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..:: MAL WALDRON, 1977

   
 
Mal Waldron, 1977: «Me esfuerzo por pensar en el futuro, intento tocar una música más libre a todos los niveles. Lo estoy consiguiendo poco a poco, lo hago lo mejor que puedo pero soy muy lento". Por Jean-Jacques Pussiau
Mal Waldron murió el 2 de diciembre de 2002 en Bruselas. De su carrera, hecha de cruces y grandes encuentros sabréis lo esencial leyendo su biografía. Sobre el hombre, por el contrario, aprenderéis más leyendo esta entrevista concedida a Jazz Magazine en 1977. Billie, Coltrane, Dolphy, Miles y otros estaban en sus recuerdos.
   


«Mi primera contratación data de 1950. Fue en el Cafe Society y formé parte de la orquesta del batería Kansas Field. Tocaba allí los lunes por la noche. Duró 2 meses. De este modo pude encontrarme con una multitud de músicos: Shadow Wilson, Vic Dickenson, Chuck Connors... Sin duda les llamé la atención por que me propusieron tocar con ellos –y yo lo acepté. La manera en que las posibilidades de trabajar se multiplican en Estados Unidos es muy interesante: se desarrolla según el principio de la bola de nieve que rueda cuesta abajo; puede ser posible tocar con casi todo el mundo rápidamente.

En 1960 tocaba con Abbey Lincoln que era, como usted sabe, la esposa de Max Roach. Estaban entonces en la orquesta de Max Julian Priester, Walter Davis, Coleman Hawkins, Eric Dolphy... Toqué con todos –tocaba con un músico, me encontraba con otro, tocaba con él, otro me oía, etc... Esto permitía explorar diferentes universos musicales. Nueva York era como un inmenso taller o laboratorio, había una ebullición constante... Fue en esta época cuando grabé con Max Roach y Eric Dolphy.

Dolphy era una persona profundamente bella y generosa, y sobre todo muy valiente. Había que serlo en esa época para tocar como tocaba y sin comprometerse. Y su estilo no era demasiado popular. En esos tiempos si un músico tocaba free –y sobre todo si lo catalogaban como tal– no podía esperar ganar mucho dinero.

Coltrane era también un ser maravilloso, ¡tan concentrado en su música! Por cierto, sólo vivía para ella. Cuando estábamos juntos en un club, una vez terminado el set, no soltaba su saxo: salía de escena y seguía tocando en los pasillos...

Booker Ervin era muy diferente. No paraba de bromear. Tal vez estaba menos motivado que Coltrane, pero era, no obstante, él también, un formidable saxofonista. Y claro, está Miles Davis, el más fascinante. Desde sus principios no paró de evolucionar, de desarrollar su estilo.

Cada vez que se escucha un nuevo disco, un nuevo concierto, se sabe que de nuevo ha dado un paso adelante. En Baltimore toqué con él –con Albert "Tootie" Heat a la batería.

Fue Bill Dufty quien me presentó a Billie Holiday. Él fue quien más tarde escribiría "Lady Sings the Blues". Billie necesitaba un pianista. La primera vez que toqué con ella fue en Filadelfia. La acompañé durante unos tres años, hasta el 59. En escena era maravillosa, una auténtica profesional del show-business. Tanto que llegaba a ser cómico: podía estar nerviosa o enfadada antes de salir a escena, pero cuando aparecía, nadie en el publico hubiera podido sospechar que dos segundos antes estaba fuera de sí. Su rostro pasaba de la tristeza a la alegría como por arte de magia. Su problema era que estaba inmersa en sus problemas personales, cansada a fuerza de querer adaptar su concepción vital a la realidad de la vida. Para relajarse, para liberarse de una sobrecarga emocional, de su sensibilidad exacerbada, cantar era algo físicamente necesario para ella. En escena se transformaba... Creo que la música tiene esa función –una especie de evasión- para muchos músicos... Billie se portaba conmigo como una hermana. Tenía más experiencia y me ayudaba a tocar. De hecho nunca me habló como un jefe a su empleado. Nuestras relaciones estaban fundadas únicamente en la amistad y la confianza.

Grabé varios discos que se refieren a Billie, uno en 1960 con Jackie McLean: "Left Alone". Ella quiso una canción sobre su vida y ésta fue compuesta en un avión entre Nueva York y San Francisco. Billie escribía las letras y yo la melodía. Pero murió antes de poder grabarla (Abbey Lincoln la grabó). La última vez que toque con Billie, en NY, estaba agotada y apenas se mantenía en pie. Fue hospitalizada poco tiempo después... Con Webster Young grabé un disco titulado "For Lady". Y un "Tribute to Billie Holiday" basado en una idea de Alan Bates y "One for Lady" con la cantante japonesa Kimiko Kasai, cuya influencia es sobre todo Billie. Los Japoneses son gente extraña: por culpa de estos dos discos –"Left Alone" y "All Alone"– me pusieron el apodo de "the lonely poet" (el poeta solitario). Creo que los japoneses se sienten profundamente solos, es tal vez por eso que mi música es tan popular allí. Hasta he conocido a Japoneses que compraban dos ejemplares de mis discos: ¡uno para el Japón y otro para viajar! Hay muchos músicos en Japón y también público. Parece que el 90% de la población se interesa por el jazz. Saben cuándo y dónde nació tal músico, cuales fueron las primeras palabras que pronunció al nacer, etc. Pienso que en una vida anterior fui japonés. La prueba: compuse un tema, "Black Chant", que tiene la misma estructura que una canción japonesa escrita hace varios siglos. Significa que estuve presente en esta época. La música es como un circulo.

Desde hace algún tiempo estoy ubicado en Munich. Hay público, un club de jazz y he participado en varios festivales alemanes: Colonia, Hamburgo, Nuremberg... Cuando llegué a París, había clubes por todos lados: Saint-Germain, Chat Qui Pêche, Blue Note... En el Chat estaban Jackie McLean, Donald Byrd... ¡Qué época! Hoy el Chat es un restaurante que sirve cuscús, el Gill’s Club ha desaparecido... Sólo se puede ahora tocar en conciertos. De hecho me da igual tocar en un concierto o en un club mientras haya gente que me escuche.

En 1957 toqué mi primer solo en un disco. Formaba parte de un programa televisivo titulado "The Sound of Jazz" donde participaban Billie Holiday, Coleman Hawkins, Lester Young, Roy Eldridge, Henry Red Allen, Ben Webster, Jimmy Giuffre y Gerry Mulligan. Yo toqué un tema que se titulaba "Nervous". Columbia lo publicó.

Pienso con frecuencia en Billie y en Coltrane y siempre me alegra encontrarme con músicos con quienes compartir estos recuerdos, recientemente lo hice con Max Roach. Pero no es demasiado bueno vivir en el pasado, aunque humanamente, las relaciones eran tal vez más interesantes. Me esfuerzo por pensar en el futuro, intento tocar una música más libre a todos los niveles. Lo estoy consiguiendo poco a poco, lo hago lo mejor que puedo pero soy muy lento" (Palabras recogidas por Jean-Jacques Pussiau y publicadas en el nº 258 de Jazz Magazine, octubre 1977)

   
         
   

Jean-Jacques Pussiau (c) Jazz Magazine, 2003
Traducido por Juan Carlos Hernández