Ciclo Musiketan 2013-14
- Fecha: Viernes, 29 de noviembre de 2013
- Lugar: Sala de Cámara, Baluarte, Pamplona, Navarra.
- Componentes:
Dena DeRose: voz y piano
Comentario: En solitario, voz y piano, se presentó Dena DeRose ante una audiencia muy reducida sobre el escenario de la Sala de Cámara de Baluarte en la parada en Pamplona del ciclo Musiketan. No perdonó el hecho de que el día del concierto fuese San Saturnino, patrón de Pamplona, y por tanto festivo. Si a esto se une que el día del concierto era viernes, y que el martes 3 de diciembre le tocaba su turno a San Francisco Javier, patrón de Navarra y fiesta nuevamente, el hecho es que quien pudo convirtió el puente foral en unas minivacaciones de cinco días. Algo que no fue problema para la pianista y cantante norteamericana.
A lo largo de hora y media Dena DeRose se dedicó a revisar algunos grandes temas del repertorio del jazz, a los que añadió alguna composición propia. En 2012 la cantante ha publicado Travelin’ Light. Live in Antwerp (Max Jazz), y la composición que da título a esta grabación fue precisamente el tema con el que comenzó el concierto. No tardó demasiado en poner en valor su voz y sus magníficas maneras al piano con un repertorio en el que dominaron los tiempos lentos y medios. En él se fueron sucediendo algunos standards bien conocidos como «How Deep Is The Ocean», «Blue In Green» de Miles Davis, «I’m Old Fashioned», «We’ll Be Together Again» de Bill Evans, «I Mean You» de Thelonious Monk. Junto a ellos sonaron una muy buena versión de «Imagine» de John Lennon, y «Mulgrew’s Mood», un emocionante tema dedicado a Mulgrew Miller. En la presentación de este tema, con el que homenajea a este pianista fallecido en 2013, la pianista no dejó pasar la ocasión para recordar también a Marian McPartland y Cedal Walton, otros dos gigantes de las 88 teclas que nos han dejado este año.
Dentro su clasicismo jazzístico, se mostró muy versátil. Además de continuar en la senda de clásicas del género como Carmen McRae o Shirley Horn, vocalmente no tuvo ningún problema en animarse con el scat visitando a Dizzy Gillespie, o en dejar que el blues inundase su música. Pianísticamente hablando, sobre el teclado estuvieron tanto el lirismo de Bill Evans como los silencios típicamente monkianos.
Comunicativa y simpática (en un par de ocasiones preguntó al público si el siguiente tema debía ser rápido o lento), se ganó a la audiencia. Un bis con «We’ll Be Together Again», el tema con el que finaliza su última grabación, fue el cierre magnífico de una muy buena cita, esta vez sí, de gran jazz a la clásica.
Texto: © Pachi Tapiz, 2013
Fotografías: © Sera Martín, 2013
