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Chefa Alonso con Akafree en la sala El Sol, octubre de 2003
© akafree, 2003
J.F.Tapiz: ¿Cuál
era la música que escuchabas en tu infancia y adolescencia?
Chefa Alonso: De niña me encantaba
la música, no tenía criterio y me gustaba todo lo
que oía. Escuchaba básicamente lo que oían
mis hermanos y primas mayores: Adamo, Rita
Pavone, los Beatles, los Ten Tops,
los T.N.T., los Rolling, bandas
de películas, marchas militares (mi padre era militar y tenía
una buena colección), incluida Lilí Marlene
que me fascinaba (yo, por entonces, obviamente, no sabía
de la existencia de los nazis), etc.
En la adolescencia empecé a estudiar música en el
Conservatorio; hice un año de guitarra y dos de piano, además
de solfeo, pero ninguno de los dos instrumentos me convenció.
Con 18 años me fui de La Coruna a Santiago de Compostela
para estudiar medicina y como allí no había Conservatorio
dejé los estudios de música, aunque seguía
tocando un poco la guitarra y cantando. Como la mayoría de
mis amigos, incluido mi novio de entonces, eran músicos la
música seguía siendo una constante en mi vida. Creo
que escuché más ensayos que nadie. Fue en esta época
de estudiante cuando empecé a escuchar jazz, fundamentalmente
a Coltrane y the Modern Jazz Quartet,
además de otros grupos como Pink Floyd,
King Crimson, Santana, etc.
Después de acabar medicina huí de Galicia a Madrid
y al poco tiempo me compré el clarinete más barato
del mercado. Con este instrumento comencé a componer música
y a tocar con músicos de León y de Madrid. Nos reuníamos
en Valladolid para hacer música de baile (otra constante
de mi vida; lo sigo haciendo, aunque ahora desde la percusión)
y colaborar con el Teatro Corsario, con el que
hicimos varios espectáculos con música en directo.
Al año me compré un saxo soprano (bastante malo) y
me enamoré de este instrumento. Empecé a estudiar
por mi cuenta, examinándome por libre en el Conservatorio
de Madrid. Más tarde hice los últimos cursos en el
Conservatorio de El Escorial, al mismo tiempo que compaginaba mis
estudios en el Taller de músicos de jazz. Del Conservatorio
recuerdo unos magníficos profesores de cámara, conjunto
instrumental, armonía y conjunto coral y dos pésimos
profesores de saxofón. Con ellos me tuve que pelear para
tocar en mi examen final, además de la obra obligada, dos
piezas de jazz y una composición mía para saxo soprano
y contrabajo que se llamaba Lúnula. En mis viajes
de autobus al El Escorial escuchaba sin descanso a Steve
Lacy.
Poco antes había empezado a tocar jazz con El combo
de Sara, septeto formado por músicos de León,
además de Gonzalo Abril, mi compañero
sentimental de entonces y un excelente pianista. Nos íbamos
todos los fines de semana a León. Allí nos juntábamos
con Cova Villegas, Ildefonso Rodriguez,
Alfredo Vidal, Nacho Castro (el
batería de los Celtas Cortos) y nos pasábamos
todo el día ensayando. En esta época, de 1983 a 1986,
se organizaron bastantes festivales y a nosotros nos llamaron para
tocar como teloneros de músicos como Art Blakey y
los Messengers, Don Pullen, Phil
Woods, Pharoah Sanders, etc; para nosotros
fue una experiencia estupenda y además ganábamos dinero,
no como ahora...
J.F.Tapiz: Como otros muchos músicos, una parte de
tu actividad se centra en la enseñanza. Como docente, ¿cómo
ves el panorama de la enseñanza musical en España?
Chefa Alonso: La enseñanza musical
en Espana está mal. En algunos Conservatorios están
cambiando un poco las cosas, pero de una forma tan lenta que resulta
agotador. De hecho, creo que los Conservatorios habría que
quemarlos para hacer otra cosa totalmente diferente. Es tan grande
la mafia y la forma de repetir esquemas que es muy difícil
cambiarlo. Por supuesto hay gente maja e interesante (en el sitio
más podrido la hay, por fortuna), pero yo creo que se parte
de una idea equivocada sobre la música, que es hacer grandes
virtuosos del instrumento y olvidarse de la parte creativa de la
persona. Yo he visto frustrarse a niños y jóvenes
que hubieran sido magníficos músicos, lo cual sería
motivo para meter en la cárcel a más de un profesor.
