Icono de la generación de los jóvenes
leones e hijo de Dewey Redman (icono, a su vez, de
la generación del free jazz), Joshua Redman
ha vuelto a dar un cambio de orientación a su carrera
presentando un proyecto discográfico a trío
de saxo, contrabajo y batería. Back East contrasta
con su anterior proyecto, la banda eléctrica Elastic
Band, y muestra un concepto alejado del San Francisco Jazz
Collective, al que dedicó casi cuatro años.
En mitad de su gira por Europa, Arturo Mora tuvo oportunidad
de hablar brevemente con él por teléfono el
10 de noviembre de 2007, mientras el saxofonista se encontraba
en Budapest (Hungría).
ARTURO MORA: Me gustaría que nos hablaras
un poco sobre tu nuevo disco Back East. ¿Por
qué un disco en trío?
JOSHUA REDMAN: Bueno, ¿por qué
no? [risas] Es algo que llevo bastante tiempo queriendo hacer,
porque algunas de mis primeras experiencias cuando aprendí
a tocar jazz fueron en esa formación, en trío
sin piano. Cuando vivía en Boston pasaba mucho tiempo
con gente del Berklee College of Music y del conservatorio,
y tocaba en muchas jam sessions y pequeños
bolos, a menudo en trío, sin pianista. Y luego también
cuando me mudé a Nueva York muchas de las primeras
jam sessions y bolos que hice fueron en trío.
Y he sido un gran fan, obviamente, de algunos de los proyectos
que se hicieron en trío de saxo, especialmente los
de Sonny Rollins, los suyos fueron de los más importantes.
Así que es algo que quise hacer durante
mucho tiempo pero nunca me sentí preparado hasta ahora,
y a veces sigo pensando que aún no estoy preparado
[risas], pero es un formato muy, muy exigente, sin piano ni
ningún otro instrumento de acordes. Estás ciertamente
desnudo, expuesto, con un énfasis tremendo en en la
concentración y la energía, pero también
es un contexto muy liberador. Cuando las cosas van bien puede
ser muy estimulante, y la música puede salir en muchas
direcciones inesperadas.
ARTURO MORA: Has mencionado a Sonny Rollins.
En Back East interpretas dos temas que grabó
en Way Out West. ¿Podemos considerar a Sonny
Rollins, junto con John Coltrane, como tu mayor influencia?
JOSHUA REDMAN: Sí. Me han influido tantos
saxos tenores: Sonny Rollins, John Coltrane, mi padre, Dewey
Redman, Dexter Gordon, Joe Henderson, Wayne Shorter, Lester
Young, Stan Getz, Ben Webster, ... La lista podría
ser interminable. No me gusta tener que elegir tan sólo
a dos, pero si lo tengo que hacer, sí, probablemente
serían Sonny Rollins y John Coltrane. Son dos de los
más importantes e influyentes, y creo que prácticamente
ambos han influido a todos los saxofonistas posteriores de
algún modo.
ARTURO MORA: Se aprecian influencias orientales
en el tercer corte del disco, “Zarafah”. ¿Puede
que en ese caso la influencia sea Yusef Lateef?
JOSHUA REDMAN: Bueno, es curioso que menciones
eso, porque aunque no puedo tener en cuenta a Yusef Lateef
como una de mis influencias básicas, porque no he oído
mucha música suya, recuerdo haber escuchado algún
disco de los primeros de Cannonball Adderley (cuando era pequeño
mi madre tenía muchos discos de Cannonball Adderley),
y recuerdo en particular uno en directo con Yusef Lateef.
Era un saxofonista muy creativo y con sentimiento. Obviamente
adoptó el sonido de Oriente, ya sabes que tenía
un disco llamado Eastern Sounds (“sonidos del
Este”), que no conozco demasiado bien. No diría
que tenga una influencia directa en mi proyecto o en mí
mismo, pero desde luego es una influencia.
Creo que todos esos
sonidos orientales se manifiestan en este proyecto, pero tienen
más que ver con mis influencias aparte del jazz. Cuando
era pequeño mi madre me llevó a un sitio llamado
Center For World Music; me llevó a un montón
de conciertos de música africana, música y bailes
de Indonesia e India, música de Oriente Medio... de
forma que cuando era joven estuve expuesto a todos esos sonidos,
y creo que, aunque nunca he estudiado esta música ni
tengo un conocimiento formal sobre ella, supongo que su influencia
está ahí y, por algún motivo, con este
proyecto ha salido a la luz, y creo que eso se debe probablemente
a que no hay instrumento armónico, cuando la música
occidental, ya sea clásica, jazz, pop o lo que sea,
está muy definida por la armonía desde un enfoque
occidental de ésta, ya sabes, muy, muy lógico,
matemático, hermoso. La armonía occidental es
increíble, me encanta, pero en este contexto sin un
instrumento armónico quizás algunas de esas
influencias orientales han salido de un modo más obvio.
ARTURO MORA: ¿Cómo fue la experiencia
de grabar con tu padre poco antes de su fallecimiento?
JOSHUA REDMAN: Para mí fue una experiencia
asombrosa, independientemente del hecho de que fuera la última
vez que tocamos y grabamos juntos. Fue simplemente una gran
ocasión para tocar con él otra vez. Yo toqué
mucho con mi padre cuando llegué a Nueva York por primera
vez, y grabé e hice giras con él, y estuve en
su banda un par de años, pero no habíamos tocado
mucho juntos desde hacía diez años, así
que para mí fue un honor y estuve encantado de que
participara en el disco. Fue genial tocar con él otra
vez y, por supuesto, cobró más significado tras
su fallecimiento, porque fue la última vez que tocamos
juntos.
