|
|
Félix Lecaros
P:
Apenas
23 años de edad y ya uno de los más reputados bateristas en Chile.
Imagino que lo mejor de todo esto es la perspectiva de un largo futuro
por delante.
F.L.: Sí,
de todos modos debo seguir trabajando, me falta estudio, salir de Chile
para conocer otras formas de tocar el jazz y aprender.
P: Hablar
de 30 años de jazz en Chile es hablar de más años de historia que la
que tiene el propio Félix Lecaros.
Si tuvieras que hacer una mirada en perspectiva de lo que ha
sucedido en el Chile jazzístico durante este periodo, ¿qué es lo que
percibes?
F.L.: Desde
que comencé a tocar jazz, 1994, ha evolucionado debido a la apertura en
la información (discos, internet, universidades, conciertos de
jazzistas extranjeros, jam sessions con esos músicos). Esto ha generado
ganas en la juventud.
P: En
tu carrera musical imagino que tiene mucho que ver la figura de tu padre
Roberto Lecaros, uno de los primeros pedagogos del jazz chileno. ¿Qué
retrato de Roberto nos puede hacer su hijo?
F.L.: Mi
padre inició el jazz moderno con sus talleres, en un restaurante que él
tuvo. Los mismos alumnos daban conciertos allá.
También vinieron jazzistas extranjeros como Danilo Pérez, Arnie
Lawrence, Tony Martucci, James King, entre otros.
P: Imagino
que tu padre puede constatar las diferencias que existen entre la enseñanza
actual del jazz en Chile con la de sus tiempos. ¿Qué dice al respecto?
F.L.: Mi
padre dijo que antes ellos sacaban frases a través de discos. Ahora,
con la información, te llegan muchos métodos.
P: Los
países que han vivido bajo el yugo de una dictadura suelen sufrir el
retraso temporal de las manifestaciones artísticas. ¿Ha evolucionado
el jazz en Chile como para poder hablar de igual a igual con el jazz del
resto del mundo?
F.L.: Aunque
yo no viví la dictadura ya que de niño estaba en Barcelona,
creo que es otro jazz. Si no seríamos como máquinas reproductoras de
frases ya establecidas hace mucho tiempo. Igual acá existen músicos
que quieren parecerse a los músicos top. A mí me parece que esa es una
manera mediocre de ver el jazz.
P: Aunque
la situación para la práctica del jazz en Chile pueda ser mejor ahora
que antaño, ¿qué deficiencias encuentras para la práctica
profesional del jazz?
F.L.: Que
faltan más lugares donde tocar y que paguen bien, lo que realmente vale
los años de estudio.
P: Cuáles
son para ti las características que definirían el jazz de raíz
chilena.
F.L.: De
partida el jazz no es chileno. Lo que se ha hecho acá es incorporar
elementos del folklore (6/8 en los ritmos) con el lenguaje del jazz
(armonías, improvisación), es la fusión de ambas cosas. Como músico
de Santiago, la raíz es lo que se hace fuera, lo que ha llegado y
nosotros lo hemos entendido a nuestro modo y hemos compuesto música con
nuestras costumbres.
P: Hablamos
de un baterísta de corta edad. Haznos una descripción de cuál ha sido
y cuál es tu proceso de formación.
F.L.:
Empecé
a los 6 años, estudiando en la escuela de mi padre. Después con los
talleres, las jam y mucha disciplina de estudio, escuchando a los
grandes. El secreto es estudiar.
P: Por
un lado están los maestros de aula, por otro los ídolos. ¿Qué
nombres ocupan tu estantería de discos de jazz?
F.L.: Elvin
Jones, Miles Davis, Terence Blanchard, Kenny Garret, Kenny Kirkland,
Tony Williams, Jeff Tain Watts, Ornette Coleman, John Coltrane, y muchos
otros que sería interminable la lista.
P: En
este periodo has participado en diversas grabaciones y actuaciones. ¿De
qué te sientes más orgulloso y por qué?
F.L.: Son
todas distintas. No existe otra igual. El disco
Super Trío, con el guitarrista Mauricio Rodríguez, donde conocí
el mundo del odd meter. El segundo disco de Carlos Silva Trío, donde me
he sentido más libre para trabajar (aún no sale a la venta, saldrá en
mayo del 2004)
P: Nos
llegan ecos de una joven generación de artistas chileno capaces de
hacer
dar un paso adelante en la evolución del jazz chileno. ¿Cuáles
son sus nombres y características?
F.L.: Sebastián
Jordán, trompeta; Agustín Moya, Andrés Pérez, saxofón tenor; Andrés
Celis y Carlos Cortés, batería; Roberto Lecaros Jr. y
Pablo Menares, contrabajo; Cristián Gallardo, saxofón alto.
Todos ellos tienen entre 18 y 25 años. Son músicos estudiosos que no
creen el cuento de lo que es mentira o verdad, como te decían antes
cuando tocabas jazz. Ellos hacen jazz.
P: En lo que a tu carrera respecta. ¿Qué proyectos de futuro
tienes?
F.L.: Viajar, seguir estudiando y poder vivir del jazz,
que es lo más difícil.
© Carlos Pérez Cruz, Tomajazz 2004
|
|
|