Jonathan Kreisberg, guitarrista de Brooklyn
(Nueva York), actuó en marzo de 2007 con su trío
(Gary Versace al órgano y Mark Ferber a la batería)
en varias localidades españolas (Lérida, Tarrasa,
Gijón, el Festival Jazz-a-Castelló de Castellón
y cuatro noches en el madrileño Café Populart).
El lunes 19 de marzo, Arturo Mora mantuvo una distendida charla
con él.
Arturo Mora y Jonathan Kreisberg
ARTURO MORA: ¿Qué nos puedes contar
sobre esta gira por España?
JONATHAN KREISBERG: Me encanta tocar en España, hay
buen público y una gran tradición de guitarra.
Estar tocando la guitarra aquí me acerca a la historia;
aunque lo que toco es jazz, mi instrumento surgió aquí,
en España.
Creo que en España el público combina muy bien
el aspecto intelectual con el de espectáculo, que tanto
me gusta. Creo que hay similitudes entre el sentimiento de
parte de la música estadounidense y parte de la música
española. Estamos tocando un material complejo melódica,
rítmica y armónicamente, pero donde también
hay mucha pasión. Realmente este es uno de mis lugares
favoritos donde tocar, esta ya es la cuarta vez que vengo
(probablemente sea el país que más visito).
ARTURO MORA: ¿Encuentras grandes diferencias entre
el público estadounidense y el europeo?
JONATHAN KREISBERG: Depende. Suelo decir que sí, pero
ahora te digo que no. He recuperado la fe en el público
estadounidense: hace poco di dos conciertos en un par de ciudades
donde la gente estuvo fabulosa. Creo que si le gusta algo
tienes que intentar llegarle, soy optimista respecto a cierta
parte del público. Hay mucha gente a la que realmente
no le gusta la música, para quien la música
no son más que video-clips; pero hay otros a los que
les gusta de verdad, personas abiertas, y tienes que intentar
que tu música les llegue.
Últimamente he visitado muchos países donde
el jazz gusta mucho: España, Japón, Finlandia,
Dinamarca, he dado buenos conciertos en Italia… Pero
también he tocado recientemente en bastantes sitios
de Estados Unidos donde la gente disfrutaba mucho del jazz.
ARTURO MORA: Esta gira la estás haciendo en trío
con el organista Gary Versace y el batería Mark Ferber.
¿Qué nos puedes contar sobre ellos?
JONATHAN KREISBERG: La primera vez que toqué con ellos
acabamos sonrientes, y conscientes de que algo estaba pasando.
Creo que los tres coincidimos en nuestro profundo respeto
a la tradición, pero también somos algo subversivos,
nos gusta liar las cosas un poco, y eso se nota cuando tocamos
juntos.
Gary tiene algo especial: en realidad no viene de la tradición
organística, más bien parece un pianista. Es
un gran músico que puede hacer cosas muy buenas con
el órgano, y no tiene miedo a no seguir esa tradición.
Para mí la tradición del órgano es fabulosa,
pero hay una serie de patrones que utilizan casi todos los
organistas, y a Gary no le importa salirse de ellos. Eso le
viene bien a mi música.
ARTURO MORA: ¿Has tocado con otros organistas?
JONATHAN KREISBERG: Generalmente si no puede tocar Gary llamo
a un contrabajista. Tengo un buen trío con Mark Ferber
y Matt Penman, es algo distinto. Creo que la próxima
gira por España la haré con ellos.
ARTURO MORA: ¿Qué diferencias encuentras entre
tocar en un trío con contrabajo y un trío con
órgano?
JONATHAN KREISBERG: En el trío con contrabajo tengo
mucho más control armónico, en ese sentido tiene
algunas ventajas. Pero con Gary tienes a un solista que da
miedo, es otro nivel, y su personalidad musical es muy fuerte.
Aún así, me gusta mucho tocar con contrabajo
y batería, es la situación en la que me encuentro
más cómodo. Para la mayoría de guitarristas
es la peor, pero para mí es la mejor.
ARTURO MORA: ¿Cómo resuelves los problemas
armónicos de tocar con órgano?
JONATHAN KREISBERG: En realidad no tenemos problemas, porque
nos escuchamos mutuamente. Sabemos cuándo encontrar
nuestro sitio, intercambiamos mucha responsabilidad con la
armonía.
ARTURO MORA: New for Now [“Nuevo por ahora”,
título del último CD de Jonathan Kreisberg]:
¿por qué escogiste ese título?
