José Francisco "Pachi"
Tapiz - Tomajazz: ¿Cómo te inicias en la música?
Agustí Fernández:
Yo empecé a tocar el piano muy joven. Mi madre me
cuenta que con tres o cuatro años me acercaba al piano que
había en casa, tocaba una nota y me quedaba un rato escuchando
hasta que se apagaba. Luego volvía, pulsaba otra tecla y
me quedaba nuevamente escuchando. Empecé de muy joven a tomar
clases de música. La profesora dijo que valía, así
que empecé primero con solfeo y luego con el piano.
A los diez años tuve la suerte
de tener un muy buen profesor que fue quien me abrió la cabeza,
no sólo al jazz sino a la música en general. Él
era el pianista y director de la orquesta del cabaret Tago Mago.
En los años 60 era el sitio a dónde iban todas las
figuras internacionales que tocaban en Mallorca: Shirley Bassey,
Tom Jones o Duke Ellington... Él venía y me explicaba:
“ayer han estado unos músicos negros que no sabían
muy bien leer, pero que tocaban de una manera muy curiosa, con el
ritmo y los acordes así...” Y me explicaba lo que había
entendido... de Duke Ellington. En vez de rechazarlo, que hubiera
sido otra opción, me decía “está bien,
es curioso”. Lo que he hecho en mi vida es seguir el surco
en que me puso y los caminos que me abrió don Miguel. Con
doce o trece años me enseñaba cosas muy avanzadas
para la época como Mussorgsky, Debussy o Ravel, a pesar de
que también estudiábamos contrapunto y fuga.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Cómo
empiezas tu carrera de músico profesional?
Agustí Fernández:
Acabé la carrera de piano adolescente. Desde los
once o doce años tocaba en el grupo de rock del colegio,
en dónde era el líder por que era el que sabía
música. Con este grupo ganamos algún concurso y cogimos
cierto nombre, por lo que nos empezaron a llamar para tocar en fiestas,
celebraciones y discotecas. Allí empezó mi vida profesional,
queriendo decir con ello que fue cuando cobré mi primer sueldo
por tocar música.
A los quince me reclutó el
cantante Lorenzo Santamaría y de ese modo me inserté
en el circuito profesional de la música española.
Empezamos a dar conciertos, grabar discos, salir en la tele. Estuve
con él tres temporadas. En la última coincidimos en
el grupo Salvador Font y Carlos Benavent: lo conozco desde el 71.
Soy de esa generación que se fogueó acompañando
a cantantes y haciendo músicas comerciales.
A los 18 años dejé
todo esto y corté radicalmente por que vi que no me aportaba
nada. Era mucho trabajo, muy poco tiempo libre y era repetir siempre
lo mismo. Me tomé un año sabático y trabajé
en un hotel como pianista de bar. Era un trabajo estable, tranquilo,
con pocas exigencias y podía estar todos los días
en Mallorca. Ese año me encerré y empecé a
escuchar otros discos y otra música y me dediqué a
estudiar. Tocaba el piano y el órgano Hammond. Fue en el
momento de acabar la carrera, que fue simplemente un trámite
para mí. Aparte de las cuestiones técnicas, ya que
la mano se me formó en la adolescencia al piano y es por
ello que tengo mucha facilidad para tocar, todo lo que me habían
enseñado no me servía para lo que yo quería.
No sabía lo que quería hacer, pero tocar Schumann
y Mozart no iba con mi gusto. En esa época también
estuve en algún grupo hippy que hacía rock progresivo
en la onda de Genesis.
Al acabar la mili en el 76 volví
a Mallorca, toqué en clubs y fue cuando me contactó
un contrabajista que me comentó que en Holanda había
trabajo. Un circuito de Jazz en el que se podía tocar regularmente.
Así que vendí todas mis cosas y fui a Barcelona con
mi mujer para quedamos una semana antes de ir a Holanda. En el momento
de marchar le llamé al contrabajista y este me dijo que no
era el momento, que la cosa no estaba muy bien y que ya me llamaría…
¡Hasta ahora! Yo no iba a volver a Mallorca, así que
me quedé en Barcelona y me busqué la vida.
