Comentario: Al filo de las 19:37h, con ligero retraso sobre el comienzo previsto salen al renovado escenario B.Z.,R.V.y B.P., en silencio y sin presentación alguna, comenzando a tocar, sin preámbulos.

Desde los primeros compases se adivina como se va a desarrollar la noche: avant garde, jazz de vanguardia y música comprometida, ejecutado por interpretes de categoría.

Bojan Z. Recibió el premio al mejor músico de Jazz de Yugoslavia en el 1989 y, en el 2002 fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno Francés, además de tocar al lado de Nguyen Lë donde tuve la oportunidad de conocerle.

En este concierto vino a presentar su último trabajo, Transpacifik (con Scott Colley al bajo y, Nasheet Waits batería).Comienza utilizando la mano izquierda para las cuerdas interiores del piano ó bien el fender rhodes y la derecha para el piano consiguiendo un juego de sonidos de polifonía unísona.

Emplea el piano como percusión, sacando sonidos metálicos y minimalistas con contundencia y delicadeza semejando un instrumento eléctrico en vez de acústico.

Ben Perowky es un fino estilista de pegada contundente capaz de llenar silencios y marcar pauta y presencia que atrajo mi atención durante buena parte del concierto por encima incluso de Bojan Z.

Hubo momentos en los que parecía una máquina de percutir en un constante e intenso diálogo con Bojan Z, especialmente en el 4º tema de la velada, (que como tal se caracterizó por desarrollos suficientemente largos para la improvisación y el lucimiento de cada miembro del trío) donde nos ofreció un solo de batería de poco “ruido” y mucha música, en el que las baquetas, mazas y las escobillas fluían sobre parches y platillos sin descanso, con el toque original de emplear las escobillas para el charleston.

Remi Vignolo es un de esos músicos elípticos por los que hay que preguntar, pues nadie los conoce, y sin embargo dan lecciones de sabiduría con su instrumento, brillando desde la oscuridad de su 2º plano para mostrarse con luz propia en los solos.

Como acompañante es la piedra angular en la que se sustenta el trío suponiendo el nexo de unión entre el piano y la batería, haciendo que el grupo suene como un combo sin fisuras ni fragmentaciones.

El trío no es Bojan Z, sino un todo compacto, que no sé si tendrá continuidad en el tiempo, como lo tienen otros tríos, (Esbjörn Svensson trío ó Jean-Philippe Viret trío) pero de ser así a buen seguro que ocupará un puesto importante del jazz actual.

El momento mas álgido y progresivo vanguardista corrió a cargo del piano fender rhodes, que cobró el protagonismo que hasta entonces no había tenido; Bojan Z tomó el instrumento con la incorporación de un pedal con el que obtuvo resultados disonantes y distorsiones que por un momento llegaron a confundirme y creer que estaba ante el organista de Soft Machine, Mike Ratledge.

A todo este caudal de sonido hay que volver hacer hincapié en la batería de Ben Perowky que echaba humo.

Pero tras la tormenta viene la calma, el relax y la poesía que por momentos recordaba a M.Eicher de Ecm; con un dúo entre Bojan Z y Remi Vignolo, piano y contrabajo en un diálogo sin fin en que ambos conjugaban la técnica y el sentimiento haciendo las delicias del escaso pero entregado público.

El concierto terminó como no podía ser de otra manera con el regalo de un bis, no menos interesante que lo escuchado hasta el momento; y con la sensación que el paso de unas horas, en el momento de escribir esta crónica, que estos músicos te dejan un poso difícil de olvidar .

Enrique Farelo -“alquimia”Radio Rivas 95.4Fm Madrid- http://www.audio.ya.com/radiorivas