea, etc?


B. M.- Mucha gente ha hecho esto antes que yo. Precisamente hace poco he leído en un diccionario que se puede remontar atrás hasta el siglo XVI. Pero de la manera que lo hizo Leonard Bernstein, Charles Moffett, Sun Ra, Frank Zappa o Lukas Foss son todas diferentes. Ellos hicieron algo que yo no hago: Bernstein y Foss utilizaban sólo intérpretes de música clásica. Zappa, los de su barrio o entorno, y Moffet y Sun Ra del jazz. Yo hago las construcciones con intérpretes de todo tipo: flamenco, música japonesa, música turca...

CH. CH.- Profundizando un poco más en el terreno de improvisadores que hayan podido dirigir en algún momento sus grupos (John Stevens / Spontaneous Music Ensemble; Alex von Schlippenbach / Globe Unity Orchestra; Paul Rutherford / ISKRA...) ¿tienen algo que ver con tus planteamientos de dirección?

B. M.- Creo que las grabaciones de cada uno de ellos y las mías tienen sus diferencias. Cada una tiene su identidad y cada uno de ellos, en la música improvisada - y yo soy un improvisador-, hemos hecho lo que queríamos hacer. Si me preguntas si hay relación, efectivamente, la hay, aunque sean diferentes. Es como Sonny Rollins o John Coltrane: cada uno interpreta saxo tenor, pero tendrían su propia identidad.

CH. CH.- Teniendo en cuenta lo que entendemos por improvisación ¿quién sobrepasa los límites asignados: el director que dirige un acción espontánea, o el músico que improvisa que deja de expresarse libremente?


B. M.- No fuerzo a nadie a que haga lo que no quiere hacer... En lo que hago hay unas normas, una ley básica. En cualquier sitio que hay una ley intentas ampliarla y aplicarla.

Esto tiene que ver conmigo y con los músicos. Cuando yo hago esto (una determinada señal)... significa sostenido, un sonido continuo. Entonces cuando yo doy la señal, la ley dice que el músico ha de tocar un sonido continuo. Ahora bien, el sonido depende y lo decide el músico y el instrumento que toque: piano, batería, saxofón, electrónica... Cada músico y su forma de responder a la señal. Si alguien te dice un sonido continuo tienes que pensar en ello: un sonido continuo pero que puede ir cambiando. Por ejemplo: “Daaaaaaaaaaaa” siempre, o “DAAAaaaAAAaaaAAAaaa” que , también, es continuo. Así, la mayoría de los músicos lo ven como un sonido que continúa. Cuando no investigas el significado de algo te limitas a ti mismo... Esto vale para todas las señales. Los signos idiográficos generan normas, pero estas son para ser ampliadas, pero nunca les daría a los músicos el ejemplo que te he puesto a ti, porque sólo harían las dos normas del ejemplo: les pido que sean creativos dentro de la norma. Te doy otro ejemplo: esta (Butch hace otra señal disinta) significa ‘repetir’. Si tú no estás tocando y te digo ‘repetir’ y que toques, en el 80% de los casos el músico tiende a repetir como un patrón minimalista de finales de siglo XX. Pero esta señal no significa eso: no te estoy diciendo que vaya a un estilo o categoría definidos, sino que repitas algo. Tienes muchas maneras de contestar a esta norma. Sigo con otro ejemplo: mucha gente cuando señalo ‘repetir’ hace “tiru tiru tiru tiru” y lo estarían haciendo todo el tiempo... Pero también Beethoven era un gran repetidor: “tiru... TIRU...TIRUTIRU...tiru tiru...” ¿comprendes?

Es muy difícil que los músicos entiendan esto en unos ensayos de 2-3 días. Enseñando la justicia de esta música pueden encontrarse libres en la propia libertad y pueden mantener su propia personalidad.

CH. CH.- Así las cosas, los resultados pueden ser, como la naturaleza misma de la improvisación, tremendamente buenos o de una total frustración...

B. M.- Bastante a menudo. No hay otra forma de hacer esta música. Tengo que asumir ciertos riesgos. He dedicado todo el resto de mi vida a que esto se haga. Creo que no tan sólo para mí, sino también a intérpretes de música clásica e improvisadores, es algo muy agradecido.

CH. CH.- ¿Puede establecerse alguna semejanza entre las señales que tú empleas y la partitura?

B. M.- Son complicadas como todo lo que necesita tiempo para comprenderlas. Creo que con 2-3 días de trabajo la presión que surge es brutal. Mi idea, como la de cualquiera que aprende a conducir, es tener un coche. Y yo quiero MI coche. Esto es lo que hago con mis Skyscrapers. Cuando añades partitura, las posibilidades se vuelven mucho mayores.

CH. CH.- ¿Echas de menos tocar la corneta en otros grupos como hiciste en los ochenta?

B. M.- (Risas) No echo de menos estar en muchos de los grupos pero hay muchas situaciones en las que me gusta tocar, como el trío de Burning Cloud, con Lê Quan Ninh y J.A. Deane; o con Wayne Horwitz y Bobby Previte.

Chema Chacón

Texto y adaptación para www.tomajazz.com (Diciembre 2003).
Entrevista exclusiva publicada originalmente en el fanzine Oro Molido, número 1. Febrero 2001 (www.oromolido.com), con agradecimiento a Agustí Fernández.

Más información sobre Lawrence D. "Butch" Morris: http://www.conduction.us/

©Chema Chacón, 2004