En Barcelona grosso modo hice lo
primero que me salía. Estaba en una ciudad en dónde
no se me conocía, así que empecé a trabajar
en lo que en el año 77-78 era la Onda Layetana, con la gente
que se movía en torno a Zeleste. Con Gato Pérez hice
tres discos como pianista y arreglista. Era un momento con mucha
fusión, con mucho movimiento, en el inicio de la democracia.
Empecé a hacer sustituciones en la Orquesta Platería,
a tocar con Gato Pérez, Sisa... una cuestión alimenticia,
pero que me empezó a meter en el ambiente. Allí toqué
mucha salsa y en muchos grupos con gente mayor. Me gustaba mucho
y a ellos les gustaba mi pulsación rítmica y cómo
entendía las cosas. Pero no lo tomé como vocación.
Toqué por que tenía que ganarme la vida.
©Carmen Llussà, 2005
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Cómo
contactas con Taylor y Xennakis?
Agustí Fernández:
A la vez que trabajaba en esto, estudiaba piano en la escuela
de música de Barcelona, que era una escuela moderna de música
clásica que habían abierto. Quería perfeccionar
mi técnica y sobre todo tocar música contemporánea.
Creía que allí me podrían introducir. Pero
no era así. Insistían mucho en la técnica clásica,
que ya tenía y en la que no me interesaba profundizar: yo
quería ver lo que se hacía en esos momentos. Así
que me iba a cursillos a Francia para conectar con los autores,
poder preguntarles, inquirirles. En el 78 en uno de esos viajes
es cuando estudié con Iannis Xenakis en Aix-en-Provence.
Me fui haciendo auto-stop tras un bolo con Gato Pérez para
un curso de 15 días. Fue una revelación descubrir
su música, sus pensamientos, su filosofía... quedé
muy marcado.
Por esa misma época descubrí
a Cecil Taylor. Compré unos discos suyos entre los que estaba
Silent Tongues. Fue como un permiso. Algo que pensaba que no se
podía hacer no podía creer que fuera posible que lo
estuviera haciendo ese señor. En el 79 – 80 contacté
con Taylor. Lo conocí en París y vino a Barcelona
varias veces invitado por medio de festivales. Estuve con él
en su casa en Brooklyn, también en Londres. Fue él
quien me abrió la puerta al mundo del free-jazz. Taylor me
comentó muchas cosas esenciales no tanto sobre el free jazz
sino sobre la música en general: cómo te relacionas,
cómo tocar el piano, cómo no... él decía
que un piano es un bongó afinado de 88 notas, en vez de un
instrumento de cuerda. Fue muy generoso conmigo.
El contacto con estos creadores
fue muy importante. Por un lado fueron los esquemas mentales de
cómo comprender la concepción armónica y formal
que me vinieron por parte de Xennakis. Y por parte de Taylor la
forma de entender el alcance de la improvisación y la historia
que había detrás. El siempre reivindicaba a Billie
Holiday, Carmen McRae, Bessie Smith, a Coltrane y a Ellington: él
estaba hablando de su tradición. Es un pianista muy culto
y muy preparado que puede apreciar muchas cosas muy diferentes.
Pero cuando se pone serio dice que su música viene del blues,
del canto, de Billie Holiday. El es hijo de negro e india y tiene
las dos sangres y tiene claro que es un norteamericano de mezcla
y que estas son sus raíces. Cuando le preguntaban sobre Boulez,
Xennakis, Stockhausen decía que la tradición europea
no era su tradición.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Cómo
integraste esto en tu trabajo?
Agustí Fernández:
Mientras estudiaba esto no podía trabajar como músico
haciendo esto. Hice alguna prueba, pero ya había vista la
poca recepción que tenía, así que seguía
haciendo trabajos comerciales. Unos meses antes de conocer a Cecil
Taylor estuve gira con Peret por Sudamérica, desde Maracaibo
a Buenos Aires: modus mivendi. No tienes dinero y dices “pues
bueno, esto hay y me voy”. Y no se me caen los anillos. He
trabajado con Peret, con Serrat, ahora con Miguel Poveda. Con gente
de la música popular. No creo que sea peyorativo... Depende
del artista obviamente… Peret es un gran compositor, Miguel
Poveda tiene un gran oído. Una música puede estar
muy bien hecha a pesar de que sea muy sencilla. Ante ello me descubro.
