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"ME ENCANTARÍA QUE POLÍTICA Y CULTURA FUESEN POR VÍAS
INDEPENDIENTES"
Como
habrá gente incompatible con el horario de su programa de radio, Carlos
Pérez Cruz se movió y creó una web sobre jazz (www.tomajazz.com). Esa
web se convirtió después en la página sobre jazz más visitada en
castellano, según cuenta, con 10000 visitas al mes. Pero la tecnología
no permitía meter ahí el sonido de su programa. Se movió, más, y
encontró a un chileno que vive en California y tiene otra página
(www.purojazz.com), dispuesto a alojar el sonido del programa. No para.
El programa lo hace en Radio Universidad (98.3 FM) los lunes, miércoles
y viernes de 15 a 16 horas. El año pasado obtuvo una plaza de
trompetista en La Pamplonesa, una banda a descubrir por mucha gente,
dice; y también ha fundado Tunocco Brass, formada por diez músicos de
viento metal que tocan desde Händel hasta Queen. Luego están sus
conciertos, sus clases en Madrid con el trompetista Chris Kase,y,
recientemente la fiesta que organizó con 24 músicos en Pamplona a la
que asistieron más de 300 personas.
I.S.: Piense en un lector a quien el jazz le resulte totalmente
desconocido, ¿qué le recomienda como primera toma de contacto?
C.P.: Más que un disco... o un programa de radio aparte del mío
(se ríe), el de Juan Claudio Cifuentes en Radio 3. El jazz es una
música que hay que vivirla en directo. Le recomendaría que vaya a ver
una actuación en directo, que viva la esencia de la creatividad en
directo. Hay mucho jazz, muchos instrumentistas, y hay que tener la
suerte de acertar, que es complicado. Lo mismo en una tienda de discos.
I.S.: ¿Comprar un disco sin conocer el autor?
C.P.: Es que eso de que "como me suena esto, es lo único que
me compro"... De vez en cuando hay que arriesgarse. Alguna vez
fallarás, pero muchas más se acierta.
I.S.: ¿Con el programa se propone difundir el jazz en Pamplona o es
decir demasiado?
C.P.: Estamos ante una música que se considera minoritaria, pero
luego uno se encuentra un día entre semana en un local de Pamplona a
300 personas y 24 músicos. Evidentemente no puedes competir con grandes
números, pero el objetivo del programa está claro: que suenen músicas
que habitualmente no suenan en la radio.
I.S.: Con la implantación del Grado Superior ha llegado el jazz al
Conservatorio de Pamplona.
C.P.: Es una paso importante porque de una vez por todas, aunque no
creo que por convicción sino por circunstancias, se admite el jazz como
una música de estudio en un conservatorio. Lo que pasa es que en
Navarra todavía es muy anecdótico en cuanto a la calidad con la que se
está ofertando. Es curioso el dato de que el grado superior en Navarra
se haya salvado con los alumnos de jazz, de los 64 alumnos, más de 40
son de Jazz, pero todavía no se está ofreciendo con los medios que
debiera ofertarse.
I.S.: Ya hubo un festival hace unos años, ¿no?
C.P.: Bueno, se hace ahora más o menos en mayo o junio, algo que
llaman Jazz en la Calle, que para mí no viene a ser sino una muestra de
la falta absoluta de criterio y respeto a la música.
I.S.: ¿Por qué?
C.P.: Porque se está haciendo con unos medios muy pobres, con un
criterio de programación dudoso. No se puede llevar una música que
requiere su atención a un sitio al aire libre sin acondicionar. Se
empezó en Carlos III, se vio que era un error tremendo, se trasladó el
verano pasado a la Media Luna... Luego está el ciclo de jazz que se
hace en Sanfermines, pero no son los días más adecuados.
I.S.: ¿Recomendaría a las autoridades que escucharan jazz?
C.P.: A mí me encantaría que llegara un momento en que política y
cultura fuesen absolutamente por vías independientes. Yo me he reido
mucho cuando he visto un cartel que dice que Pamplona es la ciudad de
España con el nivel cultural más alto. Como eslogan electoral está
muy bien, y posiblemente el 90% de la comunidad entienda que eso es así
porque no ha conocido otra cosa, pero sales fuera y ves que hay gente
con inquietudes y haciendo programaciones de calidad y riesgo.
I.S.: Parece poco factible de momento esa separación.
C.P.: Pues que se dejen asesorar por quien sabe, porque no sé si
los cargos de cultura los hacen por sorteo.
I.S.: Con razón suele decir que vino al mundo a protestar.
C.P.: Supongo que los momentos que estamos viviendo ahora no son
nuevos. A mí hay cosas que no me gustan. Podrán ser más acertadas o
más equivocadas, pero llega un momento en que está todo tan manipulado
que le saltan a uno los resortes. Yo trato de cambiar lo que no me
gusta. Evidentemente tienes que empezar por lo tuyo propio.
I.S.: En su página web junto a mensajes contra la guerra y a favor
de Egunkaria incluye una esquela del programa "Caiga Quien
Caiga".
C.P.: Hay cuatro reivindicaciones: el lazo negro por Galicia; la
esquela de "CQC", porque creo que fue una demostración de lo
que estoy diciendo de la libertad de expresión; el tema de la guerra,
ya que antes la hipocresía se disfrazaba, ahora la obscenidad es
absoluta, y el caso de Egunkaria.
I.S.: ¿Contará a sus nietos alguna de las entrevistas que ha hecho
en su programa?
C.P.: A pesar de que fue una entrevista muy dura de conseguir y
hacer tengo un recuerdo muy bonito de la que hice a Chucho y Bebo
Valdés, padre e hijo. Ese encuentro sólo se había producido en la
película "Calle 54" de Fernando Trueba y cuando vinieron a
Villava el año pasado pude tenerlos una hora para mí en una casa
rural. Fue un momento memorable porque estaba con dos grandes figuras a
las que admiro y que estaban sentados delante, hablando de padre a hijo.
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