Comentario:
Este concierto de cierre del ciclo “
Spectrum”
fue el primer encuentro entre estos tres grandes improvisadores.
En principio, nos parecía excelente el haber elegido
a
Rodrigo Amado y
Pedro Santos.
El desarrollo del concierto nos vino a confirmar totalmente
esta impresión.
Kent Kessler y
Paal Nilssen-Love
son dos de los músicos más enérgicos
del free jazz actual.
Kessler y
Nilssen-Love,
a pesa de acompañar habitualmente al gran
Ken
Vandermark, sólo habían coincidido
en tres ocasiones sobre un escenario, siempre en “jams”
ocasiones y nunca en conciertos formales. Ambos tocan con
Vandermark, pero nunca en el mismo proyecto.
En los últimos años,
Rodrigo Amado
ha coleccionado colaboraciones de gran valía. Su “
L.I.P.”
es un proyecto abierto en el que ya han participado personalidades
como
Ken Filiano,
Bobby Bradford,
Steve Adams,
Joe Giardullo
y, más recientemente,
Paul Dunmall
y
Dave Kane. Este abanico de nombres, “de
por sí”, significa que la música de
Amado
es hoy reconocida como válida más allá
de las fronteras y que está perfectamente integrada
en la escena libre internacional. En este contexto, al saxofonista
no le fue difícil reunir dos de las más importantes
figuras del nuevo jazz para esta concierto celebrado en el
Teatro Nacional São João.
El concierto comenzó con
Amado tocando
el saxo alto, claramente el que más nos gusta oírle
tocar. El música gana una gran expresividad cuando
toca este instrumento, tal vez por ser el que practica desde
hace más tiempo y al que dedica más empeño.
Probablemente, el tono del instrumento ayudara, ya que también
estuvo muy bien al barítono, con el que presenta una
tonalidad semejante a la del alto. La expresividad e imaginación
de su música marcan puntos en la escena actual del
jazz. Nunca toca de la misma manera, lo que hace que su sonido
sea distinto, y esa particularidad es su imagen de marca.
El hecho de que afirmemos que cada concierto del saxofonista
es siempre una sorpresa, no puede constituir mayor elogio
para un músico que se dedica a estas músicas
desde hace relativamente poco tiempo. Porque esta característica
sólo es común en músicos con carreras
de varios años y que acumulan una experiencia que
Rodrigo
aún no tiene.
Kent Kessler fue la fuerza propulsora del
conjunto. Su toque es vigoroso y su música arrebatadora.
Mezcla en vivo la pose de un punk con la sutileza y técnica
de un clásico. Fue él quien dio un impulso decisivo
para establecer las dinámicas del grupo.
Kessler
es un músico que toca frecuentemente y desde hace varios
años en la escena free de Chicago y tiene una experiencia
enorme en este tipo de conjuntos. No sorprende que en este
concierto se sintiera como pez en el agua.
Paal Nilssen-Love es una fuerza de la naturaleza.
De sus pies y manos salen continuamente avalanchas de sonidos.
Su set, pobre en elementos convencionales, no es obstáculo
para que extraiga de él un sonido pleno y corpulento.
Se integró muy bien con sus otros dos compañeros
y sumó un toque personal a la música del conjunto.
Al contrario que los otros dos, que tienen echada su ancla
en la otra orilla del Atlántico,
Nilssen-Love
está más influido por el grupo de percusionistas
de esta orilla del océano. Nos parecen importantes
las influencias que músicos como
John Stevens
y
Paul Lytton tienen en su forma de tocar.
Además, participó, junto con
Frode Gjerstad
y
Oyvind Storsund en el fantástico
“
Blessing Light” en
homenaje al difunto
John Stevens.
En resumen, el ciclo
Spectrum acabó
a lo grande, con un “power trío” de música
improvisada, de fuerte acento jazzístico, que me parece
tener un largo camino por delante. Al final del concierto
pudimos comprobar la satisfacción de todos los participantes
en este espectáculo, que anunciaron nuevas reuniones,
aunque sólo sea para el lanzamiento de un disco, grabado
en directo en esta actuación. Estamos a la espera.
João Pedro
Viegas traducción por
Diego
Sánchez Cascado