ARTURO MORA: ¿Cómo está
siendo la evolución del disco en directo?
JOSHUA REDMAN: Bueno, es como todo. El material
realmente cambia y crece a medida que lo vamos tocando más
en directo. Tuve la oportunidad de tocar la mayoría
de estos temas en directo antes de entrar en el estudio, pero
aun así he estado de gira muy intensamente desde la
primavera, cuando salió el disco, y desde luego que
la música cambia, estamos más cómodos
con ella, nos sale con más libertad y soltura. A veces
tengo que tener cuidado, porque me doy cuenta de que cuanto
más tocamos un tema, cuanto más familiar nos
resulta, más nos alejamos de lo esencial de mi intención
original. Siempre intentamos ir más allá en
cuanto a nuestra capacidad de expresión, pero no quiero
perder la esencia emocional, así que ese es siempre
un equilibrio del que tengo que ser consciente.
Pero algo que ha sido realmente interesante
acerca de estos últimos años es que he tocado
en directo con muchos tríos distintos, no ha sido sólo
un grupo, y eso es algo inusual para mí. En el pasado
generalmente iba de gira y grababa con una sola banda, pero
en este caso hay, obviamente, tres tríos diferentes
en el disco y he tocado en directo con todos ellos, así
como con otras combinaciones de músicos, así
que eso hace que la música se mantenga fresca. Tener
músicos distintos también aporta perspectivas
únicas al mismo material, y hace que las cosas sigan
siendo interesantes.
ARTURO MORA: ¿Cuál fue tu criterio
para elegir a las tres secciones rítmicas?
JOSHUA REDMAN: Quería tocar con los mejores
músicos del mundo, y con los que más a gusto
estoy y con los que más me inspira tocar. Ya tenía
muy buenas relaciones musicales con todos los músicos
del disco, y había tocado mucho con ellos a lo largo
de los años, y cada trío, cada combinación
con contrabajo y batería, tenía una identidad
y un sonido muy singulares, los integrantes de cada grupo
habían tocado juntos unas cuantas veces, así
que conocía su sonido, y sabía que realmente
funcionarían en este proyecto. Y me gusta la idea de
tener bandas diferentes con distintas identidades, distintos
sonidos. Cada trío tiene su propio sentimiento y enfoque.
Pensé que sería interesante centrarse
en la idea del trío, que es un contexto muy minimalista,
pero a la vez con la variedad que aportan las distintas perspectivas
sobre la misma instrumentación.
ARTURO MORA: ¿Qué diferencias
encuentras entre estos tríos y el trío de órgano
con el que tocaste en el proyecto Elastic?
JOSHUA REDMAN: Hay muchas diferencias. Obviamente
ambos son tríos, pero la Elastic Band era un proyecto
más eléctrico, y no era solamente un trío
de órgano, Sam Yahel tocaba sintetizadores, Fender
Rhodes y toda clase de teclados, y luego añadimos
un guitarrista. Esa banda estaba más basada en el groove,
usaba instrumentos eléctricos y acústicos, y
tenía un sonido más denso, con más volumen,
más grande. Había más armonía
y textura y cierta densidad sonora; en cambio este trío
[saxo, contrabajo y batería] es más esquemático,
mínimo, acústico, más basado en el swing,
así que es muy distinto estilísticamente, formalmente.
Pero he de decir que
para mí lo más importante no es lo relativo
al estilo, sino al espíritu con que se interpreta la
música, y aunque son proyectos diferentes, de algún
modo toco igual, con la misma creatividad, honestidad y espero
que inteligencia en lo que respecta a la música; hay
mucha continuidad, hay muchas cosas que aprendí tocando
con la Elastic Band que he incorporado a este trío.
ARTURO MORA: En los últimos años
has puesto mucho esfuerzo en el San Francisco Jazz Collective.
¿Por qué lo abandonaste?
JOSHUA REDMAN: “Abandonar” es una
palabra demasiado fuerte. Ayudé a poner la banda en
marcha y estuve muy dedicado a ella durante cuatro años,
fue una experiencia increíble tocar con esos músicos,
fue un proyecto único, y es un grupo fantástico,
los escuché el verano pasado con Joe Lovano y Stefon
Harris, que nos reemplazaron a mí y a Bobby Hutcherson.
Está mejorando cada vez más y fue un honor formar
parte de ello, pero necesitaba un respiro para centrarme en
otros proyectos y volver a pensar en mi propia banda. Es un
grupo de grandes dimensiones y fue maravilloso tocar con ellos
y escribir para esa formación, pero me gusta la libertad
y el reto que supone tocar con este trío ahora.
ARTURO MORA: ¿Qué podemos esperar
de ti cuando acabe esta gira?
JOSHUA REDMAN: He escrito más música
para trío, y si puedo me gustaría hacer otro
álbum en este contexto. Tengo muchas ideas para otros
proyectos, pero creo que hablaré sobre ello una
vez que los haya puesto en marcha. Ahora estoy realmente concentrado
en lo que estoy haciendo.
Texto © 2007
Fotografías © Michael Wilson
Agradecimientos: Nonesuch
Records