Así que en el Conservatorio o eres un luchador y lo tienes
claro (lo cual es difícil siendo pequeño), o te conviertes
en un amargado, o simplemente abandonas. Hay algunos que consiguen
ser virtuosos, pero quizás a costa de su propia felicidad.
Yo creo que es más importante ser feliz que ser el mejor
en algo.
J.F.Tapiz: ¿Algún modelo extranjero que conozcas
para la enseñanza de la música?
Chefa Alonso: En el extranjero no conozco modelos
oficiales. Yo doy clases en Tres Cantos, que es una Escuela Municipal
de Música y funciona bastante bien. Tienen claro que lo importante
es ayudar en el desarrollo de la persona. Es un ambiente relajado;
primero porque no da titulación, con lo cual no existe la
presión de los exámenes, los suspensos, etc; segundo
porque los programas son flexibles y se pueden adaptar a los intereses,
edades, gustos de los estudiantes. Yo creo que las escuelas de música
pueden ser un buen comienzo en el infinito camino del aprendizaje
de la música y un complemento para la formación profesional.
J.F.Tapiz: ¿Qué te atrajo del jazz y cómo
te inicias en él?
Chefa Alonso: Primero escuchándolo.
Me parecía una música muy sugerente y enigmática.
Me llevaba a lugares desconocidos. Pero también sufrí
la ensenanza del jazz y me pasó algo parecido a lo que me
ocurrió en el Conservatorio, porque la mayoría de
los enseñantes en este país son muy estrechos de miras.
En el Taller de músicos de jazz, donde primero estudié
y más tarde fui profesora, consideraban y por tanto enseñaban
el jazz teniendo en cuenta únicamente el jazz de los años
50, es decir el be bop, ignorando el free jazz y toda la corriente
que se abrió en los años sesenta. Esto es una auténtica
necedad. Tampoco estimulaban nada la creatividad ni la composición.
Yo siempre me negué a tocar los patrones que nos obligaban
a estudiar y siempre me empeñaba en tocar temas originales,
míos o de algún compañero, con muy poco éxito.
Me aburrí de tocar standards, seguramente mal. De todos modos
yo creo que cada uno tiene que tocar lo que necesite tocar. Para
mí el hacer mi propio sonido y mi propio lenguaje fue siempre
más importante que aprenderme 200 patterns. Esto, sobre todo
al principio, me costó más de un disgusto. También
he sentido siempre la necesidad de componer, actividad que ocupa
una buena parte de mi vida profesional (he compuesto la música
para unos ocho o nueve espectáculos de teatro y de danza,
además de para el Teatro Corsario, el Teatro
do Noroeste, el Centro Dramático Galego,
la Cuarta Pared y Ensayo 100).
Por otro lado, a mí siempre me gustó más el
free jazz, su energía y ese aparente caos en el que se desenvuelven
sus músicos.
Akafree en la sala El Sol, octubre de 2003
© akafree, 2003
J.F.Tapiz: ¿Cómo
surge Akafree?
Chefa Alonso: En cuanto a Akafree
fue simplemente el destino. Marcos Monge, que fue
alumo mío y más tarde amigo, y con el que he tocado
mucho, sirvio de Celestina para el encuentro de los cinco componentes.
Lo más curioso fue la facilidad con la que surgió
todo. Yo pensaba en varios meses de búsqueda para localizar
a un batería y un bajista interesados en montar un grupo
de free jazz. A la semana de comentárselo a Marcos
ya me estaban dando prisa para quedar porque tenían muchísimas
ganas de ensayar. Esto también es una constante que seguimos
manteniendo: las ganas de ensayar. Conectamos muy bien tanto a nivel
personal como musical. Les gustaron mucho mis temas, aportaron mucho
a su vez y nos pusimos a ensayar como locos. Despues de un año,
además de tocar bastante en garitos, grabamos La
visita de la salamandra. Este febrero cumplimos dos
años.
J.F.Tapiz: ¿La visita
de la salamandra es una fotografía momentánea, una
instantánea de vuestra evolución como grupo o un punto
de partida que continuáis desarrollando en estos momentos?
