Comentario: Era una
calurosa noche de verano, pero el marco era perfecto para esa velada ya
que, al aire libre, la suave brisa se agradecía mucho. ¿Lugar?
El antiguo convento de San Agustín, desde hace unos años arreglado
y gestionado por el ayuntamiento de Barcelona para fines culturales varios.
El escenario y gradas estaban situados en un patio interior con unas dimensiones
aproximadas a las de una cancha de baloncesto.
La banda inició el concierto con "Broken
Shadows". En un in-crescendo, cada músico iba calentando
motores encontrando su espacio en la interpretación conjunta. El
tema se aceleraba y ganaba en densidad, y variedad de acordes, manteniendo
de fondo la melodía original. Fue una buena carta de presentación:
comedida pero suelta.
En "Mob Job" el batería-precusionista
hizo alarde de su dominio con toques poli rítmicos y combinando toques
de swing con otros más contundentes. De forma homónima, Agustí
tanto "peinaba" el teclado con suaves acordes, como "aporreaba"
acertadamente el piano dándole al tema carácter y fuerza.
David Mengual, con formas "de escuela", hizo bien su trabajo.
Liba modificaba sobre la marcha su manera de tocar con lo que evitaba estancamientos
interpretativos, aún así, quizás le faltó ángel
en comparación con el resto de la banda, aunque que tocando temas
de Ornette significaba toda una responsabilidad.
Tras un dúo piano y saxo soprano en el
que tocaron, de forma dulce y melódica, "Kathelyn Grey"
en concierto dio paso a la pieza que daba título al concierto: "Lonely
Woman". Piedra de toque representativa de la obra de Ornette.
Se trata de un auténtico estándar de jazz que comparte título
al compuesto por Horace Silver. Iniciado al contrabajo, le siguió
Agustí, que imprimió perfectamente el componente emocional
intrínseco en la melodía, ensalzándolo en una magnitud
muy destacable. Se fueron sucediendo pasajes atmosféricos que iban
llenando el recinto de magia en forma de música. El tema acabó
en un progresivo fundido como si se fuera difuminando en su propia esencia.
"Latin Genetics" es una fanfarria
con ciertos aires Aylerianos. Festivalero, vivaracho, en contraposición
emocional con la pieza anterior. Destacó un solo de contrabajo acompañado
con unos originales toques de manos en los timbales, a lo Joey Baron, e
incluso en los muslos y palmas.
En "Happy House", los músicos
se adentraron en terrenos más cercanos al free jazz genuino. Más
sueltos, con un tempo más rápido y más contundencia.
Destacó un solo de batería variado e imaginativo.
Con "What Reason (should I give)"
en forma de balada por parte del piano y el contrabajo, la paz volvió
al redil.
"City Living", es un tema con
una estructura circular, típica de Ornette. Estuvo en la línea
de "Happy House", con un tempo rápido, dando la
oportunidad a los músicos de explayarse con sus instrumentos. Agustí
utilizaba formas percusivas con las teclas del piano. Era un descontrol
controlado, a veces incluso adrenalínico, con eventuales sincopados.
Como bis, tocaron "Law Years"
en el que se sucedieron fraseos entre varios instrumentos.
El concierto me dejó, en general, "buen
sabor de boca" aunque me quedé con ganas de escuchar más
piezas. Destacar especialmente a Agustí, que puede considerarse en
primera línea de la escena actual del jazz más vanguardista.
También me sorprendió el batería porque supo estar
a la altura y jugar sus cartas en cada momento.
Bernat Comerma