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Suite for trio + es el nombre del proyecto que supone
el lanzamiento al mercado del sello discográfico Fenommedia, una
pequeña compañía polaca de diseño artístico que ha decidido ampliar
el espectro de sus producciones al terreno musical.
Los elementos que hacen que
el catálogo de Fenommedia, hasta el momento, sea un todo cohesionado,
son evidentes. Desde un punto de vista estético, en el que el nombre
de Blanka Tomaszewska es de especial relevancia, el producto es
impecable: la presentación en cartón de los CDs; la combinación
de colores; el montaje visual de las portadas, donde la fotografía
de Tomaszewska juega a deformar la percepción de los objetos cuando
éstos se observan desde primeros planos (¿una metáfora, quizás,
de la postura artística adoptada?); los textos insertados con los
cuidados comentarios de los músicos; la impresión misma de las obleas…
Desde un ángulo musical, los cinco proyectos lanzados hasta el momento
al mercado tienen como denominador común a los hermanos Olés en
la sección rítmica.
Con Fenommedia, Bartlomiej
Brat y Marcin Olés consiguen alcanzar un hito en lo que ha sido
una escalada exponencial en las producciones del dúo en los últimos
años. Sin duda alguna, la grabación del directo junto a David Murray
(Circles-Live in Cracow, editado por el también polaco sello Not Two),
o Alchemia, una caja de
doce CDs que recoge las sesiones de dicha sección rítmica junto
a Ken Vandermark [1], han puesto a los Olés en el ojo del huracán
en lo que a las nuevas fronteras del jazz se refiere.
Si bien es cierto que la producción
de estos dos músicos no queda restringida a Fenommedia, ocurre que
el sello polaco se presenta como un estudio de grabación, en el
que la base rítmica y las composiciones son un asiento en primera
clase para que los músicos de vanguardia (Jean-Luc Cappozzo, Erik
Friedlander, Theo Jörgensmann, Chris Speed, Kenny Werner…) dejen
su impronta.
Parafraseando la cita de Theo
Jörgensmann, incluida en Directions
(Fenommedia, FM 05-002), “la nueva música improvisada no se basa
en la relación entre el sonido y las formas, sino en el balance
entre el tiempo y la dirección del movimiento; en otras palabras,
en el desarrollo de la acción musical”. Creo que estas palabras
sirven como brújula para posicionarse ante la cantidad y variedad
de música que contiene la producción de Fenommedia. Es cierto que
la definición dada es al mismo tiempo excluyente en ciertos aspectos:
la mayor parte de los minutos musicales están desarrollados sobre
pedales rítmicos, casi libres de forma en lo que a estructura armónica
se refiere (nada tiene que ver esta música con las extensas composiciones
de los clásicos norteamericanos de comienzos de siglo, semillas
éstas de los primeros estándares del jazz). Pero aunque la componente
cerebral en cuanto a composición armónica no es destacable, hay
muchas otras, casi todas viscerales, que enriquecen el producto:
la variedad rítmica (impresionante la complejidad que contiene Chamber Quintet (Fenommedia, FM 05-003); la fuerza emocional en el
desarrollo de algunos temas; el nivel de abstracción de otros…
Otra de las constantes presentes
en Fenommedia es el uso de la música como vehículo de comunicación
intercultural: como un tejido que cubre todo lo anteriormente descrito,
los músicos extraen y exponen con aparente facilidad y sencillez
la esencia de estilos musicales impropios de la cultura en la que
han crecido.
Como recoge el artículo “Polish
Jazz for Dummies: 60 Years of Jazz from Poland”, escrito por Cezary
Lerski y publicado en el web AllAboutJazz [2], la tradición del
jazz en Polonia tiene sus cimientos en la rebelión que produjo su
prohibición en los años cuarenta por la invasión estalinista. Lejos
quedan ya las señas de la revolución musical propuesta por Komeda,
Kurylewicz, Trzaskowski o Tomasz Stanko. El jazz polaco necesita
un nuevo horizonte de referencia. Sirvan, pues, los hermanos Olés
y Fenommedia de cicerones del presente del
jazz futuro.
