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..:: Entrevista a Sun Ra: visita al dios sol · Por Jean-Louis Noames

   
 

 

publicada originalmente por Jazz Magazine. Reproducida con el permiso de la publicación francesa Jazz Magazine (www.jazzmagazine.com)

Traducida del francés por Juan Carlos-Hernández (con la colaboración de Diego Sánchez y José Francisco Tapiz para el acabado de su versión final)

 

Diciembre de 1965: Jazz Magazine publica su primera entrevista a Sun Ra realizada por Jean-Louis Noames. En los comentarios de J-L Noames se entrevén las disensiones que dividían entonces a una parte de la crítica. Sun Ra estorbaba – por provocador, pero era difícil de borrar del paisaje del jazz ya que, a pesar de todo, tenía un papel legítimo en esta música-, pero al mismo tiempo fascinaba. ¿Es realmente diferente la situación hoy?


 

   

Cuando fuimos a visitar a Sun Ra, el cerebro de la antigua Solar Arkestra, nos preguntábamos con que tipo de personaje nos íbamos a encontrar. Aunque la víspera había hecho una dolorosa visita al dentista, Sun Ra fue muy amable y decidió iniciarnos realmente a su música. En una habitación bastante miserable con las paredes cubiertas con sus cuadros y unos pocos muebles repletos de discos suyos, ejerció de maestro, leyendo sus poemas. Si su música a menudo resulta irritante por su voluntad constante de sorprender –cuando decide tocar una música del espacio y de los tiempos futuros, bastante fría y sin alma–, hay que admitir que es un excelente arreglista, compositor, jefe de orquesta y pianista.

Sun Ra conoce perfectamente el jazz y nos sorprendió escuchar antiguas grabaciones Saturn que reflejan una sorprendente comprensión de las músicas «tradicionales». Liberado de sus obsesiones futuristas, logró compartir con nosotros lo que le entusiasma: en Kingdom of Not -«pieza que no evoca un reino pasado sino un reino que, si bien no existe, existe de todas formas» (Sun Ra dixit)–, también en Blues at Midnight o en El is a Sound of Joy (Saturn SRLP 216), interpreta un jazz con un sabor antiguo y nuevo a la vez, de lo más gozoso, en compañía de Art Hoyle (tp), Julian Priester (tb), Pat Patrick (as), John Gilmore (ts), Charles Davis (bs), Victor Sproles (b). En cuanto a Sun Ra, su toque de piano, que nunca se adentra en rincones demasiado oscuros, es de lo más eficaz: dirige y acompaña a los otros músicos con una autoridad y una seguridad notables.

La música mágica de las esferas, las sonoridades supersónicas del siglo XXI, los secretos del sol – denominaciones que da entre otras cosas, a su música – no deben ocultar lo esencial: unos secretos antiguos como el mundo y una energía creadora que tiene que aflorar de estos escombros. La era espacial tal vez haya llegado, pero la música que saldrá de ella aún no ha nacido. Sun Ra cree, con cierta ingenuidad, presentirla, pero al querer ir demasiado deprisa, se arriesga a pasar al lado de bellezas más seguras, aquellas que sin duda lleva en sí mismo y de las que no tendría que separarse. Es posible que Sun Ra no haya sido descubierto lo suficientemente pronto por el gran publico y esperamos que su asociación –breve, es cierto, al estar ya rota– con los componentes de la "New Thing" no oculte una parte, la más importante sin duda, de su música y de su talento. Habrá que esperar aún algunos años para descubrir en su totalidad el jazz de este personaje que quiere conservar su misterio bajo un seudónimo que se puede traducir por «Dios del Sol» y de quien sabemos que nació hace más de 20 años y menos de 40, en la mitad sur de Estados Unidos.

Su nueva orquesta se llama «Sun Ra and his Myth Science Orchestra»: ¿qué significa este nombre?