No es un conflicto. Son parcelas diferentes en las que hago cosas
distintas.
En el 85 me fui a Estados Unidos
para probar si podía vivir allí. Estuve un mes en
Nueva York y vi que era brutalmente duro. Lo peor era que tenía
que empezar de cero. En Barcelona había empezado también
de cero, repartiendo propaganda, pero entonces ya tenía una
casa, mi familia, contactos, daba clases … Y era empezar otra
vez en Nueva York, sin permiso de residencia, con la discriminación
por ser hispano. Estuve un mes tocando con mucha gente. Era cuando
empezaba el movimiento del Downtown con Zorn, Frith. Pero no veía
como ganarme la vida si no empezaba de cero así que volví
a Barcelona.
Posteriormente me he dado cuenta
que no hice mal por que la música que he hecho no es muy
diferente de la que habría hecho en Nueva York. Habría
tocado más con esta gente que habría sido mi “familia
natural” pero la música no habría sido muy diferente.
Estoy orgulloso de haber podido desarrollar mi estilo desde Barcelona
sin tener que emigrar y haber tocado con Evan (Parker), William
(Parker), Susie (Ibarra)… es un plus para mí por que
ahora puedo ir a tocar a cualquier sitio. Tenía las ideas
y era sólo estar en el meollo o no... Y decidí que
no. No me arrepiento.
©Carmen Llussà, 2005
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Y
tus grabaciones?
Agustí Fernández:
Un momento muy importante es cuando en el 87 saqué
Ardent, mi primer disco a solo. Tras volver de América decidí
que podía grabar el disco y producirlo con mi música.
El disco causó sensación. Yo estaba allí, pero
al tocar con Gato Pérez o Peret la gente no pensaba que podría
hacer algo así. A partir de ahí es cuando empecé
a plantearme dejar la composición y centrarme en la improvisación.
Es lo que dice Paul Bley: componer es de cobardes. Hice la frase
mía.
Estuve del 85 al 95 trabajando por
mi cuenta e intentando elaborar un lenguaje y tener herramientas
para improvisar. A nivel privado sobre todo. Conocía a Taylor,
pero este no me decía qué hacer sino filosofía,
cómo enfrentarte al piano, a la música… cosas
teóricas. Así que trabajaba por mi cuenta. Trabajé
con unos cuantos músicos e hice unos pocos discos. Con Wolfgang
Reisinger, batería de la Vienna Art Orchestra o con Tom Cora
que eran amigos míos. Hice unas cuantas grabaciones pero
eran muy “jazzys”. Eran músicos cercanos al jazz
y mi música no terminaba de despegar. Así que en el
95 dije “se acabó y sólo voy a improvisar libre”.
Ahí fue el momento en que cambié un poco mi historia.
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Evan Parker - Electro-Acoustic
Ensemble
The Eleventh Hour
ECM 2005
Con la participación de Agustí Fernández |
Evan Parker - Electro-Acoustic
Ensemble
Memory/Vision
ECM 2003
Con la participación de Agustí Fernández |
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Cómo
conoces a Evan Parker?
Agustí Fernández:
En el 95 toqué en el festival de Mulhouse como telonero
de Evan Parker, Joe McPhee y Daunik Lazro. Di un concierto a solo
y estos músicos se quedaron encantados. Allí conocí
a los tres. Inicié una relación con Evan a quien al
siguiente año le invité a tocar a solo a Barcelona,
que fue cuando hicimos Tempranillo. A partir de aquí fui
ampliando los contactos.
Evan ha sido la puerta para la improvisación
de nivel. Si has tocado con Evan y te acepta con tu modo de tocar,
y además grabas un disco y tiene buena crítica, entonces
es cuando viene todo lo demás. Es un pedigrí.