Sergio Masferrer
Notas:
[1] Como en
el caso del quinteto escandinavo Atomic, Vandermark vuelve a acertar
con el apadrinamiento de los hermanos Olés.
[2] Web
de AllAboutJazz: http://www.allaboutjazz.com.
Chamber Quintet
- Marcin Olés & Bartlomiej Brat Olés, feat. Erik Friedlander,
Michael Rabinowitz, Emmanuelle Somer
Composiciones:
“Abyss”,
“Galileo”, “Eternity”, “Enigma”, “Rien Que Nous Deux”, “Reflection”,
“Horror Vacui”, “Phoenix”, “Desert Walk”, “Nostalgia”, “Source”.
Todos temas compuestos por Bartlomiej Brat Olés, excepto
“Eternity” y “Rien Que Nous Deux”, compuestos por Marcin Olés.
Músicos: Emmanuelle Somer (oboe, English horn), Michael Rabinowitz
(fagot), Erik Friedlander (violonchelo), Marcin Olés (contrabajo),
Bartlomiej Brat Olés (batería).
Grabado en Studio Buffo, Varsovia (Polonia), los días
23 y 24 de junio de 2004.
Fenommedia FM 05-003
Comentario: Los huecos y fisuras por los que los músicos
han conseguido introducir las raíces y ramificaciones del jazz son
tantas que, a día de hoy, el único factor común a todos los discos
etiquetados como jazz es la improvisación. Pero esta afirmación
es sólo válida en un sentido, no en el opuesto: la música kletzmer
o la contemporánea son dos ejemplos de estilos en los que se hace
patente la habilidad de los músicos para sobrevolar sobre las estructuras
armónicas con las escalas como método de propulsión.
Tras este breve aperitivo, adivinar qué viene a continuación
en el menú es tarea sencilla: Chamber
Quitet, tercera entrega de Fenommedia inspirada en la pieza
para oboe y trío de cuerdas “Phantasy op.32”, de Benjamin Britten,
busca saltar a un lado y a otro de la frontera entre la música de
cámara y el jazz. El producto es interesante desde diversos puntos
de vista. Por destacar algunos: el timbre poco usual de los instrumentos
que componen la formación; la mayoría de las piezas son complejas
desde el punto de vista de las estructuras, estando compuestas por
diversos movimientos; y la complejidad rítmica de cada pista, con
ritmos compuestos, muy poco lineales. En definitiva, la ejecución
de las composiciones que Chamber
Quintet incluye requiere de una altísima formación técnica.
Los músicos presentes no solo están por encima de los requisitos
técnicos, sino que además recorren los pasajes improvisados de forma
sobresaliente.
Abre el disco “Abyss”, una pieza compleja, cerebral,
de evolución lenta. Tras una apertura del chelo en solitario, las
distintas voces solistas se van añadiendo y/o restando, cambiando
el tema de timbre y de textura rítmica en cada uno de los movimientos
que lo componen.
El abstracto goteo de notas de Marcin Olés cubre los
dos primeros minutos de “Galileo”, mientras que en los dos siguientes
la rítmica entra en un complejo ritmo compuesto de dos segmentos
concatenados de de 7x8 y 8x8, con el oboe de Somer volando las notas
del contrabajo, siempre en los agudos. Ruptura del tema hacia los
graves en el tercer movimiento, con cambio de ritmo a dos segmentos
concatenados de 5x4 y 3x4, y resolución con vuelta a la estructura
del segundo movimiento.
Tras la tensión de los dos anteriores temas, “Eternity”
se presenta como un alto en el camino, una pieza más homogénea en
cuanto a estructura, con líneas melódicas muy sosegadas y una batería
de escobillas que se arrastra en el oído al retrasarse ligeramente
respecto a los acentos marcados en los compases por los vientos.