Creo que la ciencia mítica es algo muy importante. El mito permite al hombre situarse en el tiempo, en el pasado y en el futuro. Lo que busco, son los mitos del porvenir, del destino del hombre (NDLR :¿nota de la redacción?: Mitos escatológicos). Creo que si queremos actuar sobre el destino del mundo, habrá que tratar con el mito. Mi música, a veces, aborda el mito. Los sabios, los escritores y los poetas trabajaron y pensaron en el mito pero jamás lo hicieron los músicos. Los músicos tocan haciendo referencia al pasado porque lo conocen pero tienen miedo cuando se les pide que toquen de manera diferente.

¿Trabaja usted ayudándose de la electrónica?

Con una celesta por ejemplo, que está tal vez considerada hoy como un instrumento electrónico, pero es algo accidental. En mis discos se oyen sonidos que evocan la electrónica pero que son producidos sin ella. Mi música es natural y los sonidos que utilizo están en consonancia con nuestro tiempo.

¿Cuál es su objetivo?

Intento expresar el infinito… Resuelvo ecuaciones cósmicas desde un plano musical.

¿Se considera usted un músico de jazz?

Antes sí. Ahora no. El jazz, al principio, era algo hermoso. Los músicos que han creado el jazz nunca han sido muy conocidos por el público. Pero los músicos célebres de hoy se han inspirado mucho en su música. Grupos como los Sunset Royals y los Carolina Cotton Pickers y otros, tocaban de una manera natural, como lo que quiero hacer yo ahora. Pero no tuvieron éxito. Muchos músicos que tocaban en estas orquestas tuvieron que irse a otro sitio: son los que conocéis hoy. Y por tanto, no son creadores. Los verdaderos creadores, eran los lideres de estas orquestas que tocaban de una manera natural y libre y que recorrían el país. Pero nunca fueron ayudados por la publicidad, les dejaron morir. Por eso hoy en día, hay muy poca gente a quien le guste el jazz. Lo que se ofrece ahora, es una imitación del jazz. El público lo sabe. Yo toqué con Coleman Hawkins, Stuff Smith, sé de lo que hablo.

¿Dónde tocó con ellos?

Toqué el piano con ellos en Chicago. Creo que a Stuff le gustaba lo que hacía. Decía que hacía cosas inhabituales. Me sorprendió cuando Coleman Hawkins me contrató porque es un músico tradicional. Cuando tocábamos, casi siempre, miraba mis manos, como si lo que yo hacía fuera algo imposible.

¿Le gustaba su manera de tocar?

Sí, daba la impresión de que le gustaba. Un día, conté esta historia a la baronesa Nica. Sin duda no me creyó porque una noche me llevó al Village Vanguard donde tocaba Coleman Hawkins. Ella se sorprendió porque Coleman me dijo: "Usted es la única persona que ha compuesto algo que soy incapaz de tocar. Este tema que usted me dio en Chicago, intento muchas veces tocarlo ¡y no lo consigo!" El tema, en cuestión, no era una composición sino un arreglo de I’ll remember April. Sabe usted, cuando toco un estándar, lo hago de una manera diferente a los demás, nadie lo ha tocado así antes.

Usted formó parte de la «Jazz Composers Guild»…

Si, entré en ella porque tocaban una música diferente, porque buscaban nuevas vías… Pero me di cuenta de que no eran muy sinceros en ciertas cosas que decían. Entonces, lo dejé.

¿Tiene algo en común su música con la de los músicos de la New Thing ?

Realmente no, porque lo que hago está basado en lo natural y ellos, probablemente, lo que hacen está basdo en aquello que aprendieron en la escuela. En todo caso, no tiene nada que ver con el aspecto natural que quiero dar a mi música. Como le decía, todo lo que hago es natural. Hay compositores que escriben la melodía y después dejan a la sección rítmica imprimir el ritmo a la melodía. No es así como trabajo. Conmigo, la nota está en mi mente a la vez que el ritmo. Mi música es música de precisión. Conozco exactamente el ritmo que debe tener mi música y sólo este ritmo es válido. Tengo en mi mente la imagen completa de mi obra en todos los planos: melodía, armonía y ritmo.