Otro músico importante fue
Kowald. Iba a dar un concierto en Madrid, paró en Barcelona,
Evan le dio mi teléfono, pasó una semana en mi casa
y nos hicimos muy amigos. Ha sido como mi hermano mayor. Tuve una
relación muy intensa con él. Evan y Kowald han sido
mis grandes mentores. Una vez has tocado con ellos estás
en el meollo de cómo se improvisa. No es que se hable mucho,
que nadie te explique demasiado. Simplemente se habla, van surgiendo
cosas, las vas cogiendo, haciéndolas tuyas, aplicándolas
a tu música…
En el 97 hice mi primer concierto
importante de improvisación: en un homenaje a Durruti dimos
un concierto Evan Parker, Peter Kowald, Carlos Zingaro, Wolfgang
Raisinger, Joan Saura y yo. Después han venido discos, conciertos…
Desde el año 2000 doy clase
en la ESMUC. He sido el primer profesor de improvisación
en España. Me lo paso muy bien con los chicos. Aprenden mucho.
Sobre todo por que chicos de 15, 16, 18 no tienen prejuicios y les
dices haz esto y lo otro… y lo hacen y se lo pasan bien. Yo
no es que les enseñe a nadar: los tiro a la piscina y aprenden
o no aprenden. En cuanto se pegan dos o tres tragos de agua ya saben
que tienen que sacar la nariz. Hay muchos que lo hacen muy bien
y estoy muy contento con ello. Espero que las nuevas generaciones
no tengan los prejuicios que tenían la nuestra.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Entonces,
¿eres un músico de Jazz o un Libre-improvisador?
Agustí Fernández:
Yo me considero básicamente un libre improvisador.
Agustí Fernández & Mats Gustafsson
critical mazz
Psi Recordings - Emanem
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Cuál
es la diferencia entre free-jazz y libre improvisación según
tu punto de vista?
Agustí Fernández:
La diferencia entre el free jazz y la libre improvisación
(free improvisation) es básicamente de concepto. Free Jazz
o Free Improvisation: ambas músicas son Free (libres) pero
una pone el énfasis en el jazz y otra en la improvisación,
y por eso mismo tienen historias, tradiciones, filosofías,
estéticas y prácticas diferentes, que unas veces coinciden
y otras no.
El free jazz viene de la tradición
americana y la música libre improvisada viene de la música
clásica europea. Ambas vienen de lo que pasaba en los años
60. En América pasó lo de Kennedy, la mafia, el Apollo
XIII, el Black Power, los hippies, Malcolm X, Martin Luther King.
Había un movimiento social muy fuerte y su música
tenía que ver con esto. En Europa hubo otro tipo de movimientos.
Mayo del 68, el movimiento social en Amsterdan, Berlin o París…
los jóvenes tenían otras referencias. Había
una especie de espejo al otro lado del Atlántico, pero sus
referencias y aspiraciones sociales y lo que querían conseguir
eran otras cosas.
Hay una separación muy clara,
aunque luego desde aquí se ha mirado al Jazz y los de allá
han mirado a la libre improvisación. Ellos tienen el jazz
como una cosa muy suya con unas maneras que vienen de allí
tanto por las formaciones, por cómo tocas o las relaciones
con los músicos y el lenguaje que utilizas. Vienen de Ayler,
de Coltrane. Sin embargo en Europa el lenguaje tiene referencias
a la música electrónica, la música serial,
Stockhausen, la música culta Europea, Berio… Para mí
es la diferencia. Por ejemplo el Evan Parker Electroacoustic Ensemble
no podría tener lugar en Estados Unidos ni por sensibilidad,
ni por tradición ni por educación. Para ellos es otra
cosa: Roscoe Mitchell, el Art Ensemble o William Parker con la Little
Huey Orchestra.
Lo fundamental es la tradición:
lo que mamas desde pequeño. No es que lo aprendes, es que
lo mamas.
Y los europeos en los años
68, 70 lo que querían era romper con el Jazz. Han Bennink
o Paul Lytton saben mucho de Jazz. El otro día hablaba con
Paul de Bill Evans y Gene Kupra. En ningún momento se ignora,
pero no se sale de ello: esa es música que se hacía
en otro sitio y en otro tiempo. Este discurso llevado al límite
es decir que todas las músicas son étnicas. Por eso
las cosas no funciona cuando quieres hacer algo que no es de aquí
y de ahora: por que no encaja con la realidad.
