PACHI TAPIZ: Lo primero de todo, quería
que nos explicases de dónde viene el
nombre de tu grupo “Tierra de nadie”.
RICARDO GALLO: Principalmente viene de
la intención de no identificar necesariamente
esta música con una nacionalidad
específica. Otra intención
que hay allí es la de permitir que
los músicos se expresen libremente
con el bagaje que cada uno trae. Esto me
incluye a mí como compositor y pianista
en el grupo. Mi bagaje está presente
ahí con mi interés por músicas
folclóricas de mi país y de
otros lugares, y también está
el interés de todos por la improvisación
colectiva. Pero no pretendo conseguir un
sonido específico, sino más
bien que el resultado sea la suma de lo
que cada uno de nosotros aporta. Por último,
la cita de Cortázar que incluí
en el disco habla de la música como
una tierra de nadie donde " [...] los
complejos y los mitos se resuelven en melodía
[...] sólo cuenta una voz murmurando
[...] la recurrencia de lo que somos, de
lo que vamos a ser". Me pareció
apropiado hacer esta relación, en
mi interpretación, de la música
como un espacio de intercambio, y en el
que se expresa de dónde venimos,
dónde hemos estado, y hacia dónde
vamos o queremos ir.
PACHI TAPIZ: ¿Cómo surge
esta formación en la que están
Ray Anderson, Mark Helias, Satoshi Takeishi,
Pheeroan AkLaff y Dan Blake?
RICARDO GALLO: Ray Anderson ha sido un
importante mentor para mí y con él
he aprendido mucho acerca de improvisación,
acerca de una tradición sobre la
cuál edificamos lo que hacemos, y
también sobre la importancia de una
búsqueda de una individualidad como
algo fundamental. Él conoció
mi música en ensembles en
la universidad en la que fue mi profesor,
y eventualmente en grupos suyos mientras
yo interiorizaba su sonido en el trombón.
A través de Ray conocí a Mark
Helias y a Pheeroan akLaff, a quienes escuché
varias veces en vivo en Nueva York. Helias
mezcló mi primer disco en 2005, y
de ese modo él también comenzó
a conocer mi proceso. Pheeroan había
trabajado ya con otro músico colombiano
(Juan Sebastián Monsalve). Tocamos
juntos en un grupo de Ray alguna vez, y
él mismo tiene un interés
en conocer músicas de otras latitudes.
A Dan Blake lo escuché con una amiga
en común, la cantante argentina Sofia
Rei Koutsovitis, y colaboramos en otros
proyectos previos a Tierra de Nadie.
Siempre tuvimos mucha empatía. Satoshi
Takeishi tiene una larga historia de colaboración
con músicos colombianos. Vivió
en Colombia durante cinco años y
fue un pionero en la incorporación
de ritmos tradicionales de allí en
el jazz contemporáneo. También
es una gran inspiración para muchos
bateristas, percusionistas y músicos
en general en mi país, y además
tiene un amplio bagaje en otros tipos de
música. Tuve la oportunidad de presentar
un grupo mío en el Encuentro de Músicos
Colombianos en Nueva York que organiza el
pianista Pablo Mayor. En anteriores ediciones
de este festival había participado
con otros grupos que lideraba. Para esa
ocasión, que tuvo lugar en diciembre
de 2007, comencé a escribir un repertorio
con las intenciones que te he mencionado
antes, y me pareció apropiado llamarlos
a ellos. Después de esto escribí
más para este grupo que funcionó
muy bien en su primera actuación,
tuvimos más presentaciones y fuimos
armando el resto de la música del
álbum.
PACHI TAPIZ: En tu música hay una
fuerte influencia folclórica, pero
sin embargo tu música en Tierra de
nadie suena a jazz contemporáneo.
¿Cómo trabajas con tus compañeros
para lograr ese resultado?
RICARDO GALLO: En este grupo llevo el material
para trabajar, composiciones que en algunos
casos pueden tener ciertos elementos de
música folclórica. Pero esto
está más en la escritura que
en la manera de tocar o en los instrumentos,
como sería el caso de otro grupo
mío que es el cuarteto de Bogotá.
La escritura en este caso además
está un poco más destilada
ya que no se refiere directamente a algún
tipo de música específico.
Si bien en el grupo trabajamos en destacar
la idiosincrasia de cada pieza, me preocupo
en dejar mucha libertad a cada intérprete
y en pensar en diferentes maneras de interactuar.
Por último debo decir que trabajar
con ellos es un placer porque el compromiso
con la música y la experiencia en
la creación en grupo de todos ellos
hace que los resultados de este proceso
lleguen de una manera muy orgánica.
