“No
cabe duda que son malos tiempos para la lírica”, como
rezaba una canción de un conocido grupo pop español
de los años 80, y en esas estamos. Lo cierto es que no siempre
tiene uno la fortuna de conversar de manera tan amigable y campechana
como con Leonardo Pavkovic, a la sazón dueño de los
designios de MoonJune Records. (www.moonjune.com)
Y es que este hombre es abanderado de la sinceridad, y no duda
en hablar claro sobre las cuestiones que le he planteado en esta
breve, pero intensa entrevista.
Espero que disfrutéis tanto como yo lo he hecho, y si además
sirve para que cada uno tome conciencia de los momentos por los
que atraviesa el mundo de la música, pues “miel sobre
hojuelas”.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué motivo te llevó a crear
MoonJune?
LEONARDO PAVKOVIC: Para contártelo mejor deberíamos
ir a un taberna con buen vino y paella y charlar hasta el amanecer.
Demasiado complejo para explicarlo, pero en pocas palabras: pasó
y ahora estoy aquí en MoonJune conmigo mismo.
Entre los años 1999 y 2000 estaba
involucrado en una compañía de jazz, y decidí
que debía tener la mía propia, de un sonido eléctrico
y ecléctico entre el jazz y el rock, que es lo que
más me gusta, y así poder incluir y programar la música
de mis amigos. En una ocasión alguien me preguntó
cuál era el criterio para estar en MoonJune, a lo que yo
respondí: “Tienes que ser mi amigo y tu música
debe ser la que yo entiendo”.
Por cierto, ¿donde están ese vino y la paella de la
que hablábamos antes?
ENRIQUE FARELO: ¿Por qué crear un sello discográfico
en plena crisis?
LEONARDO PAVKOVIC: La industria musical atraviesa una crisis importante,
pero la música que yo represento no se puede comparar con
la música de moda. Los registros de ventas son cada vez más
y más bajos, pero si puedo recuperar los gastos de producción
y pagar a los músicos, ya me doy por satisfecho. Definitivamente,
este no es un negocio para obtener ganancias. En realidad, nunca
he obtenido ningún beneficio con mi sello, y no estoy seguro
de que alguna vez lo obtenga, pero hago lo que me gusta, y no pierdo
dinero. Pero por si acaso, tú no te dediques a lo mismo.
Mis actividades principales están enfocadas a tener un catálogo
internacional.
Deseo y espero, que pueda conseguir algunas ganancias con el sello,
pero teniendo un catálogo relativamente pequeño, no
es fácil. Las ventas de CD’s de música en géneros
como el rock progresivo, el jazz-rock, el avant-jazz
y similares, son un una broma, sólo los artistas que
hacen potentes giras como Porcupine Tree, Pat Metheny, King Crimson
o John Scofield, podrían hacer algo de dinero a través
de la descarga, pero los artistas que tengo en mi sello serian unos
ilusos si pensaran que podrían hacer lo mismo. En cuanto
a las descargas digitales de las que hoy hablan todos, si gano unos
pocos cientos de dólares al año ya me podría
dar por satisfecho. Las compañías de ventas digitales
están teniendo récords de ganancias, no porque 10.000
artistas vendan mucho, sino porque el 1% de ellos vende mucho. Así
es como se pueden conseguir récords de ventas.
Si la industria dependiera solamente de la distribución
digital, el 99% de artistas se iría fuera del negocio. Una
vez que Britney Spears lanza un single, es fácil que venda
10 millones de descargas de un solo tema en una semana o en un mes.
Puedes llegar a tus propias conclusiones si consigo vender 200 dólares
en descargas digitales, por ejemplo: del disco Floating World
Live de Soft Machine en un año.
Esto es el puro caos, pero estoy seguro
que algo pasará, y nos adaptaremos todos a la nueva situación.
¿Cuál situación? No tengo ni idea, ni tampoco
tiempo para pensar en ello. Otro factor a tener en cuenta es que
la gente compra los discos y los copia en CD para intercambiarlos
con otros amigos.
ENRIQUE FARELO: ¿Cómo ves el futuro discográfico
y, si los artistas seguirán dándose a conocer a través
de discográficas o por otro medio?