Estudiar el jazz en algunos casos
hoy en día es a veces así. Es como estudiar música
clásica. No hay una relación contigo. De esos músicos
a los que se estudia, no hay ninguno te vaya a escribir algo o a
tocar contigo, que es lo realmente interesante. Lo bueno es que
ya está hecho y puedes aprender mucho. Pero lo malo es si
sólo te quedas ahí. La cultura es una cosa viva, abierta
y en transformación continua, no algo muerto. Hay que escuchar
a los vivos.
©Carmen Llussà, 2005
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Volviendo
al tema, ¿no hay en la libre improvisación un poso
personal y por tanto ni se es tan libre en el desarrollo de la música
ni es tan fuerte el componente improvisado?
Agustí Fernández:
No creo que se pueda generalizar. El poso personal existe
en todas las músicas que se hacen en todo el mundo. Para
contestar a la segunda parte de la pregunta habría que definir
qué significa la libertad en música y qué entendemos
por improvisación para poder decir si una música es
más o menos libre y/o más o menos improvisada.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: De
cualquier modo, ¿cómo afrontas desde la libre improvisación
el hecho creativo?
Agustí Fernández:
Como una página en blanco que hay que escribir continuamente
para no olvidar el hecho de que se puede escribir de nuevo en cualquier
página en blanco. Creo que esta podría ser una definición
de libertad.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Como
educador que eres, te quería preguntar sobre tu forma de
ver el modelo actual de la educación en el jazz.
Agustí Fernández:
Educación en el jazz… Un tema peliagudo: la
forma de enseñar, los modelos de gente que ya no existe,
cosas que no tienen que ver con la cultura de hoy en día,
con lo que les pueda llegar a los estudiantes.
Hay muchos considerandos. Todos
los jóvenes necesitan formarse y eso es una necesidad. Kowald
me comentaba que el Jazz que se enseña va una generación
atrasada. No hay mucha gente capaz de tomar los avances de su época,
asumirlos, codificarlos y transmitirlos. El me decía que
cuando empezó a finales de los 50 y principios de los 60
le enseñaban a tocar dixieland: el be-bop todavía
no. Hoy en día se enseña algo de jazz rock.
A veces la realidad tiene tantas
caras que es difícil distinguir lo relevante de lo superfluo.
El que se enseñe a tocar be-bop o hard-bop está bien
pero no quiere decir que te tengas que dedicar a eso. Es como cuando
yo estudié a Bach, Schumman o Chopin. Una educación
que te inserta en la tradición. Lo bueno es que la educación
sea amplia e integral para que a partir de ahí se pueda elegir.
Si solo se enseña un estilo es limitante y da pocas oportunidades
de expresarse.
En el primer mundo está también la cuestión
de la democratización de los conocimientos. Hay un derecho
a una cultura y un acceso a la educación bien sea gratis
(con la subvención del estado) o pagando. En otros países
ese acceso al conocimiento está vedado y hay que trabajarlo.
A mi no me parece mal. En Asia o Africa cualquiera no puede ser
músico, pero no por que no te dejen sino por que no te dejas
tu. El problema es que no hay un sistema educativo y no sabes quien
es el maestro. Tienes que ir descubriendo el camino, hacerlo tú
y es aquello de la tradición oriental de que el maestro aparecerá
cuando lo necesites. Sin embargo en nuestro mundo los tienes ahí
y hay que optar. A veces hay tanto donde elegir que no puedes ver
ese camino. Y no estoy seguro de que esto sea bueno. Yo estoy metido
en esto sociedad y soy profesor y entiendo como funciona, pero puedo
entender otras formas.
En la India no hay profesores. Hay
maestros en el sentido de que hay gente que enseña a otra
gente. Si alguno ve una cualidad en ti te adopta y te vas a vivir
con su familia. Allí haces lo de los demás, te incorporas
a esa familia. Quizás luego un día te deja el instrumento…
vas probando, aprendiendo. No es un método codificado, estándar,
que busque unos resultados. Es una vida, un camino con tu maestro
que es quien te va enseñando.