Chefa Alonso: Siempre que grabas algo
sirve como para poner una señal y decir “esto es lo
que hubo”. A partir de ese momento ya tienes que empezar a
hacer cosas diferentes. Nosotros seguimos tocando los temas del
disco, pero ya no suenan como lo hacen allí porque tienen
vida propia y se van desarrollando en los ensayos y sobre todo en
los conciertos. Ahora sobre todo estamos montando temas nuevos y
abriendo un poco nuestra música: más improvisación
y nuevas estructuras.
J.F.Tapiz: “La visita de la salamandra”, como
comenté en Tomajazz, por encima de las individualidades o
la composición me parece un trabajo que suena a grupo muy
compacto. Fuera de Madrid no ha habido mucha oportunidad de veros
en directo. ¿Nos podrías comentar cuál es la
respuesta que habéis tenido a vuestra propuesta tanto por
parte de la crítica como del público que acude a vuestros
conciertos?
Chefa Alonso: De los críticos casi
prefiero no hablar, porque no creo que existan. Solo existen periodistas
totalmente desmotivados y desinteresados por todo lo que no sean
eventos mediáticos. Vosotros sois de los pocos que habeis
mostrado curiosidad e interés, además de una pequeña
reseña que salió en Cuadernos de Jazz.
Que yo sepa ningún crítico ha venido a ninguno de
nuestros conciertos y me consta que unos cuantos tienen el disco,
pero mutis.
En cuanto a nuestros oyentes, creo que en general gustamos bastante.
Tenemos un buen directo porque somos músicos con mucha energía
y la sabemos transmitir al público. Siempre que hemos tocado
hemos notado la emoción de la gente por la música
que hacemos y eso está muy bien.
Sobre lo que comentas que sonamos “muy a grupo”, efectivamente
es lo que más buscamos. Desde la elección del nombre
(hecha por Javier Carmona, desechando por mi parte
lo que sería el típico y tópico “Chefa
Alonso Quinteto”), hasta el trabajo en los temas,
todo apuesta por lo colectivo. Nosotros creemos en ello.
J.F.Tapiz: Por lo que me cuentas, ¿seguís
como grupo?
Chefa Alonso: Por supuesto que seguimos. No tenemos mucho
trabajo pero ensayamos dos o tres veces a la semana independientemente
de que haya o no conciertos. Ahora tenemos a Jorge Frías,
el contrabajista que ha sustituido a Rodrigo, y
que ha conectado fenomenal con nosotros. La presentación
en El Sol ya fue con él.
Próximamente tocaremos en Madrid en El Juglar (5 de febrero)y
en La Casa Encendida (5 de marzo). También en Palafolls (Gerona)
en unas jornadas de improvisación a las que nos han invitado
(21 de marzo). Quizá tambien toquemos en Huesca en esas fechas.
J.F.Tapiz: ¿Es cierto que no hay público para
propuestas como la vuestra o esto es un prejuicio?
Chefa Alonso: Es una mentira. Lo que no
hay son programadores para este tipo de propuestas. Yo estoy segura
de que el único problema es que hay que organizar estos conciertos
y hacerlo bien. Estoy convencida de que hay público para
esta música.
J.F.Tapiz: Tú eres una “rara avis” dentro
del panorama nacional. No sólo te dedicas al tema del free
y la libre improvisación sino que además eres mujer.
Tampoco eres cantante, que es dónde suelen aparecer las mujeres
en el jazz, ya que has elegido un instrumento dentro de la familia
de los saxos tan complicado como es el saxo soprano. ¿Cómo
ha influido esta condición de mujer en tu carrera?
Chefa Alonso: El hecho de ser mujer no
ayuda nada. Tampoco es una cuestión por la que me he preocupado
mucho, porque bastante tengo ya con luchar por lo que quiero hacer
y sobre todo por hacerlo a mi manera. Entre mis amigos no siento
los prejuicios en ese sentido. Sí que a veces pienso que
si hubiera sido un hombre, con la experiencia y la edad que tengo,
las cosas hubiesen sido muy distintas, a nivel de reconocimiento,
facilidades, etc.