Pero usted, para expresarse, necesita utilizar a músicos como intermediarios …

Si, como un dramaturgo que necesita actores… En Chicago he visto a actores improvisar una obra. Era muy interesante. A veces hacemos lo mismo. Toco el piano, doy el tono general y el feeling en la introducción y la orquesta se pone a tocar. Así tengo un tema completo, como si lo hubiera escrito. Pero sólo puedo obtenerlo porque algunos de mis músicos tocan conmigo desde hace 9 años: sienten aquello que quiero decir…

¿Con qué instrumento acostumbra usted a componer?

Utilizo frecuentemente la celesta. A veces, el órgano o el piano. El feeling es diferente con cada uno de ellos.

¿Cuándo compone usted?

Cuando era niño, cantaba melodías andado por la calle pero por enconces no podía tocar. Tenía ganas de escribir las melodías que tenía en la mente pero no sabía leer música. La estudié cuando fui al conservatorio. Hoy, sé escribir música pero esto no ha cambiado nada en el plano de la inspiración: me siguen viniendo las melodías a la mente de forma natural.

Pero cuando usted compone, ¿hay imágenes que usted intenta traducir, restituir musicalmente?

No, pero me influye la gente que está a mi alrededor. Cada ser emite vibraciones que me influyen de una manera determinada. Cada uno tiene vibraciones especiales, diferentes cada día. Cuando alguien está mal, la vibración está en el aire y si usted está cerca de ella, la siente. Además, cada vibración puede convertirse en color. Me parece que las diferentes épocas tienen colores particulares y el azul es el color de hoy, el azul y el gris. El año pasado, me gustaba el rojo. ¿Sabe que esta historia de la vibración es algo científico? Cada célula del cuerpo de un hombre vibra distintamente y cuando la armonía de las vibraciones se quiebra, el hombre enferma. La semana pasada, un amigo de California me dijo que se estaba inventando una máquina capaz de arreglar las vibraciones de los cuerpos humanos. La gente pasaría por estas maquinas y estarían libres de enfermedades durante 10 años. La máquina empieza emitiendo las vibraciones más graves y termina por las más agudas… ¡Me parece fantástico!

¿Lee usted muchos libros de ciencia ficción?

Leí muchos cuando estaba en la escuela. Tebeos, revistas de ciencia ficción… Pero hoy ya no es ficción porque las cosas que leí se están produciendo.

¿Y las películas de ciencia ficción?

Son películas extrañas y horribles pero yo no veo que el espacio sea horrible. Creo que la gente que las hace realiza una especie de retrato de nuestro planeta. En estas películas a menudo se pueden ver a seres del espacio que después de haber hecho algo válido son maltratados por los terrícolas. Yo creo que un día la tierra será invadida por los seres del espacio. La gente del espacio y la de la tierra se tendrían que instruir mutuamente sino se producirá una destrucción generalizada para todos. El amigo del que hablaba, también me dijo que los seres del espacio habían contactado con hombres de California. Parece fantástico, ¿no?

Sí, se habla mucho de esto en Estados Unidos… ¿Piensa usted que es verdad?

Pues me dijo que los seres del espacio habían contactado con algunos científicos para pedirles que advirtieran a Washington de que no colocasen sus bombarderos a tiro, sino los destruirían. Lo curioso es que más tarde, algunos bombarderos explotaronen Vietnam. Tal vez sea una coincidencia, pero explotaron.

Usted también es poeta. ¿Escribe poesía con frecuencia?

Si, muy a menudo pero, en cierto sentido, no es realmente poesía: a veces los versos riman, a veces no riman. Lo que quiero hacer es asociar palabras para que produzcan un efecto. Si usted mezcla dos productos químicos consigue una reacción. De la misma manera, si se juntan determinadas palabras, obtendrá una reacción que tendrá determinado valor para la gente de este planeta. Por eso sigo juntando palabras. Einstein dijo que buscaba una ecuación para la vida eterna. Pero construyeron una bomba atómica y su trabajo quedó apartado. Pero estoy seguro de que tenía razón. Si juntásemos las palabras adecuadas, o incluso, si pudiéramos pintar la imagen adecuada que emitiera las vibraciones adecuadas, lograríamos cambiar el destino del planeta. Esto va mas lejos que la ciencia ficción. Lo imposible me interesa porque todo lo que es posible ha sido hecho sin que el mundo cambie. Nuestra época es muy extraña y se van a tener que utilizar cosas que nunca habíamos imaginado. Por eso siempre hablo de lo imposible y pido a mis músicos tocar lo imposible. Y a veces, lo logran.