Desde luego tengo mis dudas que
nuestro sistema o este sea el mejor. No lo sé. A mí
me hubiera gustado que alguien como Cecil Taylor me hubiera adoptado
con quince años. Yo era de una familia humilde, no pude ir
a Berklee… Es como cuando me preguntan por qué con
una carrera me declaro autodidacta. Es que todo lo que es importante
en mi vida lo he tenido que trabajar. Nadie me dijo qué quería
hacer. Fui buscando y cuando necesitaba encontrarme con Taylor lo
encontré y me dijo generosamente mil cosas.
La otra opción es venir a
la ESMUC, pagar tu cuota, con el resto que te lo subvenciona el
estado, hacer un ciclo, estar en el sistema.
Pero por otro lado los jóvenes
necesitan formarse. Está muy bien y ojalá todos supieran
tocar Schumman, Bill Evans, Charlie Parker: no tocarlo sino que
lo supieran. Mis manos saben tocarlo pero no quiere decir que eso
es lo que vaya a hacer en un concierto. Hay una memoria en mis manos
que me garantiza una continuidad. Al final es una cuestión
de identidad, de quién soy yo…
Muchas veces sucede que los que
están enseñando no ayudan a la gente a ir más
allá sino les hacen quedarse en lo que están haciendo,
que lo hagan como ellos.
Esta es una cuestión que se
debate mucho en los debates de la International Association of Music
Education. Se discuten este tipo de cosas. Una de ellas es cuál
es el modelo de enseñanza para el Jazz. El que tenemos está
copiado del modelo de enseñanza de la música clásica
y hay cosas que encajan y otras que no. Charlie Parker o Miles Davis
no estudiaron así. Ninguno de los grandes estudió
así. Paco de Lucía tampoco ha estudiado así.
Es una discusión que existe: la de la adecuación del
modelo de enseñanza musical a la transmisión de los
conocimientos del Jazz. Todas las escuelas quieren tener una big-band,
por que es el modelo europeo: casi todos los músicos van
a acabar tocando en una orquesta. Es el modelo, ¿pero lo
es en Jazz? No es así. Los modelos son otros. Como jazzman
tocarás más en cuarteto, quinteto o en trío
si eres pianista. Esto viene de que hay un modelo al que te tienes
que acercar lo más posible. Pero en Jazz no es así.
En Jazz no se busca exclusivamente esto. Se busca que seas tu mismo.
En estos momentos se están dando cuenta que las cosas no
son así y que el modelo no funciona.
En la ESMUC somos conscientes de
ello y buscamos que los músicos asimilen conocimientos y
busquen su camino y hagan lo que ellos quieren. En Cataluña
estoy constatando que los músicos se están quitando
el complejo de no ser norteamericanos y están empezando a
crear cosas nuevas.
©Carmen Llussà, 2005
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Hay
quien habla del sonido Barcelona. Incluso se está dando que
los músicos americanos vienen a tocar aquí.
Agustí Fernández:
Incluso hay gente a quien no les importa lo que hacen los
americanos. Gente que lleva adelante sus proyectos teniendo una
referencia que conocen, por que muchos de ellos han estudiado allí,
pero haciéndolo a su modo…
De todos modos es importante que
alguien sepa tocar muy bien un solo de Charlie Parker o una fuga
de Bach, pero eso no significa que tengas que dedicarte a ello…
Para mí no es el fin en sí mismo… Es lo que
decía Stravinsky de que la música se tenía
que enseñar de adelante hacia atrás. Aprender primero
lo de hoy y luego ir hacia atrás. Es lo que intentamos con
las master-class en la ESMUC. El saber qué se está
haciendo y por qué. Eso igual te abre una ventana. Por ejemplo
cuando vino Douglas nos explicó que lo que había hecho
era contra la guerra de Irak y la discriminación a las mujeres.
Hoy en día se olvida el componente social que tiene la música.