El swing hace su primera aparición con “Enigma”: walking
de contrabajo, baqueta sobre los platillos a ritmo de 4x4, y sección
de vientos dándose el relevo en la tarea de dirigir el rumbo del
tema. Los arcos del chelo y del contrabajo son los dos únicos instrumentos
que dan forma al quinto corte, “Rien que nous deux…”, un tema en
el que las disonancias y desarmonías de Shostakovich se hacen evidentes
en la presentación y el desarrollo, mientras que el desenlace es
mucho más armónico.
Como si de las diferentes partes de una suite se tratase,
“Reflection” da continuidad a la estela creada por “Eternity” y
“Enigma”, mientras que, en apenas dos segundos, “Horror Vacui” hace
desaparecer dicha estela con un minuto de caos libre improvisado
de los cinco instrumentos. El resto del tema son crescendos y decrecendos
en intensidad, con el concepto que el título propone como leitmotiv.
En “Phoenix”, Somer vuelve a crear con su instrumento
una atmósfera enrarecida, intrigante, mientras que la rítmica vuelve
a jugar con la poca linealidad y complejidad de los ritmos compuestos.
El título del noveno tema, “Desert Walk”, contiene en
sí mismo el desarrollo de la pieza: desconcierto de quien despierta
en el desierto y comienza a caminar, sin rumbo, con la entrada del
walking de contrabajo y el hipnótico y arabesco fraseo del oboe.
Tras “Nostalgia”, pieza integrante de la suite que personalmente
imagino compuesta por los anteriores movimientos “Eternity”, “Enigma”
y “Reflection”, cierran la grabación el silencio, el chirriar de
agudos del chelo, y los espacios abiertos y desconcertantes de “Source”.
Walk Songs - Marcin Olés, Chris Speed,
Simon Nabatov, Bartlomiej Brat Olés
Composiciones:
“Evil's Eyes”, “Green Water”, “In Progress”, “Wise Guy”,
“Q Square”, “Walk Song I”, “Walk Song II”, “Long Day”, “Seven Days”.
Todos temas compuestos por Marcin Olés, excepto “Q Square”
y “Long Day”, compuestos por Bartlomiej Brat Olés.
Músicos: Chris Speed (saxo tenor), Simon Nabatov (piano),
Marcin Olés (contrabajo), Bartlomiej Brat Olés (batería).
Grabado en DR Studio (Polonia) los días 22 y 23 de noviembre
de 2005.
Fenommedia FM 06-004
Comentario: Mientras que los tres primeros trabajos editados
por Fenommedia están firmados en su mayor parte por Bartlomiej Brat
Olés, la autoría de Walk Songs
pertenece a Marcin Olés. Desde la primera toma de contacto, esta
cuarta entrega resulta mucho mas estándar, tanto por la formación
escogida para dar forma al proyecto (piano, saxo tenor, más la base
de contrabajo y batería), como por la producción y el perfil de
las composiciones, más tangibles, y con un menor grado de abstracción
requerido por parte del oyente si se compara con los anteriores
tres trabajos.
El papel principal pertenece en casi todas las pistas
a Chris Speed, y aunque a ratos es demasiado obvio que la sombra
de Coltrane es alargada, la contribución del saxofonista al producto
final es indiscutible. El telón rítmico que los hermanos tienden
es muy transparente, asequible, y sin afán alguno de protagonismo.
A mi entender, la producción de la batería, con el pulso nítido,
casi cristalino de Bartlomiej Brat Olés, es demasiado brillante.
Como comentario final antes de pasar a desglosar cada tema, destacar
los dos movimientos de Walk
Songs: de las mejores canciones que he escuchado en los últimos
meses.
