STEVE COLEMAN & FIVE ELEMENTS

Fecha: 9 de Mayo de 2003
Lugar: Colegio Mayor San Juan Evangelista (Madrid)
Hora: 22:30
Asistencia: Lleno

Músicos:


Reseña 

La música de Steve Coleman es como un mecanismo de relojería en el que cada pieza debe ajustarse con precisión para que el conjunto funcione... como un reloj. La complejidad de su propuesta procede fundamentalmente de sus conceptos rítmicos que, partiendo del funk, del rhythm & blues y del rap, incluyen sorprendentes cambios, superposiciones y entrecruzamientos que crean un efecto circular de gran originalidad. Y en Madrid, a modo de "más difícil todavía", Coleman quiso iniciar el concierto a todo trapo, con uno de los temas más intrincados de su repertorio... Y allí el grupo denotó cierta desorientación que tardó en superar.

Y lo que pudo ser un gran concierto se quedó en una actuación interesante. Así, los jóvenes Finlayson a la trompeta y Maret a la armónica demostraron ser buenos solistas con muchas cosas que decir, pero su falta de interacción con el resto del grupo fue un lastre que hizo que el espectáculo no tuviera continuidad suficiente o, dicho de forma más paradójica, que careciera de "ritmo" global. Y fue paradójico, porque la sección rítmica estuvo impecable, con un Anthony Tidd que sirvió de timón, sobrio y dúctil a la vez con su bajo eléctrico. Ramón García Pérez tuvo una interesante aportación, pero quedó ensombrecido por el excelente Dafnis Prieto, un portentoso batería cubano (al igual que García Pérez, por cierto) que confirmó todo lo bueno que ha apuntado en los dos últimos discos de Henry Threadgill (1).

Por su parte, al saxo, Steve Coleman demostró ser un seguidor confeso de Charlie Parker, más en el fraseo que en el sonido, aderezando su discurso con numerosas citas y melodías propias de Bird. De este modo, se estableció un sabroso contraste entre las líneas be-bop de Coleman y el carácter contemporáneo y rabiosamente callejero de los ritmos. Sin embargo, tal vez debido a los problemas de compenetración de Finlayson y Maret, transcurrido un tiempo la música tendió peligrosamente hacia la monotonía, que sólo evitó al final una garbosa interpretación de los clásicos "Get Happy" y "Salt Peanuts".

1. Up Popped the Two Lips y Everybodys Mouth’s Is a Book (ambos editados por Pi Recordings)

Diego Sánchez Cascado

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