EPISODIOS. Escritos sobre Jazz
Autor: Ebbe Traberg
Recopilado por Jesús Pérez-Caballero Lozano
Editorial: Eba al Desnudo, S.L.
ISBN: 84-609-7614-9
Idioma: español
Publicado en Logroño (2005)
No cabe duda que la reconocible silueta del danés
Ebbe Traberg dejó huella en nuestro panorama jazzístico
desde que se afincó en España a principios de los
años 60. Periodista de profesión, se volcó
con pasión en todas sus numerosas aficiones (jazz, cine,
deportes...) y la amplitud de sus inquietudes culturales (hablaba
con facilidad seis idiomas, escribía novelas y poesía)
le daba un aire de figura renacentista. Viajó incansablemente
por todo el mundo, visitando festivales y clubs de jazz y entrando
en contacto y, en muchos casos, entablando amistad con numerosos
músicos. Colaborador de la revista Aria Jazz en los años
60 y posteriormente de Cuadernos de Jazz, fue uno de los fundadores
de la revista de música clásica Scherzo.
Este libro recopila todos sus artículos publicados en esta
última revista, en la que tuvo una sección dedicada
al jazz llamada “Episodios” entre 1986 y 1996. Se trata
de escritos de todo tipo, desde ambiciosos retratos de artistas,
acompañados en algunos casos por detalladas discografías
recomendadas (Eric Dolphy, Dave Liebman, Lee Konitz o Ran Blake),
hasta simples anécdotas sobre sus encuentros con algunos
músicos (Dexter Gordon, Dizzy Gillespie), opiniones sobre
los carteles de los festivales de jazz españoles o sobre
la calidad de la selección musical de los aviones, e incluso
impresiones sobre las sensaciones de un coleccionista de jazz (categoría
en la que él se encontraba indudablemente) al recorrer las
estanterías de una tienda de discos.
Tal y como se refleja en sus escritos, Ebbe Traberg era un apasionado
amante, defensor y promotor del jazz como música respetable
a la que se debe dar la debida difusión, llegando a ser excesivamente
visceral en ocasiones. El párrafo con el que concluye el
primero de los artículos incluidos en este libro lo resume
muy bien:
“Tanto da el jazz cuando se vive con autenticidad.
Toda una vida no basta para dominarlo, para digerirlo en toda
su magnitud y con toda su potencia poética. Cuando todos
entendamos el jazz en esta dimensión, podemos comunicar.
Antes, ni hablar. ¡Al que no le guste, que se largue!”
Ese apasionamiento iba acompañado de un
profundo conocimiento del jazz y sus entresijos, aunque se deslice
algún que otro error en sus artículos (las primeras
grabaciones de Coleman Hawkins no las hizo con la orquesta de Fletcher
Henderson, sino con Mamie Smith, y no datan de principios de los
años treinta, sino de 1922).
A pesar de sus 302 páginas, el libro se lee con mucha facilidad,
casi de un tirón, entre otras cosas por la magnífica
prosa de Traberg, y además va ganando en interés a
medida que se avanza en la lectura.
La calidad de la edición, sacada adelante gracias a los esfuerzos
de los organizadores del Festival de Jazz de Ezcaray–Memorial
Ebbe Traberg, contrasta con algunos detalles que se podrían
haber mejorado: no existe un índice, ni temático ni
cronológico, los artículos van sin fecha, no hay texto
explicativo en las fotos incluidas en el encarte y el texto, por
desgracia, está plagado de erratas.
Sin embargo esto no debe dejar un sabor agridulce en esta reseña:
se trata de un libro que merece la pena leer, la visión muy
personal de un cronista “español” que vivió
el jazz desde dentro a través de unos artículos mensuales
publicados, paradójicamente, en una revista de música
clásica.
Agustín Pérez Gasco
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