|
|
"La música que recorrió la vida y la obra de
Curtis Mayfield no puede repetirse. Sencillamente porque Curtis Mayfield
murió en 1999. La música que recorrió su persona murió con él, con
su catalizador. ¿Cómo podría entonces ser proseguida?
Muchas veces me hice esta pregunta a propósito de Duke
Ellington o de Thelonious Monk. Siempre me pareció que cuando Duke
Ellington murió, su música murió físicamente con él. El más
mínimo de sus soplos daba luz a esta música, y no podía existir sin
este simple vehículo. Nos quedamos huérfanos, con la parte grabada de
su obra y todas esas notas transcritas sobre papel. Cuando un ser humano
muere, siempre se puede conservar una fotografía o una grabación de su
voz, pero eso no es la realidad. Sin embargo, una vez esta verdad
establecida, es posible proceder de otro modo para recrear y hacer
renacer una canción. Paradójicamente, esto sólo puede realizarse
afirmando primero que no es posible. Imaginemos al Creador: una parte de
su voz se expresó a través de Duke Ellington, otra parte a través de
Albert Ayler y otra más a través de Curtis Mayfield... Así pues, el
método no consiste en seguir dócilmente a quien sea, el método
consiste en zambullirse en el "Tone World", en la fuente de
toda música.
No se puede falsear una música. Sólo se pueden reunir
los hilos y empezar a coser una nueva tapicería... Me crié escuchando
a Smokey Robinson, los Four Tops, los Contours, los Temptations, Martha
Reeves & The Vandellas, Gladys Knight & The Pips, Curtis
Mayfield & The Impressions... Y sus músicas no estaban separadas de
las tocadas por Marian Anderson, Count Basie, Coleman Hawkins, Ben
Webster, Don Byas, Sarah Vaughan, Ornette Coleman, Don Cherry, Cecil
Taylor, Bill Dixon y Louis Armstrong. Todos formaban parte de la
tradición afroamericana, que a su vez tiene su origen en el blues. Las
raíces del llamado jazz de vanguardia (de la Música Negra) se hunden
en el blues, hasta el "field holler", sus orígenes están en
el gospel (la iglesia). No crear separaciones artificiales es la llave
de la comprensión. Oliver Lake acostumbra a decir: "Somos todos
diferentes e idénticos". El batería Beaver Harris hablaba de esta
música que iba "del ragtime al no-time". Todos hablan en
definitiva de esta reserva de sonidos y colores que podemos utilizar en
todo momento para pintar nuestra música.
La música de Curtis Mayfield siempre ha logrado hacer
cantar a mi corazón. Curtis Mayfield no es sólo un autor de canciones
sino también un compositor profundo y prolífico, cuya obra se sitúa
naturalmente al lado de Duke Ellington. Curtis era un profeta, un
predicador, un revolucionario, un humanista y un poeta, todo esto
envuelto en su larga y magnífica sonoridad. Cogió la música en su
nivel más esencial cuando uno es negro y vive en la América de los
años 60, 70, 80, 90 del siglo XX. Si uno tenía oídos para oír,
sabía que Curtis era el hombre que se alzaba con un mensaje positivo y
que éste le ayudaría a sobrevivir. En América, cuando uno es negro.
Estaba en el primer plano, siempre en la brecha, a la vez dulce y
poderoso. Por eso su música sigue resonando en mi corazón.
"Curtis Mayfield: The Inner Song" es el
primer proyecto, en 30 años de carrera, que dedico a la música de
otro. Aparte de algunas piezas para contrabajo solo escritas por Sonny
Rollins, Don Cherry, Alan Silva o Sunny Murray, siempre me he esforzado
en tocar únicamente mis composiciones. En 1998, para el grupo In Order
To Survive, compuse un homenaje a Curtis: "Sitting by The
Window". Este proyecto desarrolla esta inspiración intentando
invocar el espíritu con que Curtis Mayfield escribió sus canciones y
dejarle encontrar su camino hoy en día a través de algunos músicos
maravillosos, que no sólo conocen estas canciones sino, aún más
importante, se conocen a sí mismos: Amiri Baraka, que era una de las
principales voces de ésta música en aquella época y que es una de las
principales voces de esta música hoy. Leena Conquest, que cantará las
letras de las canciones y también los poemas. Es nuestra nueva voz
antigua, el futuro, el presente. Dave Burrell, un pianista brillante,
tan brillante... Hamid Drake, el hombre-latido de corazón, el agitador
del alma, el maestro de la batería de éste siglo. Darryl Foster a los
saxos, que tocó con Sam & Dave, con Al Green y es miembro de la
Little Huey Creative Music Orchestra. Lewis "Flip" Barnes es
el otro soporte de nuestra "front line"... Todos estos
músicos están familiarizados con el lenguaje de una música que
engloba tanto a Curtis Mayfield como a Sun Ra.
El corazón de Curtis Mayfield estaba lleno de amor.
Era sin duda el de un ser humano excepcional. Con este proyecto, como
escribía Curtis en "We People Are Darker Than Blue ",
nosotros tan sólo "rascamos la superficie de un pozo negro
y profundo".
|
|
|