Yo creo que en general las mujeres somos menos competitivas y menos
ambiciosas. Yo soy ambiciosa en el sentido de que me gusta hacer
bien lo que hago y peleo por ello. Pero por educación y por
carácter el tema del éxito, la fama o el dinero no
son cosas prioritarias para mí. Me importan poco. Prefiero
vivir de lo que hago (música en sus distintas facetas) lo
mejor que pueda. Estoy contenta de que haya un pequeño reconocimiento,
que lo hay, aunque sea a un nivel reducido. Así que el ser
así en un mundo tan cruelmente competitivo como en el que
vivimos no te facilita las cosas.
J.F.Tapiz: Vas a ser uno de los componentes de la orquesta
Foco en el festival Hurta Cordel a finales de enero en Madrid, participando
en una preparación previa y luego en una conducción
dirigida por Butch Morris. Como músico, ¿qué
esperas de esta participación?
Chefa Alonso: Con Butch Morris he trabajado
ya en tres ocasiones en Barcelona, invitada por Agustí
Fernández. He vivido esta experiencia y como soy
de Musicalibre (la asociación que organiza
el Festival Hurta Cordel) y coordino el festival
propuse invitarlo para que dirigiera la Orquesta Foco,
que es la orquesta de Musicalibre. Me parece un
trabajo muy interesante. Por un lado está el trabajar con
tantos músicos y tanta riqueza tímbrica. Por otro
lado Butch Morris, aunque aparentemente parezca
autoritario con las señales que utiliza para dirigir, te
da una gran libertad porque nunca te pide que hagas una determinada
nota y tienes libertad para interpretar esas señales. Para
terminar estás jugando con tu música, con tus materiales,
tus sentimientos, con lo que tu tienes. Él maneja todo eso
de una forma tal que la música que se produce es muy interesante.
Como todo se está haciendo en ese mismo momento tiene una
vitalidad impresionante.
Cuarteto Sin Red
© Sin Red, 2003
J.F.Tapiz: Hay dos proyectos
tuyos en los que mezclas música y poesía. Cuarteto
sin red, dónde estás acompañada a tu saxo soprano
y percusión por el saxofonista y clarinetista Ildefonso Rodríguez,
el poeta Victor Diez y la voz de Cova Villegas. Nos gustaría
que nos explicases y nos hablases sobre estos dos proyectos y que
nos comentes si todo lo que trabajais es improvisado.
Chefa Alonso: En este cuarteto utilizo
más la percusión, aunque también toco el soprano.
Originariamente teníamos otra formacion e incluíamos
a dos bailarinas, pero los que más nos veíamos para
trabajar éramos Fonso, Víctor
y yo. Así que finalmente, debido además a que mover
grupos grandes es muy complicado, decidimos quedarnos en cuarteto
incluyendo a Cova Villegas. Somos amigos desde
hace mil años y solemos alquilar una casa en el verano en
la Costa de la Muerte. Es un sitio magnífico para ensayar
y ahí tocamos todos los días. También nos reunimos
en León siempre que podemos. Trabajamos a veces con estructuras
que incluyen distintas agrupaciones, eligiendo determinados materiales,
progresiones dinámicas, motivos poéticos, formas contrastadas
y lo que se nos vaya ocurriendo por el camino. También trabajamos
sin nada, simplemente tocando.
Blanca Doble: Chefa Alonso y Victor Díez
© Blanca Doble, 2003
J.F.Tapiz: También
está Blanca Doble, un dúo con el anteriormente citado
Victor Díez. Coméntanos sobre él y las diferencias
que hay con el cuarteto Sin Red.
Chefa Alonso: Blanca Doble es anterior
a Sin Red. A mí me apetecía trabajar
como solista en cuanto a mis instrumentos, pero como los solos no
me gustan demasiado (me parece mucho más interesante interactuar
con alguien) pensé en Víctor, que
es un poeta excelente, para hacer un dúo. Así surgió
Blanca Doble. La manera de trabajar es similar
a la de Sin Red.
J.F.Tapiz: ¿Hay algún otro proyecto en mente
o en creación sobre el que todavía no haya información
pero sobre el que nos puedas adelantar algo?
Chefa Alonso: Mi próximo proyecto
es irme a Londres. Llevo 24 años en Madrid y ya me vale.
Estoy cansada también de organizar. Organizo muchas cosas
(demasiadas), porque parece que es la única forma de que
salgan adelante, pero es agotador. Además a mí lo
que realmente me gusta es tocar, ensayar y estar en proyectos creativos.
