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Chema García
P: Una pregunta de difícil respuesta a la que estamos sometidos las
gentes del jazz ¿qué es el jazz para ti?
Ch.G.: No
lo se. No me importa. A nadie le importa qué es el jazz y mucho menos a
los que nos gusta el jazz. Jazz es lo que cada uno quiere que sea el
jazz.
P: ¿Cuál es tu relación inicial con el jazz, tu primer encuentro con
esta música?
Ch.G: Un
disco, no había otra cosa entonces. De niño, las grabaciones del Hot
Five de Armstrong (gracias, papá); luego, algún Coltrane
(posiblemente, My Favourite Things); luego, el jazz-rock, Miles Davis y
la Mahavishnu Orchestra. Luego vino el Johnny (colegio mayor San Juan
Evangelista) y ahí aprendí lo que de verdad es el jazz. ¿Ir a un
club?: ni de coña. Uno, aunque greñudo, tenía su dignidad.
P: Jazz y España, Jazz e Instituciones… ¿palabras de difícil
convivencia?
Ch.G.: Suspiramos
porque las instituciones dediquen sus recursos al jazz pero el jazz es
reacio a institucionalizarse por definición, ¿cómo se entiende esto?.
Tampoco es problema: en España, las instituciones públicas,
“pasan” del jazz. Supongo que habrá excepciones, solo que yo no las
conozco. Al jazz en España le he dedicado un libro.
P: ¿Qué ha de cambiar para que el jazz español alcance la madurez?
(si es que no la hubiera alcanzado)
Ch.G.: ¿Madurez
es que existan buenos instrumentistas o que halla músicos con voz
propia?. Todo ello me parece necesario y hasta imprescindible y si no ha
habido antes ni una cosa ni la otra, es porque hasta hace poco no han
existido músicos de jazz en este país sino músicos que, además,
tocaban jazz. Con ellos comienza la verdadera historia del jazz en España:
Jorge Pardo, Carles Benavent, Lluis Vidal, Jorge Rossy, Angel Rubio,
Baldo Martínez, Perico Sambeat, Javier Colina, Jorge Rossy, Miguel
Angel Chastang, Pelayo Fernández Arrizabagala, Markus Breuss, Dave
Thomas, Jean-Luc Vallet, José Antonio Galicia...
P: España y Músicos de Jazz… ¿cuál es el nivel actual de nuestros
músicos?
Ch.G.: Para
quien ha vivido en el jazz en España antes del Gran Cambio, el nivel
actual de nuestros músicos resulta orgásmico.
P: ¿Qué nombres de nuestro jazz consideras destacan en este momento?
Ch.G.: Los
antedichos y algunos otros como José Luis Gutiérrez, Chema Saiz,
Albert Sanz... ¿a Andrzej Olejniczak se le puede considerar español?.
P: Del panorama internacional del jazz, ¿qué nombres y movimientos te
llaman especialmente la atención?
Ch.G.: No
me gustan: la fusión, el nu-jazz, el jazz electrónico (chill-out
jazz), el jazz latino, el etno-jazz & Wynton Marsalis. Me
gustan Steve Turre, Matt Wilson, Ken Vandermaark, Randy Weston, Joachim
Kühn, Ornette Coleman, Frank Lowe, Steve Swallow... Seguramente
me gustarían muchos más, de conocerlos.
P: ¿Cuál es tu valoración del actual panorama de festivales de jazz
en España? ¿Jazz o acto social? ¿Se cuenta suficientemente con el
jazz español y europeo? ¿Merecerían en todo caso estos últimos
presencia sobre esos escenarios?
Ch.G.: Teniendo
en cuenta que los grandes nombres del jazz, hoy, son Diana Krall,
Wynton Marsalis y Pat Metheny, todo lo que pueda decirse acerca de la
programación de la mayoría de los festivales cae por su propio peso.
Una salvedad son los festivales de jazz que no programan jazz (la mayoría).
También hay festivales que programan jazz: son los menos. Pretender que
el público acuda a un festival de jazz y que, además, escuche la música,
me parece algo pretencioso. El problema no es la presencia de los españoles
sino la ausencia de los europeos.
P: ¿Festivales o programación de club?
Ch.G.: Festivales
Y clubes, ¿por qué no?.
P: ¿Cuál es la realidad del jazz en tu región?
Ch.G.: Que
el jazz sobreviva a los envites de la clase dirigente madrileña
constituye un milagro equiparable al de la aparición de la Virgen a los
pastorcillos en Fátima. Aplíquese lo dicho tanto a la Comunidad de
Madrid como a nuestro excmo. alcalde (un reconocido melómano).
P: ¿Qué objetivos te planteas como periodista?
Ch.G.: Meter
bulla/tocar los c... tanto como es posible. Continuar a labor de quienes
me precedieron, Julio Coll, Ebbe Traberg, Max Jones, Christopher Small...
trascender. Volar. El jazz escrito necesita de una nueva “crítica
joven” (los críticos jóvenes, hoy, hacen crítica vieja). Pudiera
pensarse que el jazz en la era Wynton Marsalis tiene la crítica que se
merece. Quizá habría que ir pensando en cambiar de lectores...
P: 5 discos imprescindibles de tu discoteca
Ch.G.: Ahmad
Jamal "at the Pershing";
Johnny Dyani, John Tchicai & Dudu Pukwana, “Witchdoctor´s son”;
Kenny Drew, NHOP, "Duo";
Henry Cow "Concerts";
Cualquiera del George Adams/Don Pullen Quartet
P: 5 directos de tu vida (a los que acudiste… no se refiere a
grabaciones)
Ch.G.: Rahsaan
Roland Kirk & the Vibration Society en Ibiza (1974);
Earl Fatha Hines (piano solo, Antibes
Juan-Les-Pins, 1978);
Dexter Gordon Quartet en el campo de fútbol de Moratalaz, Madrid (años
ochenta);
Primera actuación de Art Ensemble of Chicago en Madrid (teatro Alcalá
Palace);
Tete Montoliu Trío en tarde de fútbol, en el colegio mayor San Juan
Evangelista (Tete escuchando la retransmisión del partido del Barça
por la radio al tiempo que toca “Jo Vull que m´acariciis”).
P: Algo que quieras añadir
Ch.G.: “No
es que el jazz halla muerto, solo huele un poquito mal” (Frank Zappa)
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