Festival de Jazz de Vitoria.20 de julio de 2002
Polideportivo de Mendizorrotza, 21:30h, 3500 espectadores aprox.
Silje Nergaard (voz)
Jarle Vespestad (batería)
---------------------------- (trompeta)
Harald Johnson (contrabajo)
Tord Gustavsen (piano)
Ésta es una época en la que las discográficas quieren hacer descubrimientos... interesados, claro. ¿Qué una casa discográfica logra un pequeño éxito a partir de una mujer joven y de buena presencia, que toca el piano, canta y compone? Pues las demás a buscar a su competencia, ¡cómo no! El objetivo en esta época es buscar la "Diana Krall 2". Si a esto añadimos "discográfica con Noche en Festival", pues ya tenemos por dónde pasear a dicha joven. Todo esto viene a cuento de lo que el pasado sábado presenciamos de la artista noruega Silje Nergaard. Bonita voz, bonitos arreglos, poco de improvisación y muy poco de jazz. Sí mucho de operación de marketing, de música de supermercado, de "no hacer ruido para no molestar", de música para cadena joven con audiencia buscando expereriencias fuera del "pop" más machacón y con toque de "qualité". En el concierto versiones de temas de David Bowie, nanas de su país y un poco de toque "acid-jazz". Bonito empiece para una noche... para dormirse por la noche, más bien.
Herbie Hancock (piano)
Michael Brecker (saxo tenor)
George Mraz (contrabajo)
Willie Jones (batería)
Roy Hargrove (trompeta)
Herbie Hancock, Michael Brecker y Roy Hargrove han llamado a su proyecto "Directions in Music". Visto lo visto, al menos no han tenido la desfachatez de ponerle el apelativo de "New". Direcciones, si, pero mirando hacia el pasado. Cierto es que en el escenario presenciamos la actuación de unos grandes músicos (Hancock por encima de todos ellos y con diferencia). Cierto que dominan a la perfección el legado de Miles y Trane. Y cierto también de que ya basta el sacar a pasear cadáveres sobre el escenario. Incluso los momentos más "arriesgados", como la recreación de "Naima" a cargo de Michael Brecker en un solo de saxo, resulta similar en ejecución y planteamiento a la del disco que este grupo presentaba en este concierto. Lo dicho, grandes músicos y grandes vacíos musicales.
En definitiva, un programa doble servido a precio de restaurante de lujo, como si fuera el más exquisito bocado y que no llega a la categoría de hamburguesa en oferta "2 por 1".