Cuatro
años han sido suficientes para que el nombre de Clean
Feed Records aparezca al frente de la vanguardia musical.
A fecha de hoy, el sello portugués ha lanzado al mercado
46 compactos, y el plantel de artistas que aparecen en los créditos
de esta discografía es, sencillamente, tremendo: Tim Berne;
Paal Nilsen-Love y Evan Parker; Gerry Hemingway y Ellery Eskelin;
Bruno Chevillon; Nate McBride; Paul Flaherty, Joe McPhee y Steve
Swell; Joe Morris… Líneas imaginarias que trazan un
mapa cartográfico internacional del jazz; un panorama al
que Clean Feed Records da la misma importancia que a las figuras
representativas de la escena portuguesa: Zé Eduardo y Jesus
Santandreu; Rodrigo Amado y Acácio Salero; Bernardo Sassetti
y Carlos Barretto; João Paulo…
Un proyecto de tal magnitud no madura de la noche
a la mañana, y aunque creado en el 2001, su fundador, Pedro
Costa (con quien tuvimos la suerte de intercambiar algunas
reflexiones), ‘llevaba 8 años persiguiendo
el sueño de crear un sello discográfico, una distribuidora
y poder abrir una tienda de discos especializada en el jazz’.
Costa estuvo trabajando durante quince años en un almacén
de discos, estudiando al detalle los caprichos de la producción,
la distribución y el mercado musicales. Y estos quince años
en contacto directo con la música, y los ocho años
de maceración de ideas empiezan a dar recompensa, un sueño
que ha comenzado, pero no concluido: ‘espero algún
día poder abrir un club de jazz y más aún deseo
poder seguir produciendo grandes discos; ésta es la razón
por la que este sueño aún no me satisface’,
comenta Pedro.
‘Mi hermano Carlos y yo trabajábamos
en la producción de conciertos, y fue esto lo que nos dio
la oportunidad de lanzar una primera grabación en el 2001.
Yo mantenía el contacto con Lou Grassi desde nuestro encuentro
en Nueva York, y me comentó que vendría a Europa a
tocar con Rosswell Rudd. Quería venir a Portugal, además
de hacer una grabación con Steve Swell. Le pregunté
qué contrabajista quería para la banda, y así
nació Implicate Order (The Implicate Order at Seixal, CF001CD)’.
En el mismo mes de la grabación del disco vio la luz la compañía:
marzo del 2001. ‘De alguna manera, siempre supe que esto era
algo posible. Nunca pensé que fuese difícil, y aún
sigo creyéndolo. Debería animarse más gante
a hacer lo mismo’.
La actitud de Pedro no deja lugar a dudas de que
la fe mueve montañas. La fe, y los golpes de riñón:
mucho trabajo, sin ayuda institucional ni inyección de capital
privado. Clean Feed se alimenta de la producción de conciertos,
de la distribución de otros sellos en Portugal, y de la suerte
(personalmente prefiero hablar de trabajo bien hecho, en lugar de
suerte) de que las ventas funcionan bien, y el sello poco a poco
va creciendo, con Estados Unidos (principalmente), Japón,
Francia, Alemania y Polonia como principales distribuidores.
Queda reflejado en el anterior análisis:
Clean Feed emplea recursos y esfuerzos en la producción y
edición de conciertos. Un buen porcentaje de los discos están
grabados en directo: ‘en ciertas producciones
aprovechamos material ya grabado, como es el caso de la grabación
de Paal Nilsen-Love (TownOrchestraHouse, CF041) o Bruno Chevillon
(Cette Opacité, CF045); en otras trabajamos para crear el
material. Estamos intentando hacer algo más, trayendo a los
músicos y creando grandes grabaciones en directo, tal y como
ocurrió con Steve Lehman (Interface, CF022), Lisbon Improvisation
Players (Motion, CF025), The Julius Hemphill Sextet (The Hard Blues,
CF027), o The Implicate Order. Hay algunas grabaciones que están
por salir que siguen esta misma línea, como son The Otomo
Yoshihide’s New Jazz Quintet con Mats Gustafsoon o el nuevo
trío de Hill Holshouser. Cada vez más, sentimos la
necesidad de crear este tipo de proyectos con los que unir a los
músicos, pues de otra forma nunca tendríamos la oportunidad
de disfrutar de estas formaciones’.
La compañía ha aprendido pronto a
andar, a decir sus primeras palabras, pero aún queda un largo
camino por recorrer: ‘Portugal es un país
difícil. Nuestro sello es más conocido fuera de nuestras
fronteras. Es una cuestión de mentalidad. Tenemos muy buena
relación con algunos festivales, y otros sencillamente nos
ignoran, aunque afortunadamente hemos sido capaces de trabajar con
personas responsables de los festivales portugueses, gente de mente
abierta’, reflexiona Pedro. La cuestión
de los clubes y de una cultura musical en torno al jazz es otro
de los escollos insalvables, la mentalidad de una población
en la que no existe una tradición: ‘En
realidad, sólo un club de jazz funciona en Portugal: el Hot
Club, un lugar mágico, pero el único que funciona
realmente bien. Ni que decir tiene que no recibe ayudas de ningún
tipo’.
Los nombres de Sabir Mateen, Charlie Kohlhase,
Joachim Kühn, Ornette Coleman, Tony Malaby, Louis Sclavis,
Daniel Humair, Noel Akchoté, Marc Ribot, Max Nagl, Fred Anderson
y George Lewis se apelmazan en la mente de Pedro como proyectos
no realizados. Proyectos por realizar. Demostrada la paciencia y
capacidad de trabajo del equipo, sólo es cuestión
de tiempo que los anteriores nombres pasen a formar parte de las
listas de créditos de próximos lanzamientos.
Clean Feed, una técnica de audio en la que
la salida de la fuente permanece completamente limpia, sin eco,
sin reverberación, sin ruido. Clean Feed Records, una compañía
que supone un punto de inflexión del jazz en Portugal. Aunque
quizás sea demasiado pronto para hablar en estos términos:
‘No lo sé; lo que sí sé es
que se persevera más en los proyectos que antes, y que éstos
resultan de mayor interés, al menos según mi particular
percepción’. No sé qué
pensará el resto del mundo, pero me atrevo a llevar la reflexión
un poco más allá: la creación de esta compañía
permite hablar con facilidad de un antes y un después, y
no sólo de fronteras para adentro. El sueño de un
proyecto al que me atrevo a contribuir con estas modestas líneas.
No olvidéis visitar la web del sello: www.cleanfeed-records.com;
la distribución en España corre a cargo de Distrijazz:
www.distrijazz.com
© Sergio
Masferrer, Tomajazz 2005 |