JONATHAN KREISBERG: No tiene una única definición,
hay varios niveles en ese título. Para mí lo
importante es que indica que somos modernos, dentro del respeto
por la tradición del que hemos hablado antes, pero
nos gusta reinterpretar esa tradición y hacerla propia.
La ironía del título es que al intentar añadir
cosas a la tradición te conviertes en parte de ella,
se puede interpretar como “Nuevo… sólo
por ahora”, ya que en el momento ha sido tocada, la
música sigue avanzando.
El otro aspecto es que algunos músicos siempre suenan
modernos. Si escuchas ahora mismo a Thelonious Monk, Lennie
Tristano, Coltrane o Charlie Parker, aún suenan modernos.
Es gente que cambió las ideas musicales de su época
y hoy en día siguen sonando frescos. Ese es nuestro
objetivo: para mí es importante que los músicos
sigan intentando hacer cosas nuevas.
ARTURO MORA: En tu página web (http://www.jonathankreisberg.com)
afirmas: “Cuanto más profundizo en la tradición,
descubro más posibilidades para el futuro”. ¿Crees
que la tradición es absolutamente necesaria para tocar
jazz?
JONATHAN KREISBERG: (Pausa). Primero tienes que saber qué
es el jazz, porque hay varias definiciones. En mi definición
de jazz, la respuesta es sí, pero hay gente con otras
definiciones, gente que toca el saxo o que toca música
improvisada, y lo llama jazz.
Para mí el jazz es una tradición, e implica
un sentimiento y una forma de tocar. Creo que se puede tocar
fabulosamente música improvisada, sin acercarse a la
tradición del jazz, pero si nunca escuchas jazz lo
que tocas no es jazz, ¿sabes?
Incluso tíos que tocan fusión muy bien, como
Allan Holdsworth, que me encanta, crecieron escuchando a Charlie
Christian. Creo que, si tocas jazz, negar la tradición
es dispararte en el pie (risas).
ARTURO MORA: ¿Consideras el jazz una forma de arte
estadounidense o, más bien, un lenguaje universal?
JONATHAN KREISBERG: Ambas cosas. No se puede discutir que
el jazz nació como una forma de arte estadounidense,
así fue. Y ahora, claro, es un lenguaje universal.
Es un lenguaje universal que tiene sus raíces en Estados
Unidos. Y es recomendable para cualquier músico de
jazz ir a Estados Unidos y ver de dónde viene todo.
Lo que hacen muchos músicos es conocer esa tradición
americana y añadirle elementos de sus países
de procedencia, y eso está muy bien; es lo que pasó
en Brasil, por ejemplo.
Pero si yo tocara flamenco, vendría a Granada y vería
de dónde viene el sentimiento. Por supuesto, las ciudades
donde nació el jazz ahora están muertas, pero
la energía hoy en día se encuentra en Nueva
York.
ARTURO MORA: ¿Qué nos puedes contar sobre tu
último disco, Unearth?
JONATHAN KREISBERG: Es un quinteto. Se grabó antes
que New for Now, aunque se publicó más
tarde. El quinteto es otra formación con la que me
gusta tocar, los temas son todos originales y hay muchos colores,
con cinco músicos en el grupo.
No me gusta escucharme tocando, me gustan los discos del
trío, pero en este disco del quinteto hay menos de
mí como intérprete y más como compositor,
así que puedo escucharlo una y otra vez y disfrutarlo.
Al ser todo originales y haber más colores, la música
te puede llevar a otros lugares, de ahí viene el título
(Unearth, “extraterrenal”).
Ahora, cuando vuelva a Nueva York, voy a grabar un disco
mezclando ambas formaciones, habrá algo de trío
y algo de quinteto. A ver si funciona.
Espero que más gente pueda comprar Unearth aquí,
porque creo que es difícil de encontrar en Europa.
Ahora Mel Bay tiene un distribuidor en Inglaterra, así
que la cosa mejorará. Te mantendré al corriente.
ARTURO MORA: ¿Qué es lo que buscas cuando compones?
JONATHAN KREISBERG: (Pausa) Creo que la cuestión es
más bien: “¿Qué es lo que me encuentra
a mí?” (risas). Siempre estoy escuchando, cuando
practico, y hay ideas que me llegan. Hay veces en que sí
me centro en problemas específicos, pero siempre es
distinto. Componer para mí es algo muy distinto a tocar.
ARTURO MORA: ¿Nunca piensas de antemano si vas a componer
en base a una estructura formal determinada, o a una métrica,
o si vas a hacer una balada o…?
