Marcus Miller está de gira por Europa con su proyecto
Tutu Revisited: el bajista más cuatro músicos
jóvenes explorando las composiciones que escribió
a mediados de los ochenta para el histórico disco de
jazz fusion de Miles Davis, Tutu. Miller
concedió a Arturo Mora, redactor de Tomajazz, una breve
entrevista justo después de la prueba de sonido de
su concierto en la soleada Peñíscola (Castellón).
Amable y centrado, respondió a todas las preguntas
de forma directa y sin dudas. Como su música.
Arturo Mora entrevistando a Marcus Miller.
ARTURO MORA: ¿Cómo está
yendo la gira?
MARCUS MILLER. Muy bien. Hemos tocado en algunas ciudades
en Francia (Lyon y París), y otro par de lugares aquí
en España. La música está muy bien, la
gente la está disfrutando... No me quejo.
ARTURO MORA: ¿Por qué volver a Tutu
ahora en 2010?
MARCUS MILLER: El año pasado hicieron una exposición
sobre Miles Davis en París, y me preguntaron si podría
tocar Tutu como parte de la exposición. Al
principio no estaba seguro de si era una buena idea, porque
yo sabía que a Miles no le gustaba mirar tanto hacia
el pasado, ¿sabes? Entonces pensé: quizás
si encuentro a algunos músicos jóvenes muy buenos,
que no fueran más que bebés cuando hicimos Tutu,
a lo mejor aportan algo nuevo y creamos algo nuevo a partir
de la música de Tutu, y pensé que era
una buena idea. Se suponía que iba a ser sólo
un concierto, a la gente le encantó lo que estábamos
haciendo y lo siguiente que sé es que estuvimos tocando
tres meses, cuatro meses, así que se hizo muy popular.
ARTURO MORA: ¿Qué nos puedes decir sobre los
chicos de tu banda?
MARCUS MILLER: Vamos a ver... El saxofonista es Alex Han,
a quien descubrí hace un par de años en el Berklee
College Of Music de Boston. Es un gran músico. Ahora
tiene 22 años, pero es mucho más maduro por
dentro, ¿sabes? Y él me encontró al batería,
Louis Cato, un amigo suyo que también vive en Nueva
York. Ambos viven en Nueva York ahora. Es un batería
muy bueno, sensible y poderoso, también toca el bajo,
el trombón y la tuba, tiene mucho talento. A la trompeta
está Sean Jones. Sean tocó en la Lincoln Center
Orchestra, durante cuatro o cinco años quizá,
y ahora ha empezado a hacer otras cosas; es un gran trompetista,
y es difícil tocar la trompeta en esta situación.
Le dije: "no quiero que toques como Miles, toca como
tú eres". Está haciendo un trabajo muy
bueno. Y luego está Federico González Peña
a los teclados, ya lleva dos años. Es muy bueno, tiene
un sentido armónico muy bonito, le da unidad y cohesión
a la banda, es un músico muy, muy bueno.
ARTURO MORA: Profundicemos más en la entrevista: ¿qué
te puedo preguntar que no hayas respondido ya en tu página
web, www.marcusmiller.com?
MARCUS MILLER: [risas] Sé que hoy en día es
difícil, pero es sólo... La gente te pregunta
sobre música...
Para mí está muy bien rememorar esta música.
Yo no estaba en el grupo de Miles cuando escribí esta
música para él. Estuve en su banda antes, pero
cuando volví como compositor ya no estaba en el grupo,
así que nunca pude tocar muchos de estos temas en directo.
Los toqué en el estudio una vez y ahí quedó
todo, así que está muy bien tocar esta música
ahora y ver cómo funciona, quiero decir, de cara al
público.
ARTURO MORA: ¿Escribes específicamente para
cada uno de tus proyectos (bandas sonoras, colaboraciones,
discos en solitario...) o sencillamente escribes un tema y
decides qué hacer con él después?
MARCUS MILLER: Tengo algunos temas en el armario, ya me entiendes,
pero la mayoría de los temas los escribo específicamente
para cada proyecto. Está muy bien tener un par de temas
extra por ahí, por si llega el punto en que dices:
“oh, esto funcionaría perfectamente”, para
que no tengas que pegarte la paliza escribiendo algo de cara
a una fecha de entrega. Cuando tengo tiempo me gusta escribir
con más libertad, pero no tengo mucho tiempo libre
[risas].
ARTURO MORA: Cuando escribes para tus proyectos en solitario,
¿tienes el bajo en mente?
MARCUS MILLER: Sí, totalmente. A veces la parte del
bajo es la primera que escribo, a veces no, pero siempre sé
que tengo que dejar espacio para el bajo en mis proyectos.
ARTURO MORA: Eres un músico notable tanto en directo
como en estudio. ¿En cuál de estos dos entornos
disfrutas más?
MARCUS MILLER: Si tocas en el estudio durante mucho tiempo
pierdes tu fuego, no sabes cómo tocar de cara al público,
no sabes cómo llevarles hacia tu música. Y si
tocas en directo mucho tiempo pierdes tu posición.
Todo es energía, energía, ¿sabes?, y
no escuchas todos los detalles de lo que tocas. Así
que para mí son lo mismo, ambas cosas te convierten
en un músico completo, ser capaz de grabar tu música
y escuchar exactamente que es lo que estás haciendo,
donde cae tu bajo exactamente en relación a la batería,
con exactitud, no sé si me explico. Y luego
tocar en directo y descubrir cómo conseguir que la
gente se involucre emocionalmente con tu música. Muchos
músicos de estudio no pueden hacer eso.