En fin, que voy a descansar un poco de Madrid, de la gestión
cultural y del PP.
Musicalibre seguirá organizando el festival
Hurta Cordel (esta es su VIII edición),
porque afortunadamente ahora tenemos el apoyo de la Casa
Encendida que patrocina este y otros proyectos interesantes.
J.F.Tapiz: ¿Cómo ves el panorama del jazz
en España en la actualidad?
Chefa Alonso: En cuanto a la gente, creo
que va bien; cada vez hay más personas interesada en el jazz,
a pesar de que en un momento parecía que a nadie le gustaba;
yo creo que esto se debió a que abundaban (y todavía
pasa un poco) los pseudogrupos que se juntaban unicamente para los
bolos y destrozaban los standars. Ahora la cosa es un poco más
seria y hay grupos. Sin embargo, el interés y la cantidad
de personas que va creciendo no va parejo con las posibilidades
de poder escuchar conciertos interesantes porque no hay circuitos
ni clubs que programen fuera de los grandes intereses comerciales.
Así que es bastante frustante.
J.F.Tapiz: En estos momentos hay un intento de unión
de los músicos en torno a reivindicar el jazz nacional ya
que se está dando la problemática de que en España
hay multitud de festivales pero muy poca participación de
propuestas nacionales. ¿Cómo ves este intento de asociación?
Chefa Alonso: Sí, hay muchos festivales
pero los músicos españoles nunca vamos a tocar, lo
que me parece de vergüenza. El intento yo lo veo bien. Es la
manera: juntarse y presionar. Pero no soy muy optimista al respecto,
porque aunque la gente está cambiando, los que tienen el
poder y los que programan no han cambiado un ápice.
J.F.Tapiz: ¿Crees que la apertura en los festivales
no debiera ser tanto en torno a nacionalidades -está el déficit
de propuestas europeas- como a diversificar los estilos?
Chefa Alonso: Eso es fundamental. Es la
pescadilla que se muerde la cola. Los programadores no quieren programar
cosas mínimamente arriesgadas porque creen que no hay público
para ello y eso hace que el panorama sea cada vez más cerrado,
homogéneo y repetitivo; pero hay mucha gente que ya está
cansada de esta situación. Me refiero a un tipo de público
que ansía escuchar otras propuestas. No sólo hay público
para operación triunfo.
J.F.Tapiz: Casi terminando. Nombres interesantes, pistas
sobre gente que esté trabajando en la improvisación...
Chefa Alonso: Sobre grupos de jazz españoles que
me parezcan interesantes, además de Dadajazz,
que creo que se han disuelto, están el quinteto de Cova
Villegas, que trabaja temas propios y versiones del folklore
asturleonés, o el quinteto de Baldo (Martínez).
De fuera de España me encantan el trío de Evan
Parker, el trío alemán Der Rote Bereich
(con el guitarrista Frank Möbus que es el
compositor de los temas), el clarinetista bajo Rudi Mahally
y el batería Oliver Bernd Steidle; en Portugal
el trío del contrabajista Carlos Barreto;
en Italia el Atípico Trío de Carlo
Actis Dato. Tocaremos con ellos en la Casa Encendida el
5 de marzo.
J.F.Tapiz: Una selección de los discos
más desgastados de tu discoteca y de tus músicos preferidos...
Chefa Alonso: Mis
dos discos preferidos Goin´home
de Archie Sheep con Horace Parlan
y Kind of Blue de Miles.
Mis sopranistas preferidos son Steve Lacy, Lol
Coxhill y Evan Parker. Mi grupo preferido
es The Art Ensemble of Chicago. De Mingus
me gusta todo. También he escuchado mucho a Ornette
Coleman, Roland Kirk, Dudu Pukwana,
John Zorn, Fred Frith, Carla
Bley...
© José Francisco Tapiz, Tomajazz
2004
Más sobre Chefa
Alonso - Akafree en Tomajazz
Comentario
de La visita de la salamandra por José Francisco Tapiz
Akafree
en directo en la Sala El Sol, Madrid 29-X-2003. Por Diego
Sánchez Cascado
Página web de Akafree
y proyectos relacionados con el grupo y sus integrantes:
http://www.akafree.com/
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