PACHI TAPIZ: Gerry Hemingway es compañero
de Ray Anderson y Mark Helias en el trío
BassDrumBone (entre otras formaciones),
y suele tocar con multitud de músicos.
¿Has tenido ocasión de tocar
en alguna ocasión con él?
RICARDO GALLO: Sí. Tuve la ocasión
de tocar con él una sola vez. Fue
en Nueva York en un cuarteto dirigido por
Ray Anderson, con el que tocamos composiciones
suyas. Completaba el cuarteto el contrabajista
Brad Jones. Fue un placer tocar con Gerry
Hemingway. Por lo menos por mi parte sentí
que había una conexión. He
escuchado su quinteto en directo y también
varias veces BassDrumBone, que en directo
son fascinantes.
PACHI TAPIZ: Por otra parte y volviendo
a tus respuestas, y a la vista de la buena
respuesta que ha tenido el estreno discográfico
del grupo, ¿cuáles son los
siguientes pasos que tienes previsto dar
con Tierra de nadie? ¿Tienes previsión
de tocar en Europa?
RICARDO GALLO: Hace poco he tocado con
el grupo en Nueva York. El 28 de Abril [de
2011] en Drom y el 1 de mayo en Cornelia
Street Cafe. Voy a ir alimentando poco a
poco el repertorio. En el lanzamiento del
CD el pasado Noviembre estrenamos una pieza,
y para los meses que vienen planeo tener
algo de nueva música. Estoy comenzando
a tocar puertas para traerlos a Colombia,
ya que en septiembre hay una red de festivales
por todo el país. En Europa me encantaría
presentar este proyecto, pero no hay nada
concreto.
© Secretaría de Cultur de Bogotá
PACHI TAPIZ: En tu cuarteto colombiano
sí se aprecian más claramente
las influencias folclóricas. El pasado
año publicabas Resistencias,
que es vuestra tercera grabación.
Háblanos sobre este grupo. Cómo
surge y cuáles son sus próximos
proyectos.
RICARDO GALLO: El grupo surge en 2005
con la intención de presentar algún
repertorio mío que había escrito
pensando en influencias folclóricas
de diversas regiones del país, con
el que intentaba buscar un sonido fresco
bien con el uso del piano de maneras percusivas,
bien del modo contrario siendo muy melódico.
También con el uso de la percusión
proporcionando otro color adicional al trio
de piano. Después de grabar el primer
disco Los Cerros Testigos, y de
realizar algunos conciertos justo antes
de la grabación y después
de su aparición, sentí que
se había generado una identidad de
grupo. Además este debut fue muy
bien recibido en general, y tenemos una
gran empatía. Quise entonces continuar
alimentando la idea del grupo. De ahí
que el siguiente álbum, Urdimbres
y Marañas, tiene más
variedad rítmica y tímbrica
con piezas que están pensadas específicamente
para el grupo, especialmente debido al hecho
de que hay batería y percusión.
El tercer álbum, Resistencias,
sigue insistiendo en la identidad del grupo,
en la expansión de nuestro sonido
y en la búsqueda de una creación
colectiva (tanto en la improvisación
como en la composición).
Para nuestros próximos proyectos
seguimos insistiendo en tratar de lograr
llevar esta música a más lugares
en vivo, dentro y fuera de Colombia. Musicalmente
estamos explorando mucho con la improvisación
colectiva usando nuestro repertorio como
punto de partida o de llegada. Poco a poco
también estamos expandiendo ese repertorio,
pero no tenemos planes próximos de
otra grabación.
PACHI TAPIZ: En Resistencias se
indica en el artwork: “Sugerimos
una resistencia a las categorías,
una resistencia a las limitaciones de la
escena frente a nuevas propuestas, una resistencia
a la invasión mediática, una
resistencia a la idea que el desarrollo
individual se opone al desarrollo colectivo”.
También hay unos títulos de
temas como “Inseguridad democrática”
(que yo veo como de una cierta pasividad
y un tema con un tono muy melancólico
o triste) o incluso “Viejo presagio”.
¿Qué motivos son los que os
impulsan a llevar a cabo o a propugnar esas
Resistencias?
RICARDO GALLO: Estos pronunciamientos son
quizás resultado de un contexto.
En Colombia hemos tenido y seguimos teniendo
que insistir mucho para hacer que se escuche
y se valore nuestra música. Cuando
uso la primera persona en plural me refiero
no solo a mi grupo, sino también
a otros proyectos de mis compañeros,
y por extensión a otros músicos
asociados. Hay todavía un gran complejo
de inferioridad en Colombia. Quizás
esto ha cambiado un poco, pero no lo suficiente.