El arranque del disco con “Evil´s Eyes” no tiene nada
de conceptual: el saxo introduce el tema con una melodía pegadiza
que rápidamente queda anclada al oído. Es el piano quien, aún con
la inercia del saxo pero ya sin éste, descompone y recompone la
secuencia de acordes a su gusto y antojo, dejando caer con contundencia
la mano izquierda sobre los acordes a lo McCoy Tyner, y deslizando
la derecha con agilidad sobre las octavas agudas. La atmósfera queda
suficientemente abrillantada para que sobre el piano se refleje
el saxo desgarrado de Coltrane en un pasaje a trío.
En el segundo tema, “Green Water”, Chris Speed se arranca
con una melodía easy listening, a la que da continuidad Nabatov
sobre walking de contrabajo y swing de batería, demostrando las
dotes adquiridas para el lenguaje musical. El orden de los solos
no varía: el piano vuelve a tomar el testigo del tenor, comenzando
con colores opacos sobre las frecuencias graves, y jugando a aumentar
la tensión del tema a medida que las manos se desplazan hacia los
agudos. Excelente pasaje. Vuelta a la melodía principal, al mismo
tiempo que el oyente se va preparando para entrar en la siguiente
toma.
Aunque el peso vuelve a caer sobre Chris Speed para
que “In progress” eche a andar, es Nabatov quien da forma y enriquece
la composición. Tras la intro, la base rítmica permanece pasiva
sobre un pedal de dos acordes, mientras que en formación de trío
las teclas blancas y negras hacen crecer el tema de forma modal.
Las leves pinceladas oscuras que hasta el momento la grabación ha
ofrecido toman protagonismo en “WiseGuy”. Espacios abiertos por
la ausencia del contrabajo y la batería; piano disonante; el saxo
desprendiéndose de las notas como si de gotas se tratasen; el crecimiento
paulatino e inevitable de la intensidad del tema hasta casi desbordarlo...
“Qsquare” es el punto en el que convergen los argumentos
abstractos y concretos expuestos hasta el momento, con un comienzo
de melodía sencillo que el saxo se encarga de desgarrar como si
de un cuchillo de sierra se tratase. No es de extrañar que el tándem
formado por “Walk Song I” y “Walk Song II” den nombre al trabajo.
El piano introduce el tema en solitario, suave, sin prisas, casi
deteniendo el tiempo, añadiendo notas una a una cada vez que la
frase principal se repite. Con la llegada del segundo movimiento,
entra en escena el resto de la formación. El saxo persigue las notas
del piano, dejando al descubierto los compases que soportan la tensión
armónica. El dialogo entre los instrumentos crece, y, con ello,
la velocidad del tema, que, sin desviarse del rumbo original, va
girando por entre los meandros de la partitura.
Con “Long Day”, el cuarteto da continuidad a “Walk Song
I” y “Walk Song II”, al mismo tiempo que abre una brecha a través
de la cual poder romper con el orden que éstas proponían. El disco
cierra un punto bien distante al que comenzó: silencioso, abierto,
y con el contrabajo y la batería en los papeles principales por
primera vez en el disco.
Suite for trio + - Olés / Trzaska / Olés & Jean-Luc
Cappozzo
Composiciones: “Freetan”, “Suite for trio
+”, “JLC”, “Budmo”, “5-5”, “Bolero Stefana”, “N-Ju”,
“Urodzaj”.
Todos temas compuestos por Bartlomiej Brat Olés, excepto
“Bolero Stefana”, compuesto por Marcin Olés y Mikolaj Trzaska; “Urodzaj”,
compuesto por Mikolaj Trzaska; y “Freetan”, improvisación colectiva.
Músicos: Jean-Luc Cappozzo (trompeta, fliscorno), Mikolaj
Trzaska (saxo alto, clarinete bajo), Marcin Olés (contrabajo), Bartlomiej
Brat Olés (batería).
Grabado en los estudios Radio Wroclaw (Polonia) el 27 de febrero
de 2003.