¿Le interesa la astrología?

Si, en cierto sentido. Muchas veces, en los libros de astrología hay cosas muy interesantes, cosas imposibles, increíbles.

¿Cree usted en los fantasmas?

Encuentro fantasmas por la calle a diario. Hay personas que son fantasmas, de eso estoy casi seguro. Según algunos, la muerte fue abolida hace 3000 años. Antes, no me lo creía mucho pero desde hace cuatro años he visto tantas cosas extrañas … No porque no se puedan ver algunas cosas significa que no existan.

Parece que muchos músicos actuales se interesan por los fantasmas…

Sí, seguramente lo hacen porque yo me he interesado por ello. Como fui el primero en hacer determinadas cosas, piensan que si hago algo, esa es la dirección a tomar. Hace 9 o 10 años fui el primero en tocar una música de nivel espiritual. Hace poco Coltrane toco una obra, A Love Supreme, con pretensiones espirituales. Y ha habido otras cosas en la misma dirección. Pero yo, hace 10 años, no creaba mi música pensando en la religión sino en la ciencia cósmica. Abordo muchos problemas a través de mi música pero también los puedo explicar matemáticamente. Poca gente puede hacerlo. Tocan y sienten algo pero no lo pueden explicar como lo haría un hombre de negocios. Mire, le voy a explicar algo, escribo música en función de la persona que la va a tocar. Esta música nadie más la podrá tocar. Si escribo algo para Archie Shepp, sólo él la podrá interpretar. Es como si va usted al sastre para que le haga un traje: será su traje de la misma manera que será su pieza.

Yusef Lateef y Roland Kirk son músicos que trabajan mucho el sonido… ¿Qué opina?

Lateef hace cosas muy bonitas dentro del estilo de música de ambiente. En cuanto a Kirk, hace cosas fantásticas con sus tres o cuatro instrumentos pero hace tiempo que no he oído nada comparable a, por ejemplo, "Round about Midnight" de Monk…

¿Es su músico preferido?

No definitivamente, porque en cierto sentido, es limitado y me gusta que las cosas vayan más lejos. Pero tocar, toca.

¿Qué piensa usted de la música de Mingus?

Mingus ha hecho buenas cosas. Escoge buenos músicos. Es él quien descubrió a Jackie McLean. En un disco Savoy, toca con uno de mis alumnos, el batería Willie Jones.

¿Conoce usted la música india?

¿Se refiere a los ragas y todo eso? No, no la conozco muy bien. No me interesa mucho porque es religiosa. He llegado a un punto en el que necesito más que ese simple aspecto. Los indios no han ido muy lejos con su música por culpa de ello. Pienso que una música debe poder unir a todos los pueblos.

La música de su «myth-science orchestra», ¿le dará miedo al público o le hará feliz?

Primero, la gente se asustará porque mi música representa la felicidad y no están acostumbrados a ella, están acostumbrados a la tristeza, a la destrucción, tienen miedo de que les ocurra algo terrible. No pueden imaginarse que pueda ocurrir algo positivo porque el mundo esta enfermo, agonizante. Mi idea es que hay que empezar por estudiar los mitos y ver qué se puede hacer con lo imposible. He reunido algunas ecuaciones que parecen ridículas pero que son válidas. Las he mostrado a matemáticos que quedaron trastornados porque no pudieron decir que fueran falsas sino sólo extrañas y porque ridiculizaban al mundo. Y cuanto más observo al mundo, más pienso que es ridículo. ¡Alguien nos miente y se está preguntando cuando nos despertaremos! Por eso todo lo que hago debe tener una precisión perfecta. Como ya le dije al periodista del Chicago Herald, me considero más un científico que un músico: soy un sabio de los sonidos.

© Jazz Magazine 2002