JONATHAN KREISBERG: Un poco de todo. Generalmente son ideas
que surgen, no suelo pensar: “voy a componer en 7/4”,
pero también tengo una serie de notas mentales que
me hacen trabajar en campos diversos. Un poco de todo.
Pienso que lo importante es estar suelto, no forzarte. Es
igual que con la improvisación: escuché a alguien
decir que componer es improvisar de forma más lenta,
mientras improvisar sería como componer rápidamente.
Me parece muy acertado.
ARTURO MORA: Tanto tu guitarra como tu amplificador son antiguos
(vintage).
JONATHAN KREISBERG: Bueno, la guitarra es de mediados de
los setenta. Es antigua, pero no mucho. El amplificador sí
es muy antiguo, un Fender de los sesenta.
ARTURO MORA: ¿Te gusta especialmente el sonido de
instrumentos antiguos en amplificadores antiguos?
JONATHAN KREISBERG: No específicamente por el hecho
de que sean antiguos, sencillamente me gusta esta combinación.
Si saliera un amplificador nuevo que me encantara lo usaría,
pero por desgracia los nuevos no suenan así. No es
la edad del equipo, es su sonido.
ARTURO MORA: En tu página de mySpace (http://www.myspace.com/jonathankreisberg)
confeccionas una lista con tus 20 discos de jazz favoritos.
Dentro de esos discos, los que son de guitarristas incluyen
gente tan diversa como Wes Montgomery, John Scofield, Toninho
Horta, Pat Metheny o Allan Holdsworth. ¿Podrías
destacar a alguno de ellos como tu mayor influencia?
JONATHAN KREISBERG: No podría poner a ninguno de ellos
por encima de los demás. Para mí hacer una lista
es complicado, porque siempre hay más gente.
ARTURO MORA: ¿A qué guitarristas estás
escuchando actualmente?
JONATHAN KREISBERG: Hay un montón de buenos guitarristas
ahora, es un buen momento para la guitarra, el Renacimiento
de la guitarra.
ARTURO MORA: ¿Nos puedes dar nombres?
JONATHAN KREISBERG: No, porque no quiero dejar a nadie fuera,
son amigos míos. A lo mejor tu mejor amigo no es tu
guitarrista favorito… (risas).
ARTURO MORA: En tu página de mySpace también
dices: “A veces sufro delirios de grandeza, en los que
siento que mi música va a salvar a la humanidad de
un futuro mediocre de artesanía y artificio”.
(risas). Hablando en serio, ¿qué importancia
das a la inspiración frente a la artesanía?
JONATHAN KREISBERG: ¡Bien, alguien se ha reído
con eso! Espero que nadie se lo tome en serio.
Es una buena pregunta. Creo que yo naturalmente tiendo hacia
la inspiración, pero partiendo de que tuve buenos profesores
que me enseñaron a dominar la artesanía. Creo
que se me puede considerar un guitarrista inspirado, pero
muy consciente del trabajo que hay detrás. A veces
me gusta pensar que van juntas. Ciertas cosas que se trabajan
en la guitarra, relativas a la técnica, transportar
tonos, etc., tienen mucho que ver con ese trabajo manual.
ARTURO MORA: ¿Qué estás estudiando ahora
mismo?
JONATHAN KREISBERG: Ahora estoy viajando mucho, así
que cuando saco tiempo intento estudiar algo que tenga que
ver con lo que estoy tocando en ese momento, ya sea una nueva
composición, cómo improvisar sobre ella, o cosas
técnicas… Cambia constantemente. En mi apartamento
me gusta sentarme al piano.
ARTURO MORA: Se podría decir que depende de tus necesidades
en cada momento.
JONATHAN KREISBERG: Sí, es algo muy flexible. Antes
estudiaba de forma más estructurada.
ARTURO MORA: Antes tenía más que ver con la
artesanía y ahora más con la inspiración…
JONATHAN KREISBERG: Sí, sí, eso es.
ARTURO MORA: Para acabar: ya nos has hablado del nuevo disco
combinando trío y quinteto, ¿tienes algún
otro proyecto?
JONATHAN KREISBERG: Ese es el proyecto principal. También
voy a hacer algo con Joe Locke, el vibrafonista, en mayo.
Daremos conciertos y grabaremos. Y más giras con mi
banda, iremos a Japón en abril, tocaremos en Estados
Unidos en junio, en Italia después del verano. Así
que va a ser divertido.