Tingvall Trio. Foto © Steven Haberland
¿Qué hacen juntos un sueco, un cubano
y un alemán? No, no se trata de un chiste. Lo que hacen es
música, y de la buena. El sueco es Martin Tingvall, un joven
pianista y compositor dando el paso, en estos momentos, de promesa
a realidad. El cubano Omar Rodríguez Calvo (contrabajo) y
el alemán Jürgen Spiegel (batería) completan
la formación de un trío con base en Hamburgo (Alemania)
que apunta muchas y muy buenas maneras.
Las influencias de los tres músicos cubren
un vastísimo abanico de estilos, aportando elementos al caldero
en que Martin Tingvall cocina sus temas, piezas que parten de un
melancólico trasfondo escandinavo para navegar por animadas
tierras latinas, firmes ritmos roqueros o swings contagiosos.
Arpegios vertiginosos, unísonos con el contrabajo, melodías
de corte folclórico, riffs de fondo, contundencia
rítmica y curiosas reminiscencias de la Europa del este son
solo algunas de las características del material de la banda.
Densas bases armónicas erigen al piano como centro de la
música, pero no como único referente. Es inevitable
incluir al Tingvall Trio dentro de la, ya podemos llamarla así,
tradición de tríos de piano europeos, más por
las evidentes diferencias con los pianistas estadounidenses que
por las similitudes con los del Viejo Continente.
Tingvall Trio. Foto © Steven Haberland
Recientemente han publicado su tercer trabajo,
Vattensaga, el cierre de una trilogía que comenzó
con Skagerrak (2006) y continuó con Norr
(2008). Los tres CDs están publicados en el sello alemán
Skip Records, y no solo se asemejan en su diseño, sino en
la idea de cercanía con la naturaleza expresada en las tres
portadas. En contra de lo habitual en los tiempos que corren, el
grupo concibe los temas como canciones cortas, de menos de cinco
minutos en la mayoría de los casos, incluyendo de ese modo
más de 10 composiciones por disco. Tanto el concepto de la
música como la calidad de sonido han ido mejorando en cada
uno de los álbumes.
La primera incursión en el estudio fue a
finales de 2005, dando como resultado los temas que conforman Skagerrak.
Martin Tingvall, acaparando más espacio que en grabaciones
posteriores, destila un cierto sabor a McCoy Tyner en sus improvisaciones
más histriónicas (“Nu Djävlar”, “Norrland
Guld”, “Ufo”), y un aire romántico en los
temas más bucólicos (“Sjörup”, “Bröllop”).
El fantasma de los tristemente extintos E.S.T. aparece en la secuencia
armónica del brillante “Movie” (1’22”)
y en el juego pianístico de ambas manos en “Horisont”.
“Mustasch” alberga aires latinos, con Jürgen Spiegel
percutiendo los tambores aéreos de su batería con
las manos. La alternancia entre tiempos binarios y ternarios, el
dramatismo en el uso de dinámicas y la alternancia entre
partes rubato y a tiempo acaban de dar forma a un buen CD, soberbio
si pensamos que se trata de un disco de debut.
Año y medio después la banda grabó
Norr, no solo una secuela de Skagerrak, sino un
claro mensaje de crecimiento como grupo, donde el trío camina
con más soltura y el desarrollo de los temas es más
paciente. Norr está rodeado por el lirismo del inicial
“Utsikt” y el final “Bachibas”. Dos composiciones
destacan por su estructura e intensidad (como indican los títulos):
“Grrr” y “Monster”. La faceta triste y meláncolica
del grupo (“Norr”) contrasta con una faz alegre y marchosa
(“Barnslig”, “Mjau” –dedicado a la
gata de Martin Tingvall– o el delicioso vals “Sekund”).
Piezas cortas, lentas y paisajísticas como “Snarestad
Folkvisa” o “Batsregn” sirven de enlace entre
obras de mayor intensidad dinámica, evidenciando una buena
organización del CD, más allá del simple concepto
de colección de canciones.
La entrega más reciente, Vattensaga,
es la más redonda de las tres. El sonido corre a cargo de
Stefano Amerio, y las composiciones inciden en el dramatismo (“Rödbla”),
utilizando el arco del contrabajo para extraer sonidos desgarradores
que recuerdan a cantos de ballenas (“Valsang”, “Hajskraj”).
El orden de los temas, nuevamente, implica una inteligente combinación
de tempos e intensidades, y la integración entre los tres
miembros del grupo es superior a los dos CDs anteriores, con Tingvall
y Rodríguez Calvo dialogando y entremezclándose en
“Vattensaga” y “Flaskpost”. Nuevamente la
combinación de tiempos binarios y ternarios ayuda a que la
escucha no pierda interés, todo lo contrario. Comentar que,
a modo de promoción, el disco se vende en España junto
a un DVD con cinco temas del concierto que el trío ofreció
en el XII
Festival de Jazz de San Javier (Murcia), y que fue grabado por
la televisión autonómica murciana el 3 de julio del
pasado 2009.
Martin Tingvall, Omar Rodríguez Calvo y Jürgen Spiegel
en San Javier (2009).
Fotos: Sebastián Mondéjar
Tres discos bien estructurados, un joven jazzman
con inventiva y un grupo que está empezando a pisar escenarios
de toda Europa. Se augura una buena carrera al Tingvall Trio. De
momento les tendremos pronto por España: en Las Palmas de
Gran Canaria el 30 de enero y en San Javier el 13 de marzo. Ojalá
amplíen fechas.
http://www.tingvall-trio.de