Fenommedia FM 05-001
Comentario: Tras dos años archivados, la
Suite For Trio + ve finalmente la luz. Problemas técnicos en la grabación
original han hecho que el material del trío formado por los hermanos
Olés y Mikolaj Trzaska, y reforzado por el trompetista francés Jean-Luc
Cappozzo, haya pasado por el estudio una segunda vez. Aunque es
aquí donde encaja aquello de no hay mal que por bien no venga: el
tiempo no ha pasado en balde para ninguno de los músicos que componen
el proyecto. El trío Olés-Trzaska-Olés ha trabajado intensamente
su lenguaje, y los Olés han ampliado generosamente su discografía.
En resumen, estos dos años han servido para que la primera referencia
que Fenommedia sirve en su catálogo sea un producto meditado y muy
madurado con el tiempo. En definitiva, una excelente puesta de largo.
Abre la grabación “Freetan”, tres minutos de libre improvisación
que se presentan como un falso preludio del disco. Trzaska pone
las cartas boca arriba, mostrando que el fraseo de su clarinete
bajo está muy cerca del de Michel Portal en sonido e intenciones:
intrigante, percutivo y poco lineal (lástima que, excepto en momentos
muy puntuales, se decida por el saxo alto en el resto de la grabación).
La trompeta del francés Cappozzo y el arco de Marcin Olés juegan
a arañar el tema, pero sin llegar a descubrir sus intenciones posteriores.
Nada tiene que ver la “Suite for trio +” que da nombre
al disco con “Freetan”. Habiendo quedado en el tintero el potencial
de Cappozzo, tras la presentación del tema (una melodía de marcado
ritmo 4x4 e influencia norteafricana), la trompeta desarrolla un
excelente solo muy rítmico y con muchos puntos de inflexión modales
sobre el pedal inicial de una batería aguda y del contrabajo que
no sale de las cuatro notas por compás. Turno para Marcin Olés,
que abandona el monótono caminar y en solitario, con el silencio
como elemento primordial, evoluciona y muta la melodía inicial.
El tema se rompe en el minuto diez con la entrada de Trazska con
el saxo alto, instrumento con el que la “Suite For Trio +” alcanza
el momento de mayor intensidad.
Con “JLC” (dedicada al mismo Jean-Luc Capozzo), se descubre
el elemento que quedaba por destapar: la batería de Bartlomiej.
Sobre las diferentes bases rítmicas que éste va construyendo, la
sección de vientos desarrolla un fraseo muy al servicio de la batería,
evadiendo el protagonismo. El resultado es una pieza que comienza
con un sonido equilibrado, y que la dinámica improvisadora de los
músicos termina resquebrajando justo antes de regresar a la simiente
del tema.
El espacio sonoro se abre en “Budmo”, corte con aires
a pieza de cámara, y en la que el arco de Marcin Olés y el filo
de los metales hacen que “Lonely Woman” flote en el ambiente. En
“5-5” vuelve a tener especial protagonismo
la variedad rítmica con la que la batería va mutando en función
del instrumento con el que dialoga, mientras que sobre las partituras
de “Bolero Stefana” levita el Este mediterráneo, donde las referencias
a la pieza clásica de Ravel se hacen evidentes. “Nu-Ju” recupera
los aires arabescos de la “Suite for trio +”, con un espectacular
duelo entre alto y trompeta acentuado por los pellizcos rítmicos
del contrabajo.
El cierre del disco, “Urodzaj”, retoma el tejido abstracto
de “Freetan”, pero en la segunda mitad el tema deja a un lado el
abstractismo musical, quedando cerrada la grabación con formas tangibles.
Directions – Marcin Olés & Bartlomiej
Brat Olés + Theo Jörgensmann
Composiciones:
“Alpha-Beta-Blanka”, “Per Rata”, “January 5”, “Giuffre”,
“Aesthetic direction”, “Zen de Tractorist”, “Parbat”, “Byway”, “Voices
of the trees”.
Todos temas compuestos por Bartlomiej Brat Olés, excepto
“Per Rata”, compuesto por Marcin Olés, “Giuffre” y “Aesthetic direction”,
compuestos por Theo Jörgensmann.