LEONARDO PAVKOVIC: Hoy en día es difícil ser reconocido
por las grandes audiencias. Por ejemplo, algunos de los más
jóvenes grupos de rock de mi sello, como DFA, TríPod
o The Wrong Object, si fueran artistas ingleses o americanos surgidos
en 1971/1972, estarían en lo más alto entre los grupos
de su género. Hoy, sólo si eres apoyado por discográficas
importantes, mucho dinero y grandes promotores, puedes conseguir
éxito y reconocimiento. Pero también es cierto que
los que tocan en vivo son los que pueden vender más e incrementar
los ingresos.
Esto también es válido para algunos de los artistas
de jazz más jóvenes de mi sello, a pesar de su talento
como Jason Smith o Riza Arshad. Los promotores de los festivales
se interesan sólo por los grandes nombres, aquellos que pueden
venderse de forma segura. Cuando les ofrezco una banda europea joven
y prometedora, aún reconociendo su valía se niegan
a contratarlos, prefiriendo grupos americanos –aunque estos
sean mediocres– o bien los conocidos y legendarios de Europa.
Sé que en mi catálogo tengo unos pocos artistas considerados
como conocidos, leyendas del pasado, como Allan Holdsworth o Soft
Machine Legacy, a los que es más fácil vender que
a otros grupos como simakDialog, DFA ó Jason Smith.
El problema es que la calidad sufre debido a la cantidad, ya que
creo que hay demasiada gente en el mundo que toca y graba música,
que quiere ser músico, y que el 90% de ellos simplemente
está para aprovecharse, mientras que en los años 50,
60 y principios de los 70, la mayor parte de músicos eran
buenos.
En estos momentos, los músicos tal vez sean técnicamente
más capaces que sus precursores de hace 20, 30 o 40 años,
pero terriblemente, el factor genuino falla en la mayor parte de
la música de hoy. La paradoja y la tragedia es que hoy la
mayor parte de los artistas con menos talento consiguen más
proyectos que los que tienen más. Esto es el caos intelectual,
nada tiene sentido.
Otro factor es que los promotores de los festivales no toman ningún
riesgo. Prefieren promover una música menor que a sus ojos
puede venderse, en vez de una música de calidad que no puede
venderse. Realizando una gira de Soft Works por Italia en 2004,
solicité a un promotor italiano la posibilidad de incluir
a DFA, joven banda italiana de mi sello, como telonera, y tocando
gratis. Ni siquiera gratis quisieron hacerlo, porque existe la idea,
en este caso en Italia, de que la gente que va a un espectáculo
no quiere ver un telonero, sobre todo si es de su propio país.
El único modo de mejorar las ventas de registros es hacer
giras y tocar en directo. Las revistas no aumentan las ventas y
la radio podría ayudar un poco, pero lo único que
favorece las ventas es tocar en directo. Es difícil ser conocido
sólo porque tienes un disco y hayas salido en 200 ó
300 revistas en 20 ó 30 idiomas.
Mi querido amigo Steve Feigenbaum del
gran sello Cuneiform Records, ha lanzado una orquesta de jazz contemporáneo
de Barcelona, llamada Planeta Imaginario. Steve hará una
promoción excepcional, enviará toneladas de CD’s,
intervendrá en la prensa, y estará en programas radiofónicos
especializados, pero si la banda no toca en directo, ¿cómo
conseguirá el reconocimiento que merece? No tengo ninguna
banda española, pero tengo una italiana, belga, e indonesia,
todas jóvenes y con mucho talento; son buenas bandas para
venderse en festivales, pero la industria entera está jodida,
porque hay millones y millones de artistas que quieren tocar, viajar,
vender CD’s, etc. No todo el mundo es bueno, porque la cantidad
está matando la calidad y los promotores de festivales no
quieren intentarlo con alguien que no es “seguro”.
Desde luego experiencias como YouTube,
Myspace, Facebook, Last.fm y similares pueden aumentar la popularidad
de artistas emergentes, pero es difícil también. Hay
que moverse en un mundo donde la cantidad está contra la
calidad. El futuro pasa por crear una imbricación entre un
sello y un artista y hacer las cosas juntos. Al menos esto es lo
que sucede en mi caso, nos ayudamos el uno al otro. Nos necesitamos
el uno al otro, pero también, tenemos que ser conscientes
de la realidad. ¡Y de los daños de esa realidad!
ENRIQUE FARELO: ¿Qué ha sido de Mike Ratledge?
LEONARDO PAVKOVIC: Mike Ratledge se retiró en 1977 de Soft
Machine involucrándose en los años 80 y 90 en el mundo
de la publicidad con Karl Jenkins como socio, fue un negocio tremendamente
exitoso.
