Componentes:
RICHARD BONA
Richard Bona (bajo eléctrico, voz)
Aaron Heick (saxos)
Etienne Stadwijk (teclados)
Nathaniel Townsley (batería)
Sheryl Bailey (guitarra)
Daniel Sadownick (percusión)
ROY HARGROVE - RH FACTOR
Roy Hargrove (trompeta, fliscorno, teclados)
Bobby Sparks (órgano y teclados)
Reggie Washington (bajo)
Keith Anderson (saxos alto y tenor)
Jacques Swartzbart (saxo tenor, flauta y guitarra)
Spanky (guitarra)
Willie Jones III (batería)
Jason Thomas (batería)
Rene Neufville (voz y teclados)
Comentario: Richard Bona encandiló al público en su visita
hace dos años al Teatro Principal. Los pocos espectadores que de
habitual acuden al Teatro se creyeron entonces privilegiados ante lo visto.
El tiempo les ha dado un chasco. Bona repitió espectáculo
dos años después (incluidas las bromas).
Dos años de intensa actividad
no han dado para la evolución de su música. Quizá su
cada vez más reclamada labor como bajista en diversos grupos ajenos
no le haya permitido una mayor concentración en el trabajo propio.
Y eso a pesar de un disco de por medio.
Bona es un músico solvente.
Voz privilegiada que abrió concierto acompañada de su bajo.
Un hilo de voz celestial para comenzar arrasando desde la emoción.
Sus momentos a solo fueron lo mejor de la noche.
La música de Bona bebe
de grupos históricos como "Weather Report" o el "Zawinul
Syndicate". Quizá es achacable una cierta falta de personalidad
en su sonido. Los momentos más "africanos" son los más
bellos en su música. Los más jazzísticos son en ocasiones
demasiado pop.
Esperemos que los valores musicales
de Bona, indudable gran músico, no se pierdan en proyectos un tanto
híbridos como este.
Roy Hargrove llegó a Vitoria
"el día después". El día después de
Marsalis, tantas veces nombrado como mentor de Hargrove. Y ya se sabe… las
comparaciones son odiosas.
Hargrove es una grandísimo
trompetista. Sus cualidades técnicas no llegan, por supuesto, a las
de Marsalis. En esto Wynton es único. Pero las suyas, que no son
pocas, no son el fin sino el medio. Hargrove tiene la herramienta y tiene
el lenguaje.
El proyecto "RH Factor"
es quizá una de las formaciones más densas en sonido de las
presentadas hasta la fecha por un trompetista que ayer en sonido de grupo
y en presencia escénica rememoró al Miles de las electrónicas.
Miles sigue siendo aspiración irrenunciable para muchos.
Un comienzo de fuerza y rítmica
impactante que se fue diluyendo con el discurrir de un largo concierto dedicado
a los ritmos "funkys" y "hip-hoperos" menos bailables
de lo a priori anunciado. Todo lo que había que decir se dijo en
un cuarto de hora. Sólo los solos de Hargrove merecieron especial
escucha. Tanta redundancia rítmica terminó haciendo del concierto
una repetición de patrones.