Músicos: Theo Jörgensmann (clarinete bajo), Marcin Olés (contrabajo),
Bartlomiej Brat Olés (batería).
Grabado en Sonus Studio Lomianki (Polonia), los días
14 y 15 de diciembre de 2004.
Fenommedia FM 05-002
Comentario: Colaboración de lujo para la segunda de las entregas
con que arranca Fenommedia: el clarinetista alemán Theo Jörgensmann.
Nacido en 1948, la carrera de Jörgensmann ha estado fundamentalmente
centrada en proyectos en los que desarrollar la libre improvisación,
desde formaciones de cámara hasta big bands, habiendo recogido en
los últimos años su producción discográfica en el sello alemán Hat
Hut Records.
Con Jörgensmann, los elementos fundamentales de Directions quedan al descubierto. La presencia
del clarinete bajo ofrece una componente exótica, casi carnal. El
alemán domina la práctica totalidad de la grabación, girando y retorciendo
la dirección de las composiciones (casi sobra decir que las intenciones
del dúo Olés al fichar a Jörgensmann son las de jugar en el terreno
de éste).
Aunque admito mi debilidad con el clarinete bajo, esta
falta de objetividad no resta mérito a la grabación. “Alpha-Beta-Blanka”
(guiño a la parte responsable del diseño artístico) puede dividirse
en dos movimientos: en el primero de ellos ninguno de los componentes
del trío concretiza las formas del tema, jugando de forma escurridiza
a atrapar y soltar la línea principal, buscando la abstracción en
los armónicos de los respectivos instrumentos. Pasado el ecuador,
el contrabajo pisa el pedal de dos acordes, y a medida que el fraseo
del clarinete va llenando de notas los compases del pentagrama,
la batería crece y decrece en intensidad sonora.
“Per Rata” es una solución de continuidad a “Alpha-Beta-Blanka”,
un eje de simetría con el que se vuelven a enfocar las formas dispersas
con las que acababa el anterior tema. La pieza está dominada por
un solo orgánico de Marcin Olés, que inicialmente juega con la variedad
rítmica en torno a una nota motivo, y termina con una rítmica mucho
más lineal y con un gradiente claramente descendente de escalas.
Apertura de batería en “January 5” y excelente libre fluir de
los tres instrumentos que consiguen mantener una intensidad y velocidad
constantes durante los cinco minutos del tema. La cuarta pista,
“Giuffree”, es un juego de palabras con el que Jörgensmann busca
el homenaje a Jimmy Giuffre, quien en los años sesenta estuvo al
frente de la vanguardia europea, en formación de trío junto a Swallow
y Bley. Batería y contrabajo rozan el silencio, mientras que el
clarinete se desenvuelve dentro de fraseos definidos, lineales,
perfectamente perfilados, sin por ello renunciar al concepto global
de la grabación.
“Aesthetic direction” ofrece una segunda cara del Jörgensmann
compositor, en clara yuxtaposición con la anterior. En éste la linealidad
es sustituida por fraseos elípticos, pentagramas de Moebius que,
tras recorrer un angosto camino de notas, terminan en el mismo punto
en el que comenzaron. “Zen de Tractorist” sigue el hilo argumental
de “Aesthetic direction”. “Parbat”, de atmósferas étnicas, rompe
de forma abrupta el desarrollo dinámico de los dos anteriores cortes.
El clarinete frasea sobre un Bartlomiej que adopta el papel de percusionista:
golpeteo suave de claquetas, campanillas, platillos rasgados… “Byway”
da continuidad al capítulo abierto por “Parbat”, arrancando desde
la atmósfera lánguida de éste y catapultándolo en intensidad hasta
el solo de sesenta segundos con que cierra la pista.
A modo de cierre del disco, “Voices of the trees” viene
a confirmar los argumentos anteriormente descritos: atmósferas exóticas,
sonidos orgánicos… expuestos en esta ocasión de forma sencilla y
muy cerebral.
http://www.fenommedia.com
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