Claramente y desde un punto de vista político
nos falta mucho por avanzar en términos
de cultura, lo que resulta paradójico.
ya que hay muchas expresiones en plena ebullición
que son tanto autóctonas como recientes
en diálogo con lo que sucede en otros
países. “Inseguridad Democrática”
es un comentario sobre la principal política
del gobierno anterior, burda copia de ideas
del anterior gobierno en Estados Unidos,
y que descuidó muchos aspectos. El
título también busca que sea
interpretado de múltiples formas,
como tú lo has interpretado. “Viejo
presagio” es algo más personal,
como una decepción anticipada.
PACHI TAPIZ: Volviendo a la influencia
folclórica, me gustaría que
nos explicases los orígenes de las
músicas que aparecen en vuestros
temas (cumbia, porro, bambuco...), tanto
en los de tu cuarteto como en tu dúo
con Alejandro Flórez.
RICARDO GALLO: Hemos usado muchos ritmos
y géneros de diversas regiones. Iiba
a comenzar a enumerarlos pero comienzan
a ser muchos… Lo importante es que
me interesa la diversidad que hay en Colombia
debido por un lado a la multiplicidad étnica,
tanto pre-colombina como después
de la conquista: europeos y africanos se
suman a los nativos, siendo los europeos
principalmente Ibéricos y que ya
de por sí venían mezclados.
La influencia africana trae todo un universo
sonoro, y el mestizaje de todas estas influencias
crea algo particular del lugar. Me interesan
las diferentes maneras de concebir la música,
más allá de los elementos
que aportan. Por eso el abordaje de cada
elemento folclórico a la hora de
hacer una pieza propia es diferente. Siento
que hay infinidad de recursos para experimentar.
Como me interesa el ritmo, me parecería
aburrido quedarme sólo con uno o
con unos pocos ritmos.
PACHI TAPIZ: Según leo en las líneas
de Meléyolamente... ¿para
qué sirve la música de ese
disco? ¿Tenéis intención
de continuar publicando alguna grabación
más? Por una parte me encanta la
influencia folclórica, también
el sonido del tiple, pero me parece muy
llamativo que hay temas con una gran libertad
(“Ni Ebla el Páramo”,
por ejemplo).
RICARDO GALLO: Esa pregunta inicial creo
que también es resultado de un contexto,
y tiene que ver con lo que te parece llamativo,
que haya tanta improvisación libre
en medio de este ambiente más folclórico.
En otros lugares tal vez no se cuestionaría
tanto; la “utilidad” de la música
no sería objeto de duda. Sí
se nos ha ocurrido eventualmente grabar
más. Tenemos algo de repertorio nuevo,
y el sonido del dúo cambió
después de varias presentaciones
que dimos después de publicar el
disco, pero no hay planes concretos en un
futuro próximo.
PACHI TAPIZ: Aparte de algún otro
enigma como el tema “La Distritofobia”
que aparece en los dos primeros discos de
tu cuarteto, puesto que la distribuidora
de vuestros discos es precisamente “La
Distritofónica”, me resulta
muy enigmático el tema titulado “Contradicciones
de una serpiente inversa”. Aunque
no es tuyo, ¿nos puedes explicar
de dónde viene ese título
tan particular?
RICARDO GALLO: La Distritofobia es un amistoso
juego de palabras, pero también un
comentario de ese amor-odio que tenemos
por nuestra ciudad Bogotá (Distrito
Capital, por eso tanto con el prefijo “distrito”).
Acerca de “Contradicciones...”,
la verdad es que no he logrado obtener una
explicación del compositor, nuestro
bajista Juan Manuel Toro. Nos mantiene en
el enigma.
PACHI TAPIZ: ¿Qué otros proyectos
tienes en marcha o tienes previsto iniciar?
RICARDO GALLO: Con el trio TAUOM junto
a Satoshi Takeishi y Dan Blake tenemos intenciones
de grabar pronto. En principio es un trío
cooperativo. Por otro lado he comenzado
a realizar algunos recitales solo, pero
quiero hacer otros más antes de publicar
algo. También he dado conciertos
en dúo con el baterista Jorge Sepúlveda
en Bogotá. Ocasionalmente nos reunimos
con otros músicos en nuevas formaciones,
quizás algunas de ellas puedan cristalizar
en algún proyecto.
PACHI TAPIZ: ¿Cómo afrontas
tus conciertos a piano solo? Partes de algún
repertorio inicial, quizás hay ideas
iniciales pero es un desarrollo más
o menos libre, o si son directamente improvisaciones
libres...
RICARDO GALLO: Es algo que estoy comenzando
a desarrollar. He usado repertorio mío
que uso en otros grupos pero adaptado a
piano solo. También hago improvisaciones
libres, así como improvisaciones
como introducciones, finales, interludios
entre las piezas. Eso es lo que he hecho
hasta ahora, por ahora.
