27º Festival de Jazz de Vitoria.
El trío de Ion Robles reclamó con música lo que el manifiesto* pedía días atrás: una mayor presencia escénica del jazz patrio en los festivales de jazz. Una cuota de forzoso cumplimiento no garantiza la entidad de la música. La reivindicación instrumental debe dar las razones. Ya se encargará la ignorancia directiva de obviar su presencia.Se presentaba en trío el saxofonista vasco. Sin embargo, cosas de la espontaneidad del jazz, derivó en dos cuartetos y quinteto de bis. La presencia en Gasteiz durante estos días del trompetista Raynald Colom y del batería local (para la ocasión al cajón) Víctor Celada incrementó el calor improvisatorio de la noche. Concierto a modo de jam session.
El repertorio salió del album de clásicos del jazz: "A night in Tunisia", "Giant Steps", "What is this thing called love" junto a otros no tan habituales como "Falling Grace" (Steve Swallow) o "Sub-Concious Lee" (Lee Konitz). Clásicos que no dieron lugar a revisiones estandarizadas sino que fueron excusa para dar rienda suelta al lenguaje contemporáneo con el que hablan el saxo de Robles, el contrabajo de Martín o la trompeta de Colom.
Especial mención merece la labor de un genial Pablo Martín. El contrabajista cuenta en su currículum con los nombres de Chano Domínguez o Gerardo Nuñez. Y desde luego su pulsación estuvo a la altura de semejantes "autoridades". Soberbio como rítmico estuvo tremendamente intenso y técnico en largos solos de gran valentía. Un instrumento de habitual segundo plano se ganó el primer plano en la fotografía jazzística de la noche.
Raynald Colom se reivindica con un dominio brutal de la técnica trompetística. Técnica y lenguaje. La técnica, que un día renegó de educaciones clásicas, se expresa en un amplio registro. El medio con sonido redondo y preciso. El agudo con la suficiente potencia y control. El lenguaje admira a Hargrove y muestra a sus 24 años un presente con tremendo potencial futuro.
El titular de la noche, Ion Robles, estuvo generoso. Generoso en sus largos solos y generoso al admitir a los dos "espontáneos" de la noche. Su invitación a Celada y Colom permitió un mayor colorido tímbrico. Estuvo pletórico a los diversos saxos y supo comandar con precisión los vericuetos rítmicos que propició una formación tan dada a ellos. El cajón de Celada permitió flirteos flamencos. Su pasión provocó la fusión de contrabajo y cajón. Su breve intervención con las baquetas dejó claro que el término "músico local" puede ser el mayor de los piropos.
Preguntas al aire: ¿será la noche "alternativa" el verdadero festival de jazz?
*Manifiesto en apoyo a "nuestro" jazz promovido por diversas asociaciones de músicos y particulares en pos de una mayor presencia de músicos nacionales en festivales, medios… Texto completo en:
http://www.tomajazz.com/clubdejazz/roundjazz/manifiesto_nuestro_jazz.htm