Igualmente participó con su colega
en el primer proyecto Adiemus, vendiendo miles de discos.
Después de eso abandonó completamente el negocio
musical y dedicó su tiempo a hacer todas las cosas que realmente
le gustaban, como el estudio de la historia del arte, el renacimiento
italiano, etc.
Durante casi 15 años estuvo ausente
de cualquier actividad musical y nunca deseó volver a la
música. En la actualidad no ha tocado ningún instrumento
desde aproximadamente 20 años, y la última vez que
puso sus dedos en un teclado fue en un estudio, durante el proyecto
Adiemus, no apareciendo en concierto desde 1976. No tiene
ninguna relación con miembro alguno de los fundadores de
Soft Machine, a excepción hecha de John Etheridge, con quien
mantiene una amistad ocasional que nada tiene que ver con la música.
No ha asistido a ningún concierto de Soft Machine Legacy
ni a ningún otro desde hace 25 años.
Solo después del concierto ofrecido por Soft Machine Legacy
en el London’s Pizza Express –un conocido club de jazz
de Londres– y con motivo del fallecimiento de Elton Dean,
permaneció durante 45 minutos hablando con sus viejos amigos
Hugh Hopper y John Marshall. También asistió al funeral
de mencionado Elton Dean.
ENRIQUE FARELO: ¿Es cierto que Soft Machine Legacy estará
en España este verano?
LEONARDO PAVKOVIC: Sí, está confirmado el concierto
en el Heineken Jazzaldia de San Sebastián el 27 de julio
de este año y un día antes, el 26, en Antequera Blues
Festival, en Antequera (Málaga).
ENRIQUE FARELO: ¿Qué bandas tienes en cartera de
cara al futuro?
LEONARDO PAVKOVIC: Estoy en contacto con la banda italiana que
me recomendaste –Catasto Elettrico–, aunque no quiere
decir que esté interesado en contratarlos, si bien es cierto
que el grupo me gusta y es una buena banda.
Recibo muchísimas demos, de las que el 90% no me gustan.
Soy independiente y no puedo sacar todo lo que quisiera.
Los próximos dos discos de mi sello son: Hugh Hopper &
Yumi Hara Cawkwell "Dune", una colaboración del
legendario bajista de los Soft Machine, y la cantante/pianista japonesa
de vanguardia que vive en Londres.
También el nuevo disco en estudio
de los italianos de Verona, D.F.A., 7 años después
del fenomenal disco en vivo Work In Progress Live. Una
banda increíble, no profesional, que cuenta con innumerables
admiradores del rock progresivo, repartidos por todo el
mundo.
Espero un gran éxito de este nuevo
disco que simplemente se titulará: 4th (El Cuatro).
D.F.A. es la banda de rock progresivo
que más me gusta de los últimos 15 ó 20 años,
junto a Deus Ex Machina y los belgas The Wrong Object, que bien
hubieran podido tener igual o mayor repercusión que, por
ejemplo, Flower Kings, de haber estado en activo los últimos
10 años.
Pero por razones familiares y de trabajo
no ha sido posible adaptar su carrera musical, ni tan siquiera semi-profesional.
De cualquier manera, mejor así, ya que seguirá manteniendo
su status de grupo de culto.
Tengo en mente sacar más discos de The Wrong Object y Soft
Machine Legacy, e incluso un DVD de D.F.A.
Y de las bandas jóvenes, me gustaría hacer el nuevo
disco de los indonesios de simakDIALOG. También me interesa
mucho una banda sueca, muy joven, Nude Fox Ensemble, que tienen
un sonido inspirado en Zappa, Magma, Henry Cow, Soft Machine y Caravan.
Y para terminar te diré que quiero
hacer una compilación llamada Elton Dean & Hugh Hopper,
Slightly all the Time, con los temas en vivo entre los
años 1999-2005 de varios proyectos "soft"; como:
Soft Ware (1999; Dean, Hopper, Tippett, Marshall), Soft Works (2002-2004;
Dean, Hopper, Holdsworth, Marshall), Soft Machine Legacy (Dean,
Hopper, Etheridge, Marshall ó Dean, Hopper, Etheridge y Genockey,
que sustituyó a John Marshall por enfermedad), Soft Bounds
(2004; Hopper, Dean, Domancich, Goubert) y Soft Works TrÍo
(Dean, Hopper, Marshall).
Tengo mucho material. Discos en vivo de buena calidad de los que
no puedo hablar todavía.
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