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MATTHEW GOODHEARTCiclo "Jazz ao Centro –
Encontros Internacionais de Jazz"
Teatro Académico Gil Vicente, Coimbra
16 de septiembre de 2003
Músicos:
Fotografías © Nuno Martins,
2003
Resenha - Reseña
Portugués: Nuno Martins
Español: João
Pedro Viegas - traducción: Diego Sánchez Cascado
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Resenha:
Matthew Goodheart já não apresenta a farta barba e a barriga avolumada,
que dele conhecia pela fotografia inserida no inlay de "First
&Last" (Eremite). Confidenciou à mesa da ceia que, agora, faz
exercício físico e cuida da sua alimentação. Esta postura terá, talvez,
alguma coisa a ver com o espectáculo solo que apresentou em Coimbra.
Inicialmente decidido a cumprir um set de hora e pouco, MGH apresentou 5
composições para piano, recheadas de alguma improvisação, e pelas quais
se pode verificar a excelência da sua arte. Exímio executante, MGH
emprestou à sua actuação uma palete de recursos técnicos que
"encheram" os ouvidos de belos momentos.
Momentos que assumiram uma certa intimidade, carregados de intensidade,
melodramáticos por vezes, de cores pastel frias, algum minimalismo
recorrente do experimentalismo de busca pra a deambulação pela improvisação.
O dramatismo sonoro, outonal, atingiu picos de descargas percutidas ecoando
em registos graves, "clusters" de notas servindo de contraponto a
detalhes minuciosos, estranhos, complexos, enigmáticos ...
Pelo meio ficou
uma improvisação nas cordas do piano, recorrendo à percussão de sinos
orientais de vários tamanhos estrategicamente colocados no interior do
corpo do instrumento. O resultado não era óbvio, tecendo uma espécie de
malha de fino recorte que foi controlando e desenvolvendo em subtis sons, de
sussuros e vibrações arrastadas. Uma estranha e bela envolvência de
elevado impacto. Foi com entrega total que tocou ainda o terceiro andamento
de uma peça inédita composta por Glenn Spearman, comissionada pelo próprio
MGH pouco tempo antes da partida do saxofonista. Muito forte, longa, plena
de energia e vigor, fez-me lembrar uma saga épica, pela evolução e
crescimento. A peça está gravada, mas não ainda editada comercialmente e
poderá ser prensada em CD em 2004.
Nota final para o reduzidíssimo público presente, que não aqueceu o
ambiente apesar das palmas orquestradas. Será por ter sido à semana?
Perderam os que não estiveram presentes, porque a nota para MGH é elevada,
pela sua arte, pela sua maestria, pela sua entrega e pela sua simpatia. Até
breve!
Nuno Martins
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Comentario: Matthew
Goodheart ya no presenta la barba poblada y la barriga prominente que conocía
de él por la fotografía incluida en la carpetilla de "First &
Last" (Eremite). Durante la cena, afirmó que ahora realiza ejercicio
físico y cuida su alimentación. Esta actitud tal vez tenga algo que ver con el
concierto en solitario que presentó en Coimbra. Inicialmente decidido a
realizar un set de poco más de una hora, MGH presentó cinco composiciones para
piano, aderezadas de algunas improvisaciones, en las que se puede comprobar la
excelencia de su arte. Eximio ejecutante, MGH hizo gala en su actuación de una
paleta de recursos técnicos que "llenaron" los oídos de bellos
momentos.
Momentos que asumieron cierta intimidad, cargados de intensidad, melodramáticos
en ocasiones, de fríos tonos pastel, con algún minimalismo que hecha mano del
experimentalismo exploratorio para deambular por la improvisación. El
dramatismo sonoro, otoñal, alcanzó picos de descargas percutidas que
retumbaban en el registro grave, racimos de notas que servían de contrapunto a
detalles minuciosos, extraños, complejos, enigmáticos...
Hacia la mitad del concierto tuvo lugar una improvisación con las cuerdas del
piano, en la que recurrió a percutir unas campanas orientales de varios
tamaños estratégicamente colocadas en el interior del cuerpo del instrumento.
El resultado no era obvio, tejiendo una especie de malla de fina trama que fue
controlando y desarrollando en sonidos sutiles, de susurros y vibraciones
arrastradas. Un extraña y hermosa envoltura de gran impacto. Con una entrega
total, tocó también el tercer movimiento de una obra inédita compuesta por
Glenn Spearman, encargada por el propio MGH poco tiempo antes del fallecimiento
del saxofonista. Muy fuerte, extensa, llena de energía y vigor, me recordó a
una saga épica, por su evolución y desarrollo. La pieza está grabada, pero
todavía no se ha editado comercialmente y será prensada en CD en 2004.
Nota final para el reducidísimo público presente, que no calentó el ambiente
a pesar de las palmadas orquestadas. ¿Será por haber tenido lugar entre
semana? Quienes no estuvieron presentes se lo perdieron, porque la nota para MGH
es alta, por su arte, por su maestría, por su entrega y por su simpatía.
¡Hasta pronto!
Nuno
Martins Traducido por Diego
Sánchez Cascado
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