ARTURO MORA: Hay una historia sobre los dos bajos Fender
Jazz que te robaron en 1977 y el tercero, que es el que has
usado durante décadas. ¿Lo sigues tocando?
MARCUS MILLER: Sí, es un bajo Fender Jazz de 1977.
Creo que el primero no era del 77, debía ser del 75.
El segundo era del 77 y el tercero era también del
77. Pero ahora he conseguido otro par de bajos del 77, de
guitarristas que en 1977 decidieron que necesitaban tener
un bajo también, y se compraron un Fender Jazz y lo
tuvieron colgando de la pared durante 35 años, y ahora
tengo dos de esos. A veces me los llevo de gira, porque a
veces es muy difícil viajar en avión. No te
dejan llevar el instrumento en el avión, y no quiero
que llegue la situación de tener que facturar mi mejor
bajo. Así que cuando viajo llevo un bajo distinto,
pero también es del 77, del mismo año, es igual
en todo.
ARTURO MORA: ¿Nunca has pensado en cambiar de modelo
o de marca?
MARCUS MILLER: No. Cuando empecé como músico
de estudio en Nueva York necesitaba un bajo que fuera muy
versátil. En Nueva York todos los días estábamos
tocando algo nuevo, tocábamos música funk,
latina, caribeña, country... así que
necesitabas un bajo que pudiera cubrirlo todo. Y para mí
los bajos Fender son los únicos con los que puedes
tocar cualquier tipo de música, porque así es
como empecé, tuve que acostumbrarme a ese bajo Fender
que acabó convirtiéndose en mi sonido, es algo
así como mi voz. Así que incluso si encuentro
un bajo que es más bonito, o más agudo, o más
brillante, o más oscuro, o más cálido
o lo que sea, no va a ser mi propia voz, así que...
ARTURO MORA: Es algo así como tu sonido marca de la
casa.
MARCUS MILLER: Sí, exactamente. Puedo modificar mi
sonido en situaciones concretas, pero seguirá siendo
mío.
ARTURO MORA: ¿Cuánto tiempo dedicas diariamente
a tus otros instrumentos (clarinete bajo, saxo soprano, teclados...)?
MARCUS MILLER: Toco los otros instrumentos probablemente
una hora diaria en total. Toco el clarinete unos veinte o
treinta minutos, especialmente cuando estoy de gira, toco
el teclado siempre que puedo, quizás treinta o cuarenta
minutos diarios. Luego cuando estoy en casa paso a la "fase
de clarinete", lo toco todo el día, o a veces
el saxo, o a veces el piano.
ARTURO MORA: Escuché que estabas tocando algo de contrabajo.
MARCUS MILLER: Sí, toco el contrabajo principalmente
en casa. A veces cuando estoy haciendo la banda sonora de
una película utilizo el contrabajo, porque tiene un
sonido muy bonito, y hace falta tocarlo muy bien para poder
conseguir un buen efecto, una nota bonita que diga mucho.
ARTURO MORA: Cuando tocas melodías en el bajo eléctrico,
¿qué criterio usas para decidir tocarlas con
dedos o en slap?
MARCUS MILLER: Creo que tiene mucho que ver con la proyección
que quiero que tenga cada nota, con dedos suena más
cálido y suave, tirando de la cuerda suena más
corto y punzante, más todo lo que hay en medio. Así
que básicamente uso todos esos sonidos dependiendo
de cuánto quiero que sobresalga la nota. A veces quieres
que suene bonito, a veces sólo quieres que haga ¡bam!
[hace un sonido percusivo] así que lo voy usando basándome
en la emoción.
ARTURO MORA: ¿Qué te gustaría contarnos
sobre tu experiencia con SMV [la gira que hizo el año
pasado junto a los grandes bajistas Stanley Clarke y Victor
Wooten]?
MARCUS MILLER: ¡Fue genial, sabes! Realmente fue muy
interesante escuchar tres personalidades diferentes en el
mismo instrumento, y en cierto modo afinó mi percepción
de quién soy, en esa situación en la que me
di cuenta de qué es lo que me hace diferente a los
demás. Y entonces me di más cuenta de lo que
tengo de especial, y creo que Victor y Stanley descubrieron
lo mismo en su caso. Así que fue una experiencia de
aprendizaje muy buena para todos, y además nos lo pasamos
muy bien.
ARTURO MORA: ¿Intercambiasteis consejos sobre cómo
tocar el bajo?
MARCUS MILLER: Sí, a todas horas… "¿Cómo
haces esto?", "¿Qué estás usando
ahí?"... No hablábamos mucho, más
bien nos mirábamos. A veces era en plan: "¿Esto
lo haces así? Yo no lo puedo hacer así, pero
lo puedo hacer de esta otra forma". Estuvo muy bien.
ARTURO MORA: ¿Qué sueles escuchar de la escena
jazzística actual?
MARCUS MILLER: Me gusta mucho Jos[hua] Redman, todo lo que
hace, me gustan Roy Hargrove, y Esperanza Spalding. ¿Quién
más? Me gusta todo lo que hace Herbie Hancock.
ARTURO MORA: Para terminar, ¿y ahora qué?
MARCUS MILLER: Tengo un nuevo CD llamado A Night In Montecarlo,
que es un grupo de cuatro músicos, mi grupo, con una
orquesta de Mónaco. Tomé varios temas míos
antiguos que hemos arreglado para orquesta, y tengo como invitados
especiales a Roy Hargrove y al cantante Raúl Midón.
Es un CD en directo muy bueno.