En los años 60 estaban temas como la discriminación
racial, el sistema… esa era la motivación. Y luego
está la técnica. Eso está bien que alguien
de ahora te lo explique. Me gusta desmitificar el jazz a los estudiantes
por que a veces lo tienen como algo muy enrollado. Todo está
relacionado. Así que si uno se hace esas preguntas igual
entiende qué es lo que quiere hacer. Estas visiones de la
realidad pueden ayudar mucho.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Entrando
en tus últimas grabaciones, hay una pregunta obvia: ¿por
qué un libreimprovisador como tu has hecho un homenaje con
tu cuarteto a Ornette Coleman?
Agustí Fernández:
Porque es un músico que estableció una manera
nueva de escuchar, tocar y entender la música. Porque creo
que aún no se ha asimilado su mensaje. Porque su música
sigue siendo tan buena, fresca y vital como el primer día.
Porque su música no se toca tan a menudo como se merece.
Porque forma parte de mi vida desde siempre. Porque me apetecía
tocar con músicos españoles.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Tienes
pensado cuál será el próximo grupo o músico
al que te gustaría homenajear? ¿Cuál sería
la orientación que elegirías para ello?
Agustí Fernández:
Pues no lo he pensado, pero si hiciera otro homenaje seguramente
sería a otro de los músicos que han marcado mi manera
de hacer música. Y de éstos hay un montón.
La lista sería muy larga. Evidentemente tendría que
ser una música que estuviera arraigada ya en mi espíritu.
No podría ser un homenaje intelectual.
©Carmen Llussà, 2005
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Otra
grabación recién editada es tu disco a piano solo.
¿Cómo surgió la bendita locura del concierto
de quince horas en Camallera?
Agustí Fernández:
Fue una idea conjunta de Clara Garí y Teresa Carranza,
alias las instigadoras. Ellas fueron las que lo urdieron todo y
las que se encargaron de todo. Yo me limité a cumplir con
el plan establecido.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Tienes
previsto editar algún compacto nuevo con el resto del material
que grabaste en ese concierto?
Agustí Fernández:
No hay previsto más compactos a partir de aquel
material, creo que el CD editado es una muy buena muestra de lo
que sucedió aquel día y recoge parte de lo mejor.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Cuáles
son tus próximas ediciones discográficos?
Agustí Fernández:
Por orden de aparición, más o menos: "Oort
- Entropy" de la Barry Guy New Orchestra en Intakt (Suiza);
"Ambrosia" con Mats Gustafsson en PSI (Inglaterra); "Duets"
con Peter Kowald en Hopscotch (USA); una nueva grabación
con el Evan Parker Electro-Acoustic Ensemble en ECM (Alemania);
"The Maribor Concert", un solo de piano, en Sirulita (España).
Además hay otras grabaciones con otras formaciones muy diversas
que ya están hechas y que se está negociando con los
sellos que las editarán.
Barry Guy New Orchestra
Oort-Entropy
Intakt
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Ultimamente
hemos sabido de tu participación en la Barry Guy Orchestra,
el Evan Parker Electroacustic Ensemble, el proyecto con David Mengual
Slow, tu trio con Barry Guy y Ramón López... ¿cuáles
son tus próximos proyectos creativos, tanto a tu nombre como
participando?
Agustí Fernández:
Básicamente estos que has mencionado. Además
hay un trío con Ramón López y Harry Sjöström
que hemos puesto en marcha en París y que tiene mucho futuro
por delante.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: ¿Hay
alguien con quien te gustaría llevar a cabo un proyecto?
Agustí Fernández:
Me encantaría hacer un dúo de piano con Sten
Sandell, a quien encuentro uno de los pianistas más creativos
de la actualidad y con quien siento una gran afinidad a nivel de
lenguaje. Y en otro estilo, me gustaría mucho tocar con Paul
Motian, que es uno de mis músicos preferidos, tanto como
intérprete como compositor.
José
Francisco "Pachi" Tapiz - Tomajazz: Terminando
ya: ¿Quiénes son más difíciles de convencer
sobre las posibilidades del Jazz hecho en España: los programadores,
el público o los músicos?
Agustí Fernández:
Seguramente todos a partes iguales. Y no olvidemos a la
administración, que nos tiene olvidados, o casi.
Más información en
http://www.agustifernandez.com
© José Francisco Tapiz, Tomajazz
2005
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