3ª jornada del 27 º FESTIVAL DE JAZZ VITORIA-GASTEIZ.
Sean Craig (saxo)
Sylvain Pohu (guitarra eléctrica, pedales)
Nicolas Boucher (piano, teclados, sampler)
Pierre Alexander Tremblay (bajo eléctrico, pedales)
Stefan Schneider (batería)
Comentario: El quinteto
canadiense [IKS] fue el encargado de abrir las actuaciones del teatro Principal
con una propuesta que mira sin complejos hacia el siglo XXI. Al contrario
de lo sucedido en ocasiones anteriores, propuestas sonoras como las suyas
son las que realmente debieran conformar el ciclo "Jazz del Siglo XXI".
Los canadienses presentaban su última
propuesta discográfica. Un compacto doble que a lo largo de sus más
de dos horas de duración recoge e intenta integrar (sin conseguirlo)
una gran variedad de influencias musicales. Empezando cronológicamente con
el jazz clásico llegan hasta el techno pasando en su camino por la improvisación
electroacústica, la música indie, el free-jazz, el rock o la música improvisada.
Esta obra deja sensaciones de fragmentación (en cuanto a conceptos musicales)
y de falta de unidad (en cuanto a conjunto que interpreta una música que se
puede calificar de "orgánica").
Partiendo de estos antecedentes
quien esto escribe tenía mucha curiosidad por ver cómo estos músicos intentarían
defender su propuesta en directo. El resultado final fue una sensación
positiva después de ponderar distintos aspectos de su actuación.
Empezando por
lo positivo resaltar la delicia que supone encontrarse en estos tiempos de
tibieza a la búsqueda de la perfección con unos músicos tan jóvenes y valientes
arriesgando en la búsqueda de su voz propia. A esto se añaden muy buenas
maneras como instrumentistas por parte de los músicos. Del quinteto
se puede resaltar además de su gran juventud, la sensación de
conjunto (ausente en el disco). Entre los cinco músicos resaltaré
la labor del batería y la del saxofonista. El primero eligió
el árido camino de la sutileza frente a los fáciles aplausos
para quien opta por el malabarismo y la pirueta huecos. El segundo demostró
que además de tener bien aprendida la lección de los maestros
del tenor es capaz de investigar.
En cuanto a lo negativo indicar
que la amalgama de sonidos e influencias presentes en su directo (sonaron
una preciosa balada a piano solo, un tema de inspiración hendrixiana,
free tórrido, improvisación libre, música electroacústica,
ritmos funkies, música atmosférica, rock variado y pop) ganan
en unidad respecto al disco pero sigue dominando una sensación de gran
dispersión sobre el conjunto.
Resumiendo: el concierto resultó
ser un reflejo en directo mejorado del grupo [IKS] respecto de su última
grabación. Muchas influencias, buenos músicos y la sensación de GRUPO
investigando en directo.
Quizás este no fuera "el
concierto de su vida", pero tampoco cabe duda de que sin continúan
con esa línea de trabajo e investigación, este grupo llegará a dar
grandes alegrías a los aficionados al riesgo en el jazz.