PACHI TAPIZ: Fuera de los proyectos y grabaciones,
¿cuándo y quién o qué
fue lo que te hizo decidirte a ser un músico,
un pianista y dedicarte al jazz?
RICARDO GALLO: Me di cuenta que me gustaba
mucho la música a una edad temprana,
pero fue poco antes de entrar a la Universidad
cuando comencé a considerarla seriamente
como carrera. Cursé un semestre de
ingeniería electrónica, pero
desde el primer día me di cuenta
que debía estudiar música
de lleno. Ya había estudiado teclados
y guitarra, así que el piano vino
como algo inevitable. Primero porque me
siempre me ha gustado aunque no había
estudiado piano propiamente dicho, y segundo
porque sabía que quería estudiar
composición y me imaginaba que el
piano sería una herramienta necesaria.
El jazz también vino antes de entrar
a la Universidad. Lo escuhaba en la radio
e intercambiaba discos con amigos. Cuando
comencé a estudiar en Bogotá
y estuve en algún grupo de jazz universitario
me encantó la experiencia de la interacción
directa con otros músicos y de la
creación espontánea. De ahí
comenzó por mi parte una verdadera
profundización en estos aspectos.
PACHI TAPIZ: También me gustaría
que nos hicieses un pequeño retrato
del jazz en Colombia. Aquí en España
no es muy conocido, aunque hay algún
músico como el contrabajista Juan
Pablo Balcázar o el guitarrista Juan
Camacho que me gustan mucho.
RICARDO GALLO: Bueno, esto es difícil
de contestar brevemente. Tal vez sea adecuado
hablar desde lo más actual y de algunas
incursiones previas porque una historia
cronológica es toda una investigación,
aunque ha sido y es una escena pequeña.
Hoy en día curiosamente hay un momento
prolífico en este aspecto. En 2010
se editaron 24 discos de jazz, algo que
es significativo ya que hace diez años
los discos que se publicaban se contaban
con los dedos de una mano. Hay músicos
jóvenes preparados tanto en el exterior
(Estados Unidos, Europa, Buenos Aires),
como en Colombia. Ha habido un interés
por las músicas locales que son verdaderamente
muy variadas y ricas, y los proyectos con
este interés son en unos casos más
evidentes o más profundos que en
otros. Hay un grupo de músicos interesados
en una exploración creativa mas allá
de lo que se plantea en las escuelas de
jazz, lo cuál es muy interesante.
Algunos nombres actuales son: Juan Manuel
Toro, Jorge Sepúlveda, (que mas allá
de ser mis compañeros de grupo tienen
sus propios proyectos y sus propios repertorios
y estilos compositivos), Pacho Dávila,
Juan Andrés Ospina, Nicolás
Ospina, Kike Mendoza, Juan Sebastián
Monsalve; en Nueva York están Pablo
Mayor, Lucía Pulido, Sebastián
Cruz, Alejandro Flórez, Edmar Castañeda,
Samuel Torres. Algunos llevan un poco más
tiempo como Hector Martignon en Nueva York
y Antonio Arnedo en Colombia. Particularmente
este último fue muy influyente en
los 90 cuando justo se comenzaba a crear
una discografía más notable.
En los 80 el compositor Zumaqué realizó
un proyecto pionero en la incursión
de música local y jazz en el que
participaron Antonio Arnedo y Satoshi Takeishi.
Por supuesto se me escapan muchos nombres
actuales y en el pasado hubo muchos otros
contribuyentes, pero a pesar de que he seguido
la pista de lo que pasa en el jazz en nuestro
país no me dedico a la investigación
del tema, y tampoco este es el espacio para
ello. Para documentación reciente
hay un portal en internet que poco a poco
se está consolidando y en el que
se puede encontrar más información:
www.jazzcolombia.com.
También invito a visitar la página
del colectivo de música creativa
La Distritofonica www.ladistritofonica.com,
y la página del local matik-matik
en el que se pueden escuchar grabaciones
de conciertos de jazz y música experimental:
http://matik-matik.com/media/
PACHI TAPIZ: Para finalizar, ¿nos
podrías decir tus grabaciones a piano
solo favoritas?
RICARDO GALLO: Es dificil escoger, pero
aquí están algunas que me
vienen a la mente:
Cecil Taylor. Silent Tongues
Muhal Richard Abrams. Vision Towards
Essence
Sylvie Courvoisier. Signs And Epigrams
Thelonious Monk. Solo Monk
Herbie Hancock. The Piano
Bill Evans. Alone
Gonzalo Rubalcaba. Solo
Andrew Hill. From California With Love