Componentes:
CHANO DOMÍNGUEZ SEXTETO
Chano Domínguez (piano)
Guillermo McGill (batería)
Alfonso Gamaza (bajo eléctrico)
Blas Córdoba "Kejío" (cantaor)
Tomás Moreno (baile y palmas)
Israel Suarez "El Piraña" (percusión)
WYNTON MARSALIS SEPTETO
Wynton Marsalis (trompeta)
Ron Westray (trombón)
Wes "Warmdaddy" Anderson (saxo alto y soprano)
Victor Goines (clarinete y saxo soprano)
Richard Johnson (piano)
Reginald Veal (contrabajo)
Herlin Riley (batería)
Comentario: El arranque del doblete nocturno de
Mendizorrotza fue un gran éxito. Éxito a niveles de aceptación
popular que, con su puesta en pie, juzgó memorable la noche musical.
Si juzgamos desde una perspectiva meramente musical (digo yo que será
la importante) anoche asistimos a un museo de cera jazzístico. La
evolución del jazz brilló por su ausencia y asistimos a dos
auténticos seminarios revisionistas.
No sorprende en el caso de Marsalis. Entra dentro de la lógica de
su filosofía historicista. Y no sorprende tampoco en Chano. Revisionista
o no ha encontrado un filón de aceptación social que le proporciona
innúmeros escenarios.
Chano sonó al Chano previsible. Al pianista de clichés flamencos
y salseros. Un Chano que mira a su repertorio de clásicos. Plasmó
con extrema precisión lo escuchado en sus discos. Uno tiende a esperar
algo más de una música que se supone de creatividad.
El primero de sus anunciados encuentros con Wynton se produjo dentro de
su parcela de actuación. Una nana, firma del gaditano, y el "Well
you needn´t" de Monk fueron la excusa para el encuentro. La introducción
a la nana de Wynton resultó de evidente inspiración Davisiana.
Monk sonó a jam.
La presencia bianual de un músico en el festival puede resultar
una buena prueba del algodón a su evolución. Es el caso de
Wynton que cada dos años visita el festival con sus diversos proyectos.
Definitivamente estamos ante un músico inmenso en calidades técnicas
cuya creatividad durmió hace ya mucho tiempo. Nada nuevo aporta cada
presencia de Marsalis en el festival. Los sonidos "swingueantes"
y la aséptica precisión de su música matan la esencia
de una música caracterizada por su constante evolución.
Ayer rizó el rizo. El revisionista se revisó a sí
mismo.
Preguntas al aire: ¿Dirá algún
día la prensa lo que verdaderamente piensa?