Comentario: Tres discos
a su nombre (Feet Music y Boom, Boom en Jazzland y Nuclear
Assembly Hall en Okka Disc compartido con School Days) y una
multitud de participaciones en grupos y formaciones de lo
más diverso (FME, Territory Band, Firehouse, Free Fall,
el grupo de Bugge Wesseltoft...) a pesar de la juventud de
sus integrantes, ponían en muy alto punto lo esperado
del directo (presentación en este caso en España)
del joven quinteto nórdico Atomic (noruega la rítmica
de piano, bajo y batería, sueca la sección de
saxo/clarinete y trompeta).
Tras su concierto en la Jazz Band Ball de la Heineken 39 Jazzaldia,
las expectativas quedaron cumplidas con creces, con un público
que supo agradecer su propuesta que basada en el free-jazz
toma referencias de las melodías tradicionales, el
pop o la libre improvisación.
A lo largo de hora y media de concierto el grupo fue desgranando
parte de su repertorio: Kerosene, Boom Boom, Toner fran Förr,
Longing From Martin... Este tema fue el punto álgido
del concierto. Bajo el ritmo implacable del contrabajo de
Ingerbrigt Haken Flaten y la batería de Paal Nilssen-Love
sus tres compañeros ejecutaron una rueda que a cada
nuevo paso disminuían las notas y aumentaba la velocidad.
En cuanto al trabajo individual destacó especialmente
el trabajo del trompetista Magnus Broo, que hizo las delicias
de los asistentes con sus solos y su fraseo. Tampoco quedaron
detrás el saxofonista y clarinetista Fredrik Ljungkvist
y el pianista Havard Wiik. En un plano más discreto
quedó el contrabajista Ingerbrigt Haken Flaten. Mención
especial merece el batería Paal Nilssen-Love, uno de
los mejores jóvenes baterías de la actualidad.
Su trabajo usó tanto de la potencia como de la sutileza
en el uso del silencio.
Un magnífico estreno para estos músicos (en
el primero de tres conciertos en la Jazzaldia) con una propuesta
perfectamente accesible para todo tipo de público.
José Francisco
Tapiz