www.tomaJazz.com | perfiles

 
 
   

..: MARTÍ SERRA: UN MÚSICO DE ENERGÍA CREATIVA

   
 
Tras bastantes años ofreciendo su arte a otros músicos de la escena nacional, finalmente el saxofonista catalán Martí Serra se ha decidido a publicar su primer trabajo como líder (Alguns moments bons, Fresh Sound Records, New Talent, 2008). Para ello ha contado con dos músicos que conoce a la perfección y que desde hace tiempo se encuentran muy próximos a sus planteamientos musicales. Tras la presentación en directo del proyecto en el pasado Festival de Jazz de Barcelona, tuvimos la posibilidad de que nos explicase sus sensaciones en relación a su grabación, su mundo y sus planteamientos musicales en una charla relajada.
   


© 2008, Carmen Llussà

JUAN CARLOS ABELENDA.- Alguns moments bons es tu primer disco como líder. Ha tardado bastante en aparecer en el mercado, ya que llevas unos cuantos años en tanto en la escena jazzística catalana, como en la española.

MARTÍ SERRA.- Un disco se hace cuando uno está preparado, tanto musical como emocionalmente, y cuando ves un proyecto en el que puedes aportar alguna cosa importante es entonces cuando te lanzas a realizarlo. Hacer un disco por hacerlo no tiene sentido. Además, cada persona es fruto de sus circunstancias, y en mi caso volví a Barcelona después de estudiar en Boston, y tuve la suerte de ponerme a trabajar con muchos músicos en calidad de acompañante. Esta circunstancia la he disfrutado mucho y además me ha servido para aprender. Este proceso de aprendizaje lo quería aprovechar al máximo.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Has ido un poco contra corriente, pues hoy en día cuanto más joven y virtuoso sea el músico que lleva a cabo su primer disco, mucho mejor para el marketing de las compañías discográficas. ¿Crees que es necesario grabar un disco como líder muy joven, o es más conveniente formarse como músico en grupos como acompañante?

MARTÍ SERRA.- Pienso que esto depende de cada músico. Aunque doy gracias porque Wayne Shorter, Miles Davis o Tony Williams fueron muy jóvenes cuando grabaron los discos en los años 50 y 60, y sin duda, ya eran grandes músicos.

JUAN CARLOS ABELENDA.- La situación de aquellos años no tiene nada que ver con la actual, pues estos músicos que has citado tocaban cada noche en un buen número de jam session, lo que les permitía aprender cada noche.

MARTÍ SERRA.- Esta claro que no es un tema de edad, pues habrá un músico que con diecinueve años estará muy preparado para decir cosas interesantes y otros músicos por el contrario, comenzarán a encontrar su discurso cuando tengan cuarenta años. Creo que es un tema de sentir el impulso, de sentir la necesidad y de ser muy honesto con uno mismo. En mi caso en concreto, es que me he encontrado rodeado de proyectos muy interesantes, de músicos muy buenos y de compositores fantásticos, y me he visto absorbido por estas circunstancias. Si, es cierto que a medida que pasa el tiempo, piensas que esto que uno hace de una forma determinada yo lo haría de otra forma, pero como no es mi grupo, me lo apunto o intento acordarme para cuando yo tenga mi propia formación. Ya estaba en el aire que tenía que hacer mi grabación y finalmente nos pusimos a ello casi sin pensarlo.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Como en la vida, cualquier cosa excesivamente pensada no suele salir bien.

MARTÍ SERRA.- Es un disco muy poco pretencioso, en el sentido que, ya lo comenté el día del concierto, se trata de una foto que nos hemos hecho. Es una foto que se ha hecho como trío, y a mí en concreto como músico, o mejor dicho, como improvisador que soy. No me considero un compositor, sino básicamente un improvisador. Se ha realizado una foto de un concierto en directo. Es a partir de este disco que empieza el proyecto del trío. Este disco ha servido para consolidar una formación de músicos que ya hace bastante tiempo estaban tocando juntos, pero a partir de este punto ha empezado un trabajo muy interesante.


Martí Serra Trio Alguns momenta bons (Fresh Sound New Talent, 2008)

JUAN CARLOS ABELENDA.- ¿Estaba premeditado que sería una grabación en directo, en lugar de hacerla en un estudio de grabación?

MARTÍ SERRA.- Anteriormente, en el año 2007, grabé en directo el disco Johnny Forever de Miguel Ángel Chastang con Al Foster y Eddie Henderson (RTVE Música). En las producciones de jazz, en donde siempre hay poco dinero y se pueden contar con un par de días de estudio y medio día de mezclas, el tiempo que necesitas para aclimatarte al estudio e intentar conseguir una atmósfera como si estuvieses tocando en un club es difícil de conseguir. Acabas pensando que para hacer dos tomas de cada tema es mejor ir a un club, tocar y con el calor del público, hacer la grabación del mismo.

JUAN CARLOS ABELENDA.- ¿En el orden de los temas en el compacto hay alguna alteración respecto del orden que fueron tocadas en el concierto?

MARTÍ SERRA.- El primer tema del disco es el último que tocamos. Y esto es más bien por una cabezonería mía, porque quise que el tema gustase no sólo a personas que estuviesen introducidas en el jazz, sino que gustase a mi tía; quería algo que fuese cantable.

JUAN CARLOS ABELENDA.- ¿Se puede decir que esta grabación es la culminación de un proceso personal y musical?

MARTÍ SERRA.- Para mí es una muestra de lo que yo he aprendido en estos últimos años como improvisador, de todo mis estudios y de lo que he aprendido con todos los músicos con los que he tocado.

JUAN CARLOS ABELENDA.- La grabación es en formato de trío. Has comentado anteriormente que era la formación con la que últimamente estabas colaborando. ¿Es la formación que más te gusta para expresarte como músico o hubieras preferido otra diferente?

MARTÍ SERRA.- Es un formato en el que me encuentro muy a gusto. Además, como en estos último tiempos he estado en formaciones más grandes, como por ejemplo en quintetos (el de Jordi Matas, el de Raynald Colom, o el de Giulia Valle), o formaciones de guitarra y piano con mucha densidad sonora, el trío era lo que más me apetecía ahora. A mí me gusta tocar o improvisar por reacción, es decir, tocar en función de lo que está sonando a mi alrededor. Si tengo muchos estímulos a mi alrededor toco más por reacción, y si los estímulos son menores, toco más por acción, es decir, toco lo que yo llevo dentro. Si sólo hay un contrabajo a nivel armónico y una batería, me siento mucho más libre para poner las melodías allí donde creo oportuno.


© 2008, Carmen Llussà

JUAN CARLOS ABELENDA.- La formación escogida no es la formación clásica de trío, piano, contrabajo y batería, sino que está compuesta tal como has señalado por saxo tenor, contrabajo y batería. Ello te permite tocar muy abierto y hacer que el grupo aporte mucho como conjunto.

MARTÍ SERRA.- Sí, a mí me fascina que una nota del saxo más una nota del contrabajo pueda sugerir un acorde. La armonía es mucho más ambigua y eso me gusta. También me gusta la austeridad sonora, me gusta la circunstancia de que muy rápidamente se haga el silencio, como también que muy deprisa se cree la intensidad. El paso de la nada al todo es muy inmediato.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Esto que estás describiendo perfectamente, es algo que se puede percibir en la escucha del disco. Es decir, los cambios temáticos de los instrumentos, el paso de un estado musical a otro. Creo que es unos de los aciertos de este proyecto.

MARTÍ SERRA.- Cuando hablábamos de las ganas de decir cosas con mi discurso musical, es a esto a lo que me refería. Es en este sentido a lo que me refiero al querer decir cosas. No me considero un saxofonista virtuoso, pero en cambio, sí que tenía muchas ganas de explorar este aspecto de las dinámicas, de la forma, de la estructura. Ésta es una de las frustraciones de los músicos de jazz, es decir, cómo salir del esquema melodía-solo-solo-solo-melodía; esto es muy pobre musicalmente si hablamos de un tema de principio a final. No salimos del tema y variaciones. Esto es muy difícil de romper, porque es muy difícil improvisar sobre la forma, debido a que sobre alguna cosa nos tenemos que poner de acuerdo, sino nos vamos hacia el free jazz, que es improvisar sobre la no forma. Éste es uno de los aspectos que yo considero más interesante a nivel musical. Posiblemente gracias a mi formación clásica, yo consideraba que personalmente podía aportar algo a nivel musical.

JUAN CARLOS ABELENDA.- En este proyecto se puede percibir digamos que una parte más clásica o tradicional, y una parte más libre e improvisadora. Y no sólo a nivel musical, sino también a nivel de repertorio, con la inclusión de temas como “Bye, Bye Blackbird”, de “Little Melonae” o “Bye-ya”. E incluso, en la presentación del disco en el pasado Festival de Jazz de Barcelona, presentaste un pequeño medley con temas de Billy Strayhorn.

MARTÍ SERRA.- Vivimos en un momento en donde escuchamos tanta música… Podemos escuchar desde Louis Armstrong a Kurt Rosenwinkel, Bela Bartok y muchos otros, no sólo en una semana, sino en un mismo día. Pienso que cada uno escoge a nivel musical lo que escucha y lo que más le gusta, o en todo caso composiciones que le puedan servir para poderse expresar mejor. Los temas que yo selecciono, son temas que a mí me motivan, y que aunque los toque muchas veces me siguen sugiriendo nuevas melodías. Pienso que ésta es una característica de los grandes compositores.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Tus influencias a nivel musical sin duda alguna provienen de los grandes maestros del saxofón, ¿o se podría así mismo hablar que te sientes identificado por otros músicos diferentes de tu instrumento?

MARTÍ SERRA.- Pienso que mis grandes influencias de los últimos tiempos son los músicos con los que toco, más que los músicos que escucho. Aquí juega un papel importante Jordi Rossy, de quien he aprendido mucho, sin que él en ningún momento haya querido hacer de maestro, ni nada por el estilo. Pero el hecho de tocar con él te hace aprender muchísimo. Dentro de estos músicos también estarían Giulia Valle, Jordi Matas, Guillermo Klein, David Xirgu y principalmente todos los músicos con lo que he compartido escenario. Me influencian mucho más todos estos músicos que la música que suelo escuchar.


© 2008, Carmen Llussà

JUAN CARLOS ABELENDA.- A nivel de saxofón se nota en tu estilo la escuela de Boston y de saxofonistas como George Garzone o Jerry Bergonzi.

MARTÍ SERRA.- George Garzone fue mi profesor cuando estuve en Boston. Si duda alguna es una de mis influencias y es unos de los saxofonistas que en la actualidad estoy escuchando. Garzone me enseñó cosas que empiezo a entender ahora. Boston fue una ciudad que me marcó, fue una experiencia muy importante para mí y me sirvió para conocer una metodología de estudiar la improvisación que cuando yo estudiada en Barcelona no existía. Descubrí que en Boston había toda una tradición pedagógica con una serie de técnicas para improvisar. De hecho, la improvisación es la composición instantánea. Esta idea de composición me sirve para mi trío, es decir, el trío me permite conducir los temas desde el principio al final, no únicamente mis solos, sino pensarlos de principio a fin, y eso me gusta mucho.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Hablando del trío, se puede percibir un grupo muy compenetrado, muy conjuntado por parte de los músicos.

MARTÍ SERRA.- Hemos trabajado mucho a nivel de ensayos desde que grabamos hasta ahora, y hay un gran trabajo tanto por parte de Rai Ferrer como de Xavier Maureta.

JUAN CARLOS ABELENDA.- ¿Qué importancia ha tenido la elección de estos músicos, no sólo en la grabación sino en el grupo como entidad unitaria?

MARTÍ SERRA.- Son dos músicos muy generosos, y que están dispuestos a sacrificar su intervención individual en beneficio del grupo. Además, son músicos que saben escuchar muy bien. En los ensayos casi no hablábamos de música.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Del contrabajista Rai Ferrer se podría decir que es el canalizador o el que sirve de nexo de unión, de engranaje del grupo.

MARTÍ SERRA.- Sí. Pienso que es un contrabajista muy sólido, que saber escuchar perfectamente lo que le rodea. Sé que si tanto Xavier Maureta como yo hacemos unas interpretaciones entusiastas, él estará en su sitio para recogerlas. E incluso me atrevería a decir que es una de las formaciones musicales en donde Rai Ferrer más sobresale como músico. Además por la dimensión del grupo (circunstancia distinta de cuando tocas en septeto o en un quinteto, en donde tu interpretación puede quedar más discreta), en un trío ninguno de los músicos que lo forman puede tener un papel secundario.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Y más en este trío, tan poco armónico, en el que no hay piano.

MARTÍ SERRA.- El piano no es un instrumento cualquiera, es una orquesta. El piano tiene todos los instrumentos de la orquesta dentro de sí; puede tener bajo, acompañamiento y melodía, todo en uno. Es un instrumento aparte. El hecho de que en este trío no haya piano estaba hecho con la idea de vaciar y dejar espacios para crear ambigüedad, para la imaginación, para el silencio y las dinámicas.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Has comentado anteriormente que estamos rodeados de música de todo tipo. Es curioso comprobar que en tu disco no has tenido a priori la tentación de incluir unas sonoridades más modernas, es decir, de recursos electrónicos, que en la actualidad están muy de moda.

MARTÍ SERRA.- Hay un componente de timbre; de entrada me gustan los instrumentos acústicos y nunca me he introducido en la música electrónica por una cuestión de timbre. Y además sencillamente porque no es una música con la que me sienta excesivamente vinculado. Podría haber utilizado ritmos más pop que ahora están de moda. Considero que rítmicamente tanto el jazz como el swing de toda la vida, son mucho más ricos que un patrón a base de ritmos pop. Aunque no descarto nada.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Una vez presentado este proyecto, así como el trío, ¿hacia dónde crees que se dirige el mismo?. ¿Crees que hay más posibilidades musicales a desarrollar?

MARTÍ SERRA.- Si seguimos trabajando no cabe la menor duda que el grupo seguirá creciendo. Cuanto más nos conocemos los integrantes del grupo, más se profundiza, más libertad se tiene pues no hacen falta palabras. Con un simple gesto entiendes muchas cosas. Es una aspiración de todo músico que su grupo dure mucho tiempo, para poder conseguir unas cotas de libertad de expresión propias de los grupos que llevan muchos años tocando juntos.

JUAN CARLOS ABELENDA.- Aunque hoy en día los grupos musicales tienden a dura muy poco.

MARTÍ SERRA.- Ahora tenemos la posibilidad de desarrollar una historia entre nosotros tres. Tenemos ganas de trabajarla y de tirar adelante. Y la vamos a aprovechar al máximo.

   
   
Texto: © 2009 Juan Carlos Abelenda, Tomajazz
Fotografías